Hace unos días, mientras iba en el tranvía, pude escuchar a varios chicos comentar la película de
Del primer cómic que fue capaz de engancharme a hoy han pasado 27 años y dicho cómic formaba parte de un evento DC, publicado por Zinco, titulado
En el contrapunto opuesto también puedo ponerme como ejemplo con dos situaciones que vistas ahora pueden ser tildadas de herejías. Cuando en España se publicó
Dos caras de una misma moneda, que durante mi trayecto en tranvía, acabaron por plantearme seriamente la pregunta, ¿cómic bueno, cómic malo?
Aparentemente puede parecer una pregunta inocente, incluso ingenua, pero si se considera con calma aparecen ciertas cuestiones que merecen la pena ser analizadas.
Lo primero que podemos pensar es que un cómic por sí mismo, sea del género que sea, es un cómic para todos. Es cierto que hay una segmentación por edades y por tanto un cómic como Watchmen no es un cómic para un chico o chica de 12 años… ¿Es por tanto la edad el factor determinante a la hora de leer un cómic y valorar sus virtudes y defectos? Está claro que no. La edad es importante, porque con la edad llega también una mayor comprensión, un mayor conocimiento del mundo y por tanto más capacidades para saber extraer todo cuanto el autor de ese cómic quiere contarnos a través de su historia. Pero también hay otro factor a valorar y es que no solo la edad adecuada es determinante para poder saborear un cómic, sino también la experiencia acumulada como lector o lectora es de vital importancia. Y aun así sigue faltando un tercer componente que no es otro que el gusto por los comics.
Cualquiera puede leer un comic, un buen comic, el mejor del mundo, alabado por la crítica y multi premiado, pero si no hay un gusto real y palpable por el noveno arte, ese cómic no imantará al lector de ninguna de las maneras.
¿Son, por tanto, estos los tres factores a valorar a la hora de determinar la calidad de un cómic? Creo que no. Falta un engranaje más. Uno que no depende de nosotros mismos, sino del destino, que queda en manos de una estadística, de un instante para estar en el lugar adecuado, con las personas adecuadas en el que todo el universo confabula para que en ese mismo momento todo se aliene con precisión y los tres engranajes se sincronicen.
Se puede pensar que esos tres engranajes no son tales, ya que uno de ellos no existe, el del gusto por los comics, mientras que otro, la experiencia lectora, es nula por no haber leído antes ningún comic, pero la verdad es que ambos están dentro de todos nosotros y tan solo dependen de ese instante de casualidad cósmica en el que todos se dan la mano para que en nuestro interior se despierte algo que nos cambie la vida. La experiencia lectora se crea en el mismo momento que se abre un cómic y se lee la primera palabra del primer bocadillo de la primera viñeta. El gusto por los comics nace también en ese mismo instante en el que ese pedazo de papel con dibujos se convierte en algo especial.
Es entonces, si somos afortunados, cuando ante nosotros se abre un nuevo mundo lleno de increíbles historias, que con el tiempo que pasa, la experiencia acumulada y un gusto por el medio que no deja de crecer, vamos calibrando nuestra capacidad para determinar la calidad de lo que leemos.
Mientras el nivel de exigencia sube, baja nuestra capacidad para lo que se denomina suspensión de la realidad. Ya no nos valen diez páginas de acción desmedida y necesitamos más diálogos que nos hagan ver a esos personajes como algo real, palpable y por tanto tridimensional. Nuestra percepción cambia, evoluciona y se nutre de nuestros propios momentos vitales para ir moldeando a un lector que nunca llega a estar completo. La experiencia nos lleva a desarrollar el gusto por cierto tipo de historias y esa especialización nos lanza de bruces hacia un tifón emocional que no es otro que experimentar algo más que solo diversión a través de una historia plasmada en un cómic. Nuestras propias experiencias y momento vital se añaden a esos tres primeros engranajes y nuestro mecanismo interno de lector evoluciona a un nuevo sistema más complejo y elegante.
Todo es cuestión de tiempo y experiencia. Crecemos como lectores al ritmo que crece nuestro cerebro, nuestras emociones y nuestra forma de ver el mundo. Más compresión no significa una mayor satisfacción, pero si una mayor selección entre todo ese tsumani mensual de publicaciones, géneros, autores y estilos que hay hoy en día.
Es por ello que merece la pena reflexionar sobre esta cuestión y pararse a pensar cuando se habla de un cómic malo o bueno. Una historia bien planteada, con un argumento sólido, con personajes bien caracterizados y desarrollados, con una ritmo narrativo que se adapte a las necesidades de cada momento, un dibujo expresivo y fluido, con un diseño excelente… puede que a primera vista sea el cómic definitivo pero eso no lo convierte en un cómic para todos.
Y es que ahora hay más factores a añadir a todos esos engranajes de los que hemos hablado, como el marketing y las modas, que hacen que un producto, en este caso los comics y por ende sus personajes, adquieran más valor en función de la fuerza de la maquinaria publicitaria que haya detrás de ellos.
La semana pasada pudimos leer como los comics han evolucionado a lo largo de la historia para plasmar siempre la realidad que los rodea. Si los tiempos cambian, los comics cambian. Es así de simple. A final se trata de una industria que lo que quiere es seguir existiendo y ganar dinero y para poder hacerlo debe ser capaz de captar a los nuevos lectores, a esos chicos y chicas cuya juventud nada tiene que ver con la que pudimos tener nosotros y que demandan otro tipo de historias y personajes.
Por lo tanto aprovechemos todo lo anteriormente expuesto para fijar la vista en el último evento de la editorial DC y veámoslo desde un prisma diferente: la mente de un chico o chica de 12 años.
¿Es
No y sí. No porque para ese chico o chica que llega un día a clase y descubre que un compañero tiene el primer número de la serie, lo ojea, le gusta lo que ve porque salen muchos personajes diferentes, muchos ni le suenan, pero parece que la acción es lo que prima y hay una especie de misterio de fondo que invita a querer seguir leyendo más.
Sin dobleces, sin ver más allá, ese posible futuro lector o lectora no se plantea más y sin saberlo acaba de tener la suerte de estar en medio de se instante esquivo en el que el destino y su persona se dan la mano para empezar a construir algo más grande que acaba por llenar toda una faceta de su vida.
Se ha dado el primer paso hacia la formación de toda una cultura interna, una nueva conciencia ha empezado a crecer y todo ello a raíz de un evento al que todo el mundo ha tildado de ser un soberano fracaso. Pero si un solo chico o chica, de todos cuantos corren por ese recreo, vuelve la vista un instante y acaba por ser un nuevo lector, todo ese esfuerzo creativo, erróneo o no para los lectores con recorrido y edad más avanzada, tendrá su razón de ser y su sentido, ya que con ese nuevo lector el futuro está un poco más asegurado.
