Vivimos una nueva fase de la era de la pandemia mundial en pleno 2020, año que recordaremos con tristeza como aquel en que millones de personas perecieron por el mismo maldito virus y el mundo se detuvo. Se paralizaron los grandes eventos mundiales, los acontecimientos deportivos fueron postpuestos o cancelados y una larga lista de celebraciones se quedaron sin llevarse a cabo. En el mundo del cómic, además de vivir retrasos de publicaciones y una realidad aún errática e impredecible, con un mercado golpeado por una realidad que no queríamos que llegara, la del formato físico en entredicho, hemos visto cómo la San Diego Comic Con, la más célebre de las convenciones de cómics (aunque cada año el tema del cómic es más secundario) se ha cancelado. Aunque finalmente la organización haya anunciado que retransmitirá por redes sociales los paneles y habrá muchas ofertas de contenidos, los Premios Eisner no se cancelarán. Tampoco habrá un acto como tal, pero sí que se otorgarán los galardones.
Vamos a echar un ojo a la representación de DC Comics en la lista de nominados, pues ha resultado ser un tanto sorprendente en algunos aspectos, siendo que este año no tenemos al equipo ganador de Tom King y Mitch Gerards, que durante las dos últimas ediciones se llevaron los premios de mejor guionista y dibujante respectivamente, además de ganar en 2019 el de mejor serie limitada por Mister Miracle. Pero, aún sin este maravilloso dúo (ojo, en el mes de marzo, antes del parón, empezó a publicarse Strange Adventures, su nueva serie acerca de las aventuras de Adam Strange, veremos el nivel al que llega y si en el próximo año es o no merecedora de algún premio) actualmente tenemos varias nominaciones muy interesantes.
Empezando por la categoría Best Continuing Series, Mejor serie del año, galardón que DC no consigue desde 2009 con All-Star Superman de Grant Morrison y Frank Quitely. Y es un dato a tener en cuenta, pues han habido en los últimos años unos cuantos títulos que han sido un éxito de ventas, aunque no han convencido a los profesionales del medio tanto como para recibir el galardón. Encontramos la sorprendente The Dreaming, El Sueño, título perteneciente al Sandman Universe, de Simon Spurrier y Bilquis Evely.
Sorprende, pues esta línea, supervisada por el propio Neal Gaiman, no despertó una gran expectación entre el público mayoritario y parece que su catálogo ha pasado un tanto desapercibido en cuanto a las ventas (en el mes de marzo, según Diamond, The Dreaming no entraba entre los 100 cómics más vendidos, suponiendo menos de 25.000 copias) y repercusión entre el fandom, no suele ser un tema de conversación muy habitual. A fecha de junio de 2020 lleva una veintena de números publicados. Es el segundo volumen de este título, que tuvo una primera serie de 60 números entre junio de 1996 y mayo de 2001, durante la era dorada del sello Vertigo (desde el número #15 se publica con el logo de Black Label) y fue el primer spin-off de The Sandman, ampliando su universo con historias cortas de personajes del sueño y contó, cómo no, con el genial Dave McKean dejando su arte en cada portada.
La serie actual no tiene la misma imagen icónica, ni el tono de su antecesora, tampoco del de la serie madre de la que emana, pero Spurrier y Evely están trabajando con mucha maestría en una historia que nace de la salida de la marcha de Daniel Hall, señor de los Sueños, de su reino, dejando tras de sí un paraje en caos. Es una continuación de la obra original, pero un tono algo más centrado en cómics de aventuras. Presenta una trama interesante para los más fans del mundo onírico de Gaiman, con la recuperación de los personajes míticos y siempre interesantes y queridos por los fans como Caín y Abel, Matthew Cable en su célebre reencarnación en el cuerpo de un cuervo, Merv Cabeza de Calabaza, Lucien y la mercenaria Dora, un personaje de nuevo cuño. Pese a las reticencias de muchos lectores a la hora de alargar la marca Sandman, tocando un universo que ya era de por sí grande, este título ha destacado entre las demás series nuevas que surgieron tras la presentación del especial Sandman Universe, publicado en octubre de 2018, que fueron La casa de los Susurros, Los libros de la Magia y Lucifer.
No tendrá fácil llevarse el premio, pues está compitiendo contra grandes títulos del actual mercado. Sus rivales serán los siguientes: Bitter Root, de David Walker, Chuck Brown y Sanford Greene (Image); Criminal, del siempre genial Ed Brubaker y Sean Phillips (Image); Crowded, de Christopher Sebela, Ro Stein y Ted Brandt (Image); Daredevil, de Chip Zdarsky y Marco Checchetto (Marvel) e Immortal Hulk, de Al Ewing, Joe Bennett y Ruy José (Marvel).
Personalmente no puedo aventurarme a decir qué título es el favorito en esta lista, pues de solo conozco las obras de Marvel, grandes títulos que, sobretodo el de Ewing, suponen una dura competencia. Aunque son series muy distintas y cuesta imaginar el criterio que vaya a seguir el jurado, que son los profesionales del medio. Tampoco voy a entrar a decir que sí o sí la propuesta de DC es la mejor, prefiero dejar ese debate a criterio de cada lector, este artículo no persigue eso sino destacar las virtudes de cada obra nominada.
Lo mágico para DC en el resurgir del universo creado por Neal Gaiman es que ha reportado otra nominación, en la categoría Best Penciller/Inker or Penciller/Inker Team, que podríamos traducir como Mejor artista o dibujante, donde DC debe defender el título conseguido por Mitch Gerards los dos últimos años. Y es que Bilquis Evely y su trabajo en The Dreaming ha llamado también la atención para incluirse en la lista de los mejores del año. Su dibujo, detallista, expresivo, lleno de matices oníricos, que permiten soñar realmente con los mundos maravillosos que se recrea en el universo de Gaiman, tiene realmente el aporte perfecto para evocar la oscuridad y el caos de la historia. Su estilo es de línea fina y mucha claridad en la narración, algunos encuentran cierta influencia europea en su arte, que desde luego cuenta con un estilo muy personal basado en su escuela brasileña de origen, como Ivan Reis, aunque comparar ambos dibujantes no sería lo más acertado. También es digno remarcar que el trabajo del colorista Mat Lopes ayuda mucho a hacer aún más grande su trabajo, aunque la candidatura señala solo a Evely como aspirante.
Es todo un premio ya estar nominada para Evely, una dibujante joven que no lleva muchos años de carrera todavía, pero que ya cuenta en su trayectoria con títulos importantes como la serie de ocho números de 2013 Doc Savage y la mini de seis de Shaft, ambas de Dynamite Entertainment, nueve trabajos para la actual serie de Wonder Woman y otros títulos en DC como la antología de Legends of Tomorrow, DC Comics Bombshells y el tercer número de Los Picapiedra, para el que dibujó una portada alternativa. En The Dreaming ha dibujado catorce de los veinte números publicados, siendo su trabajo más largo en una misma cabecera hasta la fecha.
Por si la candidatura de Bilquis Evely no supone ya una alegría para DC, resulta que cuenta con otra en la misma categoría. La de Steve Pugh, que gracias a su trabajo en Harley Quinn: Breaking Glass junto a Mariko Tamaki también opta al máximo galardón para los artistas en el mundo de los cómics. El dibujante británico lleva años brillando con títulos como los anteriormente comentados de Los Picapiedra, Animal Man (título en el que trabajó en dos etapas, durante el relanzamiento de los New 52 y, mucho antes, a principios de los 90 con autores como Tom Veitch y Jamie Delano) y All-New Invaders en Marvel. Se encuentra en el mejor momento de su carrera, siendo ya un artista consagrado y uno de los grandes nombres de la editorial. Con una narrativa clara, dinámica, una expresividad natural, composiciones de página ordenadas y un gusto por los detalles realistas. En el caso de su trabajo en Harley Quinn… es también el colorista, por lo que favorece sus trazos para resaltar aún más su dibujo.
