En la maraña de subgéneros que aflora en el campo nipón de las artes, hay lugar para todo tipo de estilos, desde lo etéreo a lo físico, de lo trascendente a lo mundano, o de lo amable a lo repulsivo. Esta última parcela es conocida como eroguro, una palabra que hace referencia al erotismo y a lo grotesco, y que sirve para denominar a un movimiento artístico que se sirve del sexo, la sangre, los desmembramientos, los asesinatos y los fetichismos más inimaginables para dar su particular visión del mundo. Este controvertido estilo ha sido desarrollado por escritores, como EDOGAWA RANPO; cineastas, como MIIKE Takashi; o autores de cómic. Entre los mangakas que han cultivado esta corriente se encuentran ITO Junji, MARUO Suehiro, HINO Hideshi o el autor del manga que hoy nos ocupa, KAGO Shintaro.
Durante sus últimos estertores de vida, la desaparecida editorial EDT comenzó a publicar obras de autores que hasta entonces eran casi o totalmente desconocidos para el público español. Así, a comienzos de esta década publicó cinco obras de este autor, labor que ha continuado ECC Ediciones en los últimos años. KAGO se caracteriza por ser un autor de múltiples aristas, preocupado por mostrar sus múltiples inquietudes, que escribe desde las entrañas, a fin de mostrar las dimensiones más oscuras del ser humano. El sexo, las perversiones, las filias y fobias, la violencia, la ciencia, la escatología, el surrealismo, su particular humor y la historia son constantes en la obra del japonés.
En una época de extrema corrección política, KAGO da un salto con triple tirabuzón y se adentra en un terreno al que no es fácil acercarse desde su escabrosa perspectiva. Ya había jugueteado con críticas al sistema capitalista, pero si bien encontramos elementos ya conocidos de obras anteriores de este autor, la combinación de los mismos con la explícita sátira política resulta un planteamiento refrescante, donde el autor juega con recursos como la reducción al absurdo, la hipérbole y el uso de estereotipos para desnudar las miserias del sistema político socialista y del estado soviético. Para ello se sirve de doce relatos cortos, inconexos entre sí, pero con características comunes, ya que todos giran en torno al comunismo, a las tradiciones rusas, están protagonizados por los líderes políticos de la URSS y Rusia y todos juntos conforman una suerte de ucronía del bloque soviético.
La primera historia, que funciona como un prólogo, ya es toda una declaración de intenciones. Con un estilo gráfico cercano a las obras kodomo de Fujiko Fujio, realiza un delicioso panfleto dogmático donde un niño japonés es aleccionado por un científico extraterrestre sobre las bondades del socialismo, llevadas al extremo mediante los tics propios del autor. En relatos posteriores muestra constantes como la suerte, el sexo y el despótico abuso de las mujeres en pos del bien de la nación, las presiones de los aristócratas a los gobernantes rusos, las ambiciones de promoción social de los campesinos, las purgas stalinistas, la carrera espacial, la tensión armamentística de la Guerra Fría, la importancia del trabajo y el sacrificio personal a favor del desarrollo del Estado, etc.
El dibujo de KAGO, a pesar de no ser brillante, resulta ser un acierto y un apoyo fundamental a su narrativa, gracias a la experimentación que desarrolla a lo largo de toda la obra, pasando del dibujo infantil a escenas sexuales explícitas. A medida que avanzan los relatos también se atreve a realizar composiciones de página mucho más elaboradas, plagadas de estímulos visuales y detalles que provocarán una mueca de repugnancia en los lectores, aunque llega a pecar de cierta sobrecarga de textos.
La edición de ECC Ediciones es impecable. Se trata de un tomo en tamaño A5 (15×21 cm), en el formato flexibook que llevan utilizando unos meses para algunas de sus obras, encuadernado con unas tapas semirrígidas y con sobrecubierta. Además, incluye páginas a color que incluyen un mapa político de la Unión Soviética, una transcripción fonética de los caracteres rusos y una particular miscelánea de objetos, cosplays, vehículos y armas militares a modo de epílogo. También encontramos al final del libro un glosario básico para conocer la Unión Soviética y una cronología que recoge los acontecimientos históricos que determinaron el devenir de la URSS y Rusia, aderezados con otros ficticios, cosecha del autor, donde prolonga los relatos anteriores.
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 7.5
Dibujo - 7.3
Interés - 7
7.3
Una ucronía soviética
KAGO plantea una propuesta interesante al pasar la cultura soviética por el filtro de lo grotesco, dando pie a una deformación de sus costumbres, su política y su historia. A pesar de resultar un ejercicio interesante, tiene lagunas en su ejecución narrativa, perdiendo fuelle a medida que avanza la lectura. En todo caso, se trata de una obra que difícilmente dejará indiferentes a los lectores. Gustará a sus seguidores y enfermará a sus detractores. Eroguro en estado puro.