ELEKTRA (EEUU 2004, Acción, 97 Minutos)
Dirección: Rob Bowman
Guión: Raven Metzner, Zak Penn, Stu Zickerman.
Reparto: Jennifer Garner, Goran Visnijc, Terence Stamp, Kirsten Prout, Natasha, Malthe, Will Yun Lee.
Música: Christophe Beck
Valoración: 2/10
Resumen: Elektra Natchios es una letal asesina que recibe el encargo de acabar con la vida de un padre y de su hija. En contra de lo encargado, Elektra decide defender a sus objetivos de la Mano, una temible organización capaz de cualquier cosa para terminar con ellos.
Crítica: Parafraseando a la inclasificable Sara Montiel: ¿Pero qué invento es este?. Después de decenas de adaptaciones de héroes y heroínas famosos, alguien en la Marvel (y también en DC) aún no se ha percatado de la contrapublicidad que está haciendo contra su propia compañía al permitir la salida de productos tan denigrantes para el personaje como este. En contra de aprovechar el irrefutable tirón de un medio de masas como el cine para promocionar la calidad de las historias de las que puede disfrutar un lector de cómics, se destroza salvajemente a un personaje icónico dejando pasar una oportunidad única de seducir a potenciales nuevos lectores. Pasó con Catwoman, pasó con Punisher y ha pasado también con Elektra.
Y claramente no es por la falta de tirón de la asesina de rojo. Elektra es tradicionalmente una mujer de extraordinaria belleza, de frialdad absoluta a la hora de cometer sus asesinatos, poseedora de una crueldad casi psicótica, afectada por el recuerdo traumático de unos padres asesinados, resurgida de la muerte mediante artes de dudosa legitimidad y atrapada por el amor que profesa a un hombre que es su antítesis absoluta.
Sin embargo, y a pesar de la presencia de todos estos puntos de apoyo para subir a la cima del éxito creativo, se ha vuelto a descender a las cloacas de la adaptación pensada únicamente para satisfacer las aspiraciones comerciales de sus productores. Dejando atrás conceptos y características propias del universo del personaje, presumiblemente demasiado adultos y complejos, se ha edulcorado al personaje para convertirlo en una Elektra-niñera bondadosa, enamoradiza e insegura.
Rob Bowman intenta sin éxito batirse en dos frentes contra una historia digna del mejor telefilme de sobremesa. En el primero, y mediante flashbacks de dudosa efectividad narrativa, se nos compone a una Elektra supuestamente atormentada por los recuerdos de la muerte de su madre y la suya propia, su posterior resurreción y los traumas infantiles causados por su exigente padre, y proyectados, ya adulta, en la paternalista figura de su maestro Stick.
El segundo frente se consume entre combates contra los irrisorios villanos enviados por la Mano, la artificial relación (en teoría romántica) con Mark Miller, las enseñanzas que intenta transmitir a la hija de este y numerosos flashes premonitorios que cumplen con su función de auto spoilers. Bowman se maneja bien técnicamente durante la mayor parte del metraje, amparado en una buena fotografía y unos efectos especiales pasables, pero su habilidad decae irremisiblemente cuando se juzga su capacidad narrativa.
El reparto parece haberse unido igualmente a esta segunda parte de la evidente conpiración contra el personaje de Elektra, herido de muerte en Daredevil, y que recibe ahora su golpe de gracia ante el amparo de todos los que han tenido algo que ver con la película. Garner reversiona sus pucheritos de Alias mientras luce un corpiño rojo sacado de la última colección de Victoria’s Secret, Visnijc se mantiene muy alejado de su magnético Doctor Kovcs de ER, y Stamp se limita a mantener la mirada fija, seguramente centrado en un horizonte mejor que la debacle que le rodea.
O.K.: -La presentación.
K.O.: -La patética transformación del personaje para adecuarlo a una historia edulcorada.
La Escena: Elektra se desliza entre las tinieblas como una sombra letal que roba la vida de sus enemigos.
Nota de Juanjo: como lo mejor de la peli es ver a Jennifer Garner con el corpiño rojo, ahí van algunas fotos al respecto para equilibrar la justa negatividad de la crítica: