RESEÑAS
Los Muertos Vivientes (Edición integral): Libro uno, Robert Kirkman y Charles Adlard; Planeta DeAgostini Comics; 624 págs., BN, 40 €.
De forma manifiesta, pues así lo aseguraba él mismo en la introducción del primer recopilatorio de la serie, Robert Kirkman construye con Los muertos vivientes una propuesta sobre la supervivencia. Despojados del entorno protector que supone el ordenamiento social, un puñado de seres humanos se ven obligados a luchar minuto a minuto por su vida en un mundo totalmente desestructurado. Poco importa que aquello que ha acabado con la existencia tal y como la conocemos sea una horda de zombies descerebrados que no dejan de aumentar de número. Esa es sólo la excusa que permite que Kirkman plantee un escenario apocalíptico al que echar a un grupo de personas reducido y variopinto y ver cómo se las apañan. El hombre sin disfraz, el hombre sin reglamentación jurídica que le condicione, el hombre a solas con una moral caduca que ya no encaja ante un nuevo marco relacional… pero de la que es incapaz de despojarse del todo. El hombre al que, negándosele el derecho a seguir vegetando, se le obliga a sobrevivir para que así se percaté de que, cuando pudo, no vivió.
Semejante premisa resulta emocionalmente vinculante para el léctor a muchos niveles. Primeramente, porque nos ubica ante la inminencia de una muerte amenazante y muy física, cuya cercanía nos mantiene continuamente en vilo. En segundo lugar, por ese ejercicio de renuncia a su humanidad al que los personajes se ven obligados a menudo para poder seguir con vida. Por último, por el desgaste psicológico que ambos factores provocan en los protagonistas, hasta el punto de poner en riesgo su cordura. Bien es cierto que esto es así porque Kirkman desenreda con mano maestra esta madeja de situaciones extremas, reflejando con sorprendente credibilidad la lucha interior de los supervivientes, dosificando con habilidad el drama y el suspense, construyendo hombres y mujeres de papel que hieden y sufren y, también a menudo, fracasan y mueren. Decía un buen amigo pontevedrés que Kirkman no se casa con nadie, puesto que en esta serie de largo recorrido las bajas se suceden con una facilidad pasmosa, alcanzando a personajes que en otros relatos tildaríamos de intocables. Seres ficcionales a los que este guionista modela con mimo desde la nada, cual alfarero primigenio, para asestarles el golpe fatídico cuando ya se han ganado nuestro cariño y simpatía.
No es del todo cierto, por supuesto. Kirkman, a día de hoy, sí demuestra haberse casado con alguien. Y, a la manera del sociólogo Morrie Schwartz cuando afirmaba que no hay responsabilidad comparable a la paternidad, se sirve del vínculo paternofilial, al que se mantiene fiel, para explorar una y otra vez el vago e incómodo contorno de esa fractura moral tras la cual ya no hay vuelta atrás posible que nos permita soñarnos humanos de nuevo. Giros y giros que nos devuelven una y otra vez la misma pregunta: …¿serías capaz?
Y si esto es un poco de lo que da de sí esta apasionante y recomendable saga del moderno arte de masas… el gamberrote Garth Ennis ha demostrado tener algo que objetarle… o, al menos, preferir llevar las cosas por otros derroteros.
Crossed, Garth Ennis y Jacen Burrows; Ediciones Glénat; 256 págs., color, 19’95 €.
