Cráneo Rojo y Arnim Zola, contra el Capi en el cine

Herr Cráneo no será otro que Hugo Weaving, el australiano que dio vida al Agente Smith en Matrix y al señor elfo Elrond en LOTR que vio como un montaraz barbudo se llevaba a su amada hija delante de sus orejas puntiagudas. Por lo menos era buen partido. La elección del actor bien puede haber sido cosa del director de Captain America, Joe Johnston, que trabajó hace poco con Weaving en The Wolfman.

Para los no versados demasiado en la mitología del Capi, decir que Cráneo ha protagonizado algunas de las sagas más importantes del personaje, como su archivillano. Obsesionado con adquirir el Cubo Cósmico, un artefacto que convierte los deseos en realidad –llegó a estar atrapado dentro de él-, también ha clonado el cuerpo de Steve Rogers para suplantarlo en un par de ocasiones, lo ha envejecido y le ha hecho innumerables putadas.

Por decirlo así, claro. Cráneo Rojo ha sido también una de las piezas maestras que ha usado la laureada etapa de Ed Brubaker al frente de la serie del abanderado, artífice del plan maestro que condujo a su muerte” y protagonista de lujo de su regreso (esto no es spoiler, ¿verdad?). Así, su inclusión es un obligado reconocimiento a su veteranía en el mal y, al mismo tiempo, un guiño a los fans de siempre y a los que se han visto atraídos al personaje en los últimos años.

Zola, el científico loco

Frente al rubio del escudo podría estar también otra de las grandes villanías del universo del Capi: Arnim Zola, genetista nazi que a menudo –de nuevo, también en la era Brubaker- ha acompañado a Herr Cráneo en sus barrabasadas. El científico de la cabeza en el pecho, que trasplantó su conciencia a un cuerpo robótico, responsable de modificar genéticamente a inocentes para crear un horror monstruoso tras otro, está, según los runrunes de Hollywood, en busca de actor.

El elegido parece que será –me encanta- Toby Jones, protagonista de uno de los biopics del escritor Truman Capote que se hicieron hace unos años, y que es uno de esos rostros secundarios que por sí solos ayudan a dar brillo a una película (en The Painted Veil, por ejemplo), uno de esos tipos que, por su físico achaparrado y el rostro a medio camino entre un bulldog y un San Bernardo, parece que no ha roto un plato en su vida; pero cuando despliega su sonrisa siniestra, sabes que los problemas ya están aquí.

Exactamente como Zola, un tipo que es capaz del mayor horror y que contempla su trabajo como una pasión que nada tiene que ver con el mal, sino que todo es por el bien de la ciencia.

Elecciones apropiadas

La elección de ambos es, a mi entender, muy apropiada, dado que el film estará ambientado en la Segunda Guerra Mundial, y las posibilidades de villanos estrella no eran demasiadas. Espero ver un cameo de Heinrich Zemo -¿cómo explicarán los acontecimientos que llevan a que el Capi quede congelado y Bucky…eh… “desaparezca”, provocados por el maligno barón?

Poner a alguno de esos villanos del Reich tan de opereta – como aquel supersoldado alemán, de pelo cortado a cepillo, cuyo nombre se me escapa ahora- no hubiera sido apropiado, salvo quizás para un film de The Invaders. Ni reinventar en el pasado a alguno de los malvados post-descongelamiento (aunque todo puede hacerse con gracia y éxito, mirad Bucky; yo soy de los que piensan que en la tercera película tendremos al Winter Soldier dándole guantazos biónicos a Steve).

Avisados quedáis: estos dos elementos se encargarán de amargarle la vida al Capi cinematográfico. Poco a poco, ya tenemos muy definido el casting: Chris Evans en el papel principal, Hayley Attwell como su novia Peggy Carter, Sebastian Stan como Bucky, Sam Jackson como Furia y los arriba mencionados (en espera de la confirmación oficial de Jones). Pero aún nos falta un tipo importante: ¡el Dr. Abraham Erskine!