Demokratia: 5 tomos para la reflexión
Quizás Demokratia no es una obra de culto. Quizás no es una historia de superventas. Pero quizás esto se debe a que su valor está escondido entre las líneas de sus diálogos. Motoro Mase consigue poner sobre la mesa cuestiones éticamente interesantes: la muerte, la soledad, el maltrato, los derechos de las minorías y, sobre todo, la democracia. Este manga consigue hablarnos de los límites y esencia de estos conceptos de manera objetiva: sin tomar partido por una definición ni intentar imponerla. Esta es una característica que muchas obras con pretensiones no consiguen hacer, ya que apuestan por imponer una lectura de la libertad, la convivencia o la organización política. Por tanto, me parece una obra muy interesante para, por ejemplo, trabajar con niños y adolescentes este tipo de cuestiones.
Las obras editadas en la colección La otra h de la Editorial Herder tienen un tono más serio, adulto y directo que dotan de más categoría y consistencia a sus obras. Hay que tener en cuenta que ellos editan adaptaciones a manga de obras del saber universal, lo cual es muy diferente a una historia original con tintes de filosofía. Por tanto, Demokratia es un producto más light, más introductorio y, por tanto, de más fácil digestión en lectores no familiarizados.
Ahora bien, sí que es cierto que la historia peca de estar un poco alargada. Por ejemplo, el tomo cuatro al completo es prescindible. Sólo da más y más vueltas a cuestiones que ya estaban planteadas en el anterior, esto hace que la lectura sea tediosa y aburrida. En parte, esta sensación también se daba al principio del segundo tomo. Pero, en esa ocasión el cambio de temática rescataba el tomo. Aun así, este inconveniente vale la pena si valoramos el buen desenlace que tiene la historia.
Primera saga
Muchos mangas y animes dividen sus tramas en sagas, del mismo modo que las series occidentales toman la designación de temporadas. Motoro Mase aprovecha este concepto de manera muy inteligente para plantear diferentes problemas éticos o de filosofía moral. Ahora bien, creo que al adaptar la historia al tomo tankobon no se ha respetado suficientemente esta idea. Me explico, en el primer tomo Mai conoce a Michizoku Kero, un joven con problemas de integración social que nos transporta a uno de los temas en auge en este siglo: ¿qué hacemos con las personas que han sido arrinconadas a una esquina de la sociedad? Personas que un día deciden acabar con la vida de sus compañeros de instituto o reventar el estreno de una película de acción con armas de verdad. Una cuestión que ojalá tuviera una solución teórica y práctica sencilla. Pero este arco se alarga hasta casi la mitad del segundo tomo… Quizás no había otra manera de hacerlo, o quizás sí y nadie se ha molestado en hacer una revisión de la obra para adaptarla a su sentido metatextual.
Tengo que reconocer que una de las cosas que más me ha gustado de Demokratia es que no es fácil. Los dilemas que plantea pueden pasar desapercibidos al lector si no lleva puestas las gafas de la lectura crítica. Hay que buscar entre líneas y, al cerrar el tomo, tomar aire y pensar: ¿qué quería decirme el autor? ¿qué he entendido? ¿qué pienso al respecto? En este sentido, esta primera saga es brillante y consiguió que me enganchara a un manga que, me temo, ha pasado desapercibido.
Podéis recuperar las reseñas del primer tomo y del segundo tomo.
Segunda saga
Al finalizar la primera saga con a Michizoku Kero como secundario necesario sucede un hecho muy desagradable. Uno de los creadores de Mai, Hisashi Iguma un hombre adulto y con estudios, decide violar a la androide que el mismo había construido. Esto pasa en la segunda mitad del segundo tomo y posibilita que Mai salga sola a la realidad sin el control de Taku Maezawa, su otro creador. En parte, la violación a Mai es un recurso narrativo, pero también pone sobre la mesa una cuestión muy importante: el consentimiento para tener relaciones sexuales ante personas/animales/objetos que no tienen voluntad. No pueden negarse, pero tampoco pueden dar su consentimiento. Actualmente, esto está en discusión por parte de los colectivos animalistas por ejemplo. Ellos tienen muy claro que mantener relaciones sexuales con un animal es una violación y añaden muy pocos matices a un razonamiento que, bien explicado, tiene pocas lagunas por las cuales atacar. Pero, aún más sencillo: todos estaríamos de acuerdo, eso espero, en que mantener relaciones con una persona con una discapacidad intelectual es una flagrante violanción. Pues bien, Mai nos plantea un dilema: ella es una robot creada para tener consciencia humana, para ser el humano perfecto. Ahora bien, la parte interesante y que sólo el lector puede realizar: ¿qué voluntad tiene? ¿cuáles son sus límites? ¿Fue una violación?