Se trata de dar un paso, el primero de muchos en el largo camino que empieza en un recreo y acaba en una habitación repleta de comics en los que hay aciertos y errores, pero siempre experiencias ligadas a nuestras emociones. Emociones que están ahí puestas en una estantería, ordenadas por autor o personaje, asociadas a recuerdos que nos hacen regresar a ese recreo en el que sin importarte la calidad de ese primer cómic hemos llegado a poder mirar esa estantería con auténtico placer y disfrute por todo lo aprendido y experimentado.
No menospreciemos el poder de un cómic, por mediocre que pueda parecernos a primera vista, porque en su interior se esconde el potencial suficiente para cambiar la vida de una persona.
Y es que a final todo depende.
P.D. Al final me compré
Mi primer comic y el que me metió en todo esto fue el de LA PATRULLA X contra Proteus en edicion Vértice… El blanco y negro y el dibujo de Byrne me engancharon del todo…
En cuanto al tema que comentas, me pasa lo mismo cuando oigo a mis nenes flipandolo con cualquier cosa que este de moda en ese momento, sobre todo manga…
es curioso, tal vez sea una especie de sindrome senil del tipo cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero luego reflexiono y me doy cuenta que estan leyendo, descubirendo cosas y que muchos se quedaran por el camino, pero otros se quedaran y evolucionaran, eso seguro!
Eso si, no puedo evitar y recomendarles cosas de vez en cuando para que descubran cosas nuevas que a lo mejor nunca se les hubiera pasado por la cabeza leer. Me siento genial cuando un padre me da las gracias por haberles recomendado alguna cosa nueva y que su hijo o hija descubre que les encanta!
Fletcher!!
Muchas gracias, Gustavo !! 😀
Estos artículos de opinión están siendo muy interesantes, y me parece genial que abrais espacios para el debate y compartir nuestras experiencias, más allá de la noticia de actualidad de la semana…
Tu artículo me ha hecho recordar unas palabras de Mark Waid de hace un montón de años. Decía que a pesar los problemas, un autor siempre tenía que realizar el mejor trabajo posible en todas y cada una de sus obras, porque ese tebeo podía ser el 1er tebeo de alguien, y si no le gustabas, nunca te volvería a comprar y a ojos de ese lector, solo serías un autor «malo» más. Y que de aquí a 10 años, nadie recordará si el tebeo tuvo una interferencia del editor, si salió con retraso o en su fecha prevista, si te obligaron a cambiar o no el final que tú tenías pensado inicialmente, etc… Solo se sabrá lo que el tebeo muestra en sus páginas y qué nombres salen en los títulos de crédito. Y que por esa regla de 3, un autor no debía temer en rechazar un proyecto si pensaba que no iba a poder realizar un buen trabajo del que sentirse orgulloso.
Todo lo anterior me llega a que, al final, un tebeo es un buen tebeo… si a mi me gusta. Sin necesidad de tener que justificarme por ello. Incluso un tebeo de Rob! puede ser el tebeo favorito de mucha gente, por ejemplo… y lógicamente caso uno tendremos nuestros gustos y lo que para mi es bueno a otro no se lo parecerá y viceversa…
Te van a caer criticas y negativos a mansalva por defender a DC, Gustavo.
En cuanto al tema del artículo, la afición a los tebeos de superhéroes surgió primero de todo gracias a mis padres, que promovían la lectura entre mis hermanos. Y para ello, cualquier cosa valía, empezando por El Guerrero del Antifaz y El Jabato, los Mickey Mouse o los de Mortadelo y Filemón.
Pero lo que de verdad me enganchó fueron varios tebeos que me mostraron una mezcla maravillosa de acción, drama y caracterización de personajes, que además estaban increíblemente dibujados.
– El tomo de Bruguera con la 1ª aparición de Ras al Ghul, de Denny O´neil y Neal Adams.
– La saga de Korvac de Los Vengadores (nº 6 y 7 de Forum).
– El Spider-Man nº16 de Forum, en la que Peter abandona la universidad porque no puede pagarla, dibujado por John Romita.
A partir de ahí surgió la necesidad de tener que conocer (todas) las aventuras de estos personajes, y poco a poco, de sus compañeros de Universos… Para mi estos son grandes tebeos, sin duda alguna!
Mmm, es un tema interesante, aunque le veo una falla al razonamiento: mientras que con los macroeventos comiqueros de los 80 todo el mundo podía entrar en la historia, más o menos, porque, aunque desconocieses a los personajes, el argumento se podía seguir con facilidad, los de ahora no hay por dónde cogerlos.
Recuerdo leer las Crisis en Tierras Infinitas cuando no había leído absolutamente nada de DC y flipar en colores con aquella épica en la que mundos morían, héroes se sacrificaban y el universo DC nunca volvió a ser el mismo (aunque yo no sabía cómo había sido hasta el momento). El problema es que los eventos de ahora están diseñados para que te leas los 200 tie-ins y, si no, no te enteras de nada. El último al que le di una oportunidad fue ‘Secret Invasion’ y no me enteré ABSOLUTAMENTE DE NADA. No sé cómo, con tamañas mierdas, con perdón, se pueden crear futuros lectores de cómics, o qué clase de lectores de cómics se crean. Porque, ¿de verdad alguien piensa que la gente que se acercó a los cómics de ROB! en los 90 se ha pasado a Promethea o a Sandman? Lo dudo mucho.
El caso es que los cómics malos de los 80 no son los cómics malos de ahora: ahora sus guionistas (los de superhéroes de las majors, se entiende) son mercenarios que podrían escribir guiones para la teletienda en lugar de cómics, no hay cariño ni respeto por los personajes y las editoriales grandes son una enorme industria que prima un nuevo número 1 de la colección a que se cuente una buena historia. Con notables excepciones, claro, pero no en los macroeventos precisamente.
Por eso, cada vez hay menos lectores jóvenes de cómics. Con las películas se acercan pero me da que huyen despavoridos a los pocos números, porque, y espero que no suene demasiado a abuelo cebolleta, el nivel de calidad medio ha caído en picado, creo yo.
Y, por cierto, el primer cómic que recuerdo comprar (antes recuerdo leer algunos de La Masa en La Encrucijada que eran demasiado apabullantes para un niño de 7 años) fue el número 7 de Excalibur, de Claremont y Davis. Y, todavía, por culpa de ese cómic, soy Claremontista y Davisista a muerte 😛
Hola Luisru!!
