We the North
«For blood and honor!»
Tom Taylor ya nos introdujo algún spin-off de Dark Knights of Steel para demostrar que esa tierra era suficientemente amplia y rica.
Ya sabemos cómo es DC.
Ya sabemos cómo es la cultura pop americana.
En chicle lo inventaron en Estados Unidos.
El éxito y la calidad de la primera miniserie tenia un subtexto claro para el área comercial: “Blanco y en botella”. Habría continuidad.
Julio de 2024. Segunda miniserie.
No hace falta referirse siempre a Juego de Tronos cuando se comenta una obra de aire medieval y fantástico. George Martin no inventó los dragones y los castillos. De hecho, hizo un refrito de mitos, leyendas e historia. Para cualquier lector avezado nacido el siglo pasado, hay muchas otras referencias relacionadas con la espada y brujería, la fantasía y el medievo.
Pero en esta segunda miniserie la referencia es clara. Ocurre en un paraje invernal, pero no idílico de postal. Se trata de un entorno cruel y despiadado. La referencia a Invernalia es clara, mezclada aquí con vikingos. Algo de agradecer en este caluroso mes de julio.
Esta miniserie ya no se centra en los héroes. DC es tan rica en personajes que puede apuntar a otra dirección y centrarse en otros protagonistas, en explicar historias totalmente diferentes. Ahora toca a los villanos. Le toca a Deathstroke. Tuerto y brutal, el ambiente guerrero, vikingo y medieval le sienta como un guante.
La trama trata nos detalla una extraña alianza entre el mercenario del pelo blanco y el eterno y carismático Vandal Savage, personaje inevitable en este tipo de historias. Un villano de los de antes, de los que dan rabia.
Jay Kristoff construye una historia que equilibra la acción y la construcción de la trama. No es una mala historia ni está mal ejecutada pero no tiene la magia y el encanto de la primera parte. Las comparaciones son odiosas. No en vano, el rollo vikingo y norteño tiene un tono muy diferente al de la miniserie anterior, apenas comparten el título. Es un inicio muy introductorio. Le falta algo de gancho a pesar del colorido cliffhanger.
Le acompaña el dibujante gallego Tirso que se desenvuelve de forma solvente en una historia en blanco y negro casi, casi en su totalidad. El ilustrador sabe conjugar un trazo moderno, una narrativa actual y eficiente con el tono medieval donde predomina la madera, el hierro y la nieve.
A pesar de tratarse de un trabajo profesional, da la sensación de que Tirso ha disfrutado lanzando a Deatshtroke al interior de un kraken, diseñando cascos vikingos, escenificando escenas de violencia explicita y acción trepidante.
Este primer número tiene una historia de complemento del padre original de la criatura, Tom Taylor con dibujazo de Fedirici que se dedica a ampliar y bastir este universo tan entretenido.
Se trata de una historia paralela de corte más medieval si cabe. Los protagonistas son unos caballeros de armadura llamados Martha y Jonathan que se encuentran con la cabeza de una cuadrilla llamada Waller. Nombres totalmente aleatorios. Aquí Taylor amplia las lides y se sumerge en los océanos de esta tierra para presentarnos un villano con un casco espectacular en cualquier rincón del multiverso.
Y aquí llegamos al principal problema de Tirso. Federicci está espectacular. La comparación hace que se nos vayan los ojos. Su parte colorida y vegetal es fresca, armoniosa y bella. El “truco” byrniano de utilizar viñetas grandes para ahorrar esfuerzo y maximizar el resultado dan lugar a unas páginas amplias, cómodas, agradables y magnéticas.
Es probable que esta segunda parte sea un mero complemento para situar figuras en el tablero de esta tierra pero en este caso se trata de un puntazo, a pesar de que en los créditos los autores de este historia tengan un cuerpo de letra menor.
Se trata pues, de un inicio de miniserie prometedor que nos ofrece más diversión en el crisol de géneros que supone esta iniciativa. Puede que no sea un cómic que pase a la historia, pero hasta el momento no defrauda.
Una oportunidad para los autores de la historia principal para desarrollar un trabajo atractivo.
Lo mejor
• Deathstroke (casi) siempre es bienvenido.
Lo peor
• Le falta la chispa de la primera miniserie.
Interesante
Guion - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 7.5
7.7
Entretenida y tentadora. Le falta un punto pero puede que se desarrolle en el futuro.