Debuts del cómic independiente USA: Febrero 2017

Reseñamos los diez debuts del cómic independiente que creemos más interesantes del mes pasado: Cristal Oscuro, Spirit, Los Inmortales, Baltimore...

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Bienvenidos a esta nueva vieja sección. Hace unos años, cada mes solíamos lanzar una entrada en la que reseñábamos los primeros números de las series que iban apareciendo en el mercado del cómic independiente norteamericano. Con el tiempo, decidimos dedicarles reseñas propias a cada título cada semana, según fuesen apareciendo, para tratarlos con mayor profundidad y dotarles de mayor visibilidad. Sin embargo, como efecto lateral hemos ido notando como, repartiendo nuestro tiempo y espacio entre novedades estadounidenses y de aparición en castellano, algunas de ellas de importancia se nos escapaban sin que pudiésemos dedicarle a tiempo la mención que merecían.

Por todo ello, hemos ido reorganizando un tanto la sección, y si bien llevan ustedes unas semanas comprobando cómo Pedro de Mercader y un servidor nos iremos alternando cada miércoles para ofrecerles una reseña de aparición nacional, además a principios de cada mes aparecerá esta sección, en la que un servidor tratará de dar un repaso a los que ha considerado los títulos más destacados aparecidos durante el anterior en el panorama indy estadounidense. Las reseñas, por tanto, serán más breves, pero creemos que de ese modo, tendrán ustedes una visión más global de lo que acontece en esta porción del mundillo, y de a qué títulos creemos que conviene que presten ustedes mas atención.

Poco más, ahí vamos, con spin offs de célebres franquicias fílmicas de los años ochenta, un par de trabajos salidos de la mente de Mike Mignola, y , a modo de homenaje al maestro de maestros Will Eisner (de cuyo nacimiento se cumplió ayer un siglo), la visión de Francesco Francavilla sobre quizás su más reconocible creación.

Baltimore the red kingdom Baltimore: The Red Kingdom, de Mike Mignola, Christopher Golden y Peter Bergting. Dark Horse.

Con esta miniserie de cinco capítulos, Mike Mignola y Christopher Golden ponen final a una de las cabeceras que más le han entusiasmado a uno en los últimos años. Sí, las andanzas del noble inglés Lord Baltimore luchando contra horrendas criaturas sobrenaturales y malévolos cultos a través de una Europa devastada por la primera guerra mundial y por la consiguiente aparición de dichos seres, culminan con El Reinado Rojo. Y la épica desesperada que se palpa resulta estremecedora, desde el informe de cómo va la guerra contra el Rey Carmesí en 1925 de las primeras páginas, a las sucias escenas de batalla de curtidos veteranos que saben que hoy quizás venzan sobre los horrores innombrables liberados sobre ellos, pero que mañana sin duda sus vidas acabaran de manera atroz. Baltimore lleva dos años desaparecido, y se le da por muerto, mientras sus aliados y otros antiguos oponentes mueven fichas para intentar salvar el mundo pos su cuenta, llegando a antaño impensables alianzas.

Si el nivel de este tramo final se mantiene a la altura de este primer número, podremos decir que Mignola y Golden han sabido concluir esta interesante serie que transcurre fuera de su habitual Mignolaverso como merece. Incluso el dibujo de Peter Bergting, no muy del agrado de este redactor, parece haber ido mejorando, adquiriendo un trazo más concreto y feista que le emparenta en cierta medida con el de Kevin O ‘Neill. Echaremos de menos a Baltimore, pero con un final como el que parece que aquí se nos propone, difícil será ponerle reparos a esta decisión de Mignola.

Valoración:


Darkness visible Darkness Visible, de Mike Carey, Arvind Ethan David y Brendan Cahill. IDW Publishing.

En un mundo en que los demonios llevan intentando integrarse públicamente en la sociedad como una minoría más desde hace décadas, muchos de ellos recurren al delito. Para afrontar sus peculiares crímenes se ha establecido la brigada especial de la policía llamada Cíclope. Daniel Aston es un integrante de la misma, un hombre de color orgulloso de su herencia étnica que sin embargo tiene sus propios prejuicios sobre los demonios. Una contradicción interna que su hija pequeña no acaba de comprender y que señala sobre su progenitor. Sin embargo, con el giro final de esta primera entrega, quizás comience a reevaluar su postura.

