Cuando jugar ya no es suficiente
Olvídate de las intrincadas historias de The Witcher o de los trabajados argumentos de Heavy Rain y Until Dawn. Ahora, eres una rebanada de pan de molde. Los chicos de Bossa Studios, responsables entre otros de Surgeon Simulator nos ponen ahora en la piel de una rebanada de pan que lucha por convertirse en tostada. Si aún no te has quedado con la boca abierta, vamos a intentarlo de nuevo:
Jugando a ser comida
Lo principal en el sistema de juego es no tocar el suelo, el agua o lugares semejantes para no perder puntos de «comestibilidad». Es decir, para seguir siendo deliciosos, o al menos, que no indigestemos al pobre que se nos lleve a la boca. Para ello, podremos hacer uso de la inercia, girar la tostada y arrastrarla por las superficies, jugar a chocar contra objetos para romperlos y abrirnos camino o incluso rebozarnos sobre la mantequilla en nuestro afán de cumplir nuestro cometido. Entre medias de los niveles, que no son muchos, leeremos algunas notas y recortes de prensa que nos hablarán de la vida de nuestros dueños.
El sistema de juego es complicado, realmente complicado. Eso teniendo en cuenta que nuestro cometido es convertirnos en deliciosa comida, es un fastidio. Podremos hacer uso de varias teclas (o botones en su versión para consolas) y mantenerlas pulsadas para aprovechar la inercia de nuestro movimiento, cuidándonos de no caer al suelo.
La variedad de niveles, sin bien es más de lo que se puede esperar de un juego protagonizado por una rebanada de pan que quiere ser tostada, se queda un poco corto y sucede lo que en el anterior juego de Bossa Studios, Surgeon Simulator: la falta de variedad convierte a una idea muy original en repetitiva y al final no pasa de anécdota a la que enseñar a los amigos. Sin embargo, es muy probable que I am Bread termine convertida en una de esas rarezas del mundo gamer como Goat Simulator y juegos similares que huyen de lo tradicional.
Valoración
Gráficos - 5.9
Jugabilidad - 6.9
Historia - 5.1
Sonido - 7.1
6.3
Valoración
Un juego simpático que se aleja de lo convencional y juega a convertirse en una de esas simpáticas anécdota del mundo digital como Mr. Mosqueeto o Goat Simulator.