Pues ya tenemos el nombre de la guionista que adaptará al cómic la trilogía Millennium, de Stieg Larsson: se trata de Denise Mina, escritora abanderada del Tartan Noir (novela policíaca escocesa), que se graduó con honores gracias a la novela Garnethill y que ya había colaborado con DC Comics y la línea Vertigo (impulsores de esta adaptación) en Hellblazer, serie regular protagonizada por John Constantine y colección decana del sello.
Nacida en Glasgow en 1966, cosmopolita –vivió en más de veintiún ciudades (de París a Bergen) sólo antes de cumplir los dieciocho– y con una vida que la llevó a ser operaria en una fábrica cárnica y camarera cuando dejó de estudiar a los dieciséis años, Mina llegó a ser enfermera auxiliar en una clínica de enfermos geriátricos terminales con patología psiquiátrica asociada justo antes de volver a su Escocia natal para estudiar Derecho. Empero, desencantada con el zeitgeist thatcherista, que llevaba a los brillantes abogados de entonces a enrolarse en la política o entregarse a hacer caja, Mina decidió interesarse por la crimonología y emplear su beca de doctorado en quedarse en casa para escribir una novela –la citada Garnethill, acerca de una joven conflictiva, mediatizada por abusos infantiles y estancias en psiquiátricos, que se ve envuelta en una trama de tintes detectivescos– que la acabó encumbrando y la hizo merecedora en 1998 del prestigioso New Blood Dagger, otorgado por la británica Crime Writers’ Association al mejor escritor novel. Fue sólo el comienzo de una dilatada trayectoria literaria –en la que destaca la serie dedicada a las aventuras de la periodista Patricia «Paddy» Meehan– que se define por la mencionada adscripción de la novelista al subgénero negro Tartan Noir, bautizado así por el inconfundible tejido a cuadros escocés y caracterizado por la mezcla entre el harboiled más clásico y la exploración existencialista del alma, la naturaleza del mal, o las vías de redención y condenación del ser humano.
Jóvenes conflictivas, psiquiátricos, periodistas, existencialismo noir… con estos antecedentes no es extraño que finalmente haya sido ella la designada para llevar a la historieta las aventuras de Lisbeth Salander, a la que piensa hacer «más dura y menos atractiva». La adaptación comprenderá en total seis novelas gráficas (dos por cada libro original de Larsson). Ahora sólo falta saber el nombre del dibujante que la acompañará y si este proyecto llega a las librerías antes o después de las versiones que se preparan en los mercados francés y japonés sobra la ya celebérrima trilogía sueca, cuya adaptación cinematográfica a manos de David Fincher llegará a España este mismo mes de enero. De momento, Mina ha comentado que el proyecto tardará en finalizarse de dos a tres años, pero una vez que la primera entrega esté en la calle, ya habrá ganado la carrera en nuestro mercado.
ACTUALIZADO: Tanto Bleeding Cool como The Guardian informan de que a Mina la acompañará a los lápices Leonardo Manco (Argentina, 1971), quien ya trabajó con la novelista durante su etapa en Hellblazer.
Antes de que alguien diga nada… no he vuelto ni mucho menos. Simplemente estaba maquetando una firma invitada y repasando un par de artículos (esta semana tendremos mucho contenido Vertigo el jueves y el viernes, para cerrar el año), he visto la noticia y como ya había redactado un artículo sobre Mina para Hellblazer, me he animado a echarle un cable a mis compañeros. Nada más que un capricho pasajero 😉
Pues a ver si hay suerte y te das más caprichos de vez en cuando 😉 Ya que me había hecho la ilusión de que te hubiese entrada la nostalgia y hubieses apelado al vuelve a casa por Navidad.
La adaptación de Millennium al cómic en principio no llama mi atención, pero nunca se sabe, últimamente me estoy aficionando a la novela negra y aunque he visto las películas siempre hay que esperar a ver los resultados.
José Torralba ha comentado: Antes de que alguien diga nada… no he vuelto ni mucho menos
Mas pronto que tarde vas a volver. Si lo sabré yo.
Que ojos mas guapos tiene Denise ¿no?
¡Gracias, Jordi! La verdad es que de esto te puedes esperar casi cualquier cosa: desde una adaptación que simplemente se dedique a exprimir la gallina de los huevos de oro de forma aburrida y para cumplir (esto se venderá sólo por el nombre) hasta algo como el Drácula de Mignola o el Atmósfera Cero de Steranko. Ya se verá. Lo que sí es seguro es que mientras que en sus mercados de origen no creo que las adaptaciones estas compitan mucho, en uno como el nuestro la versión estadounidense y la francobelga está en una carrera que ganará el primero que llegue a las estanterías. Si Sylvain Runberg y José Homs aprietan y vencen a Mina & Co. me temo que la versión Vertigo se verá como «la otra», en un mercado que ya tendrá suficiente Millennium historietístico. Al menos es mi opinión, ya veremos si acertada o no.