En parte siento como tú, yo también flipé con Crisis y por aquel entonces ni sabía lo que era un Multiverso, y también creo que muchos de los eventos actuales están más pensados en vender la mayor cantidad de tebeos de la serie central y sus satélites que en crear una buena historia «reader-friendly» que cualquier lector que empiece de cero sin conocer nada de los personajes pueda disfrutar.
Pero los motivos por los que no haya relevo generacional creo que es algo más complicado, empezando porque se está perdiendo el hábito de lectura EN GENERAL. Y las nuevas generaciones están más pendientes del video de Whatsap de coña o de jugar al nuevo juego de Play 4 que de tener que ir a la librería regularmente todos los meses para saber como termina una historia… que a veces ni termina!!
En ese aspecto, las películas aciertan más con los gustos actuales, al ofrecer en 2 horas una aventura completa que termina satisfactoriamente, a la vez que te presenta pistas para las nuevas películas, que te dejan con ganas de más, en la mejor tradición de Stan Lee y tantos otros escritores…
Pero en los 80 habían mercenarios igual que ahora hay autores que aman a los personajes que escriben para Marvel o DC y que intentan crear el mejor tebeo posible de acuerdo a sus posibilidades.
Exacto, es el tema de la lectura. Hace poco terminé de escribir un libro y buscaba información para editarlo, tuve el placer de hablar con el doblador de Vegeta en catalán y me dijo que había más gente escribiendo que leyendo, y es así. Pero también hay otro motivo, y es que la gente no busca productos para uno mismo sino en base a los demás. Muchos se limitan a lo que gusta a su alrededor porqué así tienen con quien comentarlo. Canción de Hielo y Fuego tenía un fandom antes de la serie, pero ridículamente inferior a después, pero con una gigantesca diferencia. Y creo que la industria del cómic tiró la toalla demasiado pronto.
No es tanto por las historias en si, que eso va a gustos, sino por ya según qué decisiones editoriales. Que sí, siempre han habido malas decisiones editoriales, pero yo comparo los cómics de ahora con los de antes, y me sigo quedando con los de antes (lo cual no quita que haya cosas geniales con los de ahora, que tampoco se trata de ser blanco y negro).
En cualquier caso, es solo mi opinión.
Pues mira llevas mucha razón. Yo soy uno de los que en algunas ocasiones me he dejado llevar por el fandom y he salido escaldao por tos laos. Así que ya no más. Ahora que mencionas lo de Canción de Hielo y Fuego, me pasó con esta saga. Me dejé llevar porque la serie me gustaba mucho y porque la fantasía heroica es lo que más me gusta. Pues bien me pillé los dos primeros libros harto de oir a todo el mundo decir que son libros majestuosos, que si es comparable con la obra de Tolkien, etc etc. Pues me han parecido un petardo de proporciones épicas, 800 páginas en las cuales me sobran 750. Morralla por un lado y más morralla por otro. Ojo que reconozco que el tío ha creado una gran saga y grande además. Pero ni por asomo es comparable a la obra de Tolkien como dicen por ahí. No se si es la forma en la que están escritos o que pero me aburrieron muchísimo. Y con los cómics igual, aunque es cierto que a veces sí que ha merecido la pena hacerle caso al «fandom» ¿pero la mayoría de las veces? Ni caso, mejor pillar lo que a uno le guste y ya está
Muy de acuerdo, Dultix!
Reconozco que empecé a ver JdT en la 4ª temporada, porque era o verla de un tirón y ponerme al día, o que me spoilearan en el trabajo todas las muertes y todo lo importante. Así que decidí unirme al carro, (y mola mucho).
Pero hay otros muchos ejemplos últimamente de consumo de ocio como hecho social. 50 sombras…, 8 apellidos…, productos de consumo rápido pero que te meten en la conversación.
En lo relativo a los tebeos, que es lo que nos ocupa, otro problema añadido a la pérdida del hábito de lectura es la cultura del ahora en la que estamos. En este época que ya no se ven series de televisión en la tele por no estar atados a horarios y sufrir parones publicitarios, y que nos vemos temporadas enteras casi de una sentada (por eso Canal+ o Netflix triunfan), los comics exigen a los lectores a volver mes a mes a por su ración. Nosotros estamos acostumbrados, pero mucha gente que conozco se cansó y lo dejó.
Y si encima comprar tebeos es complicado porque tienes que ir a propósito a la librería especializa, que solo hay en grandes ciudades, pues creo que hay muchas piedras en el camino de un lector ocasional.
Por cierto, el otro día vi que en MediaMrkt había un expositor con los tebeos de Star Wars en la zona de los DVD´s. Sin duda una buena (y lógica) iniciativa para romper este problema, llevar tu producto donde están los consumidores, no esperan a que vengan a comprarte…
Lo dicho, el tema es mucho más complejo que decir que «los tebeos de antes son mejores y los de ahora son una Mi#@%a».
No lo recuerdo muy bien, me puedo equivocar, pero de Crisis en tierras infinitas (la mejor macrohistoria de todos los tiempos en mi opinión) también había muchos tie-ins.
Recuerdo los de los Nuevos Titanes, Legión de Superhéroes, All-Star Squadron y Green Lantern.
Supongo que la saga también tocaría las demás colecciones de la época.
Wolfman y Pérez tuvieron la buena mano de hacer una saga en el que no era indispensable leerlos pero en su momento me quedé con ganas, los que he mencionado los leí décadas después.
De acuerdo con el artículo, pero no hay que ser tampoco relativista… Transformers 4 es no solo mala, sino que tolerarla sería hasta peligroso para la calidad de la industria, lo mismo con un cómic. La única manera en que tales obras mediocres deberían cambiar la vida de una persona sería por contraposición. Es labor de las especialistas tanto el acercarse al gusto popular como el guiar a los amateur ensalzando las obras que de verdad merecen la pena.
Transformers, Fast and the furious… Será mal cine pero son grandes franquicias que MUCHA gente está deseando ver. Y me parece muy bien que les den a esas personas lo que están buscando. Lo que me parece mal es que al lector de superhéroes no le den lo que está buscando para intentar ATRAER A LA GENTE QUE NO TIENE INTERÉS. Al final ni unos ni otros
Maravilloso artículo, Gustavo. Comparto su visión de que, obviando la calidad del comic, su lectura puede ser el comienzo de algo nuevo. Por mi parte, el cómic que me introdujo en estos multiversos, fue Batman Hush, el capítulo 7, donde salía el Joker… Terminé comprando el arco completo y quedé maravillado por el despliegue de personajes, giros argumentales y, obvio, los dibujazos del Sr. Lee. Cuando fui creciendo y leyendo las críticas, vi que no era la quintaesencia del tebeo, pero sí lo había sido para mí a los 13 años… Gracias, Gustavo, por estos excelentes artículos. Saludos.
