Un paseo por los mundos de Eleanor Davis
La felicidad es uno de los objetivos fundamentales en nuestra sociedad de métricas precisas e infatigables búsquedas de perfección. Todos la buscamos, ya sea en un amor o en una carrera, en un sueño o en un legado, la perseguimos incansablemente como el mayor de los tesoros. Y sin embargo, merece la pena preguntarse: ¿es posible que la felicidad no sea más que un capricho de los acomodados? ¿Puede uno plantearse siquiera semejante privilegio salvo que tenga la suerte de dar por aseguradas sus necesidades más básicas? Tal vez, y solo tal vez, el simple hecho de que podamos plantearnos cómo ser felices sea una prueba de que ya tenemos los motivos suficientes para serlo.
Es posible que Eleanor Davis no sea una autora muy conocida entre el público generalista, pero si estáis aunque sea un poco interesados en el panorama underground, sin duda habréis oído su nombre en los últimos años. Esta artista estadounidense lleva ya más de una década trabajando y creándose un currículum de lo más interesante en la escena del cómic USA. En España hemos podido leer ya varias obras suyas, tales como ¿Arte? ¿Por qué? (Ediciones Barret), Tú, una bici y la carretera (Astiberri) o, sobre todo, El difícil mañana (Astiberri), su último trabajo y una de las obras más personales que tuvimos la suerte de ver publicadas en nuestro país el pasado 2020. Esta obra, que logró granjearle dos premios Ignatz (entre otros muchos), fue la declaración definitiva de que Davis era una de las autoras más relevantes de la escena underground y que había llegado para quedarse. Y Astiberri, que parece haberle cogido el gusto, ha decidido echar la vista atrás y traernos el que fuera su primer trabajo para el público adulto, titulado Cómo ser feliz.
Publicado originalmente en 2014 por Fantagraphics, How to be happy supuso el salto de Davis desde el cómic infantil, en el que había estado trabajando durante el último lustro. No fue, sin embargo, un trabajo programado, por decirlo de algún modo: la autora nunca había dejado de realizar pequeñas historias aquí y allá, tanto en su web personal como en distintas cabeceras tales como Mome o Now (Fantagraphics). Davis no se sentía por entonces preparada para abordar una novela gráfica, pero sus ganas de dar un nuevo paso en su carrera la llevaron a proponerle a Gary Groch, editor de Fantagraphics, recopilar algunas de sus breves historias en forma de antología. Así, la autora reunió todo lo que consideró adecuado y unido por cierto hilo conductor, le buscó un título et voilá: unas críticas muy positivas y varios premios (entre ellos otro Ignatz) le dieron una calurosa bienvenida.
Para hablar de Cómo ser feliz, lo primero que hay que advertir es que no, no estamos ante un manual de autoayuda, ni muchísimo menos. Las historias que llenan el volumen tienen mucho que ver con la felicidad, pero más que hablarnos de cómo encontrarla nos hablan de cómo la sufrimos y la banalizamos en los tiempos que corren. Una pareja que se aísla de la sociedad para vivir primitivamente como Adán y Eva, un cuarto en el que verter nuestras emociones cual parásitos malolientes, una pareja rota que decide tener un hijo como parche para sus problemas… Davis disecciona en pequeños destellos las distintas maneras en las que desnaturalizamos nuestras emociones y la imparable dinámica consumista y exhibicionista trata de empaquetar y comercializar nuestra espiritualidad. Ya sea mediante una mujer ostentando una escultura de su yo soñado, un curso para aprender a llorar o una recomendación sobre gluten ante el vacío existencial, la autora explora la frivolidad con agudeza y cierto punto de humor.
No es el único tema que trata Davis en la obra, claro. A lo largo del libro encontramos historias, ya sea de diez páginas o de apenas una, en las que podemos encontrar destellos de otras disertaciones de la autora, tales como la violencia como respuesta al miedo en Thomas el líder o el autoengaño ante el sentimiento de culpa en Siete sacos. Aunque siendo honesto, también he encontrado historias que confieso no haber entendido ni un poquito. Es comprensible: se nota que lo que aquí nos muestra Davis no son tanto guiones premeditados y diseñados con cuidado y precisión, sino reflexiones y emociones fugaces volcadas en el papel cual desahogo, buscando más evocar que contar. Personalmente es un tipo de arte que me resulta muy interesante por ser una puerta al interior de sus autores, como un poema escrito en un arrebato, pero evidentemente, esto hace que la afinidad que el lector pueda tener con la obra sea tremendamente impredecible. Mi propia experiencia ha sido agridulce entre historias con las que he conectado mucho e historias que me han pasado de largo por completo, y en parte el resultado de esa suma será el que para cada lector decida hacia qué lado se inclina la balanza.
Eso sí, cuando digo “en parte”, lo digo porque sí que hay un argumento inapelable a favor de Cómo ser feliz: su dibujo. No recuerdo muchos ejemplos de artistas con tantísima capacidad para moverse de un estilo de dibujo a otro como lo que Davis muestra en esta obra. La autora recurre a uno distinto en cada historia corta que realiza, y cuando uno los experimenta del tirón queda abrumado por el tremendo despliegue de talento del que hace gala. A lápiz, entintado o solo con color; acuarelas, rotuladores o digital; trazo realista, cartoon o garabatos; colores vivos, sepia o blanco y negro… La variedad es tan grande que impresiona, hasta el punto de que uno tiene la sensación de que varios dibujantes han trabajado en la obra.
Con Cómo ser feliz, Astiberri nos descubre los primeros trabajos de Eleanor Davis en forma de antología, recopilando distintas historias breves en las que la autora vuelca sus reflexiones sobre temas muy variados aunque siempre orbitando alrededor de un eje común. Una obra personal e introspectiva que probablemente no sea apta para todos los paladares, pero a la que merece la pena acercarse sobre todo para disfrutar del increíble y camaleónico talento artístico de su creadora.
Lo mejor
• La increíble variedad y calidad del dibujo de Eleanor Davis.
Lo peor
• Es una obra muy personal, hay historias más complejas de entender que otras.
Guion - 7.5
Dibujo - 9.5
Interés - 7.5
8.2
Personal
El primer trabajo de Eleanor Davis supone una interesante recopilación de reflexiones a lomos de una increíble variedad de dibujo.