Edición original: ene. 2007/jun. 2008; Vertigo (DC Comics).
Edición España: may. 2009; Planeta DeAgostini.
Guión: Mike Carey.
Dibujo: Jim Fern, Eric Nguyen et al.
Entintado: Eric Nguyen, Rob Hunter, Mark Pennington, José Villarubia et al.
Portadas: J.H. Williams III.
Color: José Villarubia.
Rotulista: Todd Klein.
Precio: 30 € (Rústica, 448 págs.)
Antes de noviembre de 2006 los aficionados al tebeo podían afirmar que Mike Carey era un hombre de Marvel: a mediados de año había acabado su andadura en la magistral Lucifer y en su último trimestre concluyó la adaptación al Noveno Arte de Neverwhere, la novela –y antes serie de televisión– de su venerado Neil Gaiman. Sin embargo, su amor por un sello al que tanto le ha dado pronto le hizo encarrilar un nuevo proyecto en forma de serie regular con la que poder compaginar sus etapas en X-Men y Ultimate Fantastic Four; un proyecto largamente acariciado y basado en su amor por el manga y el anime de terror en particular y por la mitología japonesa en general: la presente Crossing Midnight, que debutó precisamente casi en los albores de 2007.
Con Jim Fern como dibujante regular y Eric Nguyen realizando la labor de asistir a Fern y entintarlo ocasionalmente (junto a Rob Hunter, Mark Pennington, José Villarrubia y otros cuantos) todo presagiaba que la combinación de artesanía garantizada por Carey, fantasía y problemática social que componía el título iba a asegurar un éxito seguro pero ¡ay! las fórmulas y la calidad notable no siempre funcionan. Así fue como tras diecinueve números, la serie tocó a su fin en pleno 2008, dejando algo decepcionado al pobre guionista británico quien, pese a todo, ahora vuelve a la carga en la casa con The Unwritten, una nueva serie regular.
¿Qué razones latían debajo de las bajas ventas y la recepción tibia por parte de la crítica? Probablemente varias, pero sin duda alguna la más importante a mi juicio es que Carey no es efectivo a la hora de sentar los planteamientos de sus obras en un primer número y, en los tiempos que corren, los primeros números lo son todo. El propio autor lo explica así: «El primer número de Crossing Midnight se definió con fuerza en cuanto al género de la obra, creo, en el sentido de que planteaba una historia fantástica que derivaba a un terror realmente sobrecogedor. Pero no se definió a un nivel narrativo… la gente no estaba segura de a dónde llevaba la historia de los gemelos Hara. Si te quedabas lo suficiente como para leer el primer arco, entonces todo tenía sentido, pero no lo hizo la gente suficiente. Y para ser justos, ni siquiera suficiente gente compró el primer número en primer lugar, así que incluso un nivel normal de abandono podía haber sido fatal para nosotros […] Así que sí, me siento triste por el final prematuro de la serie, pero feliz porque en DC nos dieron tiempo para terminar el núcleo de la historia Kai».
Sea como fuere, la historia se cerró y ahora de cara al Salón del Cómic de Barcelona ’09 Planeta DeAgostini ha decidido darle una oportunidad en forma de recopilatorio integral que reúne al completo la colección. ¿Qué tal está en cuanto a factura técnica? Pues en general bien, aunque no redonda: la traducción es perfecta, la reproducción presenta en pocas (muy pocas) ocasiones un ligero aunque apreciable desenfoque, rotulación solvente, portadas originales incluidas (también las de los TPBs americanos), una encuadernación que aguanta bastante bien y no desentona con los productos editados hasta ahora en la línea, y dos artículos (uno a cargo de un servidor y otro a cargo de Mike Carey). ¡Ahm! Que nadie se alarme si en unos cuantos bocadillos aparecen las letras poco definidas porque es un efecto premeditado que estaba presente en el original.
Argumento
Kaikou y Toshi Hara son dos gemelos que viven con sus padres en Nagasaki y que llevan –a pesar de algunas extrañas experiencias en el pasado– una vida tan normal como la de cualquier adolescente. Sin embargo, ignoran que están vinculados por una promesa ancestral a Aratsu, el Señor de las Espadas, una entidad legendaria que se dispone a cobrar su deuda reclutando a Toshi y llevándosela a su mundo mágico. Las vivencias de los dos hermanos (tanto en nuestra realidad como en la otra), la búsqueda que emprenden el uno del otro y la comprensión de su propia naturaleza es el núcleo de un tebeo que aúna a partes iguales épica, problemática social, fantasía, mitología japonesa y terror.
