Edición original: Day Men Nº 1-4 USA (BOOM! Studios, 2013-2014).
Edición nacional/ España: Norma Editorial (2015).
Guión: Matt Gagnon y Michael Alan Nelson.
Dibujo: Brian Stelfreeze.
Color: Darrin Moore.
Formato: Tomo rústica de 112 páginas.
Precio: 14,00€.
«Con la mente adecuada, y un propósito claro, una persona puede arrancar lo imposible de las fauces de la realidad.»
Es fácil pensar en el mito del vampiro como una superstición que nació en la noche, alrededor del calor de una hoguera. Una de esas historias contadas por las primeras comunidades humanas para controlar el ímpetu de los más jovenes y osados del grupo, y ofrecer una explicación a cuestiones imposibles de abarcar por la mente humana. En un principio nuestra especie era consciente de su vinculación con la naturaleza, de ahí la habitual presencia de creencias animistas y totémicas en las culturas antiguas. Pero la civilización lo cambió todo. Nos hizo replantearnos nuestra posición en el mundo y, sobreestimando nuestro ingenio, pronto llegamos a la conclusión que debíamos ser el centro de la existencia. Lo natural era un obstáculo a superar, algo salvaje, inferior y con un lado oscuro al que debíamos renunciar. El vampiro se convirtió en una tentación de las sombras que nos arrebataba virtudes y no ofrecía a cambio dones malignos para apoderarse de nuestra preciada humanidad. Su presencia nos ha acechado a lo largo de océanos de tiempo, mutando en nuevas formas a medida que nosotros íbamos creciendo y transformando el mundo a imagen y semejanza de nuestro ego. Han sido protagonistas de miles de relatos, películas, cómics y videojuegos, y aunque los tememos, sus promesas de eternidad, poder, lujuria y sangre nos siguen fascinando como el primer día.
El mito sigue muy vivo aunque hay quién lo considera agotado y/o superado. La realidad no puede acogerlo en su seno y ha pasado mucho desde su fértil reinado en la literatura y el cine de ficción. Pero nunca hay que subestimar al demonio. El cine nos ha enseñado que su mayor logro siempre ha sido el hacernos creer que no existe. El editor de BOOM! Studios Matt Gagnon ha demostrado con su primera incursión como autor en la presente Day Men, en la que colabora con el guionista Michael Alan Nelson y el dibujante Brian Stelfreeze, la capacidad de supervivencia de la figura del vampiro y su habilidad para reinventarse aun apelando a la prevalencia de sus características más clásicas. «No tenía ningún interés en contar una historia de vampiros», comenta Matt Gagnon en el epílogo del primer tomo de la obra, asegurando que, pese a ser un devoto de estos personajes, decidió «que solo contaría esta historia si había alguna manera de hacerlo que no hubiese sido popularizada por la industria del espectáculo. Una grieta inexplorada que añadiese algo al género.» Y lo encontró en una vuelta de tuerca de lo más natural, volviendo a poner el foco de atención en lo humano, dejando a un lado el afán de protagonismo y reconocimiento al que se han entregado en las últimas décadas los vampiros, protagonistas absolutos de novelas, filmes y series de televisión como Entrevista con el Vampiro, Crepúsculo o True Blood.
Portadas y páginas interiores de Day Men
Pero desde sus orígenes el vampiro siempre ha sido una criatura tímida y reservada, cautelosa y precavida; en la mayoría de relatos clásicos los hemos conocido mediante las vagas y timoratas impresiones y puntos de vista de sus protagonistas humanos. En ese sentido, Day Men no aporta en apariencia nada original, pues recurre a un cliché propio del género, pero la diferencia con otras historias parecidas es que los humanos protagonistas en este caso no son indefensas víctimas ni tampoco cazadores de vampiros de la estipe de Abraham Val Helsing. El foco de luz del cómic está puesto sobre los obreros, los ayudantes de los no-muertos entregados a su servicio con la esperanza de algún día recibir su recompensa eterna, esos «mortales trabajadores», como los llama Matt Gagnon , «que viven en marcado contraste con sus amos casi divinos.» Por ello la historia de Day Men sigue a David Reid, un Hombre de Día, un humano adiestrado y educado para proteger a sus benefactores de la ancestral familia Virgo y encargarse de sus asuntos durante las horas de sol. La misión de David Reid se complica sobremanera cuando Nybor, uno de los miembros más rebeldes de la familia, le pone en la pista de un delito de tráfico de colmillos que parece implicar directamente a la organización comandada por la matriarca Azalea Virgo y de la que pretenden aprovecharse sus rivales del clan de los Ramsés.
