Este año 2018 ha sido sin duda el año de
En ese sentido, desde Enero de este año, hemos podido adquirir mensualmente los distintos tomos que componen la
El cómic que es objeto de la reseña de hoy, es el tomo número 10 de la colección, el cual incluye tres historias de gran importancia de cara a despejar algunas dudas que la lectura de La Guerra del Infinito hubiera podido originar en el lector, y a prepararnos para el último de estos eventos, La Cruzada del Infinito.
Sin más dilación, pasemos al análisis de cada una de las tres partes en las que se divide este tomo con el detalle que las mismas merecen.
En primer lugar, el volumen arranca con los números de Quasar inmediatamente posteriores a La Guerra del Infinito, y lo hace de manera curiosa. Así, si recordamos, y viajamos hasta el Tomo número 7 de la Colección Jim Starlin, Quasar (Wendell Vaughn) desaparecía al final del gran conflicto contra Magus, reverso tenebroso de Adam Warlock, tratando de utilizar el nulificador supremo contra él. Si estaba muerto o no, era algo que no explicaba al lector por Jim Starlin, pasando dicha carga a
De este modo, la historia comienza con la aparición de un nuevo (pero no tan nuevo) Protector del Universo, conocido como Marvel Boy o Maravilla Azul (según se hace llamar a sí mismo a las pocas viñetas de su aparición) pero cuyo nombre verdadero no es otro que Robert Grayson, el que podríamos decir que era el primer protector del universo, aparecido por primera vez en Marvel Boy nº 1 (Diciembre de 1950) y creado por Stan Lee y Russ Heath. Este personaje, nacido en la era Atlas, fue reintroducido en el Universo Marvel como tal en Fantastic Four nº 165 (Diciembre de 1975), perdiéndosele la vista desde entonces, hasta Quasar nº 40 (si exceptuamos su breve aparición como esbirro de Thanos en Quasar números 26 y 27 (Colección Jim Starlin 5).
En la historia que es objeto de este análisis, Gruenwald aprovecha la ausencia de Wendell para postular a Robert Grayson como nuevo Protector del Universo, el cual tratará de ingresar en Los Vengadores con desastrosas consecuencias.
Mientras tanto, los mejores aspectos y momentos de esta breve saga tendrán lugar en La Sala Blanca, un lugar al que van a parar todos los protectores del Universo al morir, estando por verse si se trata de un paraíso, un infierno, un purgatorio o un estado intermedio y previo a la reencarnación.
Si bien esta parte del volumen palidece en comparación a las historias que se incluyen a continuación, resulta del todo interesante y entretenida, sobre todo por el concepto de La Sala Blanca y por como Gruenwald juega con él, debiendo tenerse siempre en cuenta que lo que hiciera con el personaje tenía que ser siempre aprobado por Marvel, al tener lugar entre dos crossovers de gran importancia editorial para la Casa de las Ideas.
Por su parte
En este volumen, y como gran regalo, no sólo se incluyen aquellos números de distintas colecciones de Marvel que tenían relación con los eventos cósmicos de Starlin de los 90, si no que también podemos disfrutar de una de las mejores novelas gráficas de Marvel y del propio Starlin, llamada
Hay quien dice que donde mejor se desenvuelve Jim Starlin es el formato de Novela Gráfica (como se puede acreditar con obras como La Muerte del Capitán Marvel, La Relatividad del Infinito, la reciente Los Hermanos del Infinito etc), al contar historias de corta duración y muy cerradas, que pueden ser leídas tanto como parte de algo mucho más grande, como de forma aislada, y hacerlo con gran acierto, volviendo siempre con mucho tino sobre temas tan complejos como la vida, la muerte, el amor, la codicia, el destino, y siempre cuestionando cuál es el papel de los seres pensantes en un universo tan complicado y vasto.
En este caso, la historia comienza con el bueno de Norrin Radd surcando el espacio sin rumbo determinado en su tabla cósmica, hasta que recibe una llamada de su planeta natal Zenn-La, el cual ha sido apartado del cosmos por una extraña entidad que trata de salvar a toda la civilización de Zenn-la de la guerra Kree-Skrull (encontrándose el planeta del ex heraldo de Galactus en una incómoda posición neutral al respecto) otorgando a sus habitantes la inmortalidad y felicidad eternas.
Por supuesto, esta trama servirá como excusa para el reencuentro de Norrin con su amada Shalla Bal, ahora emperatriz de Zenn-la, tejiéndose así una historia que este redactor no quiere revelar, pero que como no podía ser de otra manera tiene como eje central el amor y las consecuencias de poner dicho sentimiento en su estado más puro e inocente por encima de todo lo demás.
El dibujo de esta novela está llevado a cabo por
Sería injusto finalizar la reseña de esta novela gráfica, sin antes hacer referencia al color de
Sin duda, esta novela gráfica supone lo mejor del volumen, y justicia por sí sola, la compra del mismo.
Finalmente, el tomo acaba por ofrecernos una mini serie con guión y dibujo de Jim Starlin, en la que un condescendiente Warlock pedirá ayuda a un reticente Estela Plateada, a cambio de concederle a éste lo que más desea (anhelo que está directamente relacionado con el final de Vuelta a Casa y que por eso no quiero desvelar), para que Estela sea su aliado en los conflictos cósmicos que están por llegar.
El guión, discurre en torno a la misión que Warlock se ofrece a desempeñar para ganarse la ayuda de Estela, la cual tiene como villano e invitado especial a Mefisto, en esa vertiene tan shakesperiana que Starlin diseñara para el personaje y que nos regala los mejores momentos de la mini serie.