Lord Aratsu se presenta ante
Toshi y Kaikou Hara
Análisis integral
A nivel referencial analizar Crossing Midnight es una de las tareas más sencillas a las que puede enfrentarse un escritor sobre cómics. La historia de Toshi –la hermana que pierde su memoria y debe convertirse en asesina y sierva de un mitológico señor de la guerra– y de Kaikou –el hermano que cae en el bando contrario y lucha por recuperarla– se estructura a base de sintoísmo, tragedia griega, terror oriental, cultura japonesa, reflejos oscuros de la imaginería de Hayao Miyazaki y mucho, muchísimo, de la Reina de la Nieves de Andersen, sólo que con los personajes protagonistas jugando roles invertidos (atentos al nombre del protagonista).
Todo ello, más la explicación de la génesis del tebeo, lo comentaba Mike Carey de forma sintética en una de las pocas entrevistas en las que se trata el tema: «Un montón de lo que leo y veo actualmente es oriental. Tengo dos grandes vicios que a la vez son placeres. Uno son los dramas televisivos americanos, material como Deadwood, Battlestar Galactica, The Wire, El Ala Oeste de la Casa Blanca… devoro este material en enormes cantidades. Y el otros son los cómics y películas japonesas y coreanas. Veo un montón de animación japonesa: material del estudio Ghibli, My Beautiful Girl Marie [aquí traducida como Mary Iyagi] y material de ese tipo. La animación japonesa es bella y lírica. Y leo, vorazmente, mangas de terror de autores japoneses: Junji Ito, Hideshi Hino, Shigeru Mizuki… amo ese material y no creo que haya nada como eso produciéndose en Occidente. Así que creo que todo ello se ha convertido en una gran influencia creativa para mí».
Ahora bien, pese a todo ello, Crossing Midnight no es un manga –o amerimanga, o britanimanga– ni en el plano formal ni en su estructuración. Con respecto al primero de los aspectos, hemos de decir que el diseño de la página es completamente occidental: viñetas cuadrangulares a razón de cinco o seis por página, con predominancia de la viñeta cuadrangular de proporciones cuadradas y, en menor medida, rectangulares verticales y panorámicas. Todo ello por supuesto en sentido de lectura occidental, con cerrados y transiciones propias de nuestro ámbito y espacio interviñeta –blanco y, a veces, negro– conservado. Ni líneas cinéticas, ni excesivas splash-pages, ni ese efecto máscara que definía Scott McCloud (no exclusivo del manga por otra parte).
La odisea de Kai transcurre en su mayor
parte en el mundo real…
Incluso el dibujo de Fern y Nguyen huye claramente de lo oriental: se emplea una línea muy fina y continua para marcar los volúmenes (realistas, sin desproporciones) y una un poco más gruesa para unos rasgos faciales en apariencia simples pero que se detallan de forma más profusa en los primeros planos (nada de ojos grandes ni de exageración expresiva). En la paleta de colores predominan a su vez los tonos pastel, especialmente variaciones tonales de rojos y azules fríos. Sólo las excepcionales portadas de J.H. Williams III –grande, grandísimo– nos evocan el arte tradicional japonés a través de retazos de los períodos Muromachi –Sesshū Tōyō a la cabeza– y Edo –Katsushika Hokusai–. En conclusión, tenemos un tebeo ambientado en Japón y protagonizado por japoneses, pero con una factura gráfica netamente estadounidense. Lo mismo, como decíamos, podría aplicarse a la estructuración.
La ambientación y los motivos conceptuales, por supuesto, son algo muy distinto. No sólo hablamos de los elementos mitológicos empleados, sino también de las costumbres, la comida, la cultura (tradicional y popular), la arquitectura, la terminología y el folclore que aparecen en el tebeo. Incluso a través de la problemática social (la yakuza o el Enjo kōsai) Carey demuestra que domina a la perfección la sociedad que retrata.
