Por estas vidas diarias es por las que queremos vivir en japón
«Un amigo es… ¡Alguien con quien caminar a la par!»
Aiish el instituto… escuchar la campana para saber que toca aguantar el coñazo de 9 profesores y disfrutar de la clase de 2 (sin contar educación física y plástica), esperando que sonase otra vez para ir al recreo a jugar con la Gameboy leer a la biblioteca. Esas tardes de libertad adolescente cuando pones el primer pie en el mundo adulto pero sigue teniendo alma e ilusión de un niño. Donde todo era imaginación desbordante y tontuna inocente a partes iguales y no había móviles para dejarla registrada. Pues de esos lodos estos fangos.
Aunque la serie ponga “Boys” en el título, a estos baños entran chicos y chicas por igual. En una historia que nos saca la curiosidad de los chavales del armario de la hermana mayor de uno de los protas, que un palo se vuelve un arma legendaria de RPG y que una mesa de té sirve como estudio de grabación de radio, el límite es lo que esas cabezas puedan sacar. Que los villanos más terribles sean las chicas (y hermanas mayores) para unos y los chicos para otras y que ninguno de los dos sexos sea capaz de entenderse aún comportándose exactamente de la misma forma es parte de la magia adolescente que destila la obra.
La mayor parte de la trama de Daily Lives of High School Boys la protagonizan las 3 patas para un banco que son el imaginativo y liante Hidenori, el pasional y cabezaloca Yoshitake y el prudente e inocentón Tadakuni. Que pese a que tienen roles marcados terminan haciendo una sinergia donde los papeles poco o nada importan para que la trama ruede cuesta abajo y sin frenos. Las escenas más disparatadas a las que se termina sumando un elenco variopinto como un zoo (con más cabras y chorlitos que otra cosa), donde la seguridad física y mental no están aseguradas para nadie.
Este tipo de humor simple pero directo aguanta el tipo con los años como ninguno. Quizás algunas bromas de juegos de la época hayan perdido fuelle o solo nos tire de la comisura a los carcas millenials que crecimos con esas tecnologías, y más en Japón cuando fue el boom. Lo que quizás rechine algo más con el estilo actual sea el dibujo y las tramas. Pero no os vayáis a hacer pellas sin darle un intento a esta clase magistral de contar historias escolares. Con la escena de la falda y la mítica de ir desayunando la tostada de camino al colegio tienen un hueco en mi mente del que no han salido ni al acabar la universidad. Es una obra que cuenta con un anime algo más reciente que aguanta todavía mejor los años en cuanto a animación aún con los 10 años que acaba de cumplir y hasta life action.
Quizás sea porque estoy estudiando más al detalle este aspecto últimamente intentando entrar en la industria, pero como decía mi profesora de tecnología, no pongo dieces porque la perfección no existe. Que rabia me daba… Aún con esas voy aplicar su criterio y quejarme de dos puntillas. La primera y que más me ha podido escamar es la traducción en algunas bromas que o bien rechina un poco con lo que es el lenguaje coloquial de los adolescentes o bien hace perder el tempo del gag. No es algo que mate la comedia de la serie pero es lo que puede marcar la diferencia entre dejar el humor japonés tal cual como es y acercarlo al público occidental. El otro punto a mejorar es la rotulación, que en algunos bocadillos las frases se han ido a leer a al borde de sus posibilidades, además de las traducciones de onomatopeyas y mímesis que contrastan bastante en algunas viñetas.
Al final me he convertido en lo que más odiaba como alumno gamberro, en profesor que saca pullitas pese al trabajo que hay detrás. Pues tras la pulla resaltar el gran trabajo que ha hecho Moztros al lanzarse al manga con títulos tan interesantes como el aquí mentado y los que vienen de camino. Que la edición de Daily Lives of High School Boys es una gozada desde la sobreportada con magníficos relieves (+ marcapáginas y postales si sois rápidos), el papel y la maquetación magníficas y sobre todo apostar por un precio acorde a las páginas de los tomos. ¡Nos vemos en la siguiente clase!
Lo mejor
• Un humor por el que parece que no pasan los años.
• Es una obra pequeña para el humor jovial que desprende, se disfruta de maravilla en todos sus formatos.
Lo peor
• Como en todo el humor hay chistes que entran y otros que se sienten facilones.
• A la traducción y rotulación le falta un par de clases de refuerzo.
Guión - 7.7
Dibujo - 6.9
Interés - 8
7.5
Cosas de chicos
Los que nos enganchamos al humor japonés con Gintama y Nichijou pasamos por las clases de estos espontáneos jovenzuelos. Se echaba en falta poder compartirla en formato físico. Arigatou Moztros!
Justo esperaba esta reseña porque es el título que más me llama de los que ha anunciado Moztros.
El primer capítulo del anime me ha hecho su gracia pero, echando un vistazo al manga en la tienda, no me ha funcionado; quizá, con una lectura más tranquilita en casa, me entre mejor. La edición, muy buena, eso sí.
Un saludo, y gracias por la reseña.
A ti por la lectura y el comentario (^.^) . Es una serie sencillita es, pero para tener en la estantería y echarle on ojo al gag de turno lo vale bien. Que leyendo en público nos cuesta más reírnos si.