X-23, Lobezna o Laura Kiney no es un personaje nuevo aunque a mucha gente no le haya sonado hasta que comenzó a protagonizar la nueva serie llamada Wolverine o ya, a un nivel más alejado del mundo del cómic, hasta que apareció en el trailer de la próxima película de Logan pero lo cierto es que lleva ya más de una década con nosotros y se ha paseado por una cantidad ingente de series, aparte de tener la suya propia claro, pero entre su nuevo papel como sustituta de Lobezno con su nueva serie y la aparente gran importancia que va a tener en la mencionada película parece un buen momento para repasar su extraña y no exenta de polémica carrera.
Me refiero a extraña porque ya su nacimiento no fue muy normal, no es habitual que un personaje creado para una serie de televisión pase al cómic para adquirir tanta relevancia (el caso reciente más sonado es el de Harley Quinn en DC). Tampoco es corriente que una mutante se pase por tantas y tan diferentes series de Marvel, mutantes y vengadores la acogieron por igual siempre con un papel importante dentro de la historia.
Con respecto a lo de polémica lo iré tratando dentro del texto pero tenemos sus inicios como asesina, el tema de la prostitución, su cambiante moralidad, la sustitución de Lobezno… ¡incluso la traducción de su nombre al castellano!, si ya que lleve el “Wolverine” molesta a algunos la “a” del final le añade un sonido que puede resultar incomodo. Tampoco es el fin de este escrito polemizar en torno al personaje pero ciertamente es inherente al mismo y a las situaciones que le rodean tratar temas que acaban por ser subjetivos y opinables. Empecemos.
LA INFLUENCIA DE LA TELEVISIÓN
¿Quién nos iba a decir que iba a haber un nuevo mutante que sustituyese a Lobezno en su propia cabecera y que encima iba a venir de otro medio? Desde la década de los noventa muchos autores y editores nos acostumbraron a idas y venidas de mutantes que tan pronto tomaban un papel importante en las historias como caían en el más profundo de los olvidos, cada guionista y dibujante que llegaba a los mutantes (no vamos a evaluar aquí los motivos) nos venía con uno o varios personajes nuevos para quedarse hasta que el siguiente equipo creativo pasaba de ellos como si no hubiesen existido, los hacía aparecer por detrás del equipo o, como mucho, pasaban a formar parte de la lista de bajas de turno.
No solo personajes sueltos, hemos visto desaparecer a clases enteras de mutantes en un abrir y cerrar de ojos con lo que una nueva mutante que sale en un capítulo de una serie de televisión con la que luego se hace un extraño experimento no parece que vaya a ser nada especial, pero a veces la realidad supera a la ficción y una serie de decisiones editoriales con un buen cuidado y cariño por parte de quienes escribían al personaje han llevado a Laura Kinney a donde nadie había ido antes.
En el año 2000 sale se estrena una de las series más longevas de animación de Marvel, X-Men: Evolution que tendrá cuatro temporadas con un total de 52 episodios, el que nos interesa es el 11 de la tercera temporada titulado “X-23”, en él aparece por primera vez nuestra pequeña mutante.
El capítulo en cuestión es una historia de Craig Kyle, por lo que es él quien crea al personaje, y está escrito junto a Chris Yost, sobran las palabras ya que a ambos los conocemos como colaboradores habituales ejerciendo guionistas de cómics de la franquicia mutante. En este tipo de análisis suelo centrarme en lo que entra dentro de la continuidad Marvel obviando versiones alternativas pero ya que estamos ante la primera aparición de Laura echemos un ojo al capítulo.
Una persona enmascarada busca información en un ordenador sobre los X-Men y al llegar a la imagen de Lobezno se para, saca dos garras de su puño y destroza las pantallas. En ese momento salta la alarma, se encuentra en una base de SHIELD de la que escapa con facilidad. Esta organización averigua que el intruso tiene el ADN de Lobezno y va en su busca, Logan acepta ayudar y le presentan a la doctora Deborah Risman que les explica que era la trabajadora de HYDRA que creó a X-23, que no es más que un intento de recrear el proyecto Arma-X para uso y disfrute de la malvada organización.
Para ello HYDRA tuvo que crear un clon alterado de Lobezno, una niña a la que le intentan eliminar toda emoción, lo cual no les sale bien y da como resultado un ser peligroso que se acaba escapando. X-23 decide ir en busca de Lobezno a la Mansión de los X-Men y poco a poco va acabando con alumnos y profesores (sin matar a nadie, claro) hasta que Logan aparece y se mete en una pelea con ella en la que él solo se defiende para lograr hacerla entrar en razón y ponerla de su lado.
El capítulo no es gran cosa, la serie tampoco es muy brillante, pero sí que se ve el germen de lo que luego será el personaje en el cómic. X-23 saldrá más aquí y en la siguiente serie de animación, “Wolverine and the X-Men”, donde tendrá un papel bastante más importante. Pero ahora pasemos al cómic.
UNOS JÓVENES MUTANTES COMO NUNCA HEMOS VISTO
Pasamos al año 2003 para ver la primera aparición en papel de X-23. Por aquella época los mutantes aun no estaban de capa caída, Grant Morrison estaba como abanderado de la principal colección mutante y hubo un pequeño contagio de estilo creando cosas que, con mayor o menor fortuna, tratan de ofrecer visiones peculiares de la vida de los muchos mutantes que hay en ese momento. En este contexto Joe Quesada, con Joshua Middleton y Robert Teranishi al dibujo, presenta una miniserie de siete números (con muchísimos retrasos) bajo el nombre de NYX que plantea la vida de unos mutantes marginales muy lejos del estereotipo juvenil habitual y enfocado a un público más adulto.
X-23 aparece por primera ejerciendo la prostitución, aparentemente abandonada, sin recursos y teniendo que vender su cuerpo para poder sobrevivir. En cierto sentido esta primera aparición recuerda a la de otra heroína que ahora también está en un papel relativamente importante, hablo de Kate Bishop y su agresión sexual, evidentemente son personajes distintos, pero el hecho de que estén creados en la misma época es un distintivo del momento, muy diferente al de ahora con los nuevos Spiderman, Ms Marvel o Nova más “limpios”, más cercanos a lo que se supone que es la población media occidental.
Evidentemente la vida de Kate es más sencilla, aunque su familia no acompañe del todo, la riqueza le hace tener cierto apoyo del que X-23 carece, por eso a los evidentes problemas económicos le acompañan unos problemas psicológicos importantes que manifiesta haciéndose cortes en los brazos.
Pero NYX no va sobre X-23, ella es solo un personaje secundario que apenas tiene líneas de diálogo, se dedica a acompañar y proteger a la protagonista que la acoge en su casa sin avanzar mucho más, sí que vemos por primera vez en cómic las garras, dos en cada mano y una en cada pie como habíamos visto en la serie de televisión, aunque Joshua Middleton le da un toque más oscuro a su imagen para acercarla al Lobezno más salvaje.
NYX tuvo una segunda serie años después que continúa las andaduras de algunos personajes aquí presentados pero en ella ya no aparecerá X-23.
EL INEVITABLE ENCUENTRO CON LA PATRULLA-X
Diciembre de 2004 es el momento en que Marvel decide sacar a X-23 de colecciones secundarias para ponerla en primera línea coincidiendo con el número 450 de Uncanny X-Men (en la edición española es el primero número del tercer volumen de la Patrulla-X ya publicado por Panini). A pesar de las prisas de Marvel el equipo creativo no podía ser mejor: Chris Claremont y Alan Davis.
