La segunda mitad de la década de 2000 se caracterizó en Marvel entre otras cosas por el regreso a los cósmico. Los eventos de esta clase, encabezados por
Este era el caso de
De los 12 primeros números de su colección ya hablé en una reseña anterior, siendo ahora el turno de los números 13 a 22, en el que ya se comienza a atisbar que el nuevo volumen se dirigía hacia un final. Y es que, como también demostraron en Guardianes de la Galaxia, así son Abnett y Lanning, dos autores que prefieren regalarnos cortas pero bien estructuradas etapas en las colecciones que abordan, antes que erigirse en guionistas de las mismas durante varios años, exponiéndose a un posible descenso de la calidad motivado por el paso del tiempo.
Este volumen comienza justo dónde lo dejamos, con un Nova que sigue siendo el receptáculo de la mundomente xandariana con todo el poder que ello implica, y que tras haber salido airoso de la debacle que supuso la conquista de La Falange para el Imperio Kree, continúa vagando por la Galaxia encargándose prácticamente sólo (a excepción de unos Guardianes de la Galaxia primerizos que a la par iban haciendo de las suyas en su colección propia) de las tragedias que asolan el Universo.
En esta tesitura, asistimos a un evento casi obligado en toda colección cósmica que se precie, el enfrentamiento entre el héroe galáctico de turno, y
La génesis del conflicto es la usual, el devorador de mundos va a proceder a destruir otro planeta y Nova se interpone en su camino, pero lo curioso es que Rider no pretende (tampoco es que pudiera) convertirse en un obstáculo insalvable para el equilibrio universal, si no que Galactus espere un poco a consumir el planeta para dar tiempo a que Nova pueda evacuar a la mayor cantidad de habitantes del planeta que le de tiempo , dada la mala gestión que el gobierno de dicho planeta está llevando al respecto.
Por supuesto, dicha evacuación no será sencilla y tendrá un punto de intriga y thriller de terror que convierte lo que en principio podría haber sido una trama insulsa de relleno en algo más.
El segundo arco argumental de la serie, es aquel en el que ya se atisba su final, el cual esperamos que llegue en un futuro tomo que todavía no está dentro del plan editorial inmediato de Panini Comics, y que nos narra como la mundomente xandariana comienza a reconstruir el Cuerpo Nova, ingresando en sus filas a todo alienígena o ser humano con un elevado sentido de la justicia, todos ellos bajo el liderazgo del centurión Rider, como no podía ser de otra manera. Sin embargo dicha reconstrucción no será del todo sencilla, ni tampoco estará exenta de grandes sorpresas que dejarán boquiabierto a más de uno que como yo, se enfrente al tomo en esta edición de Panini sin antes haberlo leído.
El dibujo de
En general, este tomo resulta entretenido, y contiene una buena ejecución de las ideas de los guionistas, pero palidece en comparación al anterior, de un tono más oscuro y en el que la acción presidía con mayor acierto el resto de la trama, si bien el cliff hanger final de este volumen promete mucho de cara al siguiente.
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 6
6.7
Correcto
Dan Abnett, Andy Lanning y Wellington Alves continúan la epopeya de Richard Rider el Nova más recordado y aquel al que insuflaron renovada vida.