Death Orb, de Ryan Ferrier y Alejandro Aragón

Reseñamos Death Orb, la obra de Ryan Ferrier y Alejandro Aragón para Dark Horse y recientemente publicada por Multiversal en Argentina. Ciencia-Ficción y acción frenética.

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Death Orb

Edición original: Death Orb 1-5 USA (Dark Horse Comics)
Edición argentina: Death Orb (Multiversal Ediciones, 2021)
Guion: Ryan Ferrier
Dibujo: Alejandro Aragón
Color: Chris O’Halloran
Traducción: Martín Ladi
Rotulación: Matías Girolami
Formato: Rústica. 120 páginas. 1400 $.

El apocalipsis después del apocalipsis

Muchas veces nos preguntamos por el futuro, muchas de ellas recurrimos a la ciencia-ficción (aunque siempre sería más aconsejable utilizar el término «ficción científica» para dar mejor cuenta de ello) tratando de vislumbrar qué nos espera o simplemente para estudiar nuestro presente exagerando un futuro. Y lo cierto es que hay diferentes maneras de abordar este género, si es que se le puede llamar tal cosa, es más, si es que se puede siquiera establecer géneros, pero una de las recurrentes son las sociedades post-apocalípticas. Futuros oscuros y desérticos en los que la vida es más una excepción que una norma. Esto es lo que nos encontramos en Death Orb, un planeta Tierra que está en las últimas tras sufrir una desgracia que acabó con gran parte de la vida en él. Pero no solo eso, sino que los autores nos proponen ir un poco más allá y si su punto de partida es malo, para los que habitan el planeta, el futuro pinta peor, con algo amenazando dar el golpe mortal a los seres humanos.

Pero la ciencia-ficción rara vez viene sola. En este caso se mezcla con las distopías, algo muy habitual, con acción, que también suelen pasear juntas especialmente en las últimas décadas, pero aquí parece que quiere acercarse también al western. Ver estos dos elementos conjugados no nos es extraño, hay muchos precedentes, desde Almas de metal, más conocida como Westworld por su remake en formato serie, hasta la infame Wild Wild West. Animes como Trigun o, la que ahora está en boca de todos, Cowboy Bebop nos han demostrado las grandes capacidades de esta mezcla y lo mismo ocurre con series como Firefly. Si nos vamos a las distopías hay a montones, en el cómic podríamos destacar Jeremiah o Just a Pilgrim, por poner dos ejemplos que merezcan la pena. Todo esto lo encontramos en Death Orb, y alguna cosa más, pero con un detalle que la hace muy interesante, a saber, que en ningún momento se plantean revolucionar nada ni rompernos la cabeza con planteamientos innovadores, se trata de una historia de acción muy directa, que va al sentimiento y a la diversión. Y lo consiguen.

Death Orb sigue el viaje de un hombre en busca de su mujer embarazada. El personaje es misterioso y poco sabremos de él más allá de su motivación y la facilidad que tiene para matar a todo el que se le ponga en medio. Se le conoce como «El forajido», va en moto, a la que llama Henrietta, y se le da bien manejar el hacha. Tiene todos los elementos de los personajes arquetípicos de este tipo de historia, con un pasado intrigante, tiene un propósito con el que podemos empatizar y da buenas escenas de acción, lo que hace que quien guste de este tipo de historias, y yo me incluyo entre ellos, va a disfrutar del cómic desde la primera página.

Dentro del mundo distópico que nos plantea Death Orb tiene mucha importancia la religión. La portada ya nos muestra una cruz invertida, y es que tras el evento que destrozó el planeta se hizo con el poder una secta que proclama la llegada del fin del mundo, uno total e irremediable, que está dirigida por Padre y los Lores. No es una secta satánica en sí y el juego que dan los autores con el cristianismo, aunque breve, no deja de ser interesante. Pero sobre todo se centran en el villano principal, dándole peso, motivos, una dirección y una fuerte personalidad, con un final muy adecuado, ya que, como no podía ser de otra manera, las cosas no son exactamente lo que parecen y es con el que nos dejan ese poso reflexivo que toda obra de este tipo debe tener, aunque no sea su motivación para existir. Bastante para una miniserie de cinco números aunque se hubiese agradecido un poco más de duración. Esto es bueno, porque la colección es lo suficientemente interesante como para querer saber más, aunque su final en cierto modo es bastante satisfactorio, especialmente en cuanto a simbolismo religioso trasladable a lo político y lo social, pero en detrimento del personaje principal. Aunque en cierta medida esto no deja de recordar a otra de las obras de las que bebe este cómic, Mad Max.

Con todo ello la acción es su punto fuerte y esto deja mucho peso en el dibujo. Algo que su autor, Alejandro Aragón cumple sobradamente. Al dibujante lo conocemos gracias a trabajos como su adaptación de 28 Días después o la serie The Resonant para Vault entre otros, precisamente este último ya era digno de mención, pero en Death Orb se alza como punto fundamental del cómic gracias a esa capacidad que tiene para las escenas de acción, a las que dota de un gran movimiento y dinamismo. Esto sin desmerecer el trabajo de Ryan Ferrier al guion, solo hay que leer D4ve o su versión de las Rat Queens para darse cuenta que es un buen escritor de cómics. Diálogos interesantes y algunas buenas ideas para dar trasfondo a la historia aderezan una obra trepidante de principio a fin.

Death Orb fue publicado originalmente por Dark Horse en Estados Unidos en 2018 y ahora Multiversal lo recupera con esa intención de llevar trabajos de dibujantes argentinos a su propio país. Esperemos algún día poder verlo también por aquí.

Lo mejor

• El trabajo narrativo de Alejandro Aragón y como se luce en las escenas de acción.
• Se trata de una historia que tira de tópicos, pero lo sabe muy bien y consigue tener su propia esencia.

Lo peor

• La sensación que te deja el final con respecto al personaje principal. Como que falta algo.

Edición original: Death Orb 1-5 USA (Dark Horse Comics) Edición argentina: Death Orb (Multiversal Ediciones, 2021) Guion: Ryan Ferrier Dibujo: Alejandro Aragón Color: Chris O'Halloran Traducción: Martín Ladi Rotulación: Matías Girolami Formato: Rústica. 120 páginas. 1400 $. El apocalipsis después del apocalipsis Muchas veces nos preguntamos por el futuro, muchas…
Guión - 8
Dibujo - 8.3
Interés - 8.3

8.2

Mortal

Ryan Ferrier y Alejandro Aragón demuestran que no hace falta darle mil vueltas a los mismos temas para hacer una obra futurista que sea efectiva. Más aún si tienes un buen hacha en las manos.

Vosotros puntuáis: 7.44 ( 3 votos)
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