El debate de siempre no?
Pero la respuesta a esta pregunta es simple:
– No importa si está bien escrito. No importa si el dibujo es maravilloso. No importa de que compañía sea. No importa si está en chino o japonés. Lo único que importa es que a ti te guste… El resto DA LO MISMO! –
Lo increíble fue que Yo me enganché con Asterix, Los Pitufos y luego llegó Spawn, y esta serie de McFarlane fue la primera que coleccioné de forma regular.
Por eso nunca hay que mirar mal un autor o una serie porque todos nos enganchamos con algo completamente comercial… No me creo que el primer cómic de un niño o joven sea V de Vendetta, Miracleman o La Casta de los Metabarones, de adulto podría ser en especial con Watchmen, pero cuando eres un chico con acné en el rostro (antes de las películas del nuevo siglo) de seguro era algo de Batman.
Tampoco te creas, Luisru. Justo hace unos minutos me estaban preguntando por donde continuaba Axis un lector que la estaba disfrutando. La misma historia que cuenta Gustavo sigue ocurriendo todos los días.
Sobre el tema en cuestión, la obsesión en dividir los cómics en «buenos» y «malos» como si tuvieramos que amoldarnos a una corriente que nos otorgue la verdad absoluta debe ser una de las cosas que más daño ha hecho al medio. Al final lo que de verdad cuenta es la experiencia, porque hasta el mejor cómic del mundo tiene defectos como el de cómics mediocres se pueden sacar virtudes. Lo que dicte la opinión mayoritaria es otro cantar.
En gran parte por esto, siempre he tenido aprecio por los aficionados que exponen sus opinines de forma sólida y razonable que los que sentencian con «obra maestra» o «mierda absoluta», independientemente de lo que me pueda gustar o no esa historia. Contrastar opiniones ajenas es siempre la mejor forma de desarrollar un criterio, y sobre todo de darse cuenta de que esto no va de establecer un ranking en el que tus gustos sean idénticos a los de la tiránica masa, sino de disfrutar leyendo
Bueno. Hay peliculas buenas y malas. Discos buenos y malos. ¿Porque no va a haber comics buenos y malos? A mi hay películas, discos, comics buenos que no me gustan y alguno malo que me encanta.
Mis primeros cómics fueron:
– Los tebeos para pintar de Pedro Pan del reciente ganador del Premio Nacional Javier Olivares, como dije en otro post reciente.
– Unos recopilatorios de Corben (La Ternura del Monstruo, el de Deep Sea, …) de mi padre.
– La serie de Superlópez.
– Masacre de Joe Kelly.
El de Corben era demasiado pequeño para leerlo, lo sé, pero mi papi era un hippy muy majo y me dejaba leer su cómic.
Mi primer cómic fue un ‘Iconos X-Men: Rondador Nocturno’ que me fascinó, mi primera serie regular fue la de unos descafeinados ‘Ultimate: Fantastic Four’ y por último, mi primer macroevento fue ‘Fear Itself’, que sencillamente me encantó más allá de lo imaginable. Posteriores lecturas me han hecho ver que realmente aquel evento no fue nada más que una rápida sucesión de golpes de efecto, premisas pobres y escenas de acción, pero joder, aún así, quien me diga que no se emocionó con la batalla final… No tiene sangre en las venas 😛
pues a mí….bueno,a mí…vereis,como lo cuento…a-hem(coff-coff)…yo es que…
¡¡A MÍ ME GUSTÓ EL AÑO UNO DEL SPIDERMAN DE BYRNE¡¡. ¡¡HALA¡¡.
(frankbanner esquivando piedras del tamaño de la cabeza de un niño).
Pues entrando a saco al debate, diré que, como en toda expresión artística que debe ser juzgada, degustada y consumida por el resto de los mortales, siempre habrá etiquetas, críticos de pelo y medio pelo que la juzgarán y valolarán, y alzamiento o descenso a los infierno de la misma. Es algo inevitable y pasa con casi todo: cine, literatura, pintura, escultura, fotografía…
Y es que la frase: «para gustos, los colores» es más cierta que la vida misma. El género humano es diverso y está lleno de diferentes matices: lo que para unos es bueno, para otros es lo peor que se han echado a la cara (como bien mencionan en los comentarios anteriores).
Estupendo análisis, Gustavo, muy en la línea del que hiciste la semana pasada sobre los cambios a destiempo en DC Comics. Seguro que éste también pasa de los 100 comentarios jejeje.
Por mi parte, desde que recuerdo (y cada año es un poco menos), siempre he tenido un tebeo en las manos. De niño: Mortadelos, Zipi y Zapes, Súper López y hasta Pulguitas. Cuando fui creciendo –y nunca recordaré cómo llegaban a mis manos– llegué a tener los tomos tochos de Brugura (los cinco de Batman y los cinco de Superman), incluido la boda de Relámpago y Saturn Girl. Recuerdo ese cómic como el mayor lio al que me había enfrentado en mi vida, pues de la Legión de Superhéroes no sabía nada, así que imagínate descubrir un mundo futuro lleno de súpers de todo tipo. Menos mal que por allí pasaba Superman –nooo, Superboy– que al menos me era familiar.
Con el tiempo llegué a coleccionar los Pockets de Ases, y entonces pensaba que todos los Superhéroes se hacían en el mismo sitio, pues en Bruguera mezclaban Marvel con DC (y otras editoriales) como les daba la gana. Fue en equella época cuando, entre los libros de mis padres, descubrí una serie de tomitos con portadas «pintadas a mano» de una tal Vértice. Resulta que en sus tiempos, mi padre (del que jamás me lo hubiera esperado) también había sido picado por el bichito de los tebeos y llegó a coleccionar hasta 25 números. Entre ellos un Mytek el Poderoso muy tocho en el que se cuenta su orígen, unos cuantos 4F, Nick Furia y 2 de Tenax (estos 2 números siempre me dejaron con ganas de más y súper intrigado de cómo se ganaba la vida el piloto moña ese y su robot castaña).
