Contagio fue una serie de cinco números cuyos guiones corrieron de la mano de Ed Brisson e ilustrada por un elenco rotativo de artistas. Roge Antonio (#1), Stephen Segovia (#2, #3), Mack Chater (#3), Damian Couceiro (#4), Adam Gorham (#5). Ed Brisson es un fan de las historias de terror, según ha confesado en recientes entrevistas. El propio autor manifestó que esta historia le había supuesto una gran motivación a la hora de llevarla a cabo. Si bien, y como antesala, debemos advertir que no se trata de una historia que pueda asemejarse a otras historias del mismo género, y el horror queda muy difuminado.
Contagio se enfoca en héroes a nivel de la calle que actuarán para poner fin a una amenaza que a menudo suele ser del ámbito de los 4 Fantásticos, Los Vengadores, o la Patrulla-X. Brisson consigue que esos héroes, digamos más mundanos, se eleven a un nivel épico en la resolución de la trama.
Con un marcado sentido del optimismo y una habilidad muy positiva, en la cual consigue destacar el hecho de que los más pequeños entre nosotros podamos alcanzar cotas de proporciones épicas, veremos cómo en este caso no es Tony Stark la mente que resuelve el problema, sino Marc Spector. Me ha parecido un tratamiento muy acorde con lo que estamos viviendo en estos meses, donde tal y como expondré, la vida que hemos conocido ha cambiado ostensiblemente debido a un mismo detonante: un virus.
A pesar de una gran cantidad de elenco de héroes que aparecen, cada uno de ellos desempeña un papel relevante. Dicha labor, debemos decir que es digna de elogio para el autor. Cada jugador de esta enorme partida desempeña un papel fundamental en la trama y resolución de esta serie.
En otro orden de cosas, decir que, si bien no es plato de buen gusto para muchos lectores, en el apartado gráfico nos encontramos el tan utilizado equipo rotativo de artistas. A pesar de lo expuesto, el conjunto final es un trabajo sólido que consigue una armonización en línea con el tono general de la miniserie. Destacable sobretodo el color de Gandini, la cual con su intensidad consigue no solo homogeneizar la labor del equipo de dibujantes, sino enriquecer cada una de las páginas de esta miniserie.
No todo es positivo, lógicamente, puesto que a pesar de lo que parece, esta miniserie tiende más a una historia de superhéroes que a una de terror. Si el tono de la misma hubiere gravitado hacia una narrativa de horror o terror podemos asegurar que Contagio no hubiese pasado tan desapercibida. El terror o el horror nunca ha estado presente en la miniserie, y tampoco hemos percibido un peligro verdaderamente inminente.
La probabilidad de que un personaje como por ejemplo La Cosa o Puño de Hierro se vea realmente afectado a largo plazo ha sido prácticamente inexistente, y el lector es sabedor de este handicap, y este aspecto lastra el contenido. A pesar de lo expuesto Brisson nos presenta una aventura muy entretenida. Si bien, a diferencia de otros eventos o series, el guionista consigue un retrato de los personajes muy acorde con su personalidad y hace que sean reconocibles. En definitiva, si algo ha sido un obstáculo para estos cinco números es la falta total de «apuestas», es decir, no se ha arriesgado nada en decisiones argumentales con consecuencias directas en personajes implicados.
Con todas las cartas sobre la mesa, ya solo me cabe una entusiasta recomendación de este tomo. Por un precio no excesivo nos regala una lectura muy entretenida, pese a los defectos que he mencionado. Contagio supone una aventura sin freno, muy divertida y correctamente dibujada. Insisto en el hecho de que dar importancia a héroes que no son de la altura de Los Vengadores puede leerse desde una doble lectura muy positiva.
Respecto a los temas que podemos extraer de esta miniserie, nunca han podido venir mejor dados para los momentos que estamos viviendo en la actualidad. El mundo ha cambiado en un suspiro. Nuestras vidas ya no serán las mismas, por mucho que queramos pensar lo contrario. Nos encontramos ante un reto de tal magnitud que podría rivalizar con una Guerra Mundial. Lógicamente no estamos en una trinchera fusil al hombro, pero no es menos cierto que la sociedad está combatiendo un enemigo común para el ser humano, un insignificante organismo, la Covid-19, que ha conseguido desestabilizar economías, sociedades y la salud pública del mundo entero.
