Debuts del cómic independiente USA: Marzo 2017

Reseñamos los números uno del cómic independiente norteamericano que creemos más interesantes del mes pasado: American Gods, Vampirella, X-O Manowar...

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Volvemos con la segunda entrega de esta reanudación de nuestro repaso mensual a qué colecciones nuevas lanzadas en Estados Unidos han llamado más nuestro interés. Durante el pasado mes de marzo, en el panorama del cómic independiente aparecieron un buen puñado de ellas, y a veces es complicado hacer selección. Hemos decidido dejar fuera cosas como la nueva miniserie de Lobster Johnson, a pesar de lo entretenido de su atmosfera pulp, de su increíble apartado gráfico y de ser una de nuestras debilidades, por hacer sitio y tener el convencimiento de que ya la reseñaremos cuando aparezca en castellano. Tampoco repasamos el especial Transformers VS GI Joe: The Movie Adaptation, porque aunque la propuesta gráfica de Tom Scioli siempre nos convence, la lectura de esta adaptación de una película que no existe supuestamente basada a su vez en la maxiserie del mismo título firmada por el mismo autor, sin conocer el metalinguistico juego y haber leído dichos cómics, se nos antoja pesadillesca e incomprensible. Tampoco hemos reseñado ningún título de la empresa rusa Bubble, que con fuerza ha decidido hacerse un sitio en el mercado norteamericano, por ser tebeos de manufactura no estadounidense, igual que no solemos reseñar aquí traducciones de comic europeo o manga al inglés.

Decisiones todas debatibles, claro, no pretendemos ostentar la razón absoluta. Esperamos, eso sí, que nuestro criterio sea de su agrado dentro de un orden, y nos esforzaremos por mejorar. Sin más, echemos un vistazo a qué nos ha deparado marzo en tema de nuevas series.

All-Time Comics: Crime Destroyer #1, de Josh Barber, Ben Marra y Herb Trimpe. Fantagraphics.

Crime Destroyer es un justiciero disfrazado, un superhéroe sin superpoderes, algo así como el Batman de Frank Miller o El Castigador marveliano. Al igual que éste último, también es un veterano de Vietnam, y así, cuando acude a prisión a visitar a un viejo camarada de armas que terminó cometiendo errores y siendo encerrado, éste le pide que rescate a su hija, presa de una secta que opera en Optic City. El rudo vigilante afroamericano prepara su equipo y se dirige hacia allí, pero éste es el terreno protegido de Atlas, el superhumano de poderes cuasidivinos con el que no está en muy buenos términos. La colisión entre ambos héroes es inevitable.

El primer especial que Fantagraphics publica dentro de su línea All-Time Comics nos da todo lo que nos prometía: un aspecto superheroico entre retro y underground setentero, diversión a raudales, violencia delirante, toques de blaxploitation y un espíritu que a pesar de partir de elementos rancios, los combina con resultados muy frescos. Sin ser un parodia, Crime Destroyer se aparta de intentar hacer a los superhéroes realistas; como mucho se recrea en esa visión de plástico de la realidad con toques sociales de la denominada bronze age, y resulta que esto no puede sentarle mejor al género. Da igual que los motivos para enfrentarse de Atlas y Crime Destroyer se dibujen ilógicos y pueriles, aquí hemos venido a ver entre otras cosas a dos héroes dándose mamporros. El estilo impregnado hace que esta suspensión de la verosimilitud nos resulte mucho menos indigesta que algunas Civil Wars o enfrentamientos entre Batman y Superman, que pretenden autojustificarse de manera mucho más seria y fallan en comparación. Los malos son abyectos y horripilantes, y la violencia casi caricaturesca abunda en cada página. Un debut inmensamente entretenido que cuenta con las últimas páginas que firmó el fallecido Herb Trimpe.

Valoración:


American Gods: Shadows #1, de Neil Gaiman, P. Craig Russell y Scott Hampton. Dark Horse.

Shadow Moon, un hombre de piel oscura aunque no necesariamente afroamericano, ha salido de prisión unos días antes de que su esposa, la luz y objetivo vital de sus años de cautividad, haya sido misteriosamente asesinada. En el avión de camino al funeral, padece unos extraños sueños y conoce a un tal Mister Wednesday, que parece saberlo todo de él y que le ofrece un empleo como guardaespaldas. A través de esto descubrirá un oculto mundo sobrenatural en el que los viejos dioses y los nuevos están a punto de ir a la guerra.