De hecho, resulta indiscutible que Crossed es una especie de versión comprimida y también extrema de Los Muertos Vivientes, por cuanto Garth Ennis se sirve de todos los sobreentendidos que le ofrecen el género y la obra de Kirkman para brindarnos su propia versión de este tipo de relatos. Por eso mismo, en sus primeros compases, abundan las elipsis en lo que concierne a la constitución del grupo de supervivientes que intentan encontrar espacios seguros que habitar, así como también respecto a la historia de cada uno de ellos. En relación con eso, las altas y bajas se suceden en el grupo todavía de forma más frenética que en The Walking Dead, haciendo que en su inicio la propuesta de este guionista irlandés prefiera demorarse en su particular versión de los zombies. A diferencia del perfil bajo que estos tienen en la propuesta de Kirkman, «los infectados» de Ennis son enormemente proactivos y entusiastas. Tanto que, al principio, casi parece que el escritor se ponga de su parte. Como en otros trabajos de este estilo, se desconoce el motivo por el cual la mayoría de la población mundial se ha transmutado, aunque Ennis -fiel a su trayectoría y tradición- no puede evitar «cagarse un poco en Dios» en algunas de las conjeturas que sus supervivientes hacen al respecto. Pero lo que hace especiales a sus zombies, aparte de la cruz que lucen en el rostro, es su naturaleza despierta, capaz de cierto raciocinio, al servicio no tanto del apetito canibal propio de este tipo de criaturas, sino de la satisfacción de las pulsiones más depravadas del ello freudiano, generador de un goce extasiado con el que el guionista parece empatizar o, cuanto menos, divertirse. En efecto, no ahorra detalles en ello, en escenas desagradablemente explícitas en las que incluso llega a verse como un cruzado sorbe el contenido de los intestinos de una de sus víctimas mientras que otro colega suyo se masturba con un pedazo de pierna amputada. No es únicamente esa propensión al muestrario de «bestialidades» lo que nos hace suponer esa simpatía del escocés por sus cruzados, puesto que durante la primera mitad de la obra el elenco de víctimas que caen en las manos de estos resultan más bien insufribles, concreciones del variado surtido de médiocres e irritantes especímenes que configuran a parte de nuestra especie. Sirva de muestra lo que acontece con Joel y su familia, expuesto por Ennis y Burrows con cierta sorna (no apto para menores o personas sensibles)
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Sin embargo, llegados a cierto punto, Ennis opta por darle un importante golpe de timón a su relato y orientarlo hacia su resolución. Entonces, la gamberra jovialidad de sus cruzados adquiere tintes de gran crueldad y, tras haber acabado con todos los seres humanos de talante antipático o directamente inmoral, empieza un exterminio de personajes que resulta tremendamente impactante y doloroso para el léctor, al tiempo que la voz en off del protagonista enjuicia a los cruzados como personificación de lo más bajo que habita en el hombre. También aquí Ennis, como Kirkman en Los Muertos Vivientes, decide tomar partido por unos determinados valores. Y, mientras que el segundo apostaba por subrayar lo intrínseco del vínculo paternofilial, el primero se muestra de nuevo fiel a su bibliografía y trata con deferencia y sensibilidad a aquellos supervivientes entre los cuales se ha forjado un sincero lazo de amistad y afecto, bien ahorrándose la exposición obscena de su muerte, bien permitiéndoles un nuevo comienzo… para ellos y para la raza humana.
Como puede verse, en Crossed aparecen de nuevo las filias y fobias propias de este creador y, aunque le hace una única concesión al lector en el perfil del narrador (asombrosamente parecido a David Hernando en cuanto a físico y al aficionado medio del Noveno Arte en cuanto a idiosincrasia), quien una vez más aglutina las simpatías de este escocés es un personaje estilo John Wayne… a pesar de que contenga algún que otro matíz de peso que le confiere cierta originalidad.
Queda pues, para el recuerdo, esta variación curiosa de un filón comercial como Los Muertos Vivientes. Este Crossed que bien podría considerarse una especie de what if de la obra de Kirkman. Una creación donde se opta por lo explícito, por lo salvaje, por el dedo en la llaga, por la cirugía sin anestesia y… llegados al final, por la empatía y el consuelo como claves de un futuro aceptablemente humano donde el cariño pueda pervivir de alguna forma.
- Exhaustivo análisis de Crossed en De Vertigo.
- Página web oficial de Robert Kirkman.
- Página web oficial de Charlie Adlard.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 1: Días pasados.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 2: Muchos kilómetros a las espaldas.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 3: Seguridad tras los barrotes.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 4: Lo que más anhelas.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 5: La mejor defensa.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 6: Esta triste vida.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 7: La calma antes de….
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 8: Creados para sufrir.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 9: Aquí permanecemos.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 10: En lo que nos hemos convertido.
- Reseña de Los muertos vivientes vol. 11: Teme a los cazadores.
Me ha gustado la reseña.