Las primeras semanas en las que la situación se desbordó, nuestros corazones estuvieron en un puño, nuestro aliento se cortó en un segundo y de repente vimos que, ante nuestra prepotencia, somos insignificantes en un todo mayor del que conocemos. Un microorganismo ha sido capaz de ponernos en jaque. El ser humano sobrevivirá, pero las secuelas que quedarán, perdurarán, y ya es momento de aprender de nuestros errores. Caemos, y caeremos, pero debemos levantarnos. El miedo, ante lo que es un riesgo claro y exponencial a nuestra salud, nuestra vida y la de nuestros seres queridos nos ha transformado. Vivimos una situación sin parangón, nunca experimentada ni vivida por nuestra generación.
De esta adversidad debemos obtener un rédito, algo que nos haga mejores como seres humanos. Una simple reflexión es suficiente para poder alcanzar a comprender lo que es verdaderamente importante en nuestras vidas. De la lectura que tenemos entre manos podemos ya sacar una conclusión, la unión hace la fuerza. Todos juntos como un equipo podemos superar la adversidad. Ed Brisson sin quererlo lo ha dejado expuesto en sus viñetas.
Durante la cuarentena hemos podido sentarnos en el sofá con nuestros hijos, con nuestra familia. Hemos podido mirar a los ojos de la gente que queremos, y que ellos a su vez puedan sentir lo que pensamos con una simple y limpia mirada. Nos hemos dado cuenta de que nuestros abuelos no son armarios sino seres a los que amamos y por los que tememos ante la crudeza con la que este virus los está tratando. En definitiva, es el momento de reencontrarnos, y en palabras del “El Principio”, ser capaces de ver que lo esencial es invisible a los ojos.
Frente a individualismos, dolor y miedo, hemos visto generosidad, entrega, sacrificio, valor y amor. Esos héroes que no son Los Cuatro Fantásticos o Los Vengadores, han sido nuestros dependientes de supermercado, enfermeros, médicos, militares, policías, conductores de autobús, trabajadores de la limpieza, trabajadores de empresas de paquetería…..etc. Todos ellos han sido héroes, puesto que nos han cuidado, curado y llevado alimentos a nuestros hogares. Brisson en un contexto distinto, y sin que supiese lo que iba a acontecer ha entendido lo que nos hace valientes: la fuerza de nuestro corazón y de nuestras convicciones.
Eso es lo que nos identifica como seres humanos. El mundo somos todos. Da lo mismo nuestra ideología, el color de nuestra piel, nuestra raza, sexo, tendencia sexual, y país del que provengamos. Es hora de compartir, de dar, de amar y de ser capaces de pararnos un momento y respirar. Será ese momento, ese microsegundo, en el cual seamos capaces de mirar al que tienes al lado, sentir lo que siente, acercarte a él y decirle “qué necesitas”, cuando realmente hayamos vencido. Esa es nuestra guerra, la que tenemos con nosotros mismos. La batalla es contra un virus, pero realmente es contra el egoísmo, la falta de empatía, el individualismo y la soledad del ser humano. Juntos somos capaces de mucho, capaces de llegar a lo más alto. Si perdemos ese horizonte, perderemos. No dejemos que nos separen, que nos hagan individuos. Todos juntos, ganaremos no solo esta batalla, sino que haremos de la tierra un mundo mejor.
Una miniserie muy recomendable
Guión - 7
Dibujo - 6
Interés - 6.5
6.5
Un virus imparable ha llegado al Universo Marvel y nuestros héroes deberán unir sus fuerzas para evitar el fin de la humanidad.
Pues a mí me ha parecido bastante truñete. El dibujo muy flojo y el desarrollo muy simplón para lo que a priori era un buen planteamiento.
Cosicas peores hemos leido, pero es cierto que es entretenido sin ser una maravilla. Gracias por leernos ultron_ilimitado.