DC acaba de anunciar que en el año 2020 cerrará los sellos Vertigo, DC Ink y DC Zoom a partir de enero. Esto responde a una nueva estrategia para publicar todos los productos de la editorial bajo la marca DC. El contenido quedará dividido en tres sellos: DC Kids, DC y DC Black Label.
Así que actualmente los tres sellos de la editorial quedan distribuidos de la siguiente forma:
–DC Kids: De 8 a 12 años.
–DC: De 13 años en adelante.
–DC Black Label: De 17 años en adelante.
Así que a partir de ahora las reimpresiones y el material que esté por salir de DC Ink y DC Zoom saldrán para DC Kids mientras que las reimpresiones del material de Vertigo tendrán a partir de ahora un DC Black Label en sus portadas. Parece que los sellos ligados a un autor seguirán vigentes como las colecciones del Sandman Universe, Young Animal de Gerard Way o el Wildstorm de Warren Ellis. Uno de los directivos de la editorial, Jim Lee, dice que nadie será despedido y que ninguna colección será cancelada en base a esta edición así como la editorial seguirá publicando obras de autor para los diferentes sellos. Según Dan Didio, lo que se pretende por encima de todo es que cada grupo de lector encuentre su lugar.
Our decision to rebrand all content under the singular DC imprint is just that. Amazing bks that comprise the Sandman Univ e.g. will continue. Big plans for yr 2! YA, pop-ups & creator-owned comics will continue to be a big part of DC. No books are being cancelled or going away pic.twitter.com/0MpLf1rtXl
— Jim Lee (@JimLee) 21 de junio de 2019
Sin duda, más que los otros dos sellos hay que resaltar, por encima del resto el cierre de Vertigo, que entre principios de los 90 y los 2000 supuso la cuna de varios de los mejores tebeos de autor de esa década. Creado por Karen Berger en 1993, Vertigo ha dado cómics como The Sandman de Neil Gaiman, Predicador de Garth Ennis y Steve Dillon, Transmetropolitan de Warren Ellis y Darick Robertson, 100 Balas de Brian Azzarello y Eduardo Risso, Fabulas de Bill Willingham, Los Invisibles, WE3 o Seaguy de Grant Morrison, Y: El Último Hombre de Brian K. Vaughn y Pia Guerra o Scalped de Jason Aaron y R.M. Guéra. En sus últimos tiempos estaba, claramente, de capa caída así que sin más dilación desde aquí se le da la despedida a este gran sello que tan buenos cómics ha dado a esta industria.
Fuente: The Hollywood Reporter.
No me parece mal que lo cierren porque a la vista esta que estaba medio muerto, pero me parece un poco cagada prescindir del sello en si mismo. No se, es cargarse la historia de los comics un poco. Ya se que parecera una gilipollez, pero comprarse un Sandman o un Fabulas y que salga DC Black Label en vez de Vertigo pues como que no…..
Vaya mundo vivimos que hay que catalogar todo por edades y sensibilidades para no molestar a nadie…
Pues el mundo en el que vivimos hoy día, que parece mentira.
Pues, es trillado y todo, pero, es el fin de una era.Al menos para mi. Este 2019 como nunca se ha sentido como un punto final para muchas cosas. (EDICIÓN: no un punto final, sino más bien un punto de inflexión). Y si bien es cierto que Vertigo ya no vivía sus mejores tiempos, es una de esos hitos que definen una generación.
Tal vez por eso es que algunas cosas deben morir.
Pero claro, siempre queda mi colección de Swamp Thing y Sandman y Animal Man y Doom Patrol para releer.
Curioso porque justo los que comentas la etiqueta “Vertigo” es más artificial que otra cosa (las 4 obras están enmarcadas en el Universo DC de siempre).
Iba a comentar lo mismo. Le faltó añadir Transmetropolitan y hace pleno, que no era universo DC pero tampoco Vértigo (sello Helix)
Faltaría Sandman Mistery Theatre (que lo protagoniza un personaje DC de toda la vida) y Hellblazer (porque a fin de cuentas John Constantine es un personaje creado en Swamp Thing de Moore, que es pleno Universo DC). Los Libros de la Magia de Neil Gaiman más de lo mismo.
Si nos ceñimos al Vértigo más estricto se cae gran parte del mito.
