Coffin Hill #1

 

Título original: Coffin Hill #1
Edición: Vertigo.
Guión: Caitling Kittredge.
Dibujo: Iñaki Miranda, Eva de la Cruz.
Formato: grapa, 24 págs. A color.
Precio: 2,99 US $.
Valoración:

 

Retomamos las reseñas de las nuevas series que Vertigo ha ido publicando a lo largo de los últimos meses. Si ya nos habíamos acercado a títulos como The Wake, Collider y Trillium, tras un paréntesis, recuperamos las valoraciones y ahora nos encargamos de Coffin Hill, la obra de Caitlin Kittredge e Iñaki Miranda y cuyo primer número fue publicado el pasado mes de octubre.

Teniendo en cuenta el historial de la guionista, cuyas novelas casi siempre han estado relacionadas con el mundo de la fantasía y lo paranormal (Black & White, Iron Thorn) pues es normal que su primer acercamiento al cómic sea tocando estos temas. Lo curioso de esta escritora es que se declara fan absoluta de autores como Neil Gaiman, Warren Ellis o H.P. Lovecraft pero por mucho que lo intentó para publicar alguna obra bajo el sello Vertigo, no ha sido hasta ahora que desde el sello para adultos de DC han decidido darle una oportunidad. Algo habrán visto los editores en Coffin Hill para darle el visto nuevo a su publicación.

En este cómic se nos presenta a Eve Coffin, una policía novata que tiene la suerte de dar con un famoso asesino en serie (The Ice Fisher o el Pescador de Hielo en español) y dar por cerrado uno de los casos más famosos y dramáticos del país. Sin embargo, este éxito viene acompañado por un trágico suceso que hace cambiar de parecer a Eve en lo que a su vida profesional se refiere. Es cuando se incorpora a la narración un flashback de la vida de la protagonista en la que se nos presenta y describe su excéntrica familia y su despreocupada juventud antes de la academia de policía. Es aquí donde presenciaremos los elementos más paranormales y siniestros del cómic y que guardan relación con los Coffin y con cierto ritual que Eve y sus amigos celebran en mitad del bosque y que no termina como les hubiese gustado.

Hay muchas cosas que hacen de Coffin Hill un cómic potencialmente bueno. Personalmente me gustan las historias que incorporan a la narración el pasado desconocido del protagonista, dándole así un nuevo giro a los acontecimientos. Parece que Kittredge tiene intención de utilizar este recurso en su obra y eso hará que el misterio de los Coffin y su oscuro legado se acentúe aún más. Pero claro, esto va a depender de lo trabajado que esté el trasfondo de esta curiosa familia y la protagonista. Además, la historia comienza con el esclarecimiento de una serie de crímenes por parte de Eve. No sabemos si por el mero azar o por ciertas habilidades especiales que ella posee pero que desconocemos. Por otro lado, la mezcla de serial killers con elementos paranormales me parece acertada e interesante y sería una pena que la obra se alejase de esta línea.

Otro aspecto a valorar positivamente de Coffin Hill es el arte. Iñaki Miranda (Fairest, Fables), un habitual de las series Vertigo, hace junto a Eva de la Cruz, su entintadora fetiche, un trabajo admirable. Su trazo es limpio y cuidado, dándole un acertado toque punk-rock a la protagonista y a sus amigos a la vez que expresa lo siniestro y elegante de los Coffin. Miranda además cuenta con unas cuantas splash pages con las que explayarse y en algunas de sus viñetas muestra lo sangriento y perturbador que puede ser ésta Coffin Hill. El trabajo de de la Cruz mejora susceptiblemente el de Miranda, se nota que ambos artistas se complementan bastante bien y los lectores sólo tenemos que complacernos antes estas sociedades que enriquecen el cómic en el que colaboran.

Como ya mencioné anteriormente, da la sensación de que revisitaremos el pasado de Eve con frecuencia, cambiando así la narración del presente al pasado y viceversa. Sin embargo, esto son meras suposiciones personales porque si hay algo que no termina de aclararse en este primer número es qué relación guardan el caso del Pescador de Hielo con los acontecimientos de la juventud de Eve, si es que la hay. Y es que Kittredge cuenta muchas cosas pero yo como lector no termino de tenerlas claras. Sí, hay misterio y se vislumbra algo paranormal, pero no hay un sólo cabo al que agarrarnos con certeza y avanzar mientras desenredamos el resto de la madeja. Hay muchos interrogantes que responder y estoy seguro de que la escritora los irá resolviendo a medida que transcurra la serie, pero como ya digo, se habría agradecido una vía evidente por la que guiarnos. De hecho, tal como acaba esta primera entrega, el cliffhanger pierde fuerza porque carecemos de información. La elipsis es buen recurso, pero abusar de él puede jugar en contra de la obra.

Por último un detalle nimio pero que hubiese estado bien expresarlo con mayor claridad. Tras el accidente casero, Eve abandona el hospital con una cicatriz en el ojo y que le da un aspecto bastante siniestro y cool. No queda muy claro que el accidente afectase a esa parte del cuerpo de la protagonista y al final no sabemos si es un añadido gratuito para hacer más misterioso al personaje o si realmente esto va a incidir en la historia.

Coffin Hill tiene maneras; hay cosas interesantes que Kittredge deja caer en estas 24 páginas y si vamos encajando piezas a medida que crezca la serie pues podemos encontrarnos ante una obra a tener en cuenta. Hay motivos suficientes como para adquirir el segundo número, pero esperemos que no sea como la eterna promesa del fútbol, al que se le ve calidad pero que no sabe aprovecharla. Estaremos atentos al devenir de este título.