Darkness Visible es el nuevo trabajo de Mike Carey, el guionista de cómics tan cruciales como Lucifer o The Unwritten, así como de una nada desdeñable etapa con los mutantes marvelianos. Recuerda poderosamente a otros dramas policiales con tintes fantásticos en los que la premisa parece abrir la posibilidad de explorar el tema de la integración de minorías, como Alien Nation o Almost Human. Quizás la cosa vaya a mejor en los siguientes números, pero en este debut, a pesar de ser muy correcto y solvente, no encontramos nada especialmente reseñable que aparte Darkness Visible de la pila de cómics algo rutinarios.

Valoración:


Highlander: the american dream Highlander: The American dream, de Brian Ruckley y Andrea Mutti. IDW Publishing.

En 1985, algo antes de su duelo final con el Kurgan, Connor MacLeod recibió la visita de otro inmortal. Con él, recordará cómo se conocieron durante la guerra civil norteamericana, cómo se enfrentaron juntos a otro de su clase cuya maldad hacía palidecer a la del mismísimo Kurgan, y cómo el recién llegado MacLeod decidió quedarse en el viejo continente. Pero alguien les está vigilando de cerca.

Por fin tenemos la ocasión de hincar el diente sobre la genial (a juzgar por este primer número, claro) precuela de Los Inmortales, la película de culto protagonizada por Christopher Lambert y Sean Connery, y dirigida por Russell Mulcahy. Si bien el dibujo de Andrea Mutti no es gran cosa, Brian Ruckley parece haberse pensado muy bien el guion de esta historia que usa de manera inteligente la mitología establecida en el filme para crear un relato interesante y bien contado. No somos muy de cómics basados en franquicias de otros medios, pero de esto, vamos a devorar todos los números mientras escuchamos la banda sonora que Queen compuso para la película.

Valoración:


The Power of the Dark Crystal, de Simon Spurrier y Nichole Matthews. Archaia.

Y lo que acabamos de decir sobre Los Inmortales, vale para esta secuela de Cristal Oscuro, otra mítica cinta de fantasía de los años ochenta: del mismo modo, no depende solo de la nostalgia del lector, sino que su guionista (el gran Simon Spurrier en este caso) ha cuidado tanto crear una historia interesante como contarla bien. Ignoramos, eso sí, cuánto es de cosecha propia de Spurrier, ya que se llevaba años hablando de filmar una segunda parte de aquellla cinta de Jim Henson protagonizada por tan solo marionetas animadas, y es probable que haya trabajado sobre el tratamiento de guion de esta naufragada secuela fílmica que ve la luz finalmente gracias al noveno arte en lugar de al séptimo.

En cualquier caso, Spurrier sabe manejar con su puesta en escena y sus textos este relato que mantiene ese tono entre de terror y de encantadora fabula de la película original, sin quedarse en palida imitación e introduciendo su propia personalidad. Y el arte de Nichole Mathews contribuye a subrayar la sensación de que estamos ante un muy digno producto, y no un mero sacacartos que aprovecha la nostalgia de quienes empezamos a cumplir peligrosa y rápidamente muchos años.

Cien años tras el filme original, la tierra de Thra está libre del terror de los Skeksis. Una iglesia ha surgido alrededor del restaurado Cristal Oscuro y de la figura de Jen y Kyra, que todavía viven aunque pasan largos periodos sumidos en un profundo sueño. En ese escenario, aparece Thurma, una criatura de fuego que ha venido desde su reino a implorar ayuda: y es que para salvar a su gente necesita un fragmento del Cristal Oscuro, que por tanto debe volver a quedar roto.

Valoración:


John Carter: The end, de Brian Wood y Alex Cox. Dynamite Entertainment.

John Carter y su esposa Dejah Thoris viven retirados en Titan, la luna de Saturno, alejados hace años del Marte donde eran aclamados como héroes. Los años han pasado por los longevos protagonistas, y viven todavía inmersos en el luto por la muerte de su hijo. Pero un tirano y genocida se ha levantado en el planeta rojo, y el Jeddak Tars Tarkas manda unos emisarios a Titan para solicitar la ayuda de sus viejos amigos, la princesa de Marte y el señor de la guerra de Virginia. Y es que quizás sean ellos los únicos que puedan solucionar esta crisis, ya que Carter ha estado ocultando a Dejah un terrible secreto todos estos años.