Con esos autores está claro que la historia va a tener un regusto clásico y se diferencia mucho de la anterior visión de X-23 sin olvidar ese pasado, lo que si se nota es que la editorial tenía ganas de usar al personaje ya dentro de las colecciones principales, prueba de ello es que poco después entra en el grupo de jóvenes mutantes del momento.
En este cómic la Patrulla-X del momento va a un bar de mutantes donde Logan se encuentra con una camarera con un disfraz que él conoce muy bien (uno de sus trajes, el dibujado por John Byrne), los mutantes están persiguiendo a una asesina con dos garras y ella misma se delata al atacar a Lobezno sin previa provocación. Tras su captura, Rachel Summers se mete en su mente, allí ve lo que es nuestro primer contacto con el origen comiquero de X-23: fue creada para ser una asesina y combatir a Arma-X.
La pelea inicial no dura mucho y en cuanto la calman Lobezno intenta hablar con ella pero es Rondador Nocturno quien se da cuenta de la similitud entre sus rasgos físicos, aunque de eso ya se hablará más en su propia serie.
X-23 se acaba por ir con Lobezno a las montañas de Canadá y a partir de ahí su personaje se suaviza y pasa a formar parte del elenco regular del mundo mutante, teniendo unas cuantas líneas de diálogo, empezando una cierta amistad con algunos miembros y acabando por pasar a la Academia-X, pero por esas mismas fechas tendrá una cabecera con su nombre.
LOS PRIMEROS AÑOS EN LA VIDA DE X-23
Tras esta primera aparición ya dentro del establishment mutante Joe Quesada toma la iniciativa y decide llamar a los primeros en escribir al personaje para que se ocupen de una miniserie que nos cuente su origen. Así Craig Kyle y Chris Yost, con Billy Tan al dibujo, se hacen cargo de lo que se conoce como volumen uno de X-23, aquí editado en un tomo bajo el título “Inocencia perdida” contando una historia que no deja de ser una versión más elaborada y adaptada a la continuidad Marvel de lo contado en la serie de televisión.
La historia comienza con el final de Arma-X para continuar con la vida del último asesinado por Logan al salir del complejo. Zander Rice quiere seguir los pasos de su padre y para ello se acaba por unir con la Doctora Kinney, una experta genetista mutante que le da un nuevo enfoque a su investigación dejando de lado los especímenes vivos y creando un clon de Arma-X, el problema es que el clon, para que sea efectivo, ha de ser hembra y nacida de una madre, sin ninguna duda la doctora se ofrece como gestadora afirmando que no habrá implicaciones morales. Esto es básicamente el primer número, Kyle y Yost se lo toman con calma, se ve que tratan de afinar una historia paralela a la de Lobezno, que tenga sus similitudes, pero incidiendo en la infancia y con el amor como punto divergente frente a la rabia del conocido mutante, ya que la doctora que tanto afirmaba no querer implicarse emocionalmente no tardará en cambiar de opinión cuando ya estando el bebé en su barriga le lee cuentos.
Desde muy pequeña la van entrenando como arma en diversas especialidades y con siete años ya reemplazan sus garras de hueso por otras de adamantium, pero al doctro Rice no le basta (a sus patrocinadores tampoco), él quiere a Arma-X y para ello manipula a la niña creando un agente olfativo, un aroma especial, que elimina su personalidad y la convierte en una fría asesina, lo prueban frente a su sensei y esta no duda en matarlo.
La serie va dando saltos temporales por número y nos enseña como durante tres años la pequeña es enviada a asesinar gente por encargo en todo el mundo utilizando su condición para no levantar sospechas e infiltrase en cualquier sitio. La que durante años no dice nada aunque cuida de ella es la doctora Kinney hasta que un día decide raptarla y llevársela con su hermana a San Francisco, allí X-23 investigará la desaparición del la sobrina de la doctora, encontrándola con vida. Sí, si pensabais que iba a ser algo altruista estabais equivocados, Sarah Kinney de buena tiene más bien poco, su conciencia solo le habla cuando se da cuenta de los planes de Rice para hacer clones masivos de la niña, montándose su propio ejercito.
El final no es más que una forma trágica de imitar la historia de Lobezno solo que a parte de ira está el agente activador por medio, que hace que tras matar a todos los del complejo (Rice incluido) acabe por hundir sus garras en su madre. La comparación es inevitable, pero en realidad su similitud con Arma-X es más de contexto y de imagen, las personalidades y el personaje en sí son bastante diferentes, no hay esa rabia animal, es todo o educación o química, tampoco es un personaje que arrastre un pasado sino que este es su verdadero origen y, como todo niño, lo que necesita es cariño y es lo que en un futuro hará que avance. A partir de aquí la empezaremos a conocer como Laura Kinney, así la llama su madre antes de morir.
Aunque esta serie termina con ella viajando aun queda saber cómo acaba por ejercer la prostitución, algo más trastornada de lo que ya estaba (lo de cortarse en los brazos ya le venía de antes). Para explicar esto los mismos guionistas realizan otra miniserie de seis números en 2007, pero antes un inciso.
UNA NUEVA ESTUDIANTE PARA LA ACADEMIA X
Los estudiantes de la escuela de Xavier han tenido muchas formaciones, muchas encarnaciones han pasado por nuestras manos, la que aquí nos encontramos es heredera de la conducta aperturísta del propio Profesor-X que al ver el crecimiento demográfico de los mutantes decide revelar al mundo su condición, aceptando alumnos por doquier, sin embargo las famosas palabras de la Bruja Escarlata “no más mutantes” dejaron a la academia sin muchos clientes. Así en 2006 Craig Kyle y Chris Yost son contratados para relanzar a estos Nuevos pocos Mutantes con los restos de la anterior encarnación y, como no, su creación más preciada.
Laura Kinney ya había hecho un par de team-ups con Spiderman y con Ka-Zar, había colaborado con Lobezno y hasta se llega a codear con el Capitán América y la Viuda Negra pero no tenía una vida estable, debido principalmente a que tiene a la organización Arma-X persiguiéndola. La disculpa de los dos escritores para meterla en su grupo es sencilla, basta con una llamadita de Lobezno para convencerla de que va a estar más segura con el resto de críos, sobretodo ahora que muchos han perdido sus poderes.
La historia es algo más dura que las anteriores de la colección hay mucho cambio, mucha muerte, mucho racismo y a X-23 no solo le cuesta encajar sino que sus compañeros tampoco colaboran. Lobezno la presenta directamente como su clon y el resto la tratan como una rareza con la que no quieren lidiar, ni siquiera Emma Frost que la ve como un arma.
Kyle y Yost no dan especial importancia a X-23 durante los primeros números, solo la van integrando poco a poco, ganándose al resto del grupo a base de salvarles la vida, no es hasta “La caída de Mercurio” donde consigue un papel principal al ser la que intenta salvar a la joven mutante secuestrada por la Fundación que perseguía a Laura y que ahora cambia de objetivo. Los autores también aprovechan para poner lo que aquí parece un punto final a la persecución de esta organización haciendo que Emma Frost se meta en la mente de la perseguidora de X-23, Kimura, de esa manera pueden hacer historias rompiendo el hecho de que Laura sea una fugitiva y darle algo más de libertad de movimiento.