Estas navidades compre Crossed pese a la NO-recomendacion de bastante gente (incluido habiatuales de esta pagina), despues de leer 1/3 de la obra no podia hacer otra cosa que darles la razon. Violencia, sexo, brutalidad, mal gusto, etc excesivamente desagradable y sin el menor transfondo, daban ganas de cerrar el comic y guardarlo en algun oscuro lugar.
Tras ese comienzo Ennis da un giro muy muy interesante y las ultimas 2/3 partes de la obra son altamente recomendables y ,aunque sigue estando presente en exceso, la brutalidad y las barbaridades se encuentran al servicio de la historia y no al reves.
Gran artículo, Toni. Personalmente, Los muertos vivientes me parecía una excelente colección cuando Kirkman la usaba para hablar de nosotros a través de un relato de supervivencia y horror en el que los zombies eran el reflejo de nuestro yo más gregario e irreflexivo; cuando, en definitiva, la construcción de personajes y conflictos se realizaba de manera sutil, calma, creíble (a pesar de las circunstancias). Sin embargo, a partir de La mejor defensa y, al menos, hasta Creados para sufrir (donde dejé la colección), Kirkman abandona lo asfixiante para caer en una hiperviolencia nada reflexiva de tintes escatológicos, impulsada por unas elecciones morales tristemente inducidas. Al convertir su serie en una suerte de Mad Max con zombies lo único que consigue es traicionar su espíritu inicial y demostrar que una colección de esta guisa, abierta hasta que las ventas decaigan o el guionista se harte, está necesariamente abocada a la reiteración y deformación. Personajes extremos y mal definidos, violencia excesiva, gusto por la humillación… no sólo trastocan el equilibrio de las desventuras de Grimes sino que convierten sus elecciones morales, ese ¿serías capaz?, en conceptualmente irrelevante (apalicemos, violemos, torturemos a alguien y luego pongámosla delante de su torturador para ver qué lector no caería en una catarsis de retribución impulsiva).
En este sentido, Crossed funciona como un reflejo deformado de la deformación de Los muertos vivientes. Y ya se sabe que «de mis imitadores serán mis defectos». Como si Ennis dijera «¿queréis violencia?, pues venga, violencia… la mayor espiral de degradación y pervesión humana en una bacanal comprimida en la que los zombies son psicópatas peligrosos». Crossed no es más que la pulsión de su autor por la violencia (y las relaciones de amistad) llevada hasta el último extremo. Sin concesiones, sin explicaciones, sin coartadas. Llevada a cabo en una editorial que tiene una curiosa trayectoria en esto de imitar (Doctor Sleepless como reflejo tosco de Transmetropolitan; Black Summer como perversión de The Authority; etc.). Para mí, algo tan grueso y con tan poco fondo (casi diría que chabacano) carece totalmente de valor. Si acaso, resulta interesante que los infectados sean más peligrosos precisamente por ser tener conciencia e inteligencia; y, además, funciona como una advertencia de lo que podría llegar a ser Los muertos vivientes si Kirkman se desata un poco más y sigue con tendencia hacia lo fácil. Pero poco más.
Estupendo artículo y análisis Toni. Estoy muy de acuerdo con él en términos generales. Para mí, como siempre he dicho, Garth Ennis tiene un único problema que suele ser él mismo y la necesidad de ser siempre el chico malo. Sus mejores obras, como Predicador, Demon, Hitman o Punisher, son en las que menos se deja llevar por los extremos, siendo igualmente irreverentes. Crossed no llega a eso. Es violencia por violencia estando muy lejos de llegar a ser un referente como son Los Muertos Vivientes de Robert Kirkman de la que a veces parece sólo una parodia con mala leche. Yo creo que la serie de Robert Kirkman ha evolucionado correctamente, siguiendo el camino que debía seguir, y su uso de la violencia suele estar justificado argumentalmente. Puede que a la larga caiga en la rutina y la repetición pero, de momento, sigo confiando en el trabajo de Robert Kirkman más de lo que puedo hacerlo en Garth Ennis. Y esto es muy a pesar mía porque algunas de las cosas que he leído de este autor me han encantado y creo que tiene un gran potencial no desarrollado como autor pero… necesita madurar un poco. No es como Mark Millar, que se le ve venir, no hay más donde rascar y te deja las cosas claras desde un primer momento, con Garth Ennis nunca sabes que te encontrarás.