Pero el momento decisivo, ese que describe Gustavo en su análisis, me pasó a los 14 años. En una casa de verano que tenía la familia, y que a veces se alquilaba, aparecieron 2 cómics: el número 6 de Vigilante (con guión de Wolfman) y el 25 de Nuevos Titanes (también por el gran Wolfman y su escudero de entonces, George Perez). Aquellos dos cómics eran el reflejo de toda una época (mediados de los 80) con su violencia descarnada y el tratamiento adulto de los temas (el de los Titanes iba de unos adolescentes metidos en la heroína). Ni que decir tiene que al mes siguiente me acerqué al kiosco de al lado de casa a comprar sus respectivas continuaciones (con el tiempo y mucha paciencia y dinero conseguí completarlas). Para mi suerte (o desgracia para mi pobre bolsillo) fueron los años dorados de Ediciones Zinco. A los pocos meses, cambiaron el formato y, unos meses después, comenzaron a aparecer textos en los interiores de portada con artículos que hablaban de lo increíble que iban a ser unas… ¡Crisis! y un tal ¡Watchmen! y ¡Dark Night! Como podéis suponer estuve, en primera línea de playa de los supuestos años que revolucionaron el mercado. Por aquel entonces todo era nuevo y sorprendente. De Crisis pillaba la mitad, pero al final te aclarabas gracias a los estupendos artículos de complemento (sniff), y de Watchmen recuerdo que hasta el número 8 o así estaba más perdido que un pulpo en un garaje, pero después todo encajaba y se te quedaba una carica de alucinado que aun hoy la echo de menos.
Con los 90 y la universidad fui perdiendo el contacto y ya solo pillaba algún especial de Lobo (el pasado de vueltas, no éste de ahora). La línea Epic de Forum (donde me hice Miracleman –yo sí, Gustavo–) y la Muerte de Superman fueron de lo último que compré hasta que, en 1999 y con todo el boom de Star Wars Episodio I, me compré las series de Star Wars de Norma y descubrí Ebay. A partir de ahí fue desempolvar mi antigua comiteca (compuesta por mi colección de Zinco-DC y otra colección de Forum-Marvel que me había encontrado en un piso recién desalojado) y completar los huecos que me faltaban a golpe de puja.
El resultado es una colección de más de 9.000 cómics y un gasto mensual que ronda los 190 euros (si mi mujer se entera algún día me mata y con razón). Una afición que yo creo que ya no se verá interrumpida y la eterna ilusión que me inunda cuando abro un nuevo número y espero ser transportado de nuevo a ese otro Universo que solo puedes visitar pasando las coloridas páginas de un cómic.
P.D.: sorry por el tochón, pero si no lo cuento exploto (y mi círculo de amigos no es de los que entienden estas cosas).
Mr Cesar, o deja los comics o se busca nuevos amigos. Yo enfrente un dilema similar alguna vez pero aprendí que más vale solo que mal acompañado. =D.
Mi primer cómic: Nuevos Titanes nº4, publicados por Zinco, los Titanes contra la Liga de la Justicia. Un magnífico cómic con el que comenzar.
Titanes forever!!!!!!!!!!!!
alucino con todos aquellos que recordais vuestro primer comic(dicho desde el respeto,y sin ironias,ojo).
quizás es porque recuerdo leer comics(¿o fueron tebeos?) desde que tengo uso de razón,pero desde luego no me atreveria a identificar un kilometro cero.
si acaso,como mucho,que empezase con los tebeos de humor de bruguera.
pero,más allá de eso…
Corrijo: mi primer comics de superhéroes
Antes ya había leído algo de Don Miki, Mortadelo y tebeos de la época.
Los Nuevos Titanes 4 fué el primero de superhéroes y el que más me impacto de la época
Totalmente.
Yo me crié con cómics en casa, superhumor, asterix, spiderman de bruguera, mundo cómics, no recuerdo qué iba antes si el huevo o la gallina. Sí tengo en la mente un par de cómics, como un especial tamaño infame de los vengadores contra Thanos o uno de spiderman con Octopus en la portada (que claqué hasta la saciedad de enano)…
Pero vais listos si tengo que decir de memoria autores o editoriales de aquellos tebeos. Yo era un mocoso y mi hermano mayor empezaba a coleccionar. Hoy compartimos un refugio en casa de nuestros padres con estanterías rellenas de varios miles de cómics, muchos realmente «malos».
Y yo si creo en el relativismo aplicado a este tipo de entrenamiento, el 99% del cómic no está pensado como obra de arte sino como industria y si divierte es un buen cómic en el sentido de que cumple su objetivo.
Tebeos leí muchos que no recuerdo hasta que llegó el Wonder Woman 2 de Perez y NADA VOLVIÓ A SER LO MISMO. Creo que tardé años en leerme el número 1!
Yo lo siento pero no compro la mercancia. Si lo que se da a entender en el articulo es que un comic totalmente deficiente sigue teniendo valor porque puede que nazca un nuevo lector de él como que no lo veo.
No se, es como defender la saga Crepusculo porque si eres una niña de 14 años te mola un huevo.
Si por el contrario el motivo principal es decir que para los gustos los culos, yo siempre he apoyado esta frase.
O sea que en una de esas Marvel (con su ANAD y variantes) y DC (Con su New52) lo han hecho bien capturando una nueva generación de lectores y nosotros viejos chochos nos quejamos que en nuestros tiempos las cosas eran mejores y no comprendemos a la juventud.
Un artículo interesantísimo. Enhorabuena.
Mi primer cómic fue uno de Superman en el que un hombre comenzaba a estirarse, tipo Plastic Man, pero sin poder controlar sus poderes hasta el punto de que podía llegar a deshacerse. Recuerdo lo mucho que me impactó, a los 9 años, esa situación. Por cierto, si alguien es capaz de identificar esa historia y decirme el número y la colección se llevará un no-premio.
A partir de ahí fui comprando cómics esporadicamente, sin hacer mucho caso a las colecciones. La primera miniserie que compré entera y con la que aprendía que lo de los cómics era algo serializado, fue los Enemigos Letales de Spiderman. En ese momento y para siempre se convirtió en mi superhéroe favorito. Seguí picoteando aquí y allí por los Kioskis que empecé con los tomos de forum de Spierman, en mitad de la saga del Clon. Yo lo he comentado aquí alguna vez, pero aquella historia, a mis tiernos ojos y sin una experiencia lectora muy dilatada, me pareció tan profunda, compleja y sofisticada, tan alejada del concepto infantil que se tenía de los cómics, que me atrapó para siempre.
Recuerdo vivir aquella etapa con una intensidad que me quitaba el aliento. Para mí en aquel entonces no existían ni los equipos creativos, ni las críticas. Para mí estaba leyendo lo que le estaba pasando a Spiderman en ese momento. No me planteaba si estaba bien o mal hecho, porque para mí sería como plantearme por qué un lunes lo pasas mal. Simplemente era. Spiderman estaba en una situación tan desazonada, con el Clon, sin saber quién es, siendo objeto de una conspiración, luchando como podía contra el Chacal, Scrier, Judas Traveller…
Eso estaba pasando y yo me bebía las páginas para saber cómo podría Peter Parker salir de aquello.
