Poder trabajar con las más grandes creaciones de una editorial y poder hacerlo con total libertad, sin pensar en las consecuencias, sino solo en contar una buena historia, es el sueño de muchos escritores del género superheroico. Tom Taylor (1978), es uno de esos afortunados autores al que se le ha permitido tomar el Universo DC al completo y contar una historia hasta sus últimas consecuencias. No hablamos de un Otros Mundos donde se narra la historia conocida desde otro punto de vista, hablamos de tomar lo que se conoce hasta ese momento y depositar un elemento desestabilizador que haga que todo el ecosistema cambie de forma drástica y contundente.
El escritor y dramaturgo australiano, es conocido por su trabajo en la serie Injustice, si no salimos de DC, mientras que se pueden leer otros trabajos suyos en Marvel como All New Wolverine, Superior Iron Man y en comics de la franquicia de Star Wars, como otros de creación propia bajo el título The Deep, de la que incluso hay serie animada de la que es productor ejecutivo. Un todoterreno de estilo conciso, directo y contundente, que no deja indiferente a nadie y del que en breve podremos leer en España su llegada a la serie Escuadrón Suicida.
Uno de sus últimos trabajos en DC, DCSOS, fue todo un éxito de ventas, acaparado titulares por su historia sobre el último enfrentamiento entre Darkseid y los héroes de la Tierra, en su anhelo por hacerse con el control de la Ecuación de la Antivida, el arma definitiva. Un arma que escapa del control del dios y acaba por atacar la Tierra a través de todos los mecanismos, dispositivos y sistemas informáticos, así como por la sangre (en un claro guiño a toda la mitología zombie) que florecen a lo largo y ancho de nuestro mundo.
Con esta premisa, que no brilla especialmente por su originalidad, Taylor, logra construir un desenfrenado ejercicio argumental en el que el Universo DC se ve convulsionado desde sus cimientos, con un desarrollo que lo apuesta todo al impacto visual, con lapidarios diálogos y situaciones extremas, mientras se recorre a golpe de número distintos escenarios para analizar las consecuencias de la llegada de la Antivida a la Tierra.
La lectura de DCSOS resulta trepidante gracias al tempo con el que se mueve la trama. Es la forma de ocultar que, tras esa primera capa de violencia exagerada, en las situaciones extremas se esconde un fondo emocional que responde directamente a la trama que Taylor ha diseñado. Un enemigo que pone en jaque a la comunidad heroica que se ve obligada a reaccionar como puede a algo que escapa de sus habilidades especiales.
Como la miniserie carece de espacio para desarrollar más algunas de las múltiples tramas se encartan en el número 5 de la edición de ECC el especial, Un buen día para morir, centrado en dar espacio a algunos de esos otros héroes que no acaparan los focos mediáticos, pero igualmente se ven obligados a lidiar con esta situación. Un especial dónde se reflejan algunos momentos esenciales de la historia y que sientan ciertas bases que piden ser exploradas en profundidad.
La miniserie concluye sin concesiones, sin descender su ritmo y su crudeza, para el lector que se ha visto inmerso en un descenso a los infiernos durante seis números extenuantes, que se leen de forma adictiva, libres de toda atadura, con una narración directa, a través de un personaje sin poderes, que vive la situación rodeada de seres superpoderosos, algo fundamental para que haya un vínculo emocional perdurable y no todo acabe siendo una orgia de mutilaciones.
El dibujo de la miniserie por parte de Harsine (aunque hay otros dibujantes implicados, como Braga y Robertson, en el citado especial), se muestra muy eficaz y contundente a la hora de mostrar la crudeza de las trasformaciones que sufren los afectados por la ecuación. Hay escenas perturbadoras, cargadas de hemoglobina, al más puro estilo del cine de terror más sanguíneo, que impresiona a las retinas por ver a personajes a los que de normal no se está acostumbrado a ver en situaciones tan extremas y cargadas de consecuencias. Un trabajo que goza de un dibujo algo irregular, pero efectivo (Harsine); cumplidor, pero poco impactante (Braga y Robertson) y poco acertado (Harren), que solo aparece en el primer número.
Se ha anunciado una continuación de la miniserie, dadas las ventas en USA, así por como Taylor cierra una historia que pide más. Hay mucho que contar y desarrollar, pues queda claro que esto es solo el principio de algo más grande todavía. Un trabajo que se disfruta, que tiene a un Taylor en plena forma, libre de ataduras, lo que favorece a la historia de principio a fin y que se convierte en un potente divertimento para todo tipo de paladares.
Brutal.
Guion - 7
Dibujo - 7
Interés - 9
7.7
Un trabajo libre de toda atadura que permite a Taylor desatar el infierno en el Universo DC, pudiendo explorar todo tipo de consecuencias. Potente propuesta que no decepciona. Un trabajo sencillo que no defrauda.
Me encanta el uso de la ecuación de la anti-vida adulterada que hacen para justificar la premisa, me recuerda bastante a cómo se formaron los reaver en Firefly. Fuera de ello es obvio que la narrativa es un jolgorio de muertes, pero todo resulta muy divertido. Además, tengo ganas de ver cómo continúa todo esto.
Es una serie buenísima, divertida y, como siempre pasa con Taylor ya sea en Marvel o en DC, demostrando que tiene un conocimiento de los personajes brutal, amen de un talento para hacerlos brillar impresionante. Ya lo hizo en Injustice (una de las mejores series de pijameo de los últimos 10 años) y en Amistoso Vecino Spiderman (el mejor Spiderman que se ha hecho desde el Ultimate de Bendis). Y lo que viene, las continuaciones, amenazan con ser aún mejores.
Buena referencia lo que comentas de Firefly, pero en mi opinión hay una inspiración mucho más clara…. ¿Has leído la novela Cell, de Stephen King? El virus zombie se transmitía a través de los teléfonos móviles…
Harren hace tremendo dibujazo.
Y el especial añadido del 5º pega un bajón tremendo a la miniserie.
Sinceramente no soy muy fan de este tipo de historias donde la gracia básicamente consiste en ver a los héroes morir uno tras otro, pero hay que reconocer que la justificación de la «infección zombi» es mucho más sólida que el habitual virus que transforma a la gente. En Marvel zombies siempre encontré inverosímil que un simple virus pudiera infectar, ya no solo a héroes humanos, sino también a otros con factor curativo, inmunes a las enfermedades o con poderes cósmicos. Si tenemos a un objeto de inmenso poder como la ecuación de la antivida implicado la cosa resulta mucho más lógica.
A mí ha gustado mucho esta serie creo que está muy bien. Espero la continuación casi tanto como salir de casa con normalidad jajaja
Es una seriaza brutal, buenísima, como todo lo que hace Tom Taylor. Que este tío no esté guionizando Batman, Superman (aunque el otro día dejó caer algo por Twitter que me dio esperanza), La liga de la justicia o, en el barrio de enfrente, a Spiderman (maravilla su Amistoso Vecino Spiderman) o a los Vengadores es algo que jamás entenderé.
Cada serie que guioniza es un gustazo leerla. Y tal y como termina ésta, estoy deseando que llegue ya esa segunda parte ya anunciada, que pinta brutal.
Y lo mejor es que esto solo es un prólogo. Esa escena del último número con Wonder Woman… Impresionante.
Hace unos días avanzó algo relacionado con Superman, pero supongo que será una miniserie independiente ya que las tramas de Bendis están aún lejos de cerrarse. A mí me parece grave que tras Injustice y DCsos, que son historias de la Justice League al fin y al cabo, DC no le de la continuidad… Al menos lo tenemos en Suicide Squad.
Es lo malo de Bendis. Y mira que a mi no me está disgustando lo que está haciendo en Superman, pero es que va a necesitar 60 números para empezar a cerrar siquiera una trama.
Taylor ha puesto que esta semana anunciará su nuevo proyecto en DC en Twitter. Como dices seguramente será una miniserie. Pero ojalá le dieran la Liga y le dejaran trabajar con tiempo. Sería una maravilla.