El propio guionista resume así este binomio imposible de su creación: «Crossing Midnight no es en absoluto un manga. Está ambientado en Japón, y tenía que estar ambientado en Japón porque está fuertemente basado en el folclore japonés; en un aspecto particular del folclore japonés que consiste en que todos los objetos físicos tienen alma, que hay espíritus que viven en los objetos particulares que usamos o que viven en los lugares en los que habitamos. Hay espíritus en rocas y árboles, pero también en tazas y mesas y cuchillos y tenedores y demás. El folclore japonés tiene dos clases de espíritus: los kami y los yokai. Los kami son casi como dioses, son espíritus que tienen dominio sobre un aspecto particular de la realidad. Los yokai son más como duendes o leprechauns… son extraños y pequeños monstruos […] Así que usamos todo eso como uno de los temas principales en Crossing Midnight pero en última instancia Crossing Midnight es una adaptación de un cuento de hadas occidental; es La Reina de las Nieves de Hans Christian Andersen ambientada en Nagasaki».
… mientras que la de Toshi
lo hace en el mágico
Ya para terminar el análisis del material queda por comentar la importancia de la mitología y la fantasía en los trabajos más importantes de la trayectoria de Carey en Vertigo; un elemento que ha estado presente en Lucifer, en Neverwhere, en God save the Queen… todas ellas relacionadas de alguna manera con Neil Gaiman, en una suerte de espiral que se rompe precisamente con esta Crossing Midnight que es netamente fruto de la mente del guionista de Liverpool. Nuevamente acudimos a sus palabras para explicar la importancia de las leyendas en su producción: «Bueno, estas historias sobreviven porque son genuinamente poderosas y evocadoras. Si estás tratando con mitos griegos, estás hablando acerca de historias que tienen dos mil quinientos años de antigüedad y siguen teniendo sentido para nosotros, y no nos han estado rondando todo este tiempo por casualidad. Estas historias se sumergen profundamente en la psique humana, así que en cierto sentido puedes darle profundidad y resonancia y poder a una historia simplemente tomando esos temas o esos eventos, esos personajes y esas relaciones, y vistiéndolas con ropas modernas. Estoy fascinado por las historias recurrentes, por historias que ves repetirse una y otra vez, diferentes mitologías aproximándose a las mismas historias con accesorios levemente diferentes. Existe un cliché consistente en que sólo hay siete historias en el mundo que contar… yo no lo acepto, pero sí que hay ciertas historias que poseen su eco a través del subconsciente humano y uno no puede ignorarlas porque cuentan algo profundo acerca de nosotros como seres humanos».
La batalla final
Una cita sin duda larga pero también muy oportuna, ya que desde su mismo comienzo en la cotidianeidad del Nagasaki contemporáneo hasta la épica batalla final con todos los elementos comunes a la fantasía medieval japonesa presentes, las viñetas resuenan en el lector como si ya conociese esta historia; como si fuera la nueva versión de un clásico que disfruta revisitando, ahora, bajo una nueva forma.
«Quien no sabe a dónde va, corre el riesgo de acabar en otra parte». Esta frase es quizás la que mejor pueda aplicarse a un tebeo como Crossing Midnight que lo tenía aparentemente todo para triunfar: referencias conceptuales poderosas, personajes fuertes, una trama fantástica sólida, un uso del terror muy en consonancia con los orígenes de la línea Vertigo, notas sociales también muy del gusto de los amantes del sello… todo menos un lugar al que ir, un estilo con el que definirse, un rumbo fijo.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones y al principio de este artículo, no es Mike Carey un hombre de buenos arranques; su voz la va encontrando a medida que avanza en la historia por muy planificada que la tuviera, y no es hasta pasados unos cuantos números cuando sabe a dónde quiere ir y qué equipaje necesita en el camino. Sin embargo, desafortunadamente, no tuvo tiempo en esta ocasión de desarrollar este proceso: Crossing Midnight es una colección que arranca con timidez, que sienta sus bases con maestría en los números subsiguientes, que se pierde en un arco central totalmente anticlimático y que, cuando justamente halla lo que quiere contar, acaba de forma magistral… pero acaba. Y también es una colección que, definiéndose como fantástica, concede demasiado protagonismo a una realidad –la nuestra– en la que se ambienta la mayor parte del tebeo.
