UN UNIVERSO MÁGICO
«Sé quién soy»
Le echamos un vistazo a la primera obra completa de Peach Momoko en Marvel. Después de que firmara con la Casa de las Ideas en 2020 y de que obtuviera bastante reconocimiento por su trabajo como portadista, Momoko afrontaba en 2021 su primera oportunidad de dedicarse al arte secuencial en la industria norteamericana, encargándose no sólo de los lápices sino también de las tintas, los colores y más allá, del guion.
La premisa de Demon Days es simple, Momoko pretende contar historias fuera del Universo Marvel que conocemos, juntando su marcada inspiración en la cultura y el folclore japoneses con referencias a distintos héroes y villanos de Marvel. En España, panini ha recopilado la miniserie de 5 números en un tomo cartoné de mayor tamaño que el cómic habitual, que permite disfrutar con el mayor lujo del arte de la japonesa. Sin embargo, la publicación original en Estados Unidos se produjo por medio de grapas con la cabecera de Demon Days presente pero bajo títulos distintos y todos ellos con un número 1 en la portada. A pesar de esto, se trata de una única miniserie.
El primer número, X-Men, se encarga de mostrar el tono y el planteamiento de la obra pero carece de fuertes lazos narrativos con respecto al resto de la serie. Los siguientes cuatro números forman una historia mucho más concreta, con un claro hilo narrativo que une los números en un único relato. La trama nos tendrá siguiendo a Mariko, en una aventura para recuperar sus memorias y su pasado al tiempo que descubrirá la verdad sobre su mundo y las criaturas que lo habitan.
El guion de Momoko no es el punto más fuerte de la obra, pero cumple con creces con su propósito. La trama combina un tono juvenil con temas y situaciones más oscuras y violentas y destaca el trabajo de la artista a la hora desarrollar una intriga y unos personajes en tan pocos números. Aunque según se aproxima la conclusión la historia parece volverse más tópica, mantiene su capacidad de sorprender, siendo uno de los principales reclamos de la obra el esperar a encontrarse una nueva versión de un personaje conocido.
En cuanto al apartado artístico, este juega el papel principal de la obra. La japonesa contaba con la ventaja de que los números no siguieran un ritmo mensual, ni fijo, de publicación y eso se nota en la cantidad y calidad del detalle que es capaz de incorporar en sus viñetas. Aquí se empezaron a desarrollar los aspectos característicos del arte de Momoko, como sus personajes expresivos y visualmente diferenciados y el uso de pocas viñetas por página. Además del dibujo, los colores de acuarela dotan las páginas de color y textura, brillando especialmente cuando muestra paisajes y escenarios naturales.
Estamos por tanto ante una obra de una labor técnica excelente. La japonesa se apropia de la casi raída idea de presentar versiones alternativas de personajes conocidos, pero lo hace desde una posición única en el cómic norteamericano y siendo fiel a su marcadísimo estilo de ilustración, convirtiendo la obra en un despliegue artístico. Sin embargo, la historia que la acompaña no está a la la altura del exigente listón que Momoko marca con su arte. Sin ser un guion flojo, es cierto que no estamos ante la historia más memorable. En España, el alto precio de la edición de lujo, y su limitada oferta, puede echar para atrás a aquellos lectores buscando darle una oportunidad a la obra y deja únicamente a aquellos que quieran disfrutar al máximo del arte de la misma.
Lo mejor
• El despliegue artístico de Momoko.
Lo peor
• El guion no está a la misma calidad que el dibujo.
• El precio.
Única
Guión - 6.5
Dibujo - 10
Interés - 6.5
7.7
La japonesa se apropia de la casi raída idea de presentar versiones alternativas de personajes conocidos, pero lo hace desde una posición única en el cómic norteamericano y siendo fiel a su marcadísimo estilo de ilustración, convirtiendo la obra en un despliegue artístico.
Yo acabé cayendo en este formato porque me gusta mucho Melocotón Momoko pero, si lo hubiesen traído en tapa blanda, podrían haber tenido un pelotazo de ventas al estilo Bill Rayos Beta: Estrella argéntea.
Menos mal que Ultimate X-Men sí ha venido en rústica.
Un saludo.