Las cuestiones morales que se plantean aquí tampoco son nada que no hayamos visto, no van más allá del típico dilema de matar o no matar, Laura cree que la única forma de que la dejen en paz es matar a sus enemigos pero el resto le acaban por demostrar que no es necesario. Nada que no se hiciese con Lobezno solo que X-23 siempre fue una asesina más involuntaria, tanto por ser usada como arma como por ser una niña educada para matar, lo de Logan siempre fue algo más “voluntario”.
El año 2007 dio lugar a un evento Marvel en el que brevemente se ve a X-23, World War Hulk, en este, Chris Gage, Andrea Divito y Laura Villari nos regalan una serie limitada de tres números donde los mutantes se dan de piños con Hulk para proteger a Xavier, entre ellos están todos los jóvenes mutantes, bueno, todos los mutantes y ahí reside la grandeza de la misma, que cada vez que Hulk vence a un grupo de ellos aparecen más y más y más y más. Pero ahí se queda la participación de los mutantes en el evento.
La serie de los Nuevos Mutantes no es nada imprescindible para entender la historia del personaje aunque se deja leer bien, luego, ya en 2008, se mete en el evento Complejo de Mesias y se cancela aunque X-23 seguirá en las colecciones mutantes, concretamente pasa a formar parte de X-Force, pero antes volvamos atrás en el tiempo, tanto en el Marvel como en el del mundo real, vamos a 2007 donde se publica otra miniserie de X-23.
PERSIGUIENDO A MISS KINNEY
Blanco-X, así se titula la serie limitada también escrita por Kyle y Yost ahora con Mike Choi a los lápices, que pretende llenar los huecos que nos quedaban en la vida de Laura Kinney.
La serie va mezclando varios tiempos, mediante flashbacks nos explica la forma en que salió del complejo donde era entrenada con el cadáver de su madre en sus brazos (como había quedado su anterior serie) para ir a San Francisco y acabar en New York. Nos explican por qué la antes mencionada Kimura la persigue enviada por la Fundación, hay que recordar que esta serie se publica a la vez que la de New X-Men así que la anteriormente mencionada saga “La caída de Mercurio” viene de lo que aquí se cuenta.
En el presente narrativo, Laura está siendo interrogada por el Capitán América y Matt Murdock, resulta que Steve Rogers se encontró con ella en una misión solo que la confundió con la única superviviente de una masacre, una débil niña y la dejó marchar para darse cuenta tarde que ella era la asesina. Mientras, en el pasado, cuentan que tras matar a su madre se fue a San Francisco con su familia, la presentada en la otra miniserie, que la acoge. Allí establece una relación con su prima, Megan, a la que había salvado en el pasado, incluso se matricula en su instituto y hacen muy buenas migas.
En el tercer número les cuenta al los dos héroes lo del olor que hace que asesine, el activador o sustancia controladora, lo cual nos indica que se va a mascar la tragedia. Su “tío” Desmond se mete en la casa en la que vive X-23 y hace un té con la sustancia en cuestión, su intención es que Laura mate a su tía y a Megan para hacer que vuelva con la Fundación para los que él trabajaba, pero la jugada le sale mal, el té le cae encima a todos y X-23 mata primero a Desmond, por suerte Laura se había sincerado con Megan la cual agarra a su madre y la mete en la ducha para quitarle el olor, salvando así la vida de ambas.
Kyle y Yost se alejan bastante ya del mito clásico de Lobezno y consiguen una narración que funciona mucho mejor que la anterior miniserie, logrando dar a Laura Kinney una identidad propia aunque puede haber ciertas incongruencias con lo narrado en NYX, no porque la historia se contradiga sino porque parece poco creíble que se recuperase tan bien después de lo pasado en el complejo para luego caer tan bajo tras lo de San Francisco.
Nos cuentan la historia de Kimura, sin entrar en muchos detalles, fabricada por la Fundación para contrarrestar a X-23, no solo tiene la piel dura sino que Laura está programada para no poder matarla. Fabricaciones a parte, Kimura es una sádica que lleva años maltratando a X-23, era la que la castigaba cada vez que hacía algo mal dentro del complejo y disfrutaba con ello. La agente de la Fundación entra en la casa de los Kinney para acabar con todos, pero Laura logra que su tía y Megan huyan y hace explotar su casa. Al final Laura les da unos pasaportes falsos a ambas para que huyan, aunque ella decide quedarse para no volver a ponerlas en peligro.
El último número nos cuenta una historia mucho más cercana a lo narrado en la serie de televisión donde Laura va a la escuela de Xavier en busca de Logan y cuando lo pilla solo le ataca, él se defiende pero acaba por convencerla solo que aquí aparece el Capitán América y la captura, enlazando así con el principio de la miniserie. Tras el interrogatorio y con la ayuda de Daredevil en su identidad civil, Steve Rogers se decide por dejarla en libertad y la mete en un autobús. En teoría eso enlaza con NYX, pero no nos queda claro por qué se comporta luego como lo hace y por qué Lobezno parece no conocerla en los números escritos por Claremont en la Patrulla-X.
REGRESO A LA VIOLENCIA
Volvemos al 2008, tras Complejo de Mesías los grupos mutantes se rehacen y un Scott Summers aun no del todo enemistado con Logan le pide a este que rehaga a X-Force lo cual acepta, pero cuando Cíclope dice a Lobezno que meta en el grupo a Laura la cosa ya no le hace tanta gracia. Logan quiere que Laura aprenda a decidir por si misma y meterla en un grupo destinado a asesinar no parece una idea brillante, pero Scott ya la ha enviado a la primera misión, esto es nada más y nada menos que la semilla que acabará por crecer y convertirse en las saga Cisma, donde ambos discuten sobre el papel de los más pequeños dentro del grupo mutante, entre otras muchas cosas, ya que Cíclope prefiere militarizarlos mientras que Lobezno es más partidario de dejar que vivan su infancia.
Logan ya se toma a Laura como su responsabilidad lo que hace que Cíclope se lleve su primer puñetazo, pero evidentemente acepta el trabajo porque en primer lugar no va a dejar sola a X-23 en medio de una misión y en segundo los Purificadores son una amenaza demasiado fuerte como para obviarla.
El resultado es una estupenda serie de Craig Kyle y Chris Yost con un estupendo Clayton Crain al dibujo (al que sustituirá Mike Choi en algunos momentos) donde los autores sí que muestran algo más cercano a NYX pero mezclado con su pasado, el que ellos mismos fueron escribiendo. Así X-23 acaba por ser de nuevo una chica callada, que acata ordenes de sus superiores sin dudar aunque poco a poco va pensando y entendiendo, en gran medida gracias a ese tutelaje de Lobezno que ya desde un principio se ve muy diferente al que ejerciera con otros personajes de distintas épocas como Kitty Pride, Júbilo o Armadura. Lobezno trata a X-23 más como una igual, alguien que no ha tenido problemas en asesinar en el pasado, no solo siendo controlada como le pasara a él sino también por encargo. De hecho en la serie asesinarán (no en vano Cíclope los considerará su bisturí) pero Lobezno quiere que a por lo menos sea una violencia controlada por ella misma, que sepa que tiene capacidad de decisión.
Pero Lobezno también le inculcará algo que al menos en esta serie cala hondo, el (cuestionable) hecho de que una vida vale más que otra, aquí Rahne Sinclair, alias Loba Venenosa, corre peligro y le dice que la vida de ambos no vale nada en comparación con la de Rahne. Con esto el personaje va evolucionando lentamente ya que Kyle y Yost la tratan como a una más del grupo, no le dan mucha más importancia que al resto por ser su creación aunque llega a protagonizar buenos momentos como cuando quiere sacrificarse para salvar a los demás al ser infectada con el virus del legado, cosa que evidentemente al final no pasa.