Podéis recuperar la reseña del tercer tomo donde me recreo en un razonamiento para justificar que sí, eso es una violación partiendo del concepto de voluntad de Arthur Schopenhauer aquí.
En el tercer tomo, el secundario necesario es Shûzô Oikawa un anciano gravemente enfermo que nos permite conocer rasgos de la sanidad japonesa y de la manera nipona de comprender la enfermedad, la muerte y el dolor. Pero es que esta saga no termina aquí, también pone sobre la mesa una cuestión de candente actualidad: el racismo. Una de las personas que participa en el foro Demokratia es una extranjera residente en Japón que tiene que lidiar con actitudes deleznables fuera y dentro de la red. Los que seguimos a divulgadores de la cultura y sociedad japonesa, recibimos muchos inputs sobre este tema y está bien ver como un japonés retrata estas situaciones.
Sin duda la segunda saga es la más interesante de leer y analizar, sobre todo el tercer tomo. El cuarto volumen es un número de tránsito que apenas pone cosas interesantes sobre la mesa, sólo prepara el terreno para el quinto y último número.
Tercera saga
Edición original: Demokratia Nº5 JAP, Shogakukan
Edición nacional/ España: Panini Comics
Guión: Motoro Mase
Dibujo: Motoro Mase
Formato: Tomo manga rústica con sobrecubierta, 240 páginas
Precio: 8.95€
Quizás no es justo abordar el final de una obra como esta en un recuadro dentro de un artículo recopilatorio. Pero quizás tampoco es trabajo de la crítica darlo todo masticado. Dejar espacio al libre lector de juzgar lo que para una es una gran obra. Por tanto, me voy a limitar a hacer un pequeño resumen del sendero que toma el desenlace de la obra y a comentar un único aspecto filosófico del mismo.
A lo largo de todas las reseñas hemos ido profundizando en el concepto de democracia y sus límites, por ejemplo, la voluntad. Sin voluntad de libertad no hay democracia, pero sin la voluntad de tomar la mejor decisión tampoco. Pero hay muchos más conceptos que son condición de posibilidad para que la democracia se alce como un valor positivo. Opuesto a la idea griega de Platón en cuya base residía una profunda aversión a que los esclavos y las mujeres pudieran ejercer derechos políticos. Ahora bien, ¿cuál es el límite de la democracia?
En el último número Motoro Mase bordea la respuesta a esta pregunta de manera sutil pero efectiva: un grupo anarcoterrorista toma el control de Mai con el objetivo de destruir la sociedad usando armas nucleares. El robot que había sido construido para convertirse en el humano perfecto mediante las decisiones por mayoría de una comunidad de personas, decide derrocar la sociedad. ¿Qué es lo que ha salido mal? Pues que los creadores de Mai se olvidaron de un pequeño detalle: no todas las opiniones son aceptables en democracia. La tolerancia que acompaña de la mano al libre pensamiento no debería aceptar los razonamientos intolerantes. Un ejemplo: en Alemania está fuertemente castigado hacer enaltecimiento del nacionalsocialismo. Por una razón: esas ideas intentan destruir la libertad de pensamiento, de la cual se aprovechan para difundir sus ideas. Por tanto, sí en un sistema de libre pensamiento, no todo vale. Ese fue el error de nuestros protagonistas: olvidar que el ser humano es gris, ni bueno ni malo. Que hay personas dispuestas a verlo todo arder porqué no están de acuerdo con el sistema que les rodea.
Demokratia es un manga interesante, pero sobre todo es un manga bien narrado y con un final redondo. Un producto que puede entretener o invitar al pensamiento. Más allá del poco creíble sistema de control de la androide, Motoro Mase nos ha demostrado que es capaz de construir una trama intrigante que satisface nuestra curiosidad tomo a tomo.
Demokratia: 5 tomos para la reflexión Quizás Demokratia no es una obra de culto. Quizás no es una historia de superventas. Pero quizás esto se debe a que su valor está escondido entre las líneas de sus diálogos. Motoro Mase consigue poner sobre la mesa cuestiones éticamente interesantes: la muerte,…
Demokratia 4 y 5: final
Demokratia 4 y 5: final
2017-08-30
Mònica Rex
Guión - 7
Dibujo - 6
Interés - 8
70
7
Valoración
Valoración global del manga de cinco tomos de Motoro Mase: Demokratia. Editado en España por Panini Manga y originalmente por Shogakukan.
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