Crónicas de la era glacial 1

 

Edición original: Crónicas de la era Glacian Nº1
Edición nacional/ España: Planeta Cómic
Guión: Jiro Taniguchi
Dibujo: Jiro Taniguchi
Formato: Rústica con sobrecubiera, 14,8x21cm, 280 páginas
Precio: 18.95€

 

Crónicas de la era glacial se publicó originalmente entre las páginas de Morning (Kodansha) en el año 1988. No fue hasta principios del año 2015, cuando la editorial francesa Kana consiguió editar la obra. Gracias a ello, en abril del 2016, Planeta Cómics nos presentó está obra del maestro Taniguchi con una edición calcada a la francesa.

Taniguchi nos transporta a la isla de Nunatak donde hay la empresa Siebel tiene establecida una base de operaciones llamada Tarpa que se dedica a la extracción de carbón. Como curiosidad decir que la isla de Nuntak existe y forma parte de Canadá. El planeta está sufriendo la glaciación de Multok que amenaza a toda la especie humana. Por esta razón hay dos espacios totalmente distintos: la vida fuera y dentro de la base. Los trabajadores de la base están subyugados a un capitalismo feroz. Tienen que trabajar en unas instalaciones viejas y peligrosas durante turnos de años o, los que tienen suerte, seis meses. Según se dice, es un trabajo muy bien remunerado pero a qué precio. La alternativa, es decir, la vida fuera de la base es incluso peor. Conseguir comida quiere decir intentar cazar durante días presas curtidas en la fría y dura vida salvaje. Está imagen es la que nos proporciona Dahal un miembro de la tribu de los Jil Chaki. Sabemos que existe una ciudad llamada Abbys cerca de la base Tarpa. Pero, en el primer tomo, Taniguchi aún no nos ha mostrado nada de cómo son las ciudades en este mundo.

La edición es un kanzeban delgado con sobrecubiertas mate y muy gruesas. La portada y contraportada son a todo color y con un diseño bonito al que vale la pena pegarle un vistazo. Encontramos más material en color en las primeras y últimas páginas del volumen. Personalmente, me parece un pelín cara. Si la comparo con el último tomo de las mismas características que he leído tienen el mismo gramaje, más o menos la misma cantidad de páginas a color y, en cambio, es casi cinco euros más cara.

El protagonista del manga es Takeru, el hijo ilegítimo del presidente de la empresa Siebel. Su padre le ha mandado a la base de extracción por alguna razón que no se nos explica, pero le ha dejado un mensaje y un misterioso brazalete que había pertenecido a su madre. En teoría, Takeru debería liderar la base, pero él no está por la labor. Es un joven estúpido y engreído que cree que puede hacer todo lo que quiera por ser él. Pero, de repente, los eventos propician que la actitud del protagonista tenga que evolucionar de manera radical. De una página a la siguiente, Takeru coge las riendas de la situación para guiar a sus compañeros hacía la supervivencia. Es un cambio muy brusco y forzado que como lectora me conmocionó unos instantes. Quizás una transición más pausada y razonable sería más adecuado.

Cuando Planeta Cómic anunció su intención de publicar Crónicas de la era glacial las redes temblaron. Parece que Jiro Taniguchi ha conseguido hacerse con un amplio grupo de incondicionales que están dispuestos a apostar por él una y otra vez. Tanto si es en su faceta de dibujante como si firmar el guión. En esta ocasión estamos ante un estilo recargado y con gran cantidad de trazos, algo muy alejado a obras posteriores como Los años dulces (reseña aquí), El Rastreador (reseña aquí) o Paseos de un Groumet solitario (reseña aquí). Esto da un aspecto más trágico a la historia, aunque también hace la lectura más lenta y pesada. Pero bueno, es una características que concuerda con la trama y que para nada contribuye a extraernos de la misma.

En unas semanas, podremos leer el segundo tomo de Crónicas de la era glacial. Entonces podremos ver como acaba la historia de Takeru y los trabajadores de la base Tarpa que se han visto envueltas en la extraña leyenda de la tribu Jil Chaki.