Uno entiende las dificultades de adaptar una obra de un medio a otro: usan lenguajes distintos y a veces lo que es brillante en uno, en el otro puede quedar forzado o fuera de lugar. Lamentablemente, esto es lo que está sucediendo al pasar la novela American Gods de Neil Gaiman al cómic. Por ejemplo, nos encontramos con elipsis excesivas entre viñetas consecutivas, explicadas de forma mecánica mediante el texto; digamos, el polo opuesto al decompressive storytelling desmesurado. El arte de Scott Hampton es magnífico desde una perspectiva formal, pero resulta estático, ausente de alma, y nos encontramos ante un bello objeto completamente inerte. P. Craig Russell, encargado de guionizar al adaptación, nos brinda el dibujo de las cuatro últimas páginas, y la cosa mejora, pero me temo que no lo suficiente como para que el producto escape de la impresión de que las expectativas en él no han sido ni de lejos cubiertas.

Valoración:


Anno Dracula 1895: Seven Days in Mayhem #1, de Kim Newman y Paul McCaffrey. Titan Comics.

¿Y si, al contrario de lo que cuenta la novela de Bram Stoker, el vampírico Dracula no hubiese caído ante los esfuerzos de Abraham Van Helsing, John Seward, Quincy P. Morris, Jonathan Harker y Wilhelmina Murray? ¿Y si se hubiese alzado victorioso en sus encuentros con ellos, hubiese conseguido infiltrarse en la sociedad británica y de hecho hubiese ascendido a lo más alto de la misma? Bienvenidos a un mundo decimonónico donde la existencia de los vampiros es pública, ya que el más poderoso de ellos, el mentado conde transilvano, es el regente consorte del Imperio británico, el marido de la Reina Victoria. Las fuerzas enemigas de tan impía alianza (entre las que se cuentan las naciones alemana y francesa, renegados británicos, otros vampiros, y hasta el inventor norteamericano Thomas Alba Edison) se han reunido en una flota que pretende acabar con esta hegemonía asestando un poderoso golpe de improviso. Pero no es fácil sorprender a Dracula, menos aún en su faceta de hombre de estado y líder militar. Y dentro del territorio inglés, el Consejo de los siete días, la resistencia contra el gobierno vampírico, empieza también a tener problemas.

Tan enajenada al tiempo que atractiva premisa es la que nos presentan los libros de la saga Anno Dracula de Kim Newman, quien se encarga también de firmar el guion de este spin-off en cómic de su obra. Y la verdad, junto al apartado gráfico de Paul McCaffrey, la cosa ha empezado bastante bien. Tiene mucha gracia cómo se ha andamiado éste mundo alternativo en el que uno puede encontrarse al Lord Ruthven de El Vampiro de Polidori como primer ministro de Gran Bretaña, o a Fah Lo Suee (la hija de Fu Manchú, que nunca es mencionado como tal, imagino que por los mismo temas de derechos por los que tampoco lo fue en la Liga de los Caballeros extraordinarios de Alan Moore) advirtiendo a la vampirica pero heroica protagonista de una infiltración en el consejo. Servidor no ha leído estos libros que inicialmente iban a estar coescritos por Philip José Farmer (y cuya influencia se siente, articulando mucha ficción victoriana con el mundo real de manera parecida a lo que hizo con los personajes Pulp con su familia Wold Newton) pero lo cierto es que a pesar de que muchos textos de apoyo son duros de seguir debido a una nefasta y diminuta rotulación, este primer número le ha animado a darles una oportunidad. Y, por supuesto, a seguir estos cómics.

Valoración:


Extremity #1, de Daniel Warren Johnson. Image Comics.

En un futuro postapocalíptico, Thea es una joven perteneciente a un clan que hace un tiempo años fue atacado por los Panzina, otro grupo rival. Perdió a su madre y su madre, la extremidad con la que dibujaba, la actividad que la definía. Ahora ha llegado el momento de la venganza y junto a sus camaradas y familia asaltarán el refugio aéreo de los Panzina.