Pero esto es solo la punta del iceberg, en Day Men encontramos una mitología vampírica que nos habla de la presencia histórica de hasta cincuenta clanes de chupasangres que durante miles de años han controlado desde las tinieblas el mundo humano y han mantenido una lucha abierta entre ellos por el poder. Es este otro elemento determinante en la obra de Matt Gagnon y Michael Alan Nelson pues nos ofrece una visión más política y cercana al género negro que propiamente al relato de terror del que incluso intenta desmarcarse en gran medida. Una historia de vampiros que no trata sobre los habituales temáticas vampíricas y en la cual lo interesante pasa por observar las luchas de poder de las diferentes facciones en conflicto, algo en la línea de la popular serie de televisión Juego de Tronos con la que también tiene en común un reparto lleno de personajes carismáticos, ambiguos y de moral distraída dispuestos a cualquier cosa para lograr sus objetivos y colmar sus ambiciones de sangre y poder. El juego está muy bien planteado por sus responsables, moviendo sus piezas y personajes en estos primeros números de cara a un guerra inevitable que se va preparando a fuego lento y con diversos puntos de roce que nos hacen querer saber más sobre su universo (incluyendo, en asiento de primera fila, a sus humanos o «perros del sol»). Todo ello acompañado de buenos diálogos y una eficaz narrativa.
Más páginas interiores de Day Men
En el apartado gráfico luce con fuerza el trabajo de Brian Stelfreeze, un valor a descubrir con un trazo muy depurado, detallado y preciso pero sin perder naturalidad y flexibilidad como ocurre con otros artistas que acostumbran a recurrir a referencias y modelos reales para sus obras. Los rostros de los personajes principales -mejor definidos en los primeros planos aunque siempre reconocibles- nos resultarán familiares aunque no sea traslaciones exactas de otros homólogos reales de carne y hueso, más bien sublimaciones enhebradas con distintas piezas, como monstruos de Frankenstein, que logran un gran efecto sobre todo a la hora de retratar la intangible y peligrosa belleza de sus no-muertos. Por otro lado, el uso del color de Darrin Moore no se siente condicionado a los tonos oscuros por tratarse esta de una historia de vampiros, su paleta se muestra amplia y generoso e incluso en las escenas nocturnas la acción se puede apreciar con total claridad y limpieza pero no sin por ello perder personalidad. Es la suma de estas virtudes visuales, con el buen hacer en el guion de Matt Gagnon y Michael Alan Nelson, y el potencial con el que nos asalta su historia, lo que hace de Day Men una obra por encima de la media que si bien no reinventa el género que utiliza como base de su experimento si nos ofrece una perspectiva y una mitología expandida tan sugerente como para morder nuestro interés.
Edición original: Day Men Nº 1-4 USA (BOOM! Studios, 2013-2014). Edición nacional/ España: Norma Editorial (2015). Guión: Matt Gagnon y Michael Alan Nelson. Dibujo: Brian Stelfreeze. Color: Darrin Moore. Formato: Tomo rústica de 112 páginas. Precio: 14,00€. "Con la mente adecuada, y un propósito claro, una persona puede…
Day Men Volumen Uno
Day Men Volumen Uno
2015-09-11
Jordi T. Pardo
Argumento y guion - 8
Apartado gráfico - 8
Interés - 8
80
8
VALORACIÓN GLOBAL
En Day Men Matt Gagnon nos propone una historia de género negro con vampiros centrada en su componente humano. La mitología que desarrolla su autor junto a Michael Alan Nelson, el potencial que la historia demuestra, y el apartado gráfico de Brian Stelfreeze y Darrin Moore, hacen de Day Men un interesante experimento y una lectura con un buen empaque. Para los devotos de los no-muertos. ¡Lux in Tenebris!
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Tengo mucha curiosidad por esta obra y más después haber leído tu reseña. De Brian Stelfreeze me falla el subconsciente o era el encargado de dibujar aquellos trading cards tan molones de Marvel que se publicaron en los noventa?
Me respondo a mi mismo de forma afirmativa. De hecho este mismo trading card recuerdo que lo tenía.
http://i.ebayimg.com/00/s/MTEwNlg4MjU=/z/7sEAAOxyu1BTj-6l/$_57.JPG
Pues fíjate que yo no me había sentido atraído por este Day Men. Y después de esta entusiasta reseña, pues quizá me anime.