Yo además de desear que vuelva Torralba y de suscribir lo de que bonitos ojos tiene la Denise encima de esas dos tetas, añadiré que…pues vaya rollo el que a) quieran trasladar al cómic una saga que ya brillado en libros y en el cine (y lo que queda), por lo que poco creo que pueda aportar un medio como el cómic a esta saga b) la amiga Denise tendrá todos los premios que quiera, pero su novela sobre la chica esa del psiquiátrico con tintes detectivescos era un rollo patatero (si lo sabré yo, que me la he leído) y su etapa en Hellblazer más bien anodina…nada, que con estos mimbres no resucitamos VERTIGO, me temo…
Aún falta Millenium: El musical de Broadway 🙂 Eso sí, yo la peli de Fincher la veo fijo.
¡Y Millenium con títeres!
Dirigido por Fernando Arrabal: «¡El milenarismo va a llegaaaaaaaaaaaaaaar…!».
Ey! A mí me gustó su etapa en Hellblazer. Tuvo un par de buenos giros de guión y no pasó olímpicamente de los secundarios de Carey como luego hizo Milligan (lo de Angie no tiene perdón de dios, qué manera de joder un personaje que prometía sólo para meter con calzador otro personaje casi igual)
Lo que es raro es que no sacaran el videojuego.
«Que ojos mas guapos tiene Denise ¿no?»
Eso sí, pero el peinado es de militantte de la izquierda abertzale, pero de calle.
Le recomiendo esta peluquería:
http://www.youtube.com/watch?v=mjwaDH507FU
Por acompañaros en los piropos aunque me pille ya mayor la señora…
http://www.youtube.com/watch?v=qjmcE4QiBkc
Y a Torralba…
http://www.youtube.com/watch?v=p7QYo-9SlP0
¡Vuelve, maricón!
Pues la etapa de esta señora en hellblazer me parecio bastante floja, embarullada y caotica
Hasta que no veamos la versión animada de Millenium esto no va a parar. No sé cómo hostias se puede sacar tanto jugo a un fruto tan poco sabroso, pero bueno, tiene su punto de enganche: yo me leí la trilogía sólo para poder ponerla a parir con conocimiento de causa y reconozco que, cumpliendo su misión, también me entretuvo bastante. Aunque también es cierto que gracias a su impresionante concatenación de gilipolleces, entre ellas su pretendido feminismo que, a nada que escarbas, observas que es exactamente lo contrario.
Eso sí, el otro día vi en el cine el trailer de la versión de Fincher y me ocurrió algo sorprendente (o no tanto): mientras que de lo poco que he visto de la adaptación sueca no me encajaba para nada con mi imagen mental de los personajes, ambientación, etc… resulta que veo imágenes de la adaptación yankee y me parece que lo clava. Joder, si hasta cuando imaginaba al viejo Vanger tenía en mente a Cristopher Plummer… Qué mediatizados estamos (o al menos yo lo estoy) por la imaginería cinematográfica norteamericana, los actores anglosajones, etc.
El tebeo este realmente me interesa 0.
¡Hola a todos y muchas gracias por comentar! A mí la etapa de Mina en Hellblazer no me disgustó… tenía conceptos interesantes y aunque es cierto que era algo caótica, creo que llevó bien al personaje. No le llega a Ennis, Delano, Carey o Diggle, pero creo que hace un buen papel si la comparamos con el resto de autores que han pasado por la colección. Respecto a Millennium… la están explotando excesivamente, como todo buen fenómeno de masas que escapa al control del autor original. Literatura de consumo rápido, solvente a la hora de entretener y enganchar, torpe en su estructura y en la construcción de prácticamente todos personajes, y que no habría llegado a nada (excepto al más absoluto de los olvidos) de no ser por el gran hallazgo de Larsson: Lisbeth Salander. No sólo es la excepción que confirma la regla en eso de la construcción de los personajes, sino que se convierte automáticamente en una de las creaciones más perdurables que ha dado el thriller literario y la novela de suspense en años. En pocas palabras, es lo que todo escritor busca: un icono; uno que salva cualquier trama rebuscada, cualquier ridiculez argumental, cualquier giro tramposo e incluso cualquier incoherencia interna (überhacker, memoria eidética, experta en combate cuerpo a cuerpo, resistencia sobrehumana y otras aptitudes increíbles incluidas). Pizcas de crítica social y política (pedestre) y feminismo de salón… et voilà!
