He perdido la cuenta de las veces que he dicho un “¿qué?”, observar de nuevo la viñeta y volver atrás e intentar comprender qué me quería decir
¿Dónde se pierden los lectores? No es perderse… es más bien. ¿Esas películas extrañas que no puedes dejar de mirar porque piensas que en algún momento todo se resolverá y soltarás un aliviado “ah, claro” …? Pues aquí lo mismo. Con Clowes ocurre lo mismo. A veces sus finales te dan justo en la conciencia y todo tiene sentido. Terminas feliz porque has entendido a un autor de lo más abstracto y absurdo, pero otras veces te ha golpeado en el subconsciente y crees que en el fondo, en el fondo muy en el fondo lo que acabas de leer tiene sentido.
Su obra más conocida, Eightball dio en sus diez primeros números a Como un Guante de Seda Forjado en Hierro. Fuera de este campo, ha dibujado algunas cubiertas para álbumes para grupos de música y carteles de películas.
¿Qué nos encontramos en esta historia de Clowes en esta obra de título tan largo? Primero, decir que el cómic tiene este nombre debido a una película de
El imaginario de Clowes se remite a los sueños y de ahí va a sacar los distintos personajes que van a poblar estos diez capítulos.
Nuestro personaje irá, por alguna razón, al cine donde verá una película que a pesar de ser porno no hay siquiera sexo. En ella verá a su esposa a quien hace mucho tiempo que no ha vuelto a ver y entendemos que una discusión ha producido la separación. Al terminar el film aparece en los títulos que está dirigida por el Dr. Wilde. Lo único que se sabe de esta película es que producida en unas oficinas de Gooseneck. Allí es donde se tiene que dirigir nuestro protagonista y donde nuestra historia empieza a volverse un poco… onírica. Primero, conoceremos a Paul, el amigo de Clay quien se está sometiendo a un tratamiento por una infección de las órbitas oculares. Es a él a quien le pide el coche para poder a ir a las oficinas. Pero aquí la cosa empieza a complicarse: la policía le detiene acusándolo de estar ebrio y terminan por tatuarle en el pie una marca conocida como Señor Jones que no dejará de aparecer a lo largo del cómic.
Tras pasar por una comuna hippie… ¿o más bien satanistas por la frase Malami Kaj Ami, recogida en el libro Aire (también resulta gracioso como los miembros tiene nombre de los elementos, así como los títulos de os libros de este ángel) de El Libro de Lucifer y que su traducción es ‘Amor y Odio’…? llegamos a comprender un poco cuál fue el desenlace de la relación con su esposa. Asistiremos también a una especie de profecía: una lucha entre mujeres y hombres de la que sólo vencerán las mujeres. Su huída, le llevará a descender un escalón de lo absurdo, pues conocerá a Tina una… ¿patata? Bueno, quienes habéis leído el cómic sabéis a quien me refiero.
Quizás aquí es el punto en donde sólo a Clowes le queda aumentar esa incomodidad que tan bien sabe transmitir. Tensiones sexuales que no quieres ver resueltas en estas viñetas lo serán más a delante y sólo vas a querer terminar el cómic y saber qué es lo que ha pasado y qué sentido tiene todo, pero siguen apareciendo más personajes como la Señora Muskegon (o Kitty) que cuenta cómo dio a luz a Tina. O el señor Billings, cuyo perra llamada Laura no tiene ni rostro y sobrevive a base de inyecciones, resultará clave para resolver una trama en donde Clay se ha visto envuelta por accidente.
Ya casi parece asfixiar. Todo ocurre muy deprisa y ya se hace necesario volver atrás en algunas páginas y fijarse en cómo es el borde de la viñeta para saber si es un recuerdo o si es real. Las películas se confunden. La vida de Clay parece sacada de un guión. Lo que le ocurrió a su esposa parece tan sólo una película que él ya ha visto, pero que no recuerda. Justo como los sueños.
Es curioso que, a pesar en cómo esta historia está centrada en Clay, se consigue dar humanismo a sus personajes dotándoles de pequeñas anécdotas. Todos tienen un trauma, algo que superar y resultan un tanto desagradables. Nada nuevo en el universo de Clowes pero de igual manera, encantador.
Yo también he perdido la cuenta de las veces que he dicho un “¿qué?”,
Lo mejor de Clowes. Con esta obraza puso el cómic independiente americano en la palestra hace ya 20 añitos por estos lares. Y sí, esos personajes secundarios con traumas si eran algo nuevo en Clowes, que sólo había realizado Lloyd LLeweryn antes. Yo no la bajo de 9, y por repercusión le endosaría el 10 ya directamente.
A esto le ponéis un 8, y al Ministerio del Tiempo un 8.9. Lo flipo. No vuelvo a entrar a esta página.
¿Y qué tendrá que ver una cosa con otra?
Bueno, Álvaro esas notas las pusieron personas distintas, de ahí la disparidad de criterios muchas veces. Y mire que estoy de acuerdo con ud, que esto es un sobresaliente de libro.
Las reseñas las han hecho dos personas diferentes con gustos diferentes. Eso sin contar con que son medios distintos.
Y no sé qué criterios seguirán mis compañeros a la hora de poner notas, pero yo nunca comparo cómics cuando puntúo algo. Ni le presto atención a lo nota que tenga, por ejemplo, Watchmen cuando puntuó el último cómic de Brian Bendis. No todos estarán de acuerdo, pero considero que la nota final solo debería reflejar el contenido de la propia reseña; no debiera tener valor alguno por sí sola.
Juzgar opiniones en base a la notas dadas no me parece muy buena idea. Es solo mi opinión más personal, no obstante.
todos amamos a paula…y a sus articulos. 🙂
ride on,paula.
la amamos como a tres niveles
no es amor… es más bien.
te propongo a robert crumb para futuras reseñas.
y el ODIO de peter bagge.
especialmente,a este último, lo tengo perdido desde hace ni se sabe…
Tremendo clásico!!!
craneo de azucar de charles burns.ya a la venta.
¿recomendable?.
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