Hacia el número 18, después del cruce con la maravillosa serie de Cable, los autores no pueden evitar meter algo de cosecha propia y en un momento de despiste La Fundación vuelve a secuestrar a X-23 y vuelven a poner a Kimura a torturarla, argumento algo repetitivo pero perfecto para ofrecer un poco de violencia gratuita. Ayudada por una agente de SHIELD escapa y acaba exponiéndose a la sustancia que la hace matar a todos y, efectivamente, mata a todos, menos a Kimura ya que, como veníamos viendo, está programada para no poder dañarla. Tras Necrosha y Advenimiento esta serie acaba dando paso a otros nuevos X-Force y toca cambiar de tercio.
UNA SERIE PROPIA PARA ELLA SOLA
Laura Kinney no solo trabaja para X-Force, también tiene su vida y para contárnosla Marvel le da una serie para su total disfrute que comienza en noviembre del año 2010, pero no sin antes hacer una nueva prueba a modo de One-shot en mayo de ese año. Toda la serie, incluido ese número previo, está escrito por Marjorie Liu que también se encontraba escribiendo junto a Daniel Way la serie del Lobezno Oscuro más conocido como Daken, el verdadero hijo de Logan. Sus creadores Kyle y Yost ya la dejan para volar con otros autores, lo que ha dado un buen resultado a nivel cualitativo todo sea dicho.
El One-Shot lo dibujan Filipe Andrade y Nuno Alves, que le dan un toque diferente a lo que luego será la serie aunque el guión sí que sigue la misma línea y eso es bueno porque lo primero que hace Liu es dar coherencia allí donde no había, lleva al personaje de vuelta a las calles de Nueva York solo que en el presente y con Lobezno pero lo que hace no es contar lo que allí le pasó sino explicar por qué a un nivel sentimental acabó como acabó en la serie de NYX después de su última serie limitada.
La historia también está muy enmarcada en la continuidad Marvel del momento, es decir, con X-23 viviendo en Utopía y en medio de una trama que llevó a Lobezno a acabar en el infierno en su serie principal, mientras su cuerpo era ocupado por un demonio. Total que con ese panorama Laura no tiene a su mentor para darle consejo y busca entre el resto de miembros de la Patrulla-X mientras el demonio que camina con el cuerpo de Logan los tiene a todos engañados. Otro punto a favor de Liu es que nos muestra pequeños retazos del pasado en los que se ve como Logan va dando lecciones a X-23, como van creando ese vínculo que se ha venido diciendo que tienen pero que nunca se enseñó.
La escritora pretende desde su inicio tratar a la protagonista de una manera muy personal, muy intima, metiéndose en su psique y toma un camino que hace que esto le resulte más sencillo, el de separarla por voluntad propia del resto de alumnos y de las tramas de la Patrulla-X comenzando un viaje físico con un claro simbolismo mental y la intención de cambiar al personaje.
Pero Liu también tiene el buen gusto de dejar un pequeño nexo de unión en forma de tutor/amigo que la acompañe: Gambito, y la lleva a enfrentarse ni más ni menos que con Mister Siniestro aunque los villanos serán lo de menos, lo importante es ver como el X-23 va creciendo y adquiriendo facetas que la hacen separarse más de la idea de que es un arma, no solo para el lector sino para ella misma y esto es algo que el resto de guionistas acabarán teniendo que absorber.
En el octavo número de la colección viene el primer y último cruce de la serie, que es pequeño y lógico, pues durante dos meses las series de X-23 y Daken: Dark Wolverine compartirán historia, una llamada Colisión. El título no deja mucho lugar a la imaginación, Laura va tras Daken, se encuentra y le dice que es un clon de su padre, él no la cree y le pide que lo demuestre ¿y qué mejor forma de hacerlo que con una buena pelea?, pero Liu no sigue el esquema clásico de pelea/formar equipo, X-23 es muy directa y tiene a Gambito para aconsejar pero Daken es algo totalmente impredecible, cuando parece que se llevan bien la traiciona, aunque él lo define como “tomar prestada tu presencia”, cuando la tienen capturada sus socios la libera, al final como Liu trabaja en las dos series se nota que el cruce no entorpece el desarrollo de ambos personajes que acaban por no caerse bien, se unen con un enemigo común pero cada uno con sus propios intereses.
Lo principal del cruce es la idea de que Laura y Daken son personajes unidos por Lobezno pero muy diferentes, algo importante para una Marvel que ha tenido muchos intentos de replicar a su héroe y que logra que puedan convivir los dos sin dar una imagen de sobre-explotación.
Por desgracia en España esta idea no caló bien y tras un primer tomo la serie de X-23 fue cancelada aunque podemos encontrar el cruce antes mencionado dentro de uno de los tomos que recopilan la serie de Lobezno Oscuro. Por suerte Panini acaba de recuperar los números restantes en su serie X-Men presenta: Antes de Lobezna, que son los que van inmediatamente después.
A partir de aquí podemos decir que si Kyle y Yost crearon al personaje y lo introdujeron en el mundo de los mutantes es Marjorie Liu quien da forma y sentido a Laura Kinney, quien la convierte en una heroína, realizando un ejercicio de continuidad tremendo a la vez que da una historia que convence.
La historia con Daken la deja tocada y vuelve a los hábitos de NYX, es decir a automutilarse. Gambito no se separa de ella pero sabe que no es suficiente así que llama a Lobezno para que le ayude que a su vez se trae a una de sus protegidas, Júbilo. La intención de Liu se ve cuando prescinde prácticamente de la acción para contar esas tutorías personales que hacen que pase de ser un clon y un arma a una persona y para ello establece ciertos roles, si Logan toma el del padre y Gambito el de un familiar preocupado, Júbilo sería una hermana mayor. Hay aquí una fuerte influencia del tono familiar que Chris Claremont dio en su día a la Patrulla-X y su forma de resolver los problemas personales utilizando más la palabra.
Laura poco a poco comienza a aceptarse a si misma pero siente la necesidad de que le falta conciliarse con su pasado como asesina de La Fundación así que sigue investigando lo que lleva a nuestro personaje a moverse un poco por el universo Marvel fuera del mundo mutante.
Aquí ya Laura no es un personaje como el de antes, ahora si ve que pasa algo malo no puede evitar actuar como cualquier héroe y priorizar los problemas ajenos sobre los propios. Eso le lleva a encontrarse de nuevo con Spiderman con su traje blanco de la Fundación Futuro, aquella filial familiar de los Cuatro Fantásticos, con lo que evidentemente acabará conociendo la la primera familia de Marvel.
Hay algo curioso en este encuentro, si nos fijamos es una historia opuesta a la que Daken vivió con los Cuatro Fantásticos, el acudió pidiendo ayuda e intentando formar parte de su familia, evidentemente era un engaño, lo único que intentaba era tener un seguro por su propio egoísmo, por si todo el tema con Osborn le salía mal, pero Laura viene a petición de ellos, son ellos, Sue en especial, quienes quieren hacerla participe de su familia, le piden ayuda para una aventura al más puro estilo 4F y aunque ella se resiste acaba por quedarse un poco con ellos, un tiempo en que Laura se hace con la Fuerza Enigma, se convierte en la Capitana Universo, cuida de Franklin y Val Richards, monta en un dragón y conoce a un ser primigenio, El Coleccionista, y así Liu da una última vuelta de tuerca al personaje consiguiendo un potente y justificado cambio en su interior.