Y jorgenexo, no me extraña que la adaptación estadounidense te convenza más: la sueca contiene el mayor número de errores de casting que he visto en una adaptación literaria… a Nyqvist no hay quien se lo crea como Blomkvist (un periodista maduro pero atractivo y enormemente seductor), la Rapace no está mal pero es demasiado mayor, Lena Endre parece un ama de casa conservadora, Ewa Fröling está horrible como Harriet (¿no había suecas rubias naturales para hacer ese papel? ¿no podrían haberla vestido y maquillado de forma que no pareciera una prostituta vieja?). Ni punto de comparación con el reparto –ajustadísimo– y el diseño de producción que se adivina en los tráilers de la versión de Fincher. Porque esa es otra: la versión sueca exhibe ese tipo de realizaciones que da mal nombre a los telefilmes. Injustamente, claro. Y ahí está la soberbia Page Eight para demostrarlo: historia de espionaje de primera, un guión soberbio con diálogos que quitan el hipo a base de tensión y cinismo (muy teatrales, como corresponden a David Hare), una cámara impecable que sabe en todo momento donde debe estar, banda sonora a base de buen jazz, un sentido del ritmo afinadísimo, Nighy en estado de gracia, Weisz guapísima, Gambon enseñando cómo actuar, Judy Davis tan chunga como siempre y Fiennes dando auténtico miedo. Reflejo, a su manera, de El jardinero fiel (el reparto principal es el mismo y sus personajes se derivan de aquellos), es de lo mejorcito que he visto este año y, ciertamente, de lo mejor que he visto en el terreno del espionaje en mucho tiempo. Aunque espero que El topo cambie eso la semana que viene.
Otro que se alegra cada vez que ve un post firmado con tu nombre, Jose. Si además ya sabes que esto es como una segunda casa, y por aquí se te echaba ya de menos 😀 Sobre la saga Millenium esta, todo mi círculo anda detrás mía recomendandome en plan sectario que lea los libros, vea las películas o haga peregrinajes a no se donde. Pude escapar en su día de la moda de Dan Brown, aunque de esta no estoy tan seguro. Lo único que tengo claro es que con esto de los best sellers echo de menos a Michael Crichton, y eso que al pobre (que descanse en su gloria) también podía achacarsele más de una cosa (o dos)
Daniel: te garantizo que resulta significativamente más creíble el argumento en su conjunto de La Amenaza de Andromeda o Parque Jurásico que el personaje de Lisbeth Salander, tanto en su caracterización, como en sus «habilidades», como en su actitud ante cualquier situación o en todas y cada una de sus intervenciones. Es un despropósito con patas, si bien es cierto que no es hasta el segundo libro donde dicho despropósito cobra su verdadera proporción. Ahora bien, una vez asumido esto, es incluso disfrutable: la lees y alguien exclama en tu mente «La madre que los parió» (a Lisbeth y, sobre todo, el autor).
¿Mi consejo? Léete La Montaña Mágica (si la tienes pendiente) y manda a tu círculo a tomar por eso que rima, precisamente, con círculo.
Pues sí, precisamente la tengo aquí en la estantería de las pendientes junto a Moby Dick y los Miserables. Lo que pasa es que son tan tochas que normalmente suelo tirar de Shaquespeare (que para los viajes me viene de fábula) o una inacabable compilación de mitos griegos de la que me gusta disfrutar de cuando en cuando. Lo último fue Carmilla de Sheridan Le Fanu (algo ligerito para superar el mal trago de Otra Vuelta de Tuerca) y Las Ciudades Invisibles de Italo Calvino, que son un desparpajo de imaginación.
Pd: Voy a darme una ducha que es hablar de mis libros de mesa y viene un pestazo a repelente relamido que no soporto ni yo.
Pues mira, te animo pero ya a que te metas con Moby Dick: como tú, lo he tenido en la recámara décadas hasta el año pasado (creo, además, que di con ella entre finales de 2010 y comienzos de 2011, por estas fechas, vamos), siempre con esa pereza que da el saberlo un tocho de cuidado pero, salvo que tengas una edición excesivamente aparatosa, sus ciento y pico capitulillos permiten leerla en pequeñas y cómodas dosis. Y, créeme, Moby Dick es lo que dicen, y más. Así que no lo dejes pasar. Y luego a por Mann. Los Miserables no la he leído, pero Víctor Hugo no me llama especialmente. Eso sí, si te la lees y me la recomiendas, quizás cambie de parecer: aún no he decidido con qué bestia negra me voy a meter en 2012 (todos los años intento que caigan al menos un par de esos clásicos que se supone que hay que leer: cuando sea mayor me leeré La Divina Comedia).