Ennis rules!
El caso es que bajo esa pulsion del autor por la violencia se descubre un fondo humano y es en los dos ultimos numeros cuando logra exponer sorprendentemente el sentir de sus personajes frente la situacion en la que se encuentran de forma encomiable, cuando tal vez Kirkman necesita estirar durante largos arcos para expresar exactamente lo mismo
Estoy convencido de que hay un grupo de guionistas, como artístas, directores y demás, que viven en un querer y no poder. Se fijan en algo que ha calado en la sociedad, en un producto interesante, sobrio, inteligente, imaginativo y, en su afán imitador (que no es sino un reflejo del propio deseo de gloria no alcanzado nunca) se plantean el retorcer la historia que quieren emular añadiendo su escaso talento. Un buen ejemplo sería el de esos guionistas que aborrecen los superhéroes que llevan con nosotros 30, 40, 50 años y que presumen de tener un producto «jodidamente mejor». Claro, consideran que ser adulto equivale a añadir muchos tacos, sangre y sexo. Y no.
Alan Moore apenas si mete tacos, sangre o sexo en sus historias. Y son muy adultas. Pero no todos son Alan Moore. Como los niños que quieren emular a sus papás, buscan el extremo, porque están convencidos de que cuanto más, mejor. ¿Que Watchmen es realista? Pues toda historia con muchas cosas realistas será mejor, ¿verdad? El talento no pervive gracias a la violencia sin más. Comparemos el Spirit del señor Eisner con el Spirit de Miller. No es igual. Comparemos los muertos vivientes de Kirkman con los cruzados de Ennis. Tampoco es lo mismo. Aunque muchos no se lo crean, sacarse mocos gordos y decir «caca culo pedo pis» es motivo de risa entre los adultos, pero sigue sin ser un motivo de satisfacción.
Entiendo que haya gente a quien le guste. Es lógico. Hay gustos para todos. A Belén Esteban se la rifan. La noria es un programa muy visto. Y los guionistas pagados de si mismos buscan su cuarto de hora de fama. Por desgracia para ellos, hacer una buena historia es mejor que soltar tacos y meter violencia porque sí. No es raro que justo aquellos que menosprecian personajes que han logrado vivir tantas décadas ofrezcan sucedáneos chabacanos de sus historias, seres impersonales, planos, creados en una cuatricromía en el mejor de los casos pero que siempre habrá quién los aplauda. El género del cómic también tiene sus propios «príncipes del pueblo». Candidatos hay muchos y se me ocurren varios nombres.
«Como puede verse, en Crossed aparecen de nuevo las filias y fobias propias de este creador»
Pero a este hombre hay algo que no le guste? en serio?
Pues practicamnete coincidiremos todos en algo similar: Ennis como narrador tebeistico es purísimo, técnicamente limpio como pocos, sobrio y sencillo…pero le pierde no tomarse en serio, no ya las cosas que escribe, sino su propio talento.
Buenas,
Últimamente he leído en varios foros opiniones como las de Torralba, que dicen que The Walking Dead ya no es lo que era. Oye, puede ser, e igual soy yo que no me entero, pero personalmente me lo sigo pasando pipa con los zombis de Kirkman, teniendo en cuenta que sigo el ritmo de la edición española. De hecho, tengo mucha curiosidad por ver a donde puede llevar el próximo tomo, ahora que los protagonistas están a punto de volverse «los malos» de la historia.
En cuanto a Crossed nada que decir. Es que no me atrae, la verdad. Igual algún día, si lo veo en la Biblioteca, pues lo cojo para pasar una tarde entre visceras y recrearme en los instintos más primarios. Pero, vamos, que Ennis me cansa un poco. O no, ni siquiera eso. No es que me canse, es que me deja indiferente. Con tanto gamberrismo, ya no escandaliza ni al gato.
Kirkman esta agotando su propia formula. Ya resulta previsible. Sus historias se han vuelto ciclicas: carretera, refugio, carretera; incidiendo por el camino en que los verdaderos muertos (y monstruos) son los vivos y matando algun personaje importante para resultar trascendental. Personalmente, dejé de disfrutar de ‘Walking Dead’ un par de numeros despues de la perdida de la prision. Por otro lado, tal vez debido al hastio consecuente por esta reiteracion de conceptos, me parece cada vez mas notorio el mal uso de Kirkman del llamado «decompressive storytelling», marcando un continuara forzado y anticlimatico en cada ejemplar.
