Durante el 40. Salón del Cómic de Barcelona tuvimos la oportunidad de entrevistar a
Entrevista a Kat Leyh
Zona Negativa: ¡Buenas tardes! Empezaremos con una pregunta obligatoria en toda entrevista. ¿Cómo fue tu relación con la lectura de niña y adolescente? ¿Qué tipo de obra o género eran tus favoritas?
Kat Leyh: Los primeros cómics que leí fueron mangas; era lo único a lo que tenía acceso en ese momento. Sigo leyendo mangas. Son geniales, la acción está muy bien dibujada. Siempre me han gustado las historias de acción y aventuras, y cuando crecí, me empezaron a gustar las historias de carácter costumbrista. Podría decirse que me gustan ambos extremos: historias con muchísima acción e historias muy, muy sencillas y tranquilas sobre el día a día.
¿Qué es lo que más aprecias del cómic como medio?
Me encantan los medios visuales y lo que hace únicos a los cómics es que son un medio visual en el que uno puede contar una historia por su cuenta. A diferencia de la animación y las películas o series de televisión con actores, que requieren de un inmenso equipo de colaboradores, con un cómic uno puede crear una historia completa, de principio a fin, por sí mismo.
A pesar de ir tus obras dirigidas a un público juvenil incorporas referencias LGBTQ+ dándoles visibilidad ¿Has tenido algún obstáculo para la publicación de tus obras?
Mis editores nunca me han puesto trabas. Todas las personas con las que he trabajado se han puesto en mi lugar y mostrado entusiasmo por mis historias. Y creo que ya iba siendo hora de que se publicasen más historias con elementos LGBT, sobre todo para un público joven. Por eso, afortunadamente, las personas con las que trabajo nunca me han dado algo que no fuese apoyo.
¿Y crees que por fin podemos hablar de estos temas sin tabúes entre el público más adulto?
No me he encontrado con ningún problema por parte del público más adulto… Puede ser un problema que muchos autores tienen, pero tengo la suerte de que todos los mensajes que me llegan son positivos o no contienen odio. Mi propia familia no habla sobre el contenido de mis obras.(Risas) Por ahora no me he encontrado con comentarios negativos de gente conservadora.
En Lumberjanes tuviste la oportunidad de trabajar en equipo y por contra en proyectos como Snapdragon o Thirsty Mermaid te has visto más sola. En base a tu experiencia, ¿cuál dirías que es la mejor experiencia de hacer trabajo en grupo (Lumberjanes) o de hacer trabajo ‘sola’ (Snapdragon)?
En el caso de Lumberjanes, mi trabajo fue mucho más rápido. Solo escribía guiones, que se enviaban al equipo artístico. La mayoría de veces solo veía los resultados cuando ya estaba todo terminado. Al trabajar la dibujante bajo el modelo work for hire, nunca hubo ninguna comunicación entre ella y yo, situación que, en mi opinión, es una desventaja. Trabajando por mi cuenta, en cambio, no tengo a otras personas con las que discutir ideas y quizás descubrir errores o decisiones erróneas. Pero la ventaja es que puedo tomar yo sola todas las decisiones.
¿Cómo surgió Snapdragon? ¿Cambió mucho desde tu idea original hasta la historia que hoy conocemos?
Inicialmente iba a ser una historia corta en la que ya aparecían los personajes Jacks y Snap, pero hubo cambios significativos, incluso con respecto a la primera propuesta que presenté al editor. Hice algunos cambios en la historia y añadí personajes que resultaron ser muy importantes. Snap y Jacks no cambiaron nada, pero hubo cambios importantes que se produjeron después de que mi propuesta inicial fuese aceptada y empezase a trabajar en ella.
Snapdragon está llena de grandes momentos. Mi escena favorita se encuentra hacia el final, cuando Snap dice que el nombre de su madre es Violet. ¿Cuál es el momento favorito de tu obra?
Me divertí muchísimo cuando Buck se convirtió en una motocicleta. También con la primera vez que Snap ve a la comadreja fantasma porque ese es un punto de inflexión en la historia; por primera vez aparecen elementos mágicos en ella. Fue un momento muy emocionante de escribir y dibujar.
En Sirenas Borrachas reinterpretas el mito de las sirenas. ¿Qué es lo que te interesa de este proceso?
Escogí las sirenas como protagonistas porque estaba interesada en hacer un cómic que parodiase o tomase ideas de La Sirenita porque es un cuento de hadas con el que todos hemos crecido, una historia que todos conocen. Quería tomar una historia muy familiar para los lectores y darle una vuelta de tuerca, jugar con ella y usarla para contar una nueva historia.
¿De dónde te viene la inspiración para construir estas historias tan alocadas y divertidas?
Suelo empezar mis cómics con los personajes, y luego imagino situaciones y cómo reaccionarían a ellas estos personajes. De este proceso surgen mis historias. Es decir, son historias impulsadas por los personajes y sus interacciones.
En los últimos años ha habido un resurgir del cómic infantil y juvenil en el cómic americano. Lo curioso es que el renovado interés por este público ha llegado de la mano de autoras como tú misma, Raina Tegelmeier, Jen Wang, Mariko Tamaki, Noelle Stevenson y muchas otras. ¿Por qué crees que las autoras son las que se han interesado especialmente por este público?
La literatura juvenil siempre ha sido un lugar para mujeres más que para hombres. Pienso que esto probablemente se deba a que la literatura juvenil ha sido vista como cosa de mujeres, lo que ha alentado a más mujeres a escribir esta clase de historias: los autores escriben lo que les gusta y lo que saben escribir.
Con base en tu experiencia, ¿cuál es la mejor manera de abordar una historia enfocada al público infantil y/o juvenil?
No cambio sustancialmente mi forma de escribir según la edad del público. Si intentas hablarle a un niño, puede que tiendas a hablarle con condescendencia, algo que quiero evitar. Realmente, la única diferencia entre mis guiones para niños y para adultos es que el público adulto verá palabrotas, alcohol y desnudez.
¿Qué piensas de la postura que esgrimen algunos aficionados cuando aseguran que tratar ciertos temas en el cómic ligados a la inclusión, la diversidad e igualdad es “politizar” el medio? ¿No han sido siempre los cómics políticos?
La gente que dice eso no sabe lo que es que se politice tu identidad o cuerpo. A Superman lo crearon dos hombres judíos. También al Capitán América lo crearon dos autores judíos… ¡en los años cuarenta! (Risas.) Los cómics siempre han tratado temas políticos. Esta clase de lectores nunca ha visto a sus personajes favoritos como politizados porque esos personajes representaban lo socialmente aceptable.
Hoy por fin muchas autoras pueden contar sus historias y vemos más protagonistas femeninas que nunca en la ficción. ¿Crees que vamos por el buen camino?
Eso espero. También espero que se vuelva común que un niño lea historias protagonizadas por chicas y las niñas continúen leyendo historias protagonizadas por chicos. Las historias protagonizadas por mujeres no deberían de verse como historias dirigidas únicamente a mujeres; pueden ser historias para todos los lectores. Y no nos olvidemos de las personas no binarias, que también merecen representación y comprensión. Una buena forma de lograr esto es hacer que el personaje principal de una historia sea no binario.
Como creador de contenidos de lectura me preocupa que las nuevas generaciones parezcan leer menos y preferir medios de consumo rápido, como YouTube o podcasts ¿Te preocupa que se esté perdiendo la pasión del público juvenil por la lectura?
En mi opinión los cómics son también medio que consume muy rápido. (Risas) Pienso que siempre habré gente que ame la lectura. No estoy segura de que haya disminuido el número de lectores, hoy hay muchas formas de acceder a contenido de lectura. Y los podcasts como los audio libros permiten “leer” a gente que normalmente no disfrutaría de la lectura, y eso me parece algo bueno.
Por último, ¿nos puedes hablar de tus próximos proyectos? Después de brujas y sirenas, ¿qué será lo siguiente?
No estoy segura todavía, pero tarde o temprano haré un cómic con hombres lobo.
Muchas gracias por la entrevista.
Es una crack. Leí su Snapdragon, la voz de la protagonista te engancha como si fuera la tuya propia. Se nota que sabe escribir.
Sería perfecta para Ms. Marvel y haría un Spiderman mejor que el que hemos visto en casi cincuenta años, pero creo que jamás se dedicará al mainstream.