Me apunto las lecturas, Jorge. Es que con eso de que la de Melville fue elegida entre los estudiantes de literatura inglesa como el coñazo más grande de la historia junto a El Paraíso Perdido de Milton tiene toda la pinta que cuando menos debe ser un hueso duro de roer. Ya te comentaré que tal, aunque no será mañana ni pasado
«Que ojos mas guapos tiene Denise ¿no?”
Como se nota la edad de algunos foreros.
¡Gracias, Daniel! Yo la verdad es que le tengo ganas a la adaptación de Fincher, para qué nos vamos a engañar. Si le da el mal rollo que puso en Seven o Zodiac será una buena película. Y bufff, yo a Crichton jamás lo aguanté ni siquiera en thrillers rollo Sol Naciente. Tampoco a Tom Clancy o similares. Sí estuve enganchado a los thrillers de Ken Follet, hasta que me di cuenta de que se hacían con plantilla. Por cierto, de Calvino me quedo con El vizconde demediado de lejos. ¡Un abrazo!
Jorgenexo, no me seas tan cabrón de recomendar a Mann en plenas Navidades hombre, que le vas a hacer la pascua a la gente haciendo que se suicide en un arrebato de pesimismo schopenhaueriano. Mejor Moby Dick, decididamente. Sobre Los Miserables, no hace falta que Daniel se la lea… ya te la recomiendo yo. Es un novelón. Aunque no sé yo si ese retrato tan crudo de los poderes públicos en oposición al bondadoso y bendito obispo que ayuda al protagonista va a ser de tu agrado revolucionario. Y si buscas una bestia negra para cargarte en 2012, ahí va: las Memorias de ultratumba de Chateaubriand. Cojonudas. De todas formas ahora en Navidades prefiero cosas pequeñas y matonas, que acompañen un breve período de vacaciones sin meterme prisa para terminarlas antes de volver al tajo y sin que me dejen demasiado cansado: El agente secreto o El duelo, de Conrad; alguna novelita de O’Brian; Nuestro hombre en la Habana o, precisamente aprovechando que se va a poner de moda, algo del Le Carré setentero.
ACTUALIZADO: Tanto Bleeding Cool como The Guardian informan de que a Mina la acompañará a los lápices Leonardo Manco (Argentina, 1971), quien ya trabajó con la novelista durante su etapa en Hellblazer.
No sé si me dará para tanto teniendo en cuenta lo que me acaba de pasar mi cuñada: El puente de los asesinos. Reconozco a mi pesar que la saga esta es lo único de su autor que puedo leer, aunque no ya con el agrado de los dos o tres primeros.
A corto plazo tengo lecturas sobre todo relativamente contemporáneas en mente: en 2012 quiero completar mis lecturas de Mailer, Roth y sobre todo darle caña a Mccarthy, de quien apenas he leído un par de cosas. ¿Alguna vez has hecho el cálculo de los libros que te quedan por leer antes de cascarla? Aún siendo optimistamente longevo, racional y vidente, el número es irrisorio… Como bestia negra nº 1 hace tiempo que tengo por ahí reservadas Madame Bovary y Tristram Shandy. Ya veremos cómo va cayendo el tema; necesito ser dueño de mi tiempo.
Y sí, reconozco que el trailer de la adaptación de Fincher me llamó la atención a hostia, seguramente vaya a verla.
Pues yo voy a ponerme con Los Hermanos Karamazov. Lo jodido es que me la recomendó Blue Beetle en la JLI!
jorgenexo ha comentado: ¿Alguna vez has hecho el cálculo de los libros que te quedan por leer antes de cascarla?
Esto te va a encantar: el único artículo que he leído a José Manuel de Prada trataba precisamente de eso.
Yo por desgracia he leído más de un artículo de Juan Manuel de Prada.
Osea que la saga Millenium de Stieg Larsson y su personaje detectivesco Lisbeth Salander es lo mas cojonudo que se ha escrito de la novela noir de los ultimos tiempos… Consumo rapido, entretiene y engancha rapido, una de las creaciones más perdurables que ha dado el thriller literario y la novela de suspense en años, un icono, no tiene trama rebuscada, ridiculeces argumentales, giros tramposos o cualquier incoherencia interna. Pizcas de crítica social y política (pedestre) con feminismo de salón.
Suena interesante, se va adaptar en formato de Album Europeo???
Yo también, es uno de mis lectores de cabecera