Confesiones a Alá

 

Edición original: Confidences à Allah (Futuropolis).
Edición nacional/ España: Abril 2016 (Ponent Mon).
Guión: Eddy Simon, Saphia Azzeddine.
Dibujo: Marie Avril.
Color: Marie Avril.
Formato: Cartoné 88 págs.
Precio: 20,00€.

 

Ponent Mon nos presenta enConfesiones a Alá una interesante propuesta firmada por Eddy Simon y Marie Avril, a partir de la novela homónima de Saphia Azzeddinne, en la que asistiremos al viaje físico y espiritual de Jbara, una joven muchacha marroquí quien buscará su lugar en un mundo hostil para una mujer sola como ella pero que contará con su inquebrantable determinación y su incondicional fe en Alá.

El papel de la mujer en las sociedades musulmanas es un tema que desde la perspectiva occidental puede parecer lleno de paradojas que hacen difícil su comprensión. Por eso resulta interesante esta propuesta en la que la visión de una autora de origen marroquí como Saphia Azzeddine (aunque afincada en Francia desde los nueve años) es interpretada por dos autores franceses, en una combinación de sensibilidades que puede aportar algo de luz sobre el tema sin caer en maniqueísmos y con una sinceridad sorprendente.

El álbum nos presenta la historia de Jbara, una muchacha de una aldea del interior de Marruecos que vive una vida miserable y sin futuro con una familia por la que siente lástima (por su madre) y asco (por su padre). Debido a su inocencia y a sus ansias por conseguir el capricho más trivial deja que los hombres se aprovechen de ella, hasta el día que queda embaraza y es repudiada por su familia. A partir de ese día estará sola y tendrá que buscarse la vida en la ciudad donde descubrirá que una mujer sola y pobre es presa fácil de los abusos de los hombres. Consciente de su atractivo para el sexo opuesto, no dudará en aprovecharse de ello para conseguir medrar en la vida aunque ello le lleve a cometer actos en contra de su fe, una fe que, junto a su determinación por no dejarse dominar, será el pilar que le permita superar las duras pruebas que tendrá que superar en su vida.

El relato de Jbara está articulado a través del monólogo interior de la protagonista mediante el cual conocemos sus pensamientos y sus confesiones a Alá, una parte capital de la vida de la protagonista quien profesa una fe incondicional, sincera y pura a pesar de todo lo que le pueda pasar. No se trata de una fe basada en dogmas o rígidas doctrinas sino en el amor puro por Alá y que le sirve de baremo moral para lo que hace. A lo largo del viaje personal de la protagonista, ella saca fuerzas de su monólogo incesante con Dios, se justifica ante él, busca su confianza y a veces pide su perdón, pero siempre con sinceridad y de corazón.

La gran virtud de esta obra su gran logro es el retrato que hacen de su protagonista, repleto de humanidad e imperfecciones pero que refleja a la perfección sus paradojas pero también su fortaleza e incluso su pureza. Una pureza que surge de su determinación y su inocencia. Un relato duro y sobrecogedor, violento en ocasiones pero no exento de humor. Una historia que no deja insensible y que llega al corazón por el sufrimiento de su protagonista pero también por sus ansias de vivir.

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El excelente trabajo de caracterización del guion tiene su reflejo en el arte de Marie Avril, que refleja a la perfección los matices de la protagonista y que muestra su evolución a través de las fases por las que pasa su vida. Destaca sobre todo el tratamiento del color, de tonos cálidos y suaves, como la tierra de la Jbara y como su alma.

Un trabajo sensible e impactante sobre un tema tan complejo como fascinante que despertará el interés tanto de aquellos que quieran tener una visión muy personal de la relación de la mujer con el islam como a todo aquel que quiera disfrutar de un excelente retrato humano de carácter universal.