Extremity es un sangriento y trepidante tebeo de acción, con una narrativa muy cercana al manga, y a este redactor le ha resultado una muy refrescante sorpresa. El mundo descrito es crudo, fascinante, con elemento tribales mezclados con alta tecnología, pero los personajes tienen reacciones que se nos antojan reales a pesar de estar inmersos en tan enajenado entorno. La fría estética oscila entre lo feísta y lo cartoon, con resultados notables. Servidor no tenía controlado a Daniel Warren Johnson hasta ahora, pero a partir de la lectura de este primer número, tratará de estar atento al autor. Porque Extremity, a pesar de la sencillez de su planteamiento, le ha ganado este derecho, colocándose entre los títulos más interesantes de Image Comics. Que no es poco.

Valoración:


Grass Kings, de Matt Kindt y Tyler Jenkins. BOOM! Studios.

Bruce, el sheriff local de Grass Kingdom, ha detenido al joven Lo, y lo va a sacar de esta localidad de un punto indeterminado en una franja de la frontera entre Estados Unidos y Canadá. El chico es de la zona vecina de Cargil, y pertenece a un clan territorial rival al de Bruce y de su hermano Robert, así que mientras es conducido en coche patrulla de vuelta a su lugar de procedencia, pone de relieve cómo en realidad éstos no tienen autoridad legal para gobernar la zona en su conversación mientras la visitan. Bruce no es un mal tipo, y no ve esas infracciones más que como algo anecdótico a cambio de la seguridad y bienestar que dispensan a su feliz comunidad a pesar de los problemillas de Robert.

Matt Kindt vuelve a ofrecernos una obra personal y digamos costumbrista, lejos de entornos fantásticos, y como de costumbre, este registro le sienta mucho mejor. Su interesante retrato de la norteamérica rural contiene además una interesante reflexión sobre el tema de la propiedad de la tierra, un concepto que damos por sentado, pero que a nada que le demos un par de vueltas, es como mínimo extraño. El apartado gráfico de Tyler Jenkins resalta por su bello coloreado a base de lo que parecen acuarelas, y en fin, que sabemos que hay mucha chicha en este relato que todavía no se ha asomado en este primer número.

Valoración:


Vampirella , de Paul Cornell y Jimmy Broxton. Dynamite Entertainment.

La mítica visitante del planeta Drakulon, cuyas aventuras siempre han transcurrido entre los años setenta y la actualidad, despierta tras siglos de aparente muerte, de sueño vampírico. La ciudad norteamericana de Los Angeles se ha transformado en una futurista metrópolis, una enloquecida utopía (¿o es una distopía?) con la que debe familiarizarse, y en la que debe responder a varias agresiones mientras trata de encontrar su sitio en este nuevo entorno.

Paul Cornell afronta el reto de cambiar el canon de Vampirella con esta curiosa propuesta que ya veremos cuánto da de sí. Su trabajo y el de Jimmy Broxton en sí están bastante bien, con interesantes decisiones narrativas como incluir a pie de cada página pensamientos de la protagonista o censurar intencionadamente algunos textos. De momento hemos visto muy poco de la historia como para juzgar si ésta va a estar bien y justifica esta mudanza de ambiente para la sensual vampiresa. Hablando de esta sensualidad, uno entiende y hasta apoya que hayan querido redefinir su aspecto, icónico pero hipersexualizado; sin embargo los resultados son más bien pobres y el nuevo look de Vampirella es bastante cutre. Vamos, que el de la anterior iniciativa, aquella auspiciada por Gail Simone, le gana de largo… y apenas duró un suspiro, así que sumando todos estos factores, uno se teme que por bien que esté el tebeo, esta Vampirella no esté aquí para quedarse.

Valoración:


X-O Manowar, de Matt Kindt y Tomás Giorello. Valiant Entertainment.