Actualmente en DC hablar de Pugh es hacerlo de uno de los mejores dibujantes de la casa. Pero su trabajo está casi centrado en trabajos que podríamos llamar de culto, alejado de las grandes series en continuidad. Todavía no ha tenido un largo recorrido en un título principal, más allá de su labor en Animal Man, personaje al que tampoco podemos considerar de los máximos exponentes de DC. Por ello Pugh es todavía un artista por explotar a sus 44 años, pues está en el mejor momento de su carrera y en DC deberían saber apreciarlo con grandes proyectos.
Pugh y Evely estarán compitiendo contra Ian Bertram, Little Bird (Image); Colleen Doran, Snow, Glass, Apples (obra de Neal Gaiman para Dark Horse); Simon Gane, Ghost Tree (IDW) y Rosemary Valero-O’Connell, Laura Dean Keeps Breaking Up with Me (First Second/Macmillan). Es un tema este muy subjetivo, pues las opiniones en cuanto a los dibujantes son muy personales. Pero, objetivamente, haciendo una comparación de todos los trabajos, los de DC pueden tener las mismas posibilidades que los demás para llevarse el premio. El de Doran puede ser algo de ventaja, siendo el de Valero-O’Connell el más diferente al resto. El de Gane me recuerda algo a Frank Quitely, en cuanto a las formas de los personajes. Como digo, no veo porqué no va a poder ganar Evely o Pugh.
En cuanto a la obra por la que Pugh está nominado, Harley Quinn: Breaking Glass es un título que ha conseguido tres nominaciones para DC. Es, pues, el éxito de la editorial, y que opta como obra a ganar en la categoría Best Publication for Teens, Mejor serie joven o para adolescentes, en donde DC nunca ha conseguido ningún galardón. Está en una lista conformada por Hot Comb, de Ebony Flowers (Drawn & Quarterly); Kiss Number 8, de Colleen AF Venable y Ellen T. Crenshaw (First Second/Macmillan), Laura Dean Keeps Breaking Up with Me, que también es de Mariko Tamaki, esta vez junto a Rosemary Valero-O’Connell (First Second/Macmillan) y Penny Nichols, de MK Reed, Greg Means y Matt Wiegle (Top Shelf).
Mi compañero Gustavo Higuero hizo una reseña hace poco de esta obra, que en España ha sido publicada como Harley Quinn – Cristales rotos, por la Editorial Hidra, en la línea de Novelas Gráficas de DC Comics, estrenada recientemente, que irá incluyendo obras fuera de continuidad creadas por autores de renombre en Estados Unidos, enfocadas a un público mayoritariamente joven.
Esta es una obra que ha sorprendido gratamente por su entrañable historia. Está enfocada hacia un público joven, obviamente, pero tiene una calidez especial, que desborda un cariño por Harley muy peculiar. Es una revisitación del origen del personaje, recurso editorial que personalmente empieza a cansarme, pero que saca a relucir una faceta casi inédita hasta la fecha. Toda la historia está cargada de sentimientos, momentos emotivos, con un drama que envuelve el ambiente de tal manera que uno llega a olvidarse el rango de edad para el que va dirigido, pues siendo una buena historia da lo mismo el momento en que se lea. Y son estos matices los que han hecho que el trabajo de Mariko Tamaki se cuele entre las mejores historias en la categoría de series enfocadas a un público joven.
De llevarse el premio, el éxito de esta obra encumbraría aún más al personaje de Harley Quinn, que ya lleva tiempo ganando protagonismo en el Universo DC y notoriedad más allá de sus fronteras. Pues desde hace unos años, como contaba en el artículo dedicado a su éxito antes del estreno de Birds of Prey, ha pasado de ser un entrañable y simpático personaje salido de la serie de animación de Batman a convertirse en uno de los pilares de DC por su popularidad. También es cierto que se han empeñado en meterla hasta en la sopa, usando una expresión un tanto vulgar, pues ha tenido un montón de apariciones en numerosos títulos de la compañía, casi liderando el Escuadrón Suicida además de su serie regular desde 2014, siendo protagonista de otras obras como Bombshells United, Injustice, Gotham City Garage, Heroes in Crisis y teniendo hasta un especial como Old lady Harley. El gran premio es lo que falta para poner la guinda al pastel con colores de arlequín.