El adiestramiento de Toshi
a manos de Aratsu
¿Qué nos queda pues? Una notable pieza de artesanía con muy buenos momentos –algunos álgidos–, un trasfondo inmejorable y una historia que se adivinaba preciosa pero que se ahoga en el engañoso esquema de presentación, nudo y desenlace al que se vio forzada por las bajas ventas. Es un pequeño Ícaro que justo cuando enfilaba rumbo al sol, se dio cuenta de que sus alas se derretían. Una pequeña gema entretenida y apreciable, que puede no justificar el desembolso necesario –según el caso– para hacerse con ella, pero que por su encanto cuando coge el tono adecuado tampoco puede decirse que no merezca la pena. Complejo dilema pues…
- Dos referencias ineludibles y clásicas: el artículo de la Wikipedia anglosajona al respecto del cómic y su ficha correspondiente en Comic Book Database.
- Vamos allá con los autores: podéis completar la visita de la imprescindible web de Mike Carey con la lectura de estas dos entrevistas (1 y 2) en las que se trata parcialmente la obra. En el terreno gráfico, igual de recomendables resultan las páginas oficiales de Jim Fern, Eric Nguyen y el portadista J.H. Williams III.
Un articulo estupendo Jose.
Creo que le dare una oportunidad,aunque All Star Superman tiene prioridad.¿Cierra bien todas las tramas?
Es una lástima que esta serie no haya podido tirar adelante. El Lucifer de Carey es muy grande y es un gran placer poder leerlo entero, desde el principio hasta el glorioso final. Espero que con The Unwritten tenga más suerte.
¡Hola a ambos!
Menglo, cierra muy bien todas las tramas, aunque el final es abierto (que no inconcluso) y deja volar la imaginación de lector. Lo único que tiene de malo es que justamente cuando empezaba a ponerse gloriosa, se termina.
Vísperas… el Lucifer de Carey es grandísimo y es probable que ésta también lo hubiese sido de haberle dado un poco más de cuerda. En cualquier caso, mucho me temo que con The Unwritten, a menos que encuentre su senda pronto, pasará lo mismo… el primer número me ha dejado frío, muy frío.
Hoy estaba dispuesto a pillarme este tomo en mi tienda, pero ya habían volado los que habían traído (y he tenido que ‘conformarme’ con Global Frequency y Pluto). Me atrae mucho este cómic, y por lo que dice José, es quizá la cancelación más frustrante de Vertigo en los últimos años. Y es que recordemos que Lucifer se hizo realmente grande a partir de los veintitantos números…
Por cierto, hay una cosa que me he preguntado a veces que no sé si es posible en el mercado del cómic americano: ¿podría DC permitir que se siguiera publicando una colección cancelada, como esta Crossing Midnight, en otra editorial menos potente, como Image o Dark Horse, que tienen baremos menos estrictos en cuanto a ventas? Porque igual lo que para DC es un fracaso, para alguna de estas editoriales sería un buen pellizco (aunque no sea un Muertos Vivientes o un Hellboy)… en fin, ideas muy altruistas para un mundo de mercantilismo feroz…
buen comic y buena reseña. super recomendable.
por cierto, dudilla: me explicáis q es eso de 100 bullets: last shot exactamente?
aqui el enlace: http://devilpig.deviantart.com/art/100-Bullets-Last-Shot-123127733
Clavos, respecto a tu pregunta… no tengo ni idea. Sé que hay cómics que han cambiado de editorial a lo largo de la historia, pero no sé si es porque las editoriales han dado permiso en ese sentido –que lo dudo– o porque los autores eran dueños de los derechos y al cambiar de editorial tenían la potestad de llevárselos consigo a cuestas. ¿Alguien nos puede ilustrar?
Curioso, por lo que veo ahí es el cartel de una fiesta que organiza Meltdown Comics –según la publicidad, la mayor tienda de cómics de la costa oeste estadounidense– el sábado 11 de julio por la tarde para celebrar la salida del último recopilatorio USA (que sale el 8 de julio allí). Nada que ver con un epílogo para la obra aunque pueda parecer lo contrario por ese «last shot» promocional.
No me lo he leido todo entero por si los Spoilers, pero entre lo que te he leido y el primer número que he leido en el link que pones, caerá fijo 🙂 Una lastima que esté cancelada.
Por cierto no habia planes para los House of Mystery y Horror??
Un saludo y gracias por la review!!
De nada GatoSamurai, ¡para eso estamos!
Respecto a planes para la clásica House of Mystery… creo que sí, que iban a sacarse dentro de la Biblioteca de Lucien aunque me pones en la duda. De todas formas, del plan a que salga hay un trecho.
¡Un saludo!
Me ha encantado el artículo, José.
La cancelación de esta serie es de las que más me ha dolido últimamente. Pero las ventas son las que mandan.