Aric de Dacia, el portador de la mítica armadura Shamhara, ha terminado con sus días de guerrero. Ha renunciado a las armas, al exosqueleto que le proporcionaba increíbles capacidades, y se ha refugiado en el planeta Gorin, dispuesto a disfrutar de una apacible vida de granjero junto a Schon, su nueva compañera, una nativa de piel azul. Sin embargo no todo es paradisíaco en Gorin y un día las tropas de la nación Azure llegan a reclutar campesinos a la fuerza para usarlos como carne de cañón y mandarlos a una muerte segura combatiendo contra el ejercito del emperador Cadmium. Aric, a pesar de su reticencia a siquiera dirigir la palabra a la enterrada Shamhara (ya que esta ha cobrado inteligencia y le susurra para que vuelvan a unirse) arrebata a la armadura un fragmento por si acaso. Porque aunque su valía como guerrero en esa contienda deja atónitos a todos, sus siguientes misiones solo pueden ser más suicidas aún.

El segundo volumen de X-O Manowar ha arrancado incluso con más fuerza de la que esperábamos. Sí, los avances mostrados los últimos meses del apartado gráfico de Tomás Giorello ya nos dejaban boquieabiertos ante el increíble arte desplegado por sus lápices y por el realmente brillante coloreado de Diego Rodriguez. Es, en lo gráfico, como asistir a los mejores momentos de La Espada Salvaje de Conan mezclados con los mejores momentos del Star Wars de Dark Horse, vaya. Pero uno no tenía expectativas en que el guion de Matt Kindt estuviese a la altura de este despliegue visual. Cuando se sumerge en el género superheroico y colindantes, Kindt no es uno de mis autores favoritos, y la premisa, deshaciendo la evolución personal cocinada a fuego lento y sazonada con extremo gusto en el anterior volumen de la serie por Robert Venditti, levantaba mi desconfianza. Y resulta que su guion es tremendo: Épico pero poniendo de relieve, la locura, suciedad y falso romanticismo de la guerra, mostrando su horror y huyendo de edulcoradas visiones gloriosas. Aric está perfectamente definido como personaje, rudo, pero queriendo evitar una vida que él ha dejado en el pasado. Y de postre, un predecible pero inevitable cliffhanger final plasmado de manera que nos hace aplaudir esta primera entrega del arco argumental titulado Soldado.

Valoración:


Space Riders: Galaxy of brutality, de Fabian Rangel Jr y Alexis Ziritt. Black Mask.
Un transporte especial de refugiados es asaltado por un grupo de motoristas galácticos que pretenden saquear su comida…o devorarlos si no la portasen. Desafortunadamente para los piratas, por ahí pasa la Santa Muerte, la nave en forma de calavera dirigida por el Capitán Peligro.

Galaxy of Brutality es la secuela de la maravillosa y delirante Space Raiders, de la que ya les hablo en su día mi compañero Raúl Silvestre. Y afortunadamente, nos encontramos con más de lo mismo: un espíritu macarra que aúna al de la revista Heavy Metal con la psicodelia cósmica a lo Jim Starlin en los años setenta, y el underground. Diseños expresamente feistas, sin complejos, que parecen sacados de un adolescente sobrehormonado con ganas de molar hasta perder la perspectiva, sin sutilezas. Todo se mantiene igual de desproporcionado y enajenado en esta segunda parte: el color retro, la ultraviolencia, las referencias sexuales… en fin, compra asegurada para quienes disfrutamos de Space Riders y ninguna gana de engañar a quienes no.
Valoración:

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Stasis
Stasis
4 abril, 2017 23:39

De todo esto, que es lo más probable que salga en España?

Stan Lee 2099
Stan Lee 2099
Lector
En respuesta a  Stasis
5 abril, 2017 0:04

¡X-O Manowar sale este mismo mes y en grapa!
Del resto, a saber si llega todo. Por si acaso, me apunto el Space Riders.

P.D.: Esperando ya a la sección del mes que viene, que debutan otras series de All-Time Comics.

hammanu
hammanu
Lector
5 abril, 2017 14:00

Del Anno Drácula me lei las dos novelas hace un porrón de años y me gustaron; el autor es amigo intimo de Neil Gaiman y a este es fan de las novelas. Ya que el hombre no escribe nada mal. La lastima como bien comenta el articulista es que molaria mas novelas publicadas en nuestro idioma o que trajeran las de Farmer también. Y la gente no para por llorar porque salga la nueva novela de Juego de Tronos.