En lo que respecta a Ennis, al menos en ‘Crossed’ (no suele satisfacerme este guionista) y a pesar de esa superficie repleta de violencia y perversidad, concede a sus personajes principales un cariz emocional significativo abrigandose en la instropeccion de los mismos, algo en lo que creo Kirkman, ademas de requirir en ocasiones de varios numeros para corresponder al proposito, ha perdido mano siendo que redunda en aspectos de la personalidad de los personajes que ya conociamos (el giro emocional mas importante de los ultimos numeros, tal vez el unico de interes, fue el de Rick con el telefono). No digo que ‘Crossed’ pueda ser una obra superior a ‘The Walking Dead’, cuenta con la ventaja de ser una historia concreta en unos pocos numeros mientras que ‘TWD’ es una serie abierta de largo recorrido, pero tal vez por esto Kirkman deberia plantearse dar cierre a la serie o un cambio de rumbo importante (es hora de matar a Rick y depositar el protagonismo en su hijo)
Aún sigo pasándolo bien (o pasándolo mal,según se mire) con Los Muertos Vivientes,aunque coincido con Dr.M en que el fin de la etapa de la prisión supuso un enorme punto de inflexión en la serie,que veintitantos números después no parece haber decidido qué rumbo tomar todavía.
Crossed no la he leido,pero me parece interesante la división de opiniones.¿Una obra polémica,o es sólo que Ennis tiene tantos admiradores como detractores?
Yo confiaba que al llegar a la «urbanizacion» y debido a todo el trauma pasado (del cual el telefono era un reflejo) Rick se impusiera como una suerte de Gobernador y fueran sus propios compañeros, quizas su hijo, quienes tuvieran que detenerle. Aun confiaba ingenuamente que eso pudiera suceder cuando le hicieron responsable del lugar, pero no, volvemos a lo de siempre, otro refugio que se convierte en una trampa mortal y el cual tendran que abandonar para echarse a la carretera, enfrentarse a algun conflicto sobre la naturaleza humana, conocer algun nuevo compañero y encontrar otro refugio hasta que se convierta en otra trampa mortal…
‘Crossed’ de Ennis gana leida del tiron. Lo peor es el apartado grafico y que si no estas habituado a ciertas bestialidades del autor debes preparar el estomago, porque aqui las lleva al extremo
Y lo mejor, que no lo he comentado aunque ya señalaba en anteriores mensajes, es como profundiza en sus personajes aprovechandose del flujo de conciencia y de saber mostrar pequeños momentos intrascendetes entre tanta brutalidad lo que supone que en su conclusion puedas llegar a sentir el final de algunos personajes.
Ahora, insisto, si te planteas abordar su lectura debes atenerte a las salvajadas del autor
De Ennis me dejaron hace poco su Thor:Vikingos,que tampoco se queda corta en salvajadas y garrulismo.Estoy acostumbrado a su estilo,aunque no siempre me satisface al mismo nivel.
Yo también soy de los que creen que Creados Para Sufrir es un tomo bueno, pero no para tanto. Su impacto en el lector es indudable, sí, pero llevarlo a acabo no tiene demasiado mérito narrativo, es hacer algo muy sencillo (pum, tu fuera, pum, tu fuera…) y también concuerdo con que, al igual que, por poner un ejemplo estructuralmernte parecido, Kentaro Miura en Berserk tras la saga del Eclipse, Kirkman ha perdido un poco el norte y no sabe exactamente donde quiere ir con su serie. Pero por otro lado hay algo que me hace ver que este tipo es un genio y que todavía tiene cosas que contar y es el hecho de que aquellas burradas que Rick y conpañía hacían el inicio de la serie para sobrevivir y que me parecían inmorales, a estas alturas de la colección me parecen tan lógicas y necesarias que las sigan llevando a cabo que no me queda más remedio que sonreir y alabar al gordo barbudo proque ha conseguido que mi empatía con los personajes principales sea total.