Ante la inminente cancelación de la serie la autora se guarda en la manga una última aventura con sus amigos mutantes al más puro estilo de Claremont para afianzar la amistad entre Laura y Júbilo, y una historia imitando a las de Lobezno en la montaña con lobos, nativos americanos y experiencia mística con un final en el que Laura se va, se aleja de los mutantes para vivir una nueva aventura, ahora con los Vengadores.
Respecto al apartado gráfico se puede decir que la historia se la dividen entre Sana Takeda y Phil Noto, personalmente me quedo con el segundo pero el trabajo general de toda la colección durante los 21 números que dura es bastante bueno.
MUDANZA A UNA NUEVA ACADEMIA
Marjorie Liu hace un ejercicio de continuidad tan asombroso que da sentido incluso a la cancelación de la serie al hacer que en un encuentro relativamente casual entre Laura Kinney y la Viuda Negra esta última le ofrezca continuar sus estudios en la academia de los Vengadores, para que Christos Gage siga contando la vida del personaje en la serie que venía escribiendo: Avengers Academy.
En febrero de 2012 Gage con Tom Raney a los lápices presenta a X-23 al resto de alumnos en una escuela dirigida por Hank Pym y Tigra que se centra en entrenar a jóvenes que por algún motivo (poderes, antecedentes, actitud…) son problemáticos. Laura entra con la colección ya empezada, en su número 23, y se queda hasta la cancelación de la misma en su número 39 en diciembre de ese mismo año, le tocó la época en la que a Marvel no le importaba sacar dos y hasta tres números al mes de sus colecciones. Los dibujantes irán variando pero Tom Grummet se lleva el premio al que más tiempo se queda y no lo hace nada mal.
Para que el lector que no sabe nada de ella se entere de qué va la cosa, X-23 hace u resumen rápido de sus historia al resto de alumnos, sin omitir los detalles escabrosos, y para su sorpresa el recibimiento no podía ser mejor, no es que se convierta en la alegría de la huerta, en eso sigue la línea de Liu, pero al estar más cómoda con sigo misma y tener esa actitud de querer cambiar el resto del grupo la ve como un modelo a seguir mucho más cercano que el de sus profesores, de ahí que no duden en preguntarle sobre sus sentimientos al haber matado a alguien.
Laura se sentía a gusto con los mutantes mayores pero con los jóvenes no se acababa de amoldar, este equipo es distinto, no se trata de ser mutante o no sino de las experiencias que uno tiene en la vida, por eso es lógico que este sea el grupo con el que ella se sienta más cómoda. Aun con ello X-23 actúa como una secundaria más, no representa ninguna parte especial del grupo hasta que se topan con el siguiente evento AvX, Vengadores contra X-Men.
El papel de Laura es complicado, se siente mejor con su grupo nuevo, Lobezno le pide que se ponga del lado de los Vengadores y los mutantes más jóvenes son “invitados” a quedarse en el recinto de los Vengadores para no meterse en la guerra, pero precisamente el camino que ella está tomando es el de una independencia que le haga saber, o mejor dicho, sentir qué es lo correcto y siente que los mutantes están siendo discriminados a pesar de que no sean sus amigos. Contrariamente a lo que suele suceder, el momento en que ella escoge bando entra la racionalidad en juego y todos los alumnos se ponen de su parte ayudando a los mutantes a escapar, hasta los adultos deciden colaborar simulando una batalla frente a las cámaras que da como resultado que los mutantes puedan irse a buscar a Hope.
A partir de aquí Laura tendrá algo más de protagonismo decide que la academia de los Vengadores es su lugar, dejando a los mutantes, interactúa más con sus compañeros y cuando Emma Frost se hace con una porción del poder Fénix no duda en lanzarse la primera a proteger a sus amigos.
En resumen, la parte de Academia Vengadores en la que sale X-23 está bastante bien, no deja de ser el mismo concepto de siempre solo que eliminando a los mutantes y centrándose en los Vengadores, pero consigue que uno empatice con personajes que tiene ciertas similitudes entre ellos y que trate temas a ratos duros. Gage cierra la colección con una saga llamada “Examen final” en la que se enfrenta a un enemigo y a tener que tomar nuevas u difíciles elecciones en su vida, una de ellas que Laura vuelve a matar aunque en sus propias palabras “maté a un enemigo para salvarles la vida a mis amigos”, en realidad no fue así, fue otro miembro del grupo, Estilo, que usa sus garras como arma lo que acaba con un enfado considerable de nuestra protagonista cuando se entera.
Al igual que hizo Liu, el guionista prefiere dejar los dos últimos números para que los chavales se desarrollen un poco primero en un partido de fútbol (del americano) contra la academia de mutantes y en la despedida en forma de graduación. A algunos los volveremos a ver pronto, pero antes cambiemos de tercio.
RESISTIR CONTRA EL INFIERNO
Rick Remender, Jeff Parker y Rob Williams con los dibujantes Tony Moore, Lee Garbet, Sana Takeda, Julian Tedesco y Lan Medina (sí, muchos) crean una saga de seis números dentro de la colección de Veneno bajo el título “Circulo de cuatro” que se publica en abril de 2012, cuando X-23 estaba ya en la Academia Vengadores, aunque aquí lleva el traje de X-Force, y heredando así parte de esa diversificación que caracteriza a Lobezno.
¿De qué va la trama? X-23 está en Las Vegas persiguiendo a un ricachón que se ha hecho con parte de su sangre para replicarla, pero no solo ha molestado a Laura, el personaje en cuestión resulta ser Corazón Negro, el hijo de Mefisto, y se llega a meter con Veneno (Flash Thomson), el Hulk Rojo y la que por aquel entonces era la Motorista Fantasma.
No es que sea nada del otro mundo, a ver, es una serie entretenida sin más, pero merece ser reseñado por el grupo variopinto que forman, por la integración de Laura en el resto del universo Marvel, con personajes que a priori no tiene nada que ver, y porque es una clara referencia a aquellos New Fantastic Four, cuando Lobezno, Hulk, Spiderman y el Motorista Fantasma hicieron de sustitutos de la primera familia allá por los noventa. Ahora sigamos con la continuación de Academia Vengadores.
BATTLE ROYALE
En febrero de 2013 Dennis Hopeless, Kev Walker y Alessandro Vitti sorprenden con esto:
Con esa portada no hay lugar a dudas de que los autores se van a marcar un homenaje a la famosa Battle Royale escrita por Koushun Takami que primero fuera novela, luego tuvo dos adaptaciones cinematográficas y al final su manga. Así como esta nos presentaba a un grupo de estudiantes que eran obligados a pelearse y matarse entre ellos para sobrevivir, en la serie de Marvel se juntan algunos miembros de la Academia Vengadores, la Academia Braddock, los Runnaways y otros cinco personajes sin afiliación. Todos ellos son raptados por el villano Arcade que los mete en un nuevo Mundo Asesino, letal como su nombre indica y de un tamaño inmenso.
En la serie se puede ver un cierto trasfondo real y trágico, hablo de el hecho de que la editorial, los autores y los lectores tengamos una enorme facilidad para olvidar personajes jóvenes que ocupan un hueco importante durante un tiempo pero que jamás llegarán a la altura de los miembros clásicos de la editorial. Lo cierto es que cada vez que una serie de personajes nuevos cierra lo más normal es o no volver a verlos o que algún autor nos muestre como acabaron mal, eso con suerte ya que también pueden servir como muerto inicial para la saga de turno, vamos, lo que viene siendo una instrumentalización clara del personaje. El símil que usa Hopeless es perfecto, así como nosotros nos olvidamos de los personajes los que se suponen sus tutores también lo hacen y acaban secuestrados sin que nadie se de cuenta.