Y la última nominación relacionada con esta obra es la de Mejor guionista de Mariko Tamaki, quien además, veíamos antes, ha escrito Laura Dean Keeps Breaking Up with Me (First Second/Macmillan) y Archie (Archie) este año. Buscará el galardón frente a Bobby Curnow, por Ghost Tree (IDW); MK Reed y Greg Means por Penny Nichols (Top Shelf); Lewis Trondheim por Stay (Magnetic Press) y Maggy Garrisson (SelfMadeHero); G. Willow Wilson, por Invisible Kingdom (Berger Books/Dark Horse) y Ms. Marvel (Marvel) y Chip Zdarsky por White Trees (Image); Daredevil, Spider-Man: Life Story (Marvel) y Afterlift (comiXology Originals). Y, ¿por qué no va a poder llevarse el título? La lista de nominados deja cómics para todos los públicos, por lo que puede ser impredecible hacer un pronóstico.
Hablar de Mariko Tamaki es hacerlo de una autora muy respetada y valorada en el mundo del cómic, aunque sus obras tal vez no hayan sido muy conocidas para el gran público lector de superhéroes mainstream. Se le conoce por ser autora de novelas gráficas como Skim, Emiko Superstar y This One Summer, títulos que se han llevado el aplauso de la crítica y muchos premios del sector, sobre todo el último, que fue galardonado con el Michael L. Printz Award, el Caldecott Honor y el Eisner en la categoría de Best Album Graphic, por lo que este año está optando a su segundo gran premio. También ha trabajo en títulos como Tomb Raider, X-23, Hulk, Archie y, en DC, firmo la maravillosa mini serie Supergirl: Being Super en 2017. Recientemente también ha participado en el especial Wonder Woman #750.
Tamaki, de origen canadiense con ascendencia japonesa, es una escritora con gran sensibilidad, que dota todos sus trabajos de mucha humanidad con un toque realista que atrapa al lector. Cita entre sus influencias a grandes historietistas como Hergé, Daniel Clowes, Chester Brown y el propio Will Eisner. Tal y como consigue con Harley Quinn, en sus trabajos encuentra la manera de asentar en la tierra a sus personajes para que encontremos puntos con los que empatizar. Juega con las emociones y los sentimientos, pero sin caer en lo empalagoso ni en recursos fáciles, muchas veces utilizados en historias de aire romántico. Sin duda es una firma muy importante y en DC tienen la suerte de contar con una auténtica narradora de historias, sobre quien desde ya nos preguntamos cuál va a ser su próximo trabajo. Porque, después de su experiencia con Supergirl y Harley Quinn ha demostrado grandes dotes para desarrollar historias con superhéroes muy diversos. Sin duda Tamaki puede ser una gran sucesora de Tom King si se lleva el premio, autor con el que le veo ciertas similitudes a la hora de transmitir emociones.
Antes de terminar quiero sincerarme. No hubiera votado por ninguna de las dos series nominadas, ni se me habría pasado por la cabeza. Una por ampliar un universo que ya de por sí está muy saturado. Otra, por contar un nuevo origen de un personaje más que explotado. Ni se me habría ocurrido nominar a los dos dibujantes que optan al premio si tuviera que citar a dos. Ni tampoco habría pensado en esta guionista, mi cabeza, por mis gustos e intereses se habrían ido a otros nombres. Pero todo esto son opiniones personales, como las que podrán tener quienes votan estos premios, aunque sus gustos puedan tener una mayor fundamentación que los míos, lógicamente. Con esto quiero decir que me he sorprendido por las nominaciones en primera instancia pero las he entendido al consultar las obras y analizar el trabajo de los autores. ¿Y tú? ¿estás de acuerdo con esta lista de candidatos?
Aún nos quedan unas cuantas nominaciones de trabajos publicados por DC, candidaturas con las que en Burbank sueñan con traerse a sus vitrinas. Pero de todas ellas hablaremos próximamente.