Crossed por otro lado me parece un producto excelente y muy disfrutable, puede que sea una visión distorsionada de TWD y que Ennis se pase (lo hace y mucho, puede que más que nunca) pero el ritmo de la historia, esa sexualización enfermiza cronenbergiana que ejercen los Cruzados y ese afán por no ponerse límites para mostrarnos con esos infectados el lado más oscuro de nuestra propia personalidad me sigue pareciendo algo de bastante mérito.
Afortunados los que veis profundidad en Crossed!
Respeto mucho a Kirkman y sigo muy de cerca Los Muertos Vivientes, pero sinceramente pienso que no hay ni punto de comparación entre su nivel y el de Ennis. Creo que el irlandés comienza la serie como una mera parodia caricaturesca de TWD (y de obras de zombis más modernos como 28 Días Después) para en la última mitad ponerse «en serio» y superar en muchos aspectos a la serie de Kirkman. Porque ha de llegar Ennis para plantear el tema de las centrales nucleares, o de que los muertos son un castigo de Dios (pese a que TWD cuenta con Hershell como profundo católico y un sacedorte). También es muy interesante la figura del soldado, que demuestra que hay hombres que no se doblegan por mucho que el mundo se vuelva cruel. Y para mi lo más genial es la parte en que la miniserie de detiene y nos presenta a los lobos, como queriendo decir: no importa lo que le sucesa a los humanos, el mundo seguirá su trascurso sin ellos. ¿Acaso no es eso profundo?
No discuto que Ennis podría dar más de sí si se lo propusiera, soy el primero que se harta del chabacanismos de The Boys, The Pro, Wormwood… Pero creo que con Crossed demuestra una vez más su polivalencia en muchos campos y lo efectivo que puede llegar a ser lo pongas donde lo pongas. Sin embargo, ¿qué otra cosa destacable tiene Kirkman en su carrera? Y vuelvo a repetir mi admiración por el guionista americano, amén de creer que el Eisner que ganó es más que merecido.
Raúl Martin ha comentado: ¿qué otra cosa destacable tiene Kirkman en su carrera?
¡Tío, Invencible! Para muchos la mejor serie de superheroes de los últimos años.
Muchos me citan el tema de las centrales nucleares o el tema religioso como muestra de la profundidad de Crossed y de elementos que supuestamente ha olvidado Robert Kirkman en Los Muertos Vivientes pero es que esos temas apenas los menciona Garth Ennis en Crossed y no tienen mayor importancia. Las centrales nucleares es prácticamente un guiño, han explotado algunas y punto, y el tema religioso da la sensación que lo menciona de vez en cuando sólo para que parezca que no se ha olvidado de volver a críticar la religión en su nueva obra. Eso último también lo hace Robert Kirkman y de manera más sútil, elegante y humana.
Como decían por arriba, me llama la atención una cosa, antes de la adaptación de Los Muertos Vivientes a la pequeña pantalla, no había leído prácticamente (sin exagerar) ni una voz discordante entorno a lo maravillosa que era la serie de Robert Kirkman… Justo a partir de entonces han empezado a surgir «disidentes» que empiezan a cuestionar la validez, ya no del futuro de la serie, sino de lo que antes era maravilloso. Esto es el efecto «para todos los públicos» y es que mucha gente cuando una historia empieza a estar en boca de otras personas y se convierte en un fenómeno para ellas parece perder el interés. Nunca lo he entendido.
Me recuerda a aquella miniserie de Black Gas donde los infectados hacen las mismas salvajadas pero sin cruces en la cara, es del Warren Ellis, parece una copia. En fin, unos cómics ideales para toda la familia.
No me gusta Invencible, y le época en que intenté leerla (los primeros números y luego alrededor del #50) me pareció mucho menos interesante que TWD. Sobre la serie de Kirkman, vuelvo a repetir que me gusta y mucho. Pero el tiempo está demostrando que es una colección de aventuras apocalípticas que no va a llegar más allá de lo ya mostrado. Irán trascurriendo los escenrarios y unos personajes sustituirán a otros cuando estos mueran. Es normal que los aficionados empiecen a cuestionar la colección cuando las pautas empiezan a repetirse. Y creo que esto es lo que ha empezado a suceder. Y dicho esto… larga vida a Los Muertos Vivientes y espero que siga por mucho tiempo. Porque aún y así sigue siendo una de las mejores propuestas del cómic USA independiente de género. Por otra parte, la franquícia de Crossed ha degenerado espectacularmente… veremos qué sucede cuando Ennis regrese a ella.