Desde aquel entonces Peter Parker para mí fue para siempre un modelo de responsabilidad, de lucha y de sacrificio. Y también lo fue Ben Reilly, al que acepté sin ningún complejo como el Spiderman auténtico.
Esas lecturas influyeron en mi personalidad de una forma tan positiva que aún me siento en deuda con ellas.
Después llegaró la maxiserie de Espíritus de Venganza.
Soy hijo de esos años. No lo voy a negar. Soy consciente de haber leído después cómics mucho mejores que esos. Soy consciente de los defectos de esa época. Pero hace mucho tiempo que un cómic no me produce las sensaciones de aquella época. Quizás sea porque la situación oscura del Clon, la búsqueda de identidad, coincidió con mi adolescencia, que es una etapa oscura y de búsqueda de identidad. He leído cómics después que me han producido un placer absoluto. Pero la magia de aquel entonces… la siento como algo irrepetible.
Si no me equivoco, el tebeo del que hablas es éste.
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En él, Jimmy Olsen era afectado por el Erradicador (el aparato, que no el tío superhéroe) y se convertía en una suerte de Elongated Man.
Lo recuerdo perfectamente, porque, entre otras cosas, ésta etapa, me hizo el fan que soy hoy en día de este medio. Los dibujos de Byrne, Perez y Ordway me fascinaron desde el primer momento. El último, principalmente, se convirtió en un autor del cual compro lo que sea que encuentre y no tenga.
¡¡Sí!! ¡Era ese!. Después llevaba un traje morado y sus poderes se descontrolaban. ¡¡Muchas gracias!! ¡No-premio para ti!
Yo entre en el mundo pijamero cuando vi en el kiosko del primer número de los titanes fe zinco. Nunca he vuelto a sentir lo mismo. Me enganchó tanto ese grupo, como se relacionaban entre ellos y lo que lea pasaba que hoy en día no he encontrado personajes tan ricos. Es una pena que hoy se hayan vuelto una caricatura. le coges tanto cariño a ese primer cómic que te duele ver como se les maltrata
Lo que es una pena es que nadie REEDITE ESA ETAPA COMO SE MERECE. MADRE DEL AMOR HERMOSO, PLANETA, ECC Y LA MADRE QUELDAKWFCJBAWLKDJFBALWKJRGB!
Lo comercial siempre tiene que ser malo? Ejemplo depeli transformers
El debate de siempre
No. Hay pelis comerciales buenas. En imdb o filmaffinity te puedes encontrar una idea. Incluso dentro de una misma franquicia comercial las hay muy buenas, buenas, malas y regulares, por ejemplo la jungla de cristal, o Alien, o…
Ojo. Que q mi las 4 de transformers me parecen un truñaco enorme
Buff, menos mal…
🙂
Cuando vuelvan a echarme a los perros por decir que empecé a leer historias de Marvel por los Nuevos Vengadores de Bendis, pienso pegar a quien sea con este artículo en la cara.
Mi primer comic fue los inventos del profesor bacterio, tendría 8 años o así porque aun había pesetas. Y la verdad es que uno guarda muy buen recuerdo del primero, porque es el que te inicia en todo esto.
Lo primero de todo, como siempre, es agradecer todos vuestros comentarios, sin excepción alguna.
Lo segundo es también daros las gracias por este sano debate y esos recuerdos que estamos compartiendo.
Y lo tercero es que el articulo de la semana pasada no es mío sino de Tomás Martínez, que hizo un enorme trabajo diseccionando un tema importantísimo a día de hoy en todo los medios culturales.
Por lo demás, concretar que con este texto solo he buscado que reflexionemos sobre el conjunto de los comics, que nos demos cuenta que lo que hoy se esta haciendo responde a un tipo claro de lector. Los preadolescentes de hoy no son como los de hace treinta años.
Es una conversación recurrente entre mi circulo de amigos y la mayoría de las veces empieza con la película del Hombre de Acero. Dicen que no es Superman y yo les digo que claro que no es Superman, porque su Superman es otro, es el de las películas de Donner. Este Superman es el Superman de los adolescentes de hoy.
En fin, espero haber podido ayudaros a recordar ese día en que todo cambio y de nuevo muchas gracias a todos.
A mi el Superman de los adolescentes de hoy me parece una M. Y el Frankenstein hecho con una impresora 3D también. Me parece muy bien que les den a esos adolescentes su Superman pero ¿dónde está nuestro Superman?
EN NUESTRAS ESTANTERÍAS
Todos estáis equivocados (y, evidentemente, he descendido para traeros la luz cual Prometeo en mallas), teniendo en cuenta que ahora los tebeos cuestan una pasta y que no quedan casi tiendas de segunda mano (y que acepten cambiarte los tebeos depende de conjunciones astrales arcanas) da igual si el tebeo es bueno o malo, si te ha atraido a este mundo una peli o verlo en la fnac, lo importante es haberse sacado una oposición a notarías para poder pagarlos, eso sí crea afición.
Espero que agradezcáis este rayo de sapiencia enviando una módica cantidad de 5 euros o un paquete de tebeos a «Hombre honesto» en Evergreen Terrace 742, Springfield.
Me rindo ante su clarividencia… 🙂
Aunque, por otro lado, más que el precio de los tebeos, que también, está la facilidad de encontrarlo.
Si antes los tebeos de Forum o Zinco se encontraban en cualquier quiosco, y era por tanto muy fácil hacerte con una compra ocasional que pudiera enganchar, ahora ahora hay que ir a propósito a una librería especializada (o FNAC, para el caso es lo mismo).
El cambio de distribución a las librerías especializadas se entiende desde el punto de vista del aumento de oferta que actualmente hay disponible. Pero creo que ha hecho mucho daño en lo relativo al relevo generacional, aqui en España pero también en los USA.
Si el precio de los tebeos te parece caro, fliparías con el de las Mi%&~#s de revistas tipo Clan , o Spider-Man, que sí se encuentra en los quioscos, son más caros que un tebeo de grapa, e incluye un birri-juguete que se rompe al abrirlo y que toda abuela compra a sus nietos al salir del cole, en lugar de un tebeo como Dios manda…
Dios bendiga el fnac y los mercadillos!
Jo, yo mi primer contacto con los cómics fue, aparte de los tintines, asterixes, y mortadelos que heredé de mis padres, con los superhéroes contacté gracias a las muchas entregas de kioskos: Grandes héroes del cómic de el Mundo, las entregas de Ultimate, las 60 entregas del Spiderman de los 80… Echo en falta hoy en día más entregas comiqueriles del estilo para llenar la estantería, la verdad
Y pro ciero, lo de la foto es totalmente falso, yo en la vida he conseguido encontrar una estantería llena de cómics de Wonder Woman 😛
Mis primeros cómics fueron los típicos Mortadelo, Asterix y Tintin… Pero el que mas me impacto de niño fue Blueberry, el dibujo de Giraud o Gir me maravillo no estaba acostumbrado a tanto realismo y detalle en un cómic. Y el primer cómic que leí de superiores fue algun numero, no me acuerdo cual, del Daredevil de Nocenti que de dejo mi primo. Y el primero que compre los new x-men de Morrison.