Esta interesante sinopsis, y el tono crepuscular que el experimental dibujo de Alex Cox plasma en John Carter: The End, darían a priori la impresión de que estamos ante un producto muy a tener en cuenta, tal vez una visión que pudiese marcar a los personajes que Edgard Rice Burroughs creó hace ya más de un siglo. Lamentablemente, no es así, y el alcance del guion de Brian Wood se extingue más allá de su premisa, sin aportar nada que suscite nuestro interés. Resulta desconcertante que con un planteamiento así nos podamos quedar fríos, pero me temo que así es, y que este esperado lanzamiento se ha quedado en pequeña decepción.

Valoración:


Forbidden brides of the faceless slaves in the secret house of the night of dread desire, de Neil Gaiman y Shane Oakley. Dark Horse.

En un mundo distinto al nuestro, en el que los fantasmas, los vampiros, los necrófagos, las mansiones encantadas y las maldiciones familiares son reales y cotidianas, un escritor sufre de un bloqueo. Quiere hacer literatura de verdad, un slice of life que refleje la realidad que conoce (como El Castillo de Oranto) pero no es capaz de escribir una línea sin caer en tópicos que no le satisfacen. Mientras asistimos a sus intentos de que la novela tire adelante con sus ominosos y góticos pasajes, una conversación con un cuervo hará que se plantee si no debería enfocar sus esfuerzos en hacer lo que siempre ha despreciado y decidirse a escribir ficción.

Forbidden brides…(me niego a tratar de escribir de nuevo el título completo) es un relato en prosa publicado por Neil Gaiman hace años y ahora adaptado magistralmente al cómic por Shane Oakley. Se trata de una breve cusiosidad, casi un chiste de Gaiman. Una exploración de los topicazos del género de terror en plan Edgard Allan Poe y el cuento gótico inglés. Pero va un poco más allá de ello, ya que también reivindica la fantasía como literatura válida frente a las posturas rígidas y algo clasistas que afirman lo contrario. Gaiman (y por extensión, claro, Oakley) nos proponen con esta historia de un mundo al revés abrazar sin prejuicios aquello que realmente nos guste sin hacer mucho caso a etiquetas ni al qué dirán, por ridículo que pueda ser nuestro objeto de adoración.

El arte de Oakley, jugando con las sombras, es realmente espectacular, y uno no puede sino lamentar haberle perdido de vista desde aquel Albión de Alan Moore. Forbidden Brides… es una novela gráfica de lectura ni muy trascendente ni fundamental, pero agradable y simpática, y de factura impecable.

Valoración:


Planetoid Praxis, de Ken Garing. Image Comics.

Planetoid Praxis es la secuela de Planetoid, una miniserie de ciencia ficción que Ken Garing publicó en Image hace unos años. A pesar de las buenas críticas, por diversas circunstancias su autor no ha podido continuar con esta obra (como era inicialmente su intención) hasta ahora. Y podemos decir que la espera ha merecido la pena.

Un extraño llega al planetoide que da nombre a la miniserie: lleva la cara cubierta por un casco, cosa que no impide que los hijos pequeños de los habitantes de aquel lugar le acojan con los brazos abiertos con toda confianza y sin miedo. Sin embargo, al llevarle ante sus mayores para brindarle la ayuda que necesita, éstos recelarán del recién llegado. Más aún cuando al quitarse el casco muestre ser un miembro de la especie intergaláctica de los Ono Mao, aquellos que han azotado el espacio conocido llenándolo de atrocidad, genocidio y guerra, y que son los responsables de que los habitantes del planetoide hayan debido refugiarse allí, para vivir el resto de sus vidas a salvo.

Planetoid Praxis evoca un tanto a la bande dessiné de ciencia ficción europea, estilo Metal Hurlant por decir algo, más que al cómic book USA, si eso le sirve de referencia a alguien. El arte, la narrativa y los bretes morales que Garing despliega a los largo de sus páginas hacen de este debut un despegue muy interesante para esta nueva andadura en el universo que creó. Compra asegurada los próximos meses.

Valoración:


The Visitor: How and why he stayed, de Mike Mignola, Chris Roberson y Paul Grist. Dark Horse.