Como apunta Jordi, la mera inclusión de una idea –más o menos buena– a la que no se le da ningún desarrollo no convierte a una obra en profunda, sino en todo lo contrario: en un quiero y no puedo o en una recopilación de convencionalismos. Cualquiera puede escribir una obra distópica, pero 1984 o V de Vendetta son lo que son precisamente por desarrollar de forma conceptualmente potente sus ideas de base, no por exponerlas de forma superficial.
Como decían por arriba, me llama la atención una cosa, antes de la adaptación de Los Muertos Vivientes a la pequeña pantalla, no había leído prácticamente (sin exagerar) ni una voz discordante entorno a lo maravillosa que era la serie de Robert Kirkman…
Pues yo siempre he dicho empece la colección en 2008 debido a la buena fama que tenía y que no he pasado del 3º o 4º tomo. No voy a decir que la serie sea mala, pero a mi no me parece el mejor comic de los últimos años, y tengo claro que prefiero con creces otras cosas recientes como Sleeper, Y-El último hombre o Fábulas (hasta la Gran Guerra).
PD: ¿Invencible el mejor comic de SH’s de los últimos años? Tampoco comparto esa opinión
Si juzgamos ‘Crossed’ en contraposicion con ‘The Walking Dead’ debemos ser coherentes y contemplar que la primera es una serie cerrada de apenas diez numeros mientras que la otra es una serie abierta que ya ha excedido los ochenta numeros. Por tanto, Kirkman se debe a la serializacion de su idea obligandose a dilatar determinados conceptos mientras que Ennis esta circunscrito a un numero determinado de publicaciones. Esto, para ambos, plantea iguales ventajas y desventajas.
Ennis, como bien ha aportado el compañero Raul Martin, logra presentar conceptos que Kirkman, en sus mas de ochenta numeros, no ha llegado ni tan siquiera a esbozar; si bien Ennis, sea por la limitacion misma de su publicacion o por carencias propias, no llega a desarrollar estos conceptos tambien es innegable que es contundente al mostrarlos: el ejemplo referido por Raul muestra la belleza de la naturaleza no corrompida por el hombre y como esta prevalece ausente de esa brutalidad inmanente en el ser humano. Ademas, Ennis tiene el valor de profundizar en esos conflictos morales que a Kirkman le supone tanto esfuerzo desenvolver (aunque puede que, en el caso de Kirkman, se deba a esa necesidad de dilatar la narracion que al final, a mi parecer, le esta siendo tan perjudicial). Y tambien logra Ennis en esos escasos numeros (escasos en comparacion con la serie de Kirkman) caracterizar frente la catastrofe a sus personajes principales (que no son mas de dos, no nos engañemos, al igual que en ‘TWD’ quien hasta ahora lleva todo el peso es Rick) merced el flujo de consciencia y que el lector se encariñe con estos personajes gracias a esas escasas situaciones intrascendentes que se suceden entre tanta violencia. Si bien es cierto que, sobre todo en los primeros numeros, Ennis aboga por recrearse en la violencia mas insana, no deja de ser necesario que contemplemos esa bestialidad para comprender el contexto en el que desarrollan los diferentes personajes, y no deja de ser un rasgo caracteristico del escritor por lo que quien se aproxime a esta obra conociendo a Ennis debe tener presente a lo que atenerse. Juega en su contra (a parte de un dibujante cuyo estilo me parece horrible) el mal uso que hace en mi opinion del metodo narrativo escogido, intercalando flashbacks torpemente como si pretendiera seguir la moda ‘Lost’. De todos modos, su lectura me ha sorprendido, tal vez porque no albergaba grandes expectativas (pues Ennis casi nunca me satisface) y me enfrente a la obra en su totalidad, sin la espera de un numero a otro. Lo cierto es que frente a una serie como ‘TWD’, que cuenta con sus considerables altibajos y que desde hace un año me causa hastio, esta lectura ha supuesto como decia una agradable sorpresa dentro del genero survival horror (zombie/infectado).