Cierto, pero fueron las bases de las cuales nació Vertigo y fueron parte de la transición al sello mismo, que luego fue la que marcó la pauta para otras obras como 100 Ballas, Predicador y Transmetropolitan. Vertigo fue un refugio para cosas diferentes.
Amen
A mí me da pena, a pesar de lo «muerto» que estaba el sello ya que no conseguían dar con series y autores potentes como hubo en los 90 y principios de los 2000s (sobre todo porque la mayoría se irían a hacer sus series a Image claro).
Eso sí, ahora sería chanante que ECC en mitad de su Coleccionable Vertigo cambiara a mitad de colección como «Black Label».
Volverá.
Yo creo que tiene menos sentido dejar Black Lebel que Vertigo. El sello ya la gente lo tenía asociado a cómic más adulto y creo que bajo las etiqueta Black Lebel no va a haber hueco para los cómics menos superheroicos.
Costaba mucho haberlo llamado: DC Vertigo en lugar de DC Black Label.
Vertigo ha sido de lo mejor, o lo mejor, del comic americano desde que nació hasta… el 2010 o así.
Karen Berger, sin escribir un solo cómic, hizo mas por este medio que toda la carrera de Dan Didio y Jim Lee.
Meter a los lectores de 17-20 con los mas maduros no tiene sentido. Con 17 no me gustaban las mismas cosas que con 37. La realidad es que DC blacklabel ira de superheroes con mas violencia y cero originalidad. Olvidemonos de ver mas cosas inovadoras como fueron Sandman, Shade, Predicador, Hellblazer, etc. Y desde el punto de vista comercial lo mismo, Vertigo era una marca reconocida cuyos ultimos malos resultados eran temporales. En fin, vamos a ver que ocurre.
A mi me parece que en su momento fue una forma de reclamo para gafapastas. “Eh, chicos, que esto no son tipos en mallas pegándose, esto es algo adulto e intelectual”.
Que no quita para que luego el sello adquiriese identidad propia como “editorial independiente” fuera del Universo DC y desde ahí saldría Y, Fábulas, Predicador etc pero que el criterio inicial fue diferenciar lo que se consideraba “adulto” de lo que no (por otra parte no se con qué criterio porque perfectamente podrían haber entrado series como Green Arrow de Grell o Question de O’Neill) eso es así.
Por otra parte, y aunque muchos años después se rectificó, la concepción de Vertigo a raíz de DC imposibilitó el uso de personajes del UDC en el propio UDC porque Vértigo “se los apropió” (como él propio Constantine o La Cosa del Pantano), vamos, un planteamiento más absurdo imposible.
A ver, yo lo que creo es que a raíz de la irrupción de gente como Moore, Gaiman, Morrison… Se empezaron a hacer historias de otro tono, distanciándose de lo típico. Más adulto? Es una forma de decirlo, desde luego se salió de los cánones establecidos en los comics de superhéroes y su universo de ficción. Ahí fue cuando editorialmente se decidió dividir los universos DC tradicional y lo que se llamó Vertigo.
Eso no quita que realmente Swamp Thing, Sandman, Doom Patrol y Animal Man sean, en esencia, más «Vertigo» que ningunos otros, ya que fueron la semilla de todo.
En realidad no veo importancia en las etiquetas, sino en que haya un espacio editorial donde poder hacer historias diferentes, con mayor libertad creativa y menos presión comercial.
Creo que aparte de lo que simbólicamente significa el cierre del sello, es un síntoma del rumbo que está tomando la industria del gran comic book americano, donde su tendencia a la extinción va apretando la soga cada vez más.
La Cosa del Pantano y, sobre todo, Sandman estaban integrados al principio, luego fueron por otros derroteros con algun guiño.
El sello Vertigo se creo porque ya habia un numero de series importante en DC que no eran el tipico DC. En mi opinion con Sandman a la cabeza. Fue una estrategia comercial de diferenciacion de marca, la misma que ha hecho Citroen con sus Citroen DS, que ahora es una marca «aparte» que se llama solo DS.
Para mi es algo muy importante en la historia del comic. Es normal que hubiese mezclas raras en sus inicios, pero sin el sello Vertigo como marca diferenciadora dudo mucho que se hubiese sacado ni la mitad de lo que se saco luego en dicho sello. Y a saber si la Image de ahora, que es un calco del Vertigo de entonces, existiria.
A mí me parece que podría ser lo opuesto, para que «defensores de la infancia» no les pusieran el grito en el cielo al no separarlo de lo más tradicional.