Yo nací en Argentina, donde pude acceder desde muy pequeño a comics del Pato Donald y el Tío Rico. Más adelante llegarían Patoruzú, Mafalda, Asterix, Tintin, Los Cazafantasmas, Tortugas Ninjas…
Mi primer comic de Superheroes fue el siguiente…
http://cloud1.todocoleccion.net/comics-zinco/tc/2013/08/30/38806919.jpg
Fue una revolución en mi vida. De ahí en adelante, llegaron las ligas de Giffen y De Matteis, El Superman que nombré más arriba, la Doom Patrol de Larsen, la Wonder Woman de Perez… De a poco me acerqué a Marvel (donde, gracias a viejos números de Byrne, surgió mi amor por los FF), Sin City y Hellboy, a la par que me adentraba en la lectura de comics europeos y argentinos fuera del género de capas.
Hoy por hoy, intento leer lo que tenga a mi alcance (y al alcance de mi bolsillo) y dejarme sorprender por las nuevas propuestas. Fue un viaje genial. Y todavía queda muchísimo por recorrer.
Yo en este tema navego un poco entre dos aguas. Por un lado, intento respetar la máxima de para gustos los colores pero por otro me chirría el utilizarla para justificar auténticos despropósitos artísticos.
Al final no hay nada mas personal que el gusto de cada uno y además este no debería ser inmutable e invariable en el tiempo, no creo que haya que avergonzarse de haber disfrutado en su día de comics de los que hoy por hoy, ni siquiera nos plantearíamos su re-lectura nostálgica.
Mis primeros tebeos fueron Mortadelos y Zipi Zapes, mi primer comic pijamero ni idea, recuerdo haber leído de prestado el Anual de los 4F donde aparecen por primera vez Los Inhumanos y varios número de Shang-Chi, pero a saber en que editorial, los primeros comics que coleccioné de seguido fueron Los Vengadores de Forum, el segundo enfrentamiento contra los Hombres Lava (con unos Vengadores compuestos por Capi, Namor, Gilgamesh, Hulka, Thor, Pantera Negra, Quasar y posteriormente Sersi) y del Caballero Luna enfrentándose a Bushman en Ciudad Libre.
Yo me inicié en esto de los comics con la grapa de Dragon Ball Z. La serie azul. Es que la verdad no me acuerdo ya exactamente del comic en concreto pero desde que tengo uso de razón tengo a Goku para arriba y para abajo. Igual es que nací y ya me gustaba. Me crié con el y en algún momento empezaría a comprar sus comics. Me trae muchos recuerdos porque cuando venía del colegio mi madre me tenía comprado algún comic que iba trayendo el del kiosko. El caso es que no recuerdo como sabía yo en esa época cuando iban saliendo los comics (había menos internet y esas cosas) pero el caso es que lo sabía y siempre me enteraba de las novedades. Que alegría me daba cuando llegaba a casa después de un arduo día de colegio y me encontraba con un comic de Goku ¡hay que tiempos! Mi madre se ha ganado el cielo sin duda. Por esos tiempos, yo iba muy a menudo al hospital La Paz y recuerdo que, aparte de ir cagado en los pantalones porque tenía que ir al médico, siempre pasábamos a una cafetería que había al lado y justo después pasábamos por un kiosko que había dentro y ahí siempre pillaba algún comic de Dragon Ball también. Era casi lo único bueno que sacaba de esas visitas al hospital xD. Y aparte de Goku como no podía ser de otra forma mi personaje fetiche por excelencia fue Spiderman. Quien no se maravilló con la serie de TV de los 90? Otra la misma, de que me di cuenta ya tenía un comic del lanzarredes entre las manos ¡y sin saber como! Aquí en mi pueblo por esa época no había mucho en donde buscar comics, era lo poco que trajera el del kiosko y ya está. Recuerdo una colección que sacó El Mundo de unos tomos en blanco y negro que eran de John Romita y alguno más. No llegué hacerla entera pero por ahí tengo los tomos de la muerte de Gwen y esas cosillas. Y también me hice con una colección que sacó ¿Marca? Que era en papel de periódico, brutal la pelea con el lagarto si no recuerdo mal. Y también tengo que agradecerle a mi primo que si no fue el primero fue el segundo comic y no fue nada menos que el número 1 de la colección de Veneno Redención. Me maravilló sin duda. Tiempo después lo cambié junto con algún comic que ahora no recuerdo por una peli en VHS de Drago Ball xDD.
Por otra parte, vamos a lo de la pregunta bueno o malo. Para mi los comics son como el vino, no entiendo mucho ni de una cosa ni de la otra pero una vez le comenté a mi primo (que es buen conocedor de vinos) que yo no entendía de vinos, que no sabía cual es bueno o cual es malo. Y el sencillamente me respondió «el que a ti te guste ese es bueno». Curiosamente hace unos años hablando con mi librero favorito le comenté exactamente lo mismo. Estábamos hablando de un grupo en Facebook que se había creado para comentar nuestros tebeos favoritos y demás inquietudes. Le dije, «a mi me molan mucho los comics pero yo no entiendo mucho y no se cual es bueno o cual es malo y no se qué aportar al grupo». A lo que el me comentó «el comic que a ti te guste, ése es el bueno. No consiste en saber mas o menos si no en lo que a ti te guste, ese será buen comic para ti». ¿Al final es lo que importa no? A pesar de mi juventud he aprendido que una cosa es buena si a uno le gusta independientemente de todo lo demás. Ahora nos meten todo por los ojos hasta la saciedad y nos hacen ver que es bueno pero nada mas lejos de la realidad. Hay infinidad de cosas que por mucho que nos quieran vender cuando a uno no le gusta, no le gusta y no hay mas.
Y tras este tochaco solo me queda decir que enhorabuena por el artículo y mil disculpas por tanto texto escrito. Me pasa como a algunos, mi circulo de amigos no me permite hablar mucho de estas cosas sin ser calificado como Friki o bicho raro y la verdad de vez en cuando da gustejo desahogarse un poco xD. En fin tendré que cambiar de amigos…
A este paso todos vamos a cambiar de amigos XD. Yo también le tengo un cariño especial a Dragon Ball tengo la edición amarilla, la ultimate y la que están sacando ahora en color.
Juer se me ha olvidao mencionar la edición amarilla y eso que no tengo pocos… Tengo desde el 1 hasta la saga de Freezer que creo que está por el número 150 y algo. La edición Ultimate me la voy a hacer pero solo hasta donde abarca Dragon Ball. La de Dragon Ball Z también me la estoy haciendo a color pero la del manga no el anime manga ese que están sacando también los de Planeta. Por cierto creeis que sacarán lo de Goku niño también a color¿? Una pena que solo lo estén haciendo a partir de la Saga de los Saiyanos.
De momento no creo ya que en japón tampoco lo han sacado en papel solo esta en digital. Aunque si ven que tiene éxito supongo que lo sacaran aunque sea dentro de unos años.
Seguro que me compro la edición Ultimate y a los dos días traen la de color xDD. Me estaba esperando a ver si la traian o que pero creo que me haré la ultimate. Y pese a las críticas, si traen el manga de Dragon Ball Super también lo pillaré aunque este supongo que tarde bastante en venir por aquí.
Con Goku de niño solo han sacado una cosa que se llama Dragonball SD que es una especie de remake incompleto. No creo que la saquen a corto plazo.
Sí, pero Dragon Ball SD es como más cómico no? O eso tengo entendido. Y creo que también va mezclando Dragon Ball con Z pero no estoy seguro.
Si, un poco es asi.
Por cierto se me olvidó comentar, ¿que tal están los tomos que están sacando de las películas de Dragon Ball? Creo que han empezado por el de la peli Estalla el Duelo ¿Merecen la pena?
El público está en los cines, en las teles, en las consolas y no en las tiendas de comics. En las tiendas de comics estamos los que leemos comics… Y que tenemos que aguantar que hagan nuestros comics para atraer a todos menos a nosotros y claro, pasa lo que pasa. A mi modo de entender en los últimos años se ha abierto el mercado, creo que deberían explotar las licencias VENDIENDO PELIS PARA LOS QUE VAN AL CINE, SERIES PARA LOS QUE VEN LA TELE, VIDEOJUEGOS PARA LOS QUE JUEGAN, etc… La manía de intentar atraer a la gente de fuera del cómic está consiguiendo atraer un puñado y echar a cientos.
PD: yo me compré Millenium en su momento y me gustó, pero bueno, lo que se dice bueno, no es. Lo que si que era bueno era lo mucho que te ilusionaban aquellos eventos y lo poco que te mareaban con cruces, que los había pero era más llevadero. O eso creo recordar.
Totalmente de acuerdo. De nano lo que uno quiere son dibujos espectaculares, accion, splash pages molonas para intentar copiarlas (o calcarlas en la ventana) etc etc…mucho dialogo y personaje vestido de calle aburre. Un preadolescente quiere tios volando en gallumbos y colorines. Luego ya creces y descubres a Moore, Morrison y lo flipas y reniegas de Jim Lee e Image pero todos tenemos un pasado.
Mis primeros comics debieron ser año 88-89 mas o menos el 186 de Spiderman de Forum (contra Tarantula y un Capitan America de pegote), Patrulla x 84 (contra el Nido, Silvestri ochentero, Tormenta punki, Longshot y una portada acojonante de Lobezno transformado en Alien), Vengadores 84, Superman 51 de Zinco (arte de Byrne, mítico número cuando se carga a Zot) y la primera parte de Las diez noches de la bestia de Batman. No empezó mal la cosa.
Me apunto al confesionario de «mi primera vez»!!
En mi caso, desde que tengo memoria leía Don Miki, Mortadelo, Superlópez y cosas así. Los primeros cómics que recuerdo son Patrulla-X #25, Superman 38 (Vol.1), Spiderman #129…. todo entre los años 1986 y 1987. Tengo muy buena memoria visual y aunque alguno sobrevivió sin portadas a la actualidad, otros los identifiqué por una portada o una viñeta ya con internet. Algunos, sencillamente, no se olvidan aunque no volvieras a leerlo en 25 años. Como el Batman #1, con Dos Caras en un apoteosis esquizoide, dirigiendo una banda de elegantes pistoleros y otra de desaliñados matones en un hotel bifurcado como su rostro. Supongo que ese tipo de cosas encandilan a cualquiera de menos de 8 años.
Como a cualquiera de mi generación. hubo dos eventos que me marcaron de manera indeleble: la Secret Wars (tuve los muñecos antes que los cómics) y, unos años después (pero una eternidad para un niño), la película de Batman. Ahi ya quedé atrapado para siempre. Sin embargo, seguramente el cómic que más me impactó en mi más tierna infancia fuera el Crisis#12: el sentido de tragedia eran tan apabullante, todo era tan confuso pero a la vez tan dramático, todo lo que pasaba parecía gigantesco, trascendente. También otros como el Batman #16 o el Marvel Héroes #24 (de La cacería de Kraven). Eran cómics donde se trataba el tema de la muerte, del más allá, me dejaban helado. Hoy pueden parecer pueriles, incluso demasiado moralizantes, pero leerlo de niño era como ver una película de madrugada… pero totalmente a mi disposición, sin pedir permiso. Creo que esos son los que me hicieron aficionarme. Luego ya llegarían los inevitables Watchmen, Dark Knight y demás, que requerían varia lecturas, e incluso el paso de los años para apreciarlos en profundidad. Incluso una obra como Crisis no fui capaz de aprecierla por completo hasta que no indagué todo lo que pude en la historia de DC y comprendí la inmensa dimensión del esfuerzo de síntesis que contenía y lo magistralmente ejecutado que estaba.
No sé si eran buenos cómics. Creo que la mayoría no. De hecho, muchos eran intrascendentes. Supongo que como todo, la diferencia está en qué le pides al comic (o al libro o al disco o a la peli). Durante varios años fui incapaz de leer un tebeo, ni siquiera los que me habían atrapado de chaval: me parecían todos elementalísimos y pueriles, Ahora los recupero y aprecio en ellos cosas que antes me pasaban desapercibidas y valoro el esfuerzo de contar una historia entretenida sin más cuando sólo ese es el cometido.
Un ejemplo para concluir: como muchos he revisado recientemente las viejas pelis de Mad Max. Hacía mucho que nos las veía. La última vez me parecieron «cutreces de los ochenta». Ahora alucino con el planteamiento, la estética, cómo marcó la visión del futuro, como a su manera tiene un planteamiento propio del cine de acción ochentero y sus claras influencias ida-y-vuelta con el cómic, ¿Son buenas películas? ¿Comparadas con qué? Si le pedimos lo que a El Color del Dinero o El Último emperador (dos grandes pelis de la misma década) seguramente no. Pero es que su objetivo y su planteamiento no es el mismo.