Sin embargo, no todo se queda ahí, porque también podremos ser testigos de una aparición estelar de la Muerte tal y como Starlin la concibe y de la constante lucha de egos entre Warlock y Estela ante la atónita mirada de la Guardia del Infinito, y es que, sin duda, alguna estamos ante dos de los personajes más ominosos de Marvel, que se niegan por puros principios a ceder terreno ante el otro, a cualquier nivel, incluso el dialéctico, constituyendo la relación entre ambos (que comenzara a forjarse en el Guantelete del Infinito) una de las guindas del pastel que conforma esta miniserie.
El dibujo, es también de Jim Starlin, lo que de por sí supone un gran aliciente a la compra, pues en esta época Starlin solía dedicarse más a tareas de guión que de dibujo, es de lo mejor del autor, que comprende perfectamente a unos personajes que cuando no ha creado por sí mismo (Drax, Gamora, Pip el Troll), adopta y los hace tan suyos como al resto de sus vástagos (Silver Surfer, Adam Warlock, Mefisto), configurándose una mini serie que resulta no imprescindible pero sí muy recomendable.
A lo largo de los análisis que este redactor ha realizado sobre los distintos tomos que componen la Colección Jim Starlin, la comunidad de Zona Negativa ha podido ser testigo de que mis opiniones (más o menos acertadas) son bastante variables, lo que es lógico, al tratarse ésta de una colección que incluye mucho material de muy diversa calidad.
Pues bien, al respecto de tomos como el 4, 5, 6, 8 o 9, que contienen distintas colecciones y etapas que no son si no tie ins de El Guantelete del Infinito y de la Guerra del Infinito, decía que su compra no era necesaria porque no aportaban datos de tanta importancia que llevaran a no entender los distintos eventos cósmicos, siendo su calidad (con la excepción de algunos números de Warlock y la Guardia del Infinito) bastante baja, sobre todo en comparación al Guantelete, evento del que parte toda esta colección.
Sin embargo, mi criterio cambia con este tomo número 10, tomo que desde luego no es necesario leer ni para entender los eventos previos, el Guantelete del Infinito y la Guerra del Infinito, ni para poder enfrentarse a la lectura de la Cruzada del Infinito (que se publicará en dos tomos de publicación correspondiente a los meses de Noviembre y Diciembre de 2018). Pero, a pesar de ello, no adquirir este tomo o no leerlo, supondría a juicio de este lector un error a cometer por el lector de cómic que sea fan de la labor de Starlin en Marvel o de lo cósmico, pues tanto la novela gráfica de Estela Plateada, como la mini serie de Adam Warlock y el propio Estela (sin dejar de lado a los conceptos que Mark Gruenwald introduce en Quasar), suponen dos de los mejores productos que se publicaron en aquella época, estando además íntimamente relacionados entre sí, pues lo transcurrido en la mini serie es consecuencia directa de lo que ocurre en la novela gráfica.
Por ello, os recomiendo fervientemente esta lectura, que eleva un peldaño más la escalonada calidad de la Colección Jim Starlin, con un tomo que no sólo es para completistas, si no también para los amantes de las buenas historias.
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 7
7
Recomendable
Mark Gruenwald, Jim Starlin, Steve Lightle, Andy Smith y Bill Reinhold ponen fin a los tie in con la Guerra del Infinito, dejando el camino expedito hacia el siguiente evento cósmico starliniano de la década de los 90.
Es curioso la de grandes historias que se han contado y se seguirán contando sobre Estela Plateada (mucho mejor nombre que Silver Surfer). Stan Lee ya lo definió en una serie propia de leyenda, y en dos novelas gráficas a cual mejor, com Moebius en Parábola y com Buscema en El Día del Juicio, pero lo propio podría decirse de Starlin, tanto resucitanto a Thanos valiéondose de su serie regular como en la novela gráfica Regreso al Hogar, dónde nos deja con ganas de más. Hasta La oscuridad más allá de las estrellas, la novela gráfica de guión tan simple (que no poco efectivo) de Ron Marz con las virguerías al dibujo de Castellini, es un tesoro (true story, aquí 24 pavos en edición limitada)… Y eso por no hablar de la reciente etapa de Dan Slott y el matrimonio Allred, un cómic que ha hecho historia en el medio a base de originalidad y corazón, y ha redefinido algunos elementos clásicos del universo Marvel tales como el mismo poder cósmico.
Muchas gracias por tu comentario elBlueNules! Sí, la verdad es que no sé quien fue aquel que dijo «no existen malos personajes, si no malos guionistas» pero está claro que Estela ofrece muchas posibilidades y, cuando son explotadas (como en este tomo o en las series que tú mencionas) resulta un verdadero placer poderlo leer.
La realidad es que la etapa de Slott y los Allred la sigo teniendo en lecturas pendientes, lei sólo los primeros números y por circunstancias de la vida no la continué (a pesar de que me estaba encantando).
Y bueno, qué decir de esa novela gráfica (que necesita una obligada reedición) a cargo de Stan Lee y Moebius, protagonizada por el personaje, en la que se hace una de las críticas más duras al fanatismo y al proselitismo que he tenido el honor de leer, y donde además se demuestra que Lee sabía guionizar en otras épocas que no fueran la década de los 60.
Hombre, la novela gráfica es tan simple que es insultante. El argumento es mínimo y el final está cantado ya en la 1ª página. Lo de Resurreción no sé. Yo la recuerdo como algo horrible. Y el Quasar de Gruenwald… No estaría mal ser más exigente…
Totalmente de acuerdo. Los números de Quasar los han metido simplemente para cubrir la necesidad de páginas y precio en este tomo. La novela gráfica es de lo peorcito que ha hecho Jim Starlin. Y la siguiente miniserie más de lo mismo… Starlin empezaba aquí su caída libre.
Por cierto ahora resulta que los tomos y están numerados no?
Que curioso…