Continuamos con el repaso a las obras más destacadas del finado
En este caso le toca el turno al que fue el buque insignia de la línea Ultimate:
Para ello, Bendis contó con
Desde luego, uno de los elementos como ya hemos dicho, no es otro que la frescura, el poder leer la historia desde el principio sin tener que conocer nada del personaje, ni de su entorno, pero el mayor acierto de Bendis fue el diseñar la historia para que cualquier chaval del ya lejano año 2000 fuera capaz de entenderla y de volver a la colección con ganas de más.
Algunos elementos se mantenían igual. Peter seguía siendo un marginado en el instituto, amado por sus tíos y tutores legales, perdiendo al Tío Ben por la falta de responsabilidad en el uso de sus poderes, pero había otros nuevos.
En primer lugar, Bendis decidió que había que introducir a los Osborn desde el principio; Norman y Harry, y que éstos tuvieran mucho que ver en la gran epopeya de Peter.
El primero, buscando jugosos contratos armamentísticos con el gobierno inventaba la fórmula Oz, un complejo científico que aumentaba las habilidades de los seres humanos hasta límites insospechados, todo ello buscando un sustitutivo a la perdida para siempre fórmula del suero supersoldado. Sería Norman el que probando su fórmula con arañas, acabara por crear accidentalmente a Spiderman, sintiéndose desde entonces su propietario, al ser conocedor de que uno de los estudiantes que visitó Industrias Osborn con el colegio fue picado por una araña.
Sería también, Norman Osborn el que al ver que su fórmula funcionaba, decidiría inyectársela él mismo, convirtiéndose en una especie de Hulk con cuernos y mucha más locura: El Duende Verde del Universo Ultimate. Además, en la creación de héroe y villano estaría inmerso por supuesto Otto Octavius, presentado aquí como un reputado científico contratado a nómina por Osborn.
En cuanto a Harry, este era nada más y nada menos que el mejor amigo de Peter desde el instituto, el cual escondía bajo su descaro y simpatía, el terrible secreto del hijo que se sabe menospreciado por su padre y que haga lo que haga para contentarle sabe que nunca es suficiente.
Con este caldo de cultivo, Bendis nos cuenta una historia de instituto en la que el joven Parker tiene que encontrarse a sí mismo tras recibir unos misteriosos y poderosos dones y perder a su tío Ben por no manejarlos con la madurez que obviamente, un adolescente de quince años no posee.
Parker no se pondría el traje hasta el sexto número, lo que entonces era toda una hazaña, contar una historia poco a poco por arcos argumentales y dejando que todo fluyera, magnífica estrategia con la que Bendis nos enganchó a Spiderman, pero sobre todo, a Peter Parker y su mundo, al que una Mary Jane adolescente y algo friki ya pertenecía desde su más tierna infancia.
Por lo que respecta a Bagley, su dibujo será constante en toda la serie, a caballo entre el cartoon y el realista, dándole a la historia el tono amable y dinámico que ésta necesitaba en cada momento.
Una obra que nadie debería dejar pasar.
Guión - 9
Dibujo - 8
Interés - 8.9
8.6
Imprescindible
Brian Michael Bendis y Mark Bagley redifinieron a nuestro arácnido favorito para un nuevo universo.
Gran cómic. Mi andadura por los tebeos Marvelitas también empezó, entre otros, con este Ultimate Spider-Man, del que guardo recuerdos maravillosos. Además del ritmo de la historia (genial que se tomen su tiempo hasta que Peter se viste el uniforme, como bien tú dices), recuerdo que me fascinaron los diálogos de Pete mientras lucha contra el Duende Verde (y toda la escena de cómo salir del instituto para ponerse la máscara fuera del recinto).
Eso sí, el mejor número de este primer año, sin duda, es el #9.