A través de la miríada de relatos de Hellboy que han sido publicados desde la creación del personaje, hemos ido aprendiendo que una especie alienígena era consciente de que Anung Un Rama tendría manifestación física en nuestro mundo a finales de la segunda guerra mundial. Y que enviaron a un emisario para que se infiltrase entre los soldados aliados que acompañaban al profesor Bruttenholm cuando Rasputín hizo su impía invocación, para así acabar con este mal encarnado. También sabemos que este visitante dudó de su misión al ver que aquel demonio se manifestaba como un bebé, y que decidió por su cuenta y riesgo no acabar con el pequeño Hellboy sino ir monitorizándole mientras crecía. Y que años después, murió satisfecho sabiendo que ese niño al que se negó a matar llegó a ser una fuerza del bien.

En esta miniserie de cinco episodios, Mike Mignola, Chris Roberson y Paul Grist profundizarán en la historia de este extraterrestre que decidió caminar entre nosotros a lo largo de las décadas y vigilar la educación de alguien en lugar de exterminarle. Este primer número no abunda mucho más allá de esta premisa en su presentación de la historia, pero dado el talento de sus autores implicados, sin duda las siguientes entregas explorando esta porción del Mignolaverso estarán cargadas de interés.
Valoración:


The old guard, de Greg Rucka y Leandro Fernandez. Image Comics.

A lo largo de la historia de la humanidad, varios de sus mayores guerreros han ido descubriendo que están dotados de la inmortalidad, y que pueden curarse de heridas que acabarían en el acto con cualquier otro. Con el paso de los siglos, algunos de ellos han ido uniéndose en una compañía de mercenarios dirigida por Andy, una mujer de fuerte carácter, la más letal de estos longevos soldados. A día de hoy, un antiguo contacto suyo les encarga una misión en el norte de África para rescatar a un grupo de colaboradores de una fundación pro derechos humanos apresados por la guerrilla local. Pero quizás todo esto no sea sino una trampa para exponerles. Y mientras tanto, en Afganistán, una joven mujer soldado herida de muerte se recupera milagrosamente de la noche a la mañana. ¿Será esta su próxima compañera?

The Old Guard es un proyecto de Greg Rucka en el que lo que realmente resalta es el increíble apartado gráfico del argentino Leandro Fernández, con el que Rucka ya había colaborado en un arco de Queen & Country. Su dibujo y su narrativa son realmente espectaculares y nos recuerdan en una medida a su compatriota Eduardo Risso. Solo por lo visual de éste cómic ya merecería la pena comprarse The Old Guard, pero además es que Rucka parece tener algo interesante que contar aquí y que consigue intrigarnos. Muchas ganas de leer los siguientes números, la verdad.
Valoración:


Will Eisner’s The Spirit: The corpse makers, de Francesco Francavilla. Dynamite Entertainment.

De forma discreta y poco a poco, una ola de muertes y desapariciones azota Central City. Al producirse de manera gradual, la policía ha ido achacando unas y otras a fallecimientos naturales y a rutinarias huidas del hogar. Incluso el sagaz justiciero enmascarado conocido como Spirit acepta como tales estos tristes pero poco alarmantes sucesos. Sin embargo, quizás haya algo más de lo que parece a simple vista detrás de todo esto. Y si es así ¿cómo está implicado en todo ello el primo recién llegado a la ciudad de Ebony, el ayudante del héroe de azul?

Francesco Francavilla se encarga de esta nueva aproximación al personaje de Will Eisner de parte de la editorial Dynamite. A pesar de las patentes diferencia estilísticas entre ambos autores, Francavilla es el hombre adecuado para relatos de corte pulp y retro, y cumple con creces ante la desafiante tarea. Y aunque se echan de menos esos títulos de crédito marca de la casa que Eisner imprimía sobre el comienzo de casi cada aventura de Spirit, el italiano nos compensa de esa ausencia con varias páginas en las que juega con la narrativa por ejemplo a través de viñetas que son interiores de un coche. También nos regala con una breve pero impresionante persecución automovilística que parece dotada de movimiento más allá del que se suele conseguir en el cómic, demostrando que a la hora de ponerse con algo tan grande como Spirit, hay que aplicarse y no brindar un trabajo rutinario, y que él cumple. Imprescindible, claro.
Valoración:

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DavidMen
DavidMen
Lector
11 marzo, 2017 18:35

Mil gracias por esta sección, se me antoja imprescindible en un mercado donde la calidad, en mi humilde opinión, viene en su mayoria del cómic independiente. Harto de los resets de Marvel y DC, me considero super fan de Image y estoy dispuesto a conocer las otras editoriales indies.
Así que nuevamente gracias y que dure!