También aconsejo esta serie, además de por original, por las facetas de la cultura japonesa que nos descubre. Lo de las Enjo Kosai me dejó directamente escandalizado.
A ver que tal Unwritten, por ahora a todos nos está en cierta medida decepcionando.
uNA pregunta:cuantos volumenes son Pluto??
Gracias!
Muchas gracias por los parabienes, Raúl. La verdad es que la cancelación dolió… la última página del tebeo anunciaba la entrada en una espiral de nuevas aventuras que, a la vista del ritmo que había cogido Carey, habrían elevado la calidad de la colección a la estratosfera… pero no pudo ser y hay que leer la página en clave lírica. Una lástima.
Donnie Darko, según la Wikipedia son ocho tomos, pero más allá del dato no soy un especialista en manga.
¡Un saludo!
Jose,una duda¿Tan mal vendio?Me extraña que una serie de Carey no llegara mas lejos,en estos tiempos yo casi espero por inercia que en Vertigo sean los TPB los que salven las series regulares,y me extraña que ni en TPB hiciera numeros como para salvar la coleccion.
Ahora tengo miedo por Unwritten.
no se de donde pensaba que esta serie que reseñas en el articulo se habia lanzado casi a la vez que Lucifer,y podia entender el poco interes causado,pero si se lanzo despues del exito de Lucifer,y cuando ya estaba en X-Men¿Porque Unwritten triunfaria donde esta fracaso?
Si Carey tenia muchas ideas,quizas cambiar de editorial no,pero podria sacar alguna que otra miniserie o incluso un tomo,si a Rick Veitch le dieron una segunda oportunidad con Army Love………
Pues debutó con 12.756 ejemplares, en el número #5 ya solo vendió 7.196, del #10 se vendieron 6.142 y ya en el #15 las ventas fueron de 5.255 ejemplares. El último número se despidió con la tremenda cifra de 4.858 números. Respecto a los recopilatorios, el primero vendió 2.510 ejemplares, el segundo 1.917 y el tercero 1.715.
Así que sí… vendieron muy poco 🙁
José, ¿hay alguna web para mirar las cifras de ventas? 🙂
Pues solo queda esperar que Unwritten tenga mas suerte,Porque Carey me parece un autor que merece la pena.
icv2.com
¿Se puede poner? Sino que me lo borre algun moderador.
No solo se puede poner sino que además te he puesto el enlace al apartado correspondiente. Es la misma web que uso yo 🙂
Agente Graves, si te interesa cotejar las cifras, empiezan en noviembre de 2006… las fechas de portada en los cómics se ponen siempre con dos meses de retraso con respecto a la salida real del tebeo al mercado (en las fichas de mis artículos pongo las oficiales, no las reales).
Gracias por la respuesta José!
Un abrazo.
Está un poco frío el post, pero bueno, yo me lo pillé (otro mes comiendo suela de zapato…) y la verdad es que vale la pena, caro, pero saisfactorio. Y quería haceros una pregunta a los que os lo hayáis comprado, además de los bocadillos en que las letras se difuminan que avisaba José en mi tomo hay varias –unas 8– páginas desenfocadas, ¿ocurre en todos los tomos o el mío es defectuoso?.
Muchas gracias. Y un magnífico artículo.
Elenthir
Hola Elenthir, me vas a tener que disculpar pero se me pasó por completo preguntarlo a los lectores: en mi tomo también hay un puñado de páginas (muy pocas) en las que se aprecia desenfoque. Lo tomé por un defecto de mi ejemplar pero apunté por algún lado preguntarlo por aquí a alguien que se lo hubiera comprado, dado que mi tienda trajo pocos y se habían agotado cuando volví a comprobarlo.
Artículo reformado. Gracias por la puntualización y por el comentario.
Un saludo.
Pues yo me lo he pillado esta mañana, que para algo tenía descuento ahorrado en una tienda y le tenía ganas a esta serie desde hacía tiempo. Ojeando así deprisa no veo desenfoque ninguno.
Si dices páginas en concreto lo busco con más detenimiento.
Gracias por responder tan rápido. La verdad es que el desenfoque no impide la lectura, pero la hace un poquito más difícil. Héctor, mañana miró y te digo las páginas exactas, que no son horas…
La edición, excepto ese detalle y el precio que es un poquito alto, es magnífica.
Un saludo. Elenthir