Segundo viaje.
«Adentrarme en la naturaleza de verdad… por primera vez en mi vida.»
Hace un par de años tuvimos la suerte de poder entrevistar a Cris Broquetas y Max Vento con motivo de la aparición del primer número de Claudio y Lucia, una serie ideada para el público a partir de 12 años publicada por Bang Ediciones dentro de su sello destinado al público infantil y juvenil Mamut cómic. Se trataba de una propuesta refrescante y necesaria pensada para los lectores de 12 años en la que se ponía en valor cuestiones como la ecología, los peligros de las redes sociales y sobre todo la importancia de la búsqueda de la verdad a través de la importancia de aprender a pensar por uno mismo en un mundo donde cada vez es más difícil diferenciar que es cierto y que no lo es. Pero sin dejar de lado la parte más lúdica ya que nos encontrábamos ante una divertidísima y trepidante historia de aventuras. Unas características que también están presentes en Claudio y Lucia en el Amazonas, el segundo volumen de la serie recientemente aparecido en nuestras librerías con una edición que mantiene las cotas de calidad de la primera entrega.
En esta nueva aventura nuestros protagonistas viajan a Colombia para acompañar a la madre de Lucia en sus proyectos artísticos, pero, por suerte para Claudio, termina viajando a la selva amazónica para participar en el rodaje de un documental. Allí se verán envueltos en una trama misteriosa que implica a las tribus que habitan esos lugares que les deparar algunas sorpresas y le posibilitara conocer mejor la zona, sus habitantes y los peligros a los que se enfrenta la selva tropical más grande del mundo por la codicia humana.
Al tratarse de la segunda aventura de la serie ya no hay necesidad de hacer una presentación de los personajes y establecer sus interrelaciones, así que la historia principal tiene más tiempo para desarrollarse provocando que sea más compleja, menos ingenua y mejor trabajada que la anterior, aunque sin perder de vista las características que ya vimos en esa primera aventura como la inversión de los roles tradicionales entre los protagonistas y el marcado tono ecologista de la trama. También está muy presente una muy marcada critica a las practicas más desalmadas y mezquinas del capitalismo y un muy necesario mensaje sobre la importancia del trabajo en equipo y de los peligros que esconde la naturaleza entre su belleza salvaje.
Sin embargo, esos mensajes no eclipsan la principal función que quiere cumplir el cómic que es ofrecer una historia entretenida y muy divertidas a sus lectores con los que conecta gracias a un lenguaje actual y que habla de sus preocupaciones que no son las mismas que las de los adultos. Algo muy importante si queremos que haya un necesario relevo en los lectores de cómics que se van a sentir mucho más identificados con estas historias que con las de hace 50 años. Esa sensación de cercanía a sus problemas se ve potenciada por una historia muy asentada en la realidad y el momento actual en la que nos hay ningún elemento fantástico.
Una de las partes fundamentales de la historia es el humor que sirve de contrapunto a la acción y a esos mensajes tan interesantes que vemos a lo largo del desarrollo de la historia. Un humor sencillo y blanco que se articula en torno a Hamlet y algunos personajes secundarios como Wilson y que nos recuerda al de los grandes clásicos francobelgas que son una de las principales influencias de la serie. En particular el fantástico Spirou de Franquin, del que podemos ver varios homenajes al igual que sucede con el Tintín de Hergé.
Max Vento dibuja la historia con su sencillo y limpio, donde la legibilidad y la narrativa es muy clara. Ideal para el tipo de lectores a los que va dirigida la obra. Como en el volumen anterior nos encontramos con unos personajes muy expresivos y repletos de dinamismo. La parte más brillante del cómic es la impresionante representación llena de vida y color del Amazonas y la selva que lo rodea y como va jugando con los diferentes tonos de color para conseguir reflejar los cambios que se van produciendo al transcurrir el día y cambiar la luz.
Esta segunda aventura de Claudio y Lucia conserva todas las cualidades de la primera entrega, pero nos ofrece una historia más compleja que no pierde de vista la parte más lúdica del cómic y nos regala algunas estampas realmente bellas del Amazonas que dejan ver el cariño de los autores por esas tierras. Una progresión interesantísima que esperemos prosiga en las próximas entregas de la serie.
Lo mejor
• El mensaje ecologista de la serie.
• Las imágenes del Amazonas.
Lo peor
• El jefe de los villanos resulta demasiado caricaturesco.