Y, Jordi, debo decir que en lo que respecta a mi persona, ya llevo bastante reprochando a ‘TWD’ su perdida de calidad, mucho antes de la emision de su adaptacion para television (serie que, por cierto, tambien critique pero por sus propias razones bien merecidas, nada que ver con el comic).
En fin, que ‘Crossed’ no es un comic que vaya a trascender ni tampoco parece pretender revolucionar el medio, es una lectura «ligera» que a los aficionados al survival horror puede llegar a satisfacer, si bien teniendo presente que no es apta para todos los publicos siendo que puede llegar a resultar desagradable
Por cierto, a mi ‘Invencible’ me parece, aunque sobrevalorada (sobre todo por un determinado sector que deriva de aquellos insatisfechos por la Marvel de Quesada), una lectura muy agradable y que no dudo en recomendar a los aficionados al genero de superheroes, si bien es en este caso cuando Kirkman peca de excesos al recrearse en una violencia explicita que en la mayor de las ocasiones es innecesaria (en el caso de ‘Crossed’, antes que nadie diga nada, se entiende por su contexto) y a veces parece atorarse la narracion como si no supiera por donde seguir pero en seguida logra arrancar. Y, por supuesto, le favorece a Kirkman (mucho) los compañeros graficos que se busca
Raúl Martin ha comentado:No me gusta Invencible
Pos te ví a poné dos velas negras.
Phantomas ha comentado: ¿Invencible el mejor comic de SH’s de los últimos años? Tampoco comparto esa opinión
Pos a tí te ví a poné otras dos.
Dr.M ha comentado:sobrevalorada (sobre todo por un determinado sector que deriva de aquellos insatisfechos por la Marvel de Quesada),
Que no se me olvide que mañana tengo que hacer un pedido. (Que cabrón, este va con segundas)
Un análisis de Crossed para destacar lo bien que retrata la oscuridad humana y tal me suena a cuando uno ve una peli porno para «fijarse en los instintos primarios subyacentes en el ser humano», «análisis de espacios cerrados donde se dan rienda suelta al deseo carnal» o «es que yo me fijo en el argumento».
Uf, veo que la contraposición de estas dos obras da de sí. Personalmente, os agradezco los muchos comentarios y, aparte de lo ya dicho en la reseña, refrendó algunas ideas de las que ya se han expuesto.
Queda claro que el formato dificulta la comparación entre una y otra obra, al ser abierta la de Kirkman y cerrada la de Ennis.
También es verdad que ese carácter abierto de la propuesta de Kirkman puede volverse en su contra cuando los léctores empiecen a sentir que no va hacia ningún lado. En el fondo, esa es la lacra del mercado USA cuando, por una parte, pretende hacer evolucionar a sus protagonistas, pero por otra parte se ve obligado a repetirse o reiterarse en un momento u otro para no cerrar la franquicia. Es algo a lo que todos contribuímos y que vuelve antinatural el desarrollo orgánico de los relatos. A día de hoy creo que Los Muertos Vivientes ha sabido sobreponerse a ese peligro, aceptando que con ciertos altibajos, pero no podrá hacerlo eternamente. Entonces… ¿dejar que te maten o sacrificarse con dignidad antes?
Por otro lado, las virtudes de la obra de Ennis creo que se deben al mucho oficio de su guionista. Coincido en los logros que le vé Raúl Martín en cuanto a su trabajo de caracterización en la segunda mitad de la obra, así como refrendo lo que otros apuntaban de que ciertos aspectos están apenas esbozados, pero incluso en esos momentos de brillantez creo que Ennis se mantiene a distancia de su criatura, que no se cree lo que escribe sino que lo escribe para el lector que lo está leyendo. Como diciendo «Bueno, os he dado pa’l pelo todo este rato para pasármelo bien pero lo acabaré como os gusta para que no me enviéis a freir espárragos». De todas formas, como decía, tiene tanto oficio que incluso manteniendo esa implicación a medio gas consigue implicar al léctor en la conclusión de la obra y así cierra una propuesta que tiene el suficiente interés testimonial como variación ligeramente extrema sobre el género.