No deja de resultar irónico y redundante que el viaje que emprendió David Fernández en 2011 con la publicación de la excelente reseña de Habibi sobre la obra de Craig Thomson concluya finalmente con
Tomando como punto de partida y fuente de inspiración los cuadernos de viaje previamente publicados por la editorial francesa L’Association, Thompson se desmarca por completo tanto de la forma como del fondo tradicional del cómic convencional. Es decir, no estamos ante un cómic al uso (algo que no es negativo de por sí), sino ante una propuesta particular que funciona, sobre todo, gracias al innegable talento de su autor. Hay que tener en cuenta que
Thompson afila sus lápices, pero también lo hace con el ingenio, y la observación. De este modo, capta, de una forma casi instintiva, lugares y lugareños con tal sutilidad y precisión que hace que éstos cobren vida dentro de las páginas, y por extensión, cobre vida también el propio cómic. Y lo hace maravillosamente bien con unas pequeñas pinceladas demostrando, por enésima vez, lo gran dibujante que es.
A lo largo de su recorrido por Europa y por Marruecos, debo de destacar cómo capta a la perfección Barcelona. Retrata tan bien a la obra de Gaudí, que solo un gran admirador del famoso arquitecto catalán podría llegar a hacer. La parada en la ciudad condal recrea también el mítico Salón Internacional del Cómic de Barcelona del año 2004, llamado en la actualidad Cómic Barcelona. Gracias a esto vemos a varias figuras del mundo del cómic, entre ellas a Laureano Domínguez, el editor de Thompson en España de la mano de Astiberri Ediciones. No es el único cómic en la que sale el propio Laureano, ya que a la memoria me viene Un noruego en el Camino de Santiago de Jason, también editado por Astiberri. Además de la presencia de Laureano, aparecen grandes historietistas como Mike Allred, Charles Burns o Paul Pope. Antes, durante su estancia francesa aparecen Blutch y Lewis Trondheim. La mayoría de estos autores colaboraron en este cómic con algunas ilustraciones, a destacar especialmente las de Trondheim y Burns.
El Macguffin de la promoción de Blankets nos muestra varios elementos interesantes en la vida del historietista: cómo puede ser y resultar tedioso tanto evento, bolo, firma y entrevista seguida que, si bien es parte del tejido industrial, a veces, visto desde el otro lado de la barrera, uno no es plenamente consciente de los inconvenientes que pueden llegar a ocasionar en un artista en particular. Los problemas de salud que tanta firma provocaba en la mano de Thompson, me recordaron en cierta manera a los que tenía el protagonista de Caricatura, la historia corta de Daniel Clowes que reflejaba los sinsabores del dibujante. También es destacable cómo en las partes menos realistas del tebeo surge la figura anticipativa de Zaqueo, que finalmente sería unos de los personajes secundarios de Almóndigas en el espacio.
Thompson demuestra ser en este cómic un gran cronista y un dibujante muy versátil, puesto que su trazo tanto funciona en entornos naturales como en urbanos.
Concluye así el recorrido por toda la obra de Craig Thompson, uno de los mejores historietistas del cómic de las últimas dos décadas.
Voyage, Voyage
Guion - 8
Dibujo - 9
Interés - 8
8.3
Thompson capta momentos, lugares, personas y anécdotas que inundan su cuadernillo y acaban por cobrar vida en un excelente y atípico cómic.