Edición original: Daredevil#219 (Marvel, 1985).
Edición nacional/ España: Coleccionable Daredevil nº 19 (Planeta DeAgostini, 2003).
Guión: Frank Miller.
Dibujo: John Buscema.
Entintado: Gerry Talaoc.
Color: Christine Scheele.
Formato: Comic-book.
Precio: 5€.
Hoy me vais a permitir un pequeño capricho que, además, me servirá para reparar una leve injusticia.
Aunque hoy día Frank Miller se ha convertido en un chiste recurrente sobre el talento desaparecido, hubo un tiempo en que la sola mención de su nombre en un proyecto hacía tambalear al mundillo. Tras los modestos comienzos habituales, unos Spider-Man por aquí, un John Carter de Marte por allá, recala en Daredevil, languideciente creación de Stan Lee y Bill Everett que los editores supervisaban como de reojo, y demuestra haber estudiado a fondo el Spirit de Will Eisner, a quien le enmienda la mítica historia en dos partes de Sand Saref para crear a su célebre Elektra. Su paso por el cuernecitos redefine al personaje en todos los aspectos. Argumentalmente, lo ancla en un entorno urbano de mafias y ninjas, con un Kingpin rescatado de Spider-Man, más manipulador que nunca, y una nueva organización criminal, La Mano, que desde entonces campa a sus anchas por el Universo Marvel. Estilísticamente, introduce la arquitectura de viñetas de Eisner, reproduciendo desde sus hallazgos en el tempo narrativo hasta sus bromas visuales con el título de la cabecera, salvo en las secuencias de acción, coreografiadas a la manera oriental (influencia reconocida de Lobo solitario y su cachorro, de Kazuo Koike y Gosuke Kojima), con el obvio precedente del Shang Chi de Doug Moench y Paul Gulacy. Con Ruleta (Daredevil#191), desoladora reflexión sobre la inoperancia de los superhéroes frente a la complejidad de los problemas reales, Miller deja la serie convertido en estrella, encadenando proyectos como Lobezno: Honor (junto a Chris Claremont) o dando rienda suelta a su vena experimental en Ronin para la empresa rival, DC. En el cercano horizonte le esperan Batman y la gloria. Pero Miller no olvida. En su corazoncito queda un hueco para Matt Murdock.
La historia de este inaudito fill-in, publicado en Daredevil#219 con fecha de portada de junio de 1985 (antes, por tanto, de su triunfal regreso en Born Again, acompañado a los lápices por David Mazzuchelli), es notable por varios motivos. En sus veinte páginas no se cita el nombre de Daredevil ni el de Matt Murdock ni se vislumbra siquiera que pueda ser ciego. Ni siquiera hace amago de salir con su atuendo rojo de la doble D en el pecho. ¡Qué diablos! Ni siquiera viste como suele, con su traje caro, hecho un pincel. Aquí se pasea en vaqueros, una chupa de cuero y una gorra, atuendo que no abandona si no es para dormir brevemente en una pensión. Tampoco se explica qué podría estar haciendo de vagabundeo el abogado más famoso de Marvel. Tal vez si hablase… pero ni una palabra suelta. Y la historia está contada por un tercero, un espectador que no se identifica, cuyas digresiones no sirven para meterse en la cabeza de nuestro protagonista. El pueblo, Broken Cross, tampoco tiene significación especial en la Casa de las Ideas. Miller construye su relato alrededor de este insignificante pozo de inmundicia, gobernado por unos caciques pueriles en la persona de una mujer religiosa y autoritaria, que se pasa la vida conspirando y azotando a sus dos hijos aprendices de delincuentes juveniles, y un oficial de policía corrupto de manual. En el colmo de la pirueta, el “extranjero” (así le llaman) recuerda a los demás a un hombre, el agente John Fagan, asesinado hace años en un callejón, que, aunque muerto, es el verdadero motor de la historia, un fantasma que se resiste a desaparecer. Los dibujos de John Buscema, apenas reconocibles bajo las tintas de Gerry Talaoc (quien en las fechas se había especializado en destrozar a un primerizo Mignola en Alpha Flight), contribuyen al extrañamiento general. Como si Miller se hubiera propuesto desterrar concienzudamente todos los elementos que él mismo creara para el personaje. ¿Por qué?