Vengadores Arena tiene mucho trasfondo, puede que no tanto como la obra en que se basa, pero lo hay, es una historia que se merece un análisis propio (de hecho aquí lo ha tenido, más de uno) pero este texto no es el lugar, aquí nos centraremos en qué supone todo esto para Laura Kinney. Eso sí, no puedo más que decir que si alguien no la ha leído que pare aquí y se haga con los tres tomos en los que se recopila, cuanto antes.
X-23 comienza observando como uno de sus compañeros de la Academia Vengadores muere, la vemos ir sola, acechar a otros (sin matarlos), pero Hopeless no hace mucho caso al personaje en los primeros números, parece que la quiere devolver a un estado de asesina pero nada más cierto, en realidad lo que hace es buscar comida para ella y sus compañeros de clase. No hay ninguna vuelta atrás, el personaje está bien formado: tiene claro su bando, no va a matar pero hará lo que sea por defender a sus amigos. Solo que hay un pequeño problema, Arcade también hará todo lo posible porque se maten, utilizara la psicología pero también va modificando el Mundo Asesino, poniendo trampas, cambiando el clima… a cada uno le afecta algo diferente y a Laura será la sustancia detonante que provoca mediante el olor que asesine a todo lo que se encuentre.
Van entrando otros dibujantes para el segundo acto como Karl Moline o Riccardo Burchielli y Christos Gage ayuda en el guión de uno de los capítulos mientras se van sucediendo las muertes, esta segunda parte es ya una lucha encarnizada por niños que en realidad están confundidos y muertos de miedo. Laura se recupera de su arrebato sin acabar con nadie y vuelve a tomar la posición de defensora, aunque en una de las grandes batallas duda, duda si matarlos a todos o si esperar y dejar que se maten.
Para Laura el tercer y último acto lo marca la pelea con su compañera Tóxica a la que Arcade rocía con la sustancia detonante y que desemboca en la batalla campal que el villano quería. Con X-23 enloquecida, es Tóxica quien trata de ejercer de voz de la razón, aunque no le sirve de mucho.
Al final de la saga Laura Kinney no hace gran cosa, es recogida por Lobezno muy malherida cuando llega SHIELD con los héroes y con todo el espectáculo ya acabado. Como punto final digamos que Arcade escapa y algunos de los supervivientes querrán llevar a cabo su venganza en la serie Vengadores Encubiertos, no es el caso de nuestro personaje que se va de vuelta con los mutantes.
VIENEN DEL PASADO
Cuando Brian Michael Bendis decide meterse a escribir a los mutantes de Marvel tiene una idea, una buena idea la verdad, aunque luego el resultado sea cuestionable no se puede negar una cierta originalidad, nos habíamos acostumbrado a que los mutantes se encontrasen con versiones futuras suyas algo más oscuras que les advertían de posibles tiempos venideros distópicos, lo que hace este escritor es traer a la Patrulla-X original al presente para que vean cómo han acabado.
A priori esto no tiene mucho que ver con nuestra protagonista, los cinco originales llegan, se asombran con lo que ven, se van a la escuela de Lobezno, se cansan, se van a la escuela ilegal del buscado mundialmente Cíclope acompañados de su profesora Kitty Pride y en su primera misión se topan con una amnésica X-23 que es perseguida por Los Purificadores.
Llevábamos un tiempo sin saber de ella (pocos meses) pero este “truco” le vale a Bendis para tener a un “Lobezno” en el grupo, Laura recupera la memoria rápidamente, su estado salvaje se debía a que el grupo racista la había torturado durante un tiempo pero en cuanto recobra su ser acepta quedarse con ellos y luchar contra sus captores.
Laura se integra bien en el grupo, se agradece que la visión que da sea bastante continuísta con respecto al trabajo que había hecho Liu y Gage sobretodo, que no involucione aunque el autor no centra apenas la acción en ella, aparece en el número 19 y hasta el 26 no le pasa nada, solo lucha. En este número comienzan los primeros pasos de lo que será su primer gran romance, al principio parecía que iba a ser Cíclope, pero no, es el Angel, un Warren Worthington joven e inocente (aunque ya se le daba bien ligar) muy alejado del traumatizado Arcángel. Todo ello culmina en el número 30 y llega hasta la actualidad.
A pesar de que Bendis no hable mucho de X-23 sí que le otorga el suficiente espacio para dar un paso más en su vida pues el romance con el Ángel le trae felicidad de una manera que no había experimentado hasta ahora, de esta forma su ruptura con el pasado se completa formando a la heroína que Liu hizo ver que había en su interior.
En la actualidad Denis Hopeless se hace cargo de las aventuras de esta Nueva Patrulla-X y sigue contando con Laura en sus filas solo que con su nuevo traje y estatus, el de Lobezna, pero para hablar de ello debemos retroceder de nuevo.
RODEADA DE VILLANOS
En 2014 muere Lobezno en una aventura de calidad algo dudosa que trajo consigo una serie de especiales y limitadas que mostraban a muchos de los secundarios, personajes relacionados y familiares del mutante más famoso del planeta. Estaba claro que Laura Kinney iba a estar entre ellos y sale en dos series, la primera El legado de Logan.
Esta serie de seis números podría considerarse un previo a la serie de Lobeznos que acapararía la cabecera del mutante de garras afiladas durante un tiempo. El primer y ultimo número están escritos por Charles Soule que explica como Shogun rapta a varias personas relacionadas con Logan, estas son Dientes de Sable, Daken, X-23, Dama Mortal y Mística, el resto de números son unos especiales que tienen diferentes equipos creativos para dar la visión de como afrontan ellos la muerte de Lobezno.
El segundo número es el de X-23 y está hecho por Tim Seeley al guión y Ariela Kristantina al dibujo. Laura está enfadada y le cuesta controlar su ira, escapa del complejo en el que entrena con la nueva Patrulla-X para vivir una aventura en la que se encuentra con un ex-mutante y ex-miembro del Alpha Flight llamado Cortavientos para al final volver con su grupo ya más contenta. Poco más que decir sobre un número muy flojo.
Al final Soule nos cuenta que Shogun ha programado en el cerebro de los raptados una serie de palabras para que obedezcan y así enlazar con la serie de Lobeznos, serie que guionizarán entre él y Ray Fawkes con una cantidad ingente de dibujantes como Salvador Larroca, Ariela Kristantina, Nick Bradsaw, Alisson Borges, Juan Doe… que desarrollan su arte durante 20 números aquí publicados en la colección de Lobezno.
Olvidémonos de una competición por tomar el manto de Lobezno como superhéroe, Lobezno es un icono en el mundo real, pero en el universo Marvel no es nadie a quien se deba sustituir, no es un hombre que tenga un grupo de ciudadanos que dependan de él, no es Batman ni el Capitán América, lo que aquí se cuenta es un grupo de personas relacionadas con Lobezno que tiene varias metas debido a la muerte del mismo, desde recuperar su cuerpo hasta salvar a unos sujetos que fueron liberados en la última misión de Logan.