Ciudad Fantasma es un Miller de transición. Un Miller confuso, explorando, prefigurando los derroteros que frecuentará al independizarse de las grandes. Broken Cross es la Sin City sin glamour, sin los gigantes sobrehumanos ni las putas con cuchillos, sólo tipos vulgares de heroísmo y bajezas comprensibles. Sin los crudos claroscuros, sin las grandes viñetas, sin la épica. Incluso el extranjero parece fuera de lugar. Pero, bueno, es extranjero, a fin de cuentas. Aquí están ya los cuadros de texto que remedan a Spillane, con una comprensión por la gente sencilla que jamás tuvo Spillane. Hay una sensación de inaprensible vulgaridad que jamás consiguió Miller como en estas páginas. Tal vez porque este Buscema ensuciado por Talaoc resulta, a la postre, el único equipo posible, aunque también lo hubiera bordado Joe Kubert. La planificación, no la pasemos por alto, recae en los hombros de Big John, como demuestra que recurra a su acostumbrada cuadrícula de seis viñetas; también algunos deslices, como que el texto de Miller describa al extranjero en silencio y Buscema lo dibuje gritando, una curiosa transgresión de la impasibilidad casi monolítica que lo caracteriza. En detalles afloran los apuntes de Miller, como en el ataque a Cosie, una página construida al más puro estilo del autor. Aunque Miller ya había probado antes a desplazar el protagonismo del teórico titular a alguno de los secundarios, siguiendo al maestro Eisner, nunca había optado por un enfoque tan radical. Debió quedar contento, pues lo usaría con frecuencia en Sin City, ya sin la rémora de un personaje fijo que desfigurar convenientemente. La vocación de Miller por la serie negra alienta ya en estas páginas, reacias aún a olvidar al luchador sobrehumano, pero con los sacrificios, crueldades y redenciones habituales del género, incluida la pincelada expresionista para definir caracteres.
Decía Francis Ford Coppola que hay que robar a los mejores. Miller se lo tomó a rajatabla. En este relato hay préstamos evidentes de The Spirit (¡cómo no!) pero también de El Hombre Enmascarado, la genial creación de Lee Falk. Sin más pruebas que mi intuición, sospecho que este último, más tenue, se debe a la intervención de Buscema, gran admirador de las tiras de prensa clásica. El extranjero recuerda al «fantasma que camina» cuando este abandona la selva y se desliza de incógnito por las calles de la ciudad, como puede atestiguar cualquiera familiarizado con el personaje. De las andanzas de Denny Colt extrae Miller el enclave y cierta atmósfera… incluida la gorra de Matt Murdock. Pueden comprobarlo en los ejemplos gráficos adjuntos. Las imágenes en blanco y negro corresponden al episodio «La caza» de The Spirit, publicado el 30 de julio de 1950.
(Aviso para suspicaces: No pretendo desmontar el talento de Miller. Sería el primer perjudicado, porque este episodio me encanta, a pesar de sus “homenajes”. O precisamente por ellos. Y que hasta los más convencidos fans del Sr. Miller lo hayan olvidado, que nunca se recopile en las numerosas reediciones de su Daredevil, que ni siquiera los admiradores de Buscema lo mencionen no hace sino que le tenga más cariño, con el regocijo de saber unas claves ocultas a la vista de todos. Aunque al compartirlas con vosotros queden, al fin, desveladas.)
Ciudad Fantasma ha sido publicado dos veces en España por Planeta. Primero fraccionado en Spider-Man, acompañando a unos horrorosos Marvel Team-Up, y posteriormente en el coleccionable de 25 entregas dedicado a Daredevil, en medio de la etapa de Denny O’Neil y Mazzuchelli, con motivo del estreno de su fallida adaptación cinematográfica en 2003.
Lo cierto es que tambien, asi de espaldas, el disfraz de Matt Murdock recuerda a Marlon Brando en «Wild One», por ser un nómada rebelde en un pueblo poco acojedor…
Un saludo.
¿Una aventura de Daredevil por Miller y Big John?¿ Y ya se editó aquí dos veces?¿Y las dos me las he perdido? Mierda. Se impone una visita a librerías de segunda mano, pero ya.
La verdad es que de algo me sonaba esta historia, pero creía que estaba inédita. Ignorante de mí.
Ah, aquellos tiempos en los que incluso los fill in eran obras maestras!
La verdad es que no me había parado a pensar con el paralelismo con Spirit…muy acertado, de cuando Miller era Miller y no esa cosa horrorosa en que se ha transformado…
La etapa de Miller en Daredevil pide un par de Omnigolds a gritos.
La tengo mitad en grapas Forum, mitad Obras maestras y en el coleccionable, pero no dudaría en pillármelo en un formato mejor.
Muy buena reseña si señor, por desgracia nunca he visto esta obra en ninguna tienda, ni siquiera en las especializadas en material saldado de Forum, se me hace que va a ser difícil encontrarla, pero si la veo caerá.
Llevo mucho, mucho tiempo leyendo hablar muy bien de esta historia, pero nunca he tenido la oportunidad de leerla. Como dices, las recopilaciones la ignoran. Y sus fans siempre la describen como una «joya oculta». No sé por qué carallo tiene que estar oculta, si es Daredevil, es Miller y es Buscema, pero…
No sabía, eso sí, que el dibujo era de Buscema. Ahora me pica aún más la curiosidad.
Buen articulo.
Me gustaria leer algo parecido sobre aquella historia de Daredevil sobre asesinos en serie que Miller tenia pensada para ser dibujada por Walter Simonson despues de Born Again.
Y a mí que me gutaban los entintados de Gerry Talaoc.
Es verdad que masacraba al dibujante que hubiera debajo, pero tenía su encanto el hombre.
Es el número 19 del coleccionable donde está incluida, que además tiene historias auto conclusivas del tándem dennys o´neal/ D. Mazzuchelli que no están nada mal. Supongo que será fácil de pillar, porque no hace tantos años y porque los coleccionables tenían bastante tirada…
A mí me gusta también Gerry Talaoc, creo que forma parte de esa estirpe de artistas felipinos que contrataron para hacer que los dibujantes de la casa parecieran más recargados y detallistas.
se dice, se rumorea…
coño jorge! gracias por el soplo.
pd: agrafojo para quitarse el sombrero, como siempre.
Coño, eso se dice abiertamente: señores, ya han empezado a emitir la cuarta de Community en castellano.
Ahora toca decidir si queremos verlos semana a semana o esperamos tres mesecitos para verlos todos de golpe.
¿Community? ¿Estabais hablando de Community? ¿Hay alguien viéndola en aspañol? Gensanta, qué plebe hay por ZN…
¡Me acabo de leer la historieta! Me pasé por la biblioteca y, efectivamente, por ahí andaba el recopilatorio de Daredevil. Gracias al soplo de que se trataba del nº 19 pude sentarme tan pancho y leermelo feliz como una perdiz. Gran historia, indeed. Y además respetando el color original, cosa que me encanta porque no acabo de entender esa manía de recolorear tebeos de hace treinta años como si estuviesen hechos hoy.
Coño, habrá que buscarlo. Señor Agrafojo, un lujo leerle como siempre, se nota su amor por los cómics.
muy buena reseña y este comic nunca lo lei lamentablemente y yo que pense que habia he leido todo lo de Miller en el gran Daredevil!
Magnífico cómic y magnífico artículo. Yo lo leí siendo un chaval, porque a pesar de no coleccionar la serie de Spiderman, coincidió que me enganché a esos números de Marvel Team-Up tan horrorosos dedicados al Abad Negro (hace poco los releí, y ciertamente no conservan el encanto que les recordaba), y sí, allí estaba este cómic a cachitos (Spiderman v1 nº97-98 Fórum). Una historia que resultaba muy chocante para un tierno infante, pero que desde luego llamaba la atención y se quedaba grabada en la memoria.
Por otra parte, siempre he asociado este número de Daredevil a otro fill-in también dibujado por Buscema (aunque escrito por otro guionista más modesto) para la serie de Thor, ambientado en el salvaje oeste. Otro cómic que siempre me ha gustado mucho.
Es verdad, Jerónimo, ese número de Thor también tiene su encanto. En cuanto a lo del «guionista más modesto», pues ahora me pillas pero, ¿no se reeditó esa historia en los Best of Marvel dedicados al Thor de Simonson? Al menos, mi memoria de mierda los ubica ahí. ¿Es Simonson el guionista o es otro?
Bluntman, cinematográficamente, «el extranjero» (que, en realidad, debería ser «el forastero») es heredero directo de westerns tipo El jinete pálido, donde cambia lo que está alrededor del personaje central pero no este. Supongo que Miller no desdeñaría a un joven Clint Eastwood tras las gafas de sol. Eisner hacía mucho esta clase de historias donde lo que menos importaba era Spirit, de paso por el drama de unos personajes que encuentra en el camino. Miller lo lleva más allá, deshumanizándolo por completo, extirpando cualquier característica reconocible para convertirlo en símbolo. Por supuesto, habrá quién argumente que, por buena que sea la historia, no es un tebeo de Daredevil. Curiosamente, este es uno de los aspectos que me fascinan. La historia es tan poderosa que funcionaría igual con otro conductor. Sin problema podemos imaginarnos a un desencantado Steve Rogers de la época de Nómada recalando en la ciudad. No habría que cambiar una coma. Un cansado Nick Furia de permiso tras alguna trastada de Shield. Un Bruce Wayne vagabundo antes de convertirse en murciélago. Oliver Queen sin su arco. O Dick Grayson. Ni siquiera el cambio de sexo afectaría demasiado. Podría ser Dinah Lance encontrándose a sí misma tras una pelea con Ollie. En vez de John Fagan, agente de policía, ponemos a Joanna Fagan, abogada, y lo mismo. O Selina Kyle perdiéndose una temporada fuera de Gotham mientras se olvida un asunto que ha salido mal. O la Ororo punky que ha perdido sus poderes. Si lo dibujara Barry Windsor-Smith sería otro «Muerte Viva». Etc.
Gracias, jorgenexo, drummer, marcus. Es lo que mola de escribir en Zona Negativa.
Khonsu, Spirit, iba a decir que no me gustan los entintadores «invasivos», que yo soy más de los de Sinnot a Kirby, Austin a Byrne, Merino a Pacheco, y en este plan, pero luego me he acordado de Kevin Nowlan, Bill Sienkiewicz, Kyle Barker o incluso Klaus Janson, a quien he ido cogiendo afecto con los años, y me he quedado sin argumentos. Eso sí. Orden de alejamiento para Gerry Talaoc y su tablero de dibujo. 🙂
Me alegro de que le haya gustado, Sputnik.
Jerónimo Thompson, Diomedes, estas historias, leídas de niño (y no tan niño), marcan pero bien. Me recuerdo admirado con el cachito de «Paria» (uno de los capítulos de Born Again), también troceadito en aquellos Spider-Man. Cuando me deshice de mi colección del trepamuros, años ha, sólo me quedé con los primeros números de Stern y Romita (entonces no sabía que se habían saltado páginas, ¡grr!), el nº 25 y el 100, por su relación con los Nuevos Mutantes, y esos Marvel Team-Up donde estaba esta historia, que me encantaba y que no había forma de encontrar en otro lugar.
El número de Thor era un fill-in de la etapa Simonson, pero estaba escrito por Jim Owsley (o sea, Christopher Priest).
No deja de resultar curioso que una pésima decisión editorial, como fue la inclusión del Born Again a cachitos como complemento de Spiderman, permitiera sin embargo que una buena cantidad de chavales atraídos por las aventuras más ligeras y comerciales de Spiderman leyeran un cómic que por su guión y dibujo difícilmente hubieran comprado (ni en grapas de la serie de Daredevil si ésta no hubiera sido cancelada, ni mucho menos en tomo de lujo).
Las ediciones baratas, e incluso directamente irrespetuosas con el formato original, pueden llegar a ser muy necesarias a veces para que este tipo de contenidos llegue a un público más amplio.
Aún se dio otra paradoja más simpática. Forum publicaba Daredevil mensualmente a razón de episodio y medio USA por cuaderno. Al cerrar, pasó a Spider-Man, donde se ofrecía medio episodio USA del cuernecitos a la semana. Así que quienes hasta entonces seguíamos ambas colecciones resulta que, con el cambio, leíamos más cantidad de Daredevil por menos dinero. Genial, ¿eh?
Es que hay que reconocer que Forum cuando consideraba que un producto era bueno se esforzaba en publicarlo como fuera.
Los complementos y los marvel two in one pueden parecer una chapuza hoy día, pero es que sin ellos Borna Again, el Thor de Simonson o el Hulk de Byrne y el de David no se podrían haber publicado en su época.
Otro caso sangrante es la miniserie original de Punisher, que se publicó de complemento en Marvel Heroes. Menudos lumbreras! Una mini de lujo como aquella habría merecido ser el primer plato de Marvel Héroes en vez de serializarla eternamente durante casi 20 números.
El otro día revisando el western de Clint Eastwood Infierno de Cobardes me percaté de dónde había sacado el Miller la secuencia del sueño (entre otras cosas), que me sonaba tanto y no identificaba… Menudo estaba hecho el tito Frank.
¿y nadie sabe el número concreto del coleccionable?(edición española,por supuesto),por que me interesaria intentar rastrearlo.
porque,vamos,no recuerdo haberlo leido,la verdad.
En el nº 19. Viene en la ficha, frankbanner. 😉
Es un gran episodio, bastante olvidado, del mejor Miller.
gracias por el dato,javier¡¡.voy a intentar «cazarlo»,aunque solo sea por puro completismo.
Si lo consigues, no olvides compartir tu opinión! 🙂
El mismo cuadernillo contiene una historia muy buena del tándem O´Neil-Mazzucchelli titulada ‘Niebla’.
Con colaboración en el argumento de Miller además, que la historia cerraba un cabo suelto de su etapa.
A mí también me recordó a Infierno de Cobardes. Luego la gente dice que TDKR se parece a Sin Perdón (que más allá de tener a una vieja gloria volviendo a la acción no se parecen en gran cosa).