Aunque sea un conjunto de individuos muy distintos y con intereses variados no deja de ser una colección con una cierta dinámica de grupo por lo que no hay muchas páginas centradas en el desarrollo del personaje de X-23. Comienza simplemente siguiendo lo que hacen los demás (por obligación) pero con su actitud heroica, ya no es una asesina como el resto, y descubre que Daken ya no tiene factor curativo con lo que tiende a ser protectora con él, parece que Laura no deja de verlo como una especie de hermano desaparecido lo cual cuadra muy bien con su pensamiento de los últimos años. No se separa de él cuando este es herido de gravedad (le arrancan un brazo) y aprovecha el grupo para acabar con quien le quito sus poderes aunque él no quiere saber nada de ella.
Uno de los momentos más importantes para Laura en la colección está en el número once, un viejo amigo de Lobezno, un extraterrestre llamado Colmillo, llega al saber de la muerte de este y va enfrentándose uno a uno de diferentes, y peculiares, maneras a cada uno de los miembros del equipo, cuando le toca con X-23 en vez de luchar la invita a tomar algo para hablar de Logan pero sobretodo para preguntarle qué hace allí con esa gente, ella confiesa que quiere averiguar cosas, ahora es una heroína y tiene una misión por propia voluntad. Así seguirá y hasta hará equipo con Daken, pero siempre a su manera.
De aquella no se había anunciado que Laura iba a sustituir a Lobezno bajo el nombre de Wolverine con su colección propia tras las Secret Wars pero ahora, con su nueva colección ya leída, se ve con claridad que se estaba preparando el terreno para ella, cada vez es más heroica, asume sus responsabilidades y se mantiene ese último paso que había dado con Bendis. Es cierto que esta forma de ser no cuadra del todo con Lobezno, pero sí con su futura serie donde le repetirán por activa y por pasiva “tú no eres él” en el buen sentido. Vayamos con ella.
TRATANDO DE SER LA MEJOR EN SU TRABAJO
Al acabar el macro evento Secret Wars, Marvel saca en enero de 2016 una nueva serie bajo el título de Wolverine con un equipo creativo al que debemos poner un 10 sin dudarlo que convierten la colección en una de las mejores de la editorial en la actualidad, estos son Tom Taylor a los guiones, David López al dibujo, que ya la había dibujado cuando era X-23, con David Navarrot.
Pero antes, no tengo por costumbre polemizar en este tipo de textos a pesar de que dejo patente mi opinión siempre que puedo pero aquí he de quejarme de la traducción, no puedo evitarlo: ¿Lobezna?, no. Si nos atenemos a la R.A.E. “lobezno” es un lobo pequeño, si vamos a la definición de “lobo” nos encontramos algo curioso: “usado en masculino referido a la especie”, podemos discutir sobre si nuestro lenguaje es machista o no (que lo es) pero sea como fuere “lobezno” es nuestra forma de identificar a la especie y, por tanto, en ese sentido es un término neutro, es decir, Laura Kinney podría ser Lobezno, sería lingüísticamente correcto, pero ¿debería?, bajo mi punto de vista sí porque ella escoge ese nombre y ese traje para honrar al hombre que consideraba como un padre, cambiarlo hace que frases como “tu no eres Lobezno aunque lleves su nombre” carezcan de sentido y esto es algo que sucede mucho, hay mucha referencia doble dentro del texto, vamos, que la traducción al femenino te puede llegar a sacar de la historia. Dentro de mi pataleta admito que el tema de las traducciones es complejo y más aun cuando estamos hablando de traducir “Wolverine” como “Lobezno” ya que no significa eso, pero ya puestos me parece que el masculino como neutro referido a la especie hubiese sido más correcto, tampoco es descabellado, hay precedentes como el de Hank Pym: Chaqueta Amarilla cuando podría haberse maltraducido por Chaquetón Amarillo, seguro que se os ocurren más. Ahora dejo el tema para retomar la postura feminista que me caracteriza en la que evalúo la historia sin tener en cuenta el género de sus personajes, dejemos la biología en su lugar y vamos a lo que aquí nos interesa.
Como Lobezna, Laura Kinney actúa en la Nueva Patrulla-X y en esta impresionante serie en solitario cuya reseña podéis encontrar aquí. Las primeras páginas ya son toda una declaración de intenciones, cuando en plena misión a Laura le meten una bala en la cabeza se queda en el suelo recuperándose y tiene una visión de Logan donde le dice en resumidas cuentas que va por el buen camino y nos quedaremos con la frase: “Eres la mejor en tu trabajo. Pero eso no significa que tengas que hacerlo.”.
El primer arco, “Cuatro Hermanas”, toma todos los elementos del personaje y los inserta utilizándolos como su fuese Lobezno solo que sin tirar de historia de este para sobrevivir, y es que Lobezna ya tiene vida propia como para continuar por sí misma. Primero persigue a cuatro hermanas que resultan ser clones suyos, con Alchemax (la malvada empresa de 2099) metidos de por medio. Laura pretende ayudarlas y para ello tira de contactos, su “novio” el Ángel la ayuda, el Doctor Extraño llega tras una llamada y la Avispa, que las pilla fisgoneando en su empresa, no duda en ponerse de su lado rápidamente. Logan les ha hablado a todos de ella así que la conocen bien.
Este primer arco sigue incidiendo en como se ve ella a sí misma por el hecho de ser un clon, aunque demuestra ya tenerlo superado. Después vuelve Kimura y con la Civil War II se enfrentará al otro Logan, el del futuro, que se codea con los X-Men. Con ello nos ponemos en la actualidad de una serie que ha superado a la mayoría de historias de Lobezno en lo que llevamos de siglo y tiene pinta de que el alto nivel va para largo.
¿QUÉ PUEDO LEER?
Laura Kinney, X-23 y ahora Lobezna es uno de esos pocos personajes que pueden presumir de tener un nivel de calidad media bastante alto, la mayoría de los guionistas que la han tratado lo han hecho con mucho cuidado y, aparentemente, cariño con lo que hay mucho que merece la pena. Yo soy de los que recomendarían hasta los All New X-Men de Brian Michael Bendis, pero procuremos reducir la lectura al mínimo para quien no se haya acercado al personaje.
Empecemos con sus series en solitario. La primera miniserie de NYX de Joe Quesada no es muy relevante, pero se hablará de ella en el futuro, además es bastante interesante como experimento. Mientras que las dos miniseries de Craig Kyle y Chris Yost (Inocencia perdida y Blanco-X) son imprescindibles para conocer al personaje a fondo. Pero si hay que resaltar algo es la serie regular que escribió Marjorie Liu, el ejercicio de construcción que hace con el personaje es impresionante, además hemos tenido la suerte de que Panini publicase los números inéditos hace muy poco. Lo mismo se debe decir de la actual serie como Lobezna, quien no tenga el primer tomo publicado en castellano por Panini el pasado año espero que sea porque lo tiene en inglés, compra segura.
Sus series de grupo son más prescindibles para entenderla bien, los Nuevos X-Men de Kyle y Yost son recomendables, mejor aun su serie de X-Force, Bendis no hace gran cosa con ella en All New X-Men pero, aunque sea impopular, admito haber disfrutado con ella y lo dedicado a la muerte de Lobezno baja bastante el nivel, así que si tuviese que elegir algo esto sería la etapa de Gage en la Academia Vengadores, donde sí que se desarrolla al personaje en sociedad, y su continuación por Hopeless en una brutal Vengadores Arena.
Otros artículos retrospectivos de personajes Marvel:
Alpha Flight
Puño de Hierro y Luke Cage
Cable
Caballero Luna
Halcón Nocturno
Máquina de Guerra
Silver Sable
Solo
Los Vengadores de los Grandes Lagos
El Merodeador
Ojo de Halcón: Kate Bishop
Gamora
Leyendo tu artículo, Igor Álvarez Muñiz he caído en la cuenta que exceptuando Vengadores: Arena, y los X-Men de Bendis, he leído todo cuanto se ha publicado en España de Laura Kinney.
A mi el personaje me gustaba moderadamente en sus inicios, pero a la altura de X-Force me tenía enamorado y su estancia en Vengadores: La iniciativa me pareció muy agradable.
Y ahora como Lobezna espero que Logan no vuelva más… me parece una gran bocanada de aire fresco dentro de la franquicia mutante, aún cuando fuera un «derivado» de Lobezno en sus inicios, creo tenemos entre nosotros un personaje interesantísimo, con enormes posibilidades y diferenciado por completo a estas alturas de James Howlett.
La serie de Tom Taylor es una gozada, aunque yo hubiera preferido que la hubieran editado en grapa, en tomo quedan muy bien en la estantería.
Espero que con su participación en la próxima película de Lobezno, Marvel aproveche para publicitar bien su serie y que las ventas se eleven.
El personaje y la serie lo merecen.
Creo que se nota, a mi siempre me gustó pero con lo que me enganché fue con la serie de Liu xD.
Solo una cosa, déjame recomendarte Vengadores Arena, si disfrutaste con la Academia Vengadores de Gage Arena es una especie de continuación que te puede gustar.
Saludos.
Pues si me recomiendas Vengadores Arena intentaré recuperar los tomos de Panini, a ver qué tal son, porque efectivamente, disfruté mucho del trabajo de Cage en Academia Vengadores (serie que creo debería haber tenido mayor éxito comercial).
Espero no equivocarme 😛
Porque a triunfado Laura como sustituta de Lobezno?, porque el personaje se a ido preparando a fuego lento para esto, sea como el caso de los Robins con Batman, o Wally cuando fue Flash, por eso Riri nos parece de coña como sustituta de IronMan y no a ido a mas porque al final va a usar otro nombre, hay personajes que se ganan el cariño del publico gracias a la preparación.
Justo quería decir algo así. Este si es un personaje fresco, distinto y que tiene conexión con el personaje para que tenga sentido.
Efectivamente a ambos, a mi los personajes de nueva hornada me están gustando en general (bueno de Riri aun no leí nada) pero no son comparables a Laura o a Kate Bishop que han sido construidas poco a poco y con detalle. Al final el buen trabajo se valora.
Recordad sin embargo que X-23 también recibió multitud de críticas cuando fue introducida en los cómics en su día. Eso, y que sus creadores no fueron menos bruscos a la hora de pulirse a la práctica totalidad de los personajes de los New X-Men de Weir y DePhilippis para convertir a Laura en la protagonista de la serie. Supero dichas críticas por lo de siempre, porque resultó ser un buen personaje y contaron buenas historias con ella, que al final viene a ser lo importante, ya sea una transición progresiva como la que tuvo lugar Wally, Dick, Bucky, Amadeus o la propia Laura respecto a Lobezno, o brusca como el caso de Kyle, Damian, Riri, Miles Morales, Kamala y demás
Enhorabuena por el artículo. X-23 es mi personaje favorito desde que la conocí en el videojuego Marvel vs Capcom 3 y desde ahí he estado coleccionando todo lo humanamente posible sobre este personaje. Ya por eso te puedo dar mi «seal of approval» 😉
No hay nada más que añadir salvo opiniones como la mía. En el campo de dibujantes creo que la que mejor la ha retratado ha sido sin duda Mike Choi tanto en Blanco-X (maravillosa portada la del número 2 con el espejo) como en la ES-PEC-TA-CU-LAR X-Force de Kyle y Yost.
Sobre esto, ¿alguien sabe si Panini lo va a reeditar en un tomo único?
Respecto a autores. Creo que los mejores han sido los propios Kyle-Yost (sus creadores originales) así como Marjorie Liu y ahora Tom Taylor.
Respecto a oportunidades perdidas. Me gustó su papel en All-New X-Men de Bendis pero el romance con el jovel Scott tenía muchísimo potencial pero lo mandaron al espacio (aún me pregunto por qué). Una lástima. En aquellos tiempos Logan y Slim se llevaban a muerte (literal) y hubiese sido muy interesante, e irónico, un triángulo amoroso entre Laura – Scott – Jean Grey con Logan como suegro.
Muchas gracias. Pues sí, a mi también me parece más interesante que la hubieran liado con Cíclope.
Muy de acuerdo en lo comentado sobre la buena suerte que ha tenido X-23 con los guionistas, Oreades, que quitando a Soule y lacayos en la infame Lobeznos -creo que no hay momento que me haya sacado más de una lectura que en aquel en el que Laura se preocupaba por Daken mientras pasaba tres pueblos de que matasen a Elixir, con quien había estado sumamente unida en X-Force- han dejado un historial bastante productivo y sólido
Laura es un buen ejemplo de personaje de nuevo cuño que toma y hereda un rol, aunque me sigue incordiando que tome la identidad de un hombre porqué pienso que eso le quita la identidad que precisamente ha estado buscando cuando hasta entonces siempre se sublimaba a un arma y, ahora, a otra identidad. En cualquier caso, como personaje está muy bien hilado y es muy tridimensional, y es muy cierto como fue situando a Logan, Gambit y Jubilee en distintos roles para evidenciarla todavía más como persona y ser social, aunque para mí Gambit más que un familiar seríaun amigo, puesto que ambos se muestran equivalentes y con ella no tiene un paternalismo sino una honerstidad y a su vez aceptación, mientras que los demás, con la mejor de las intenciones, eso sí, siempre tratan de reconducirla. De hecho Gambit es lo que aporta. Cuando mata a alguien él ni la condena, solamente le hace una pregunta «puedes vivir con ello?».
Respecto a Lobezno protegiendo a Laura de ingresar en X-Force, es cierto… pero en Messiah Complex es Lobezno quien la recluta a ella, es después de este crossover cuando Logan dice que no la quiere dentro porqué las aguas están algo más calmadas y ahí Cíclope insiste y se cabrean. Pero Lobezno la recluta primero para un grupo que se dedica a asesinar, solo que no se verbaliza como se hace después.
Eso que dices es una de las grandes contradicciones de la época porque las posturas están bien hechas, pero Logan, según el gusto y necesidad del guionista del momento tiraba de los críos para las batallas. Además durante toda la serie de X-Force no para de decir que la vida de gente como ellos (refiriéndose a Laura y a él mismo) vale menos por su pasado y es como un poco de doble moral en plan «quiero que seas mejor persona educándote pero a la vez te menosprecio». Liu lo construye mejor, a mi gusto, y como tú dices la figura de Gambito es de 10.
Saludos.
Yo no lo vi tan contradicción. Es decir, esa encarnación de X-Force para la que la recluta Lobezno eran originalmente rastreadores, no asesinos. De ahí que estuviera gente como Loba Venenosa, Sendero de Guerra, Caliban o -ya más difuso- Hepzibah, que de asesinos tampoco es que tuvieran mucho (lo cual no quita que tuvieran encontronazos que los pusieran al límite con gente tan chunga como los Cosechadores, los Merodeadores o el Depredador X). Es posteriormente al evento cuando se transforman en un escuadrón de la muerte con un objetivo muy claro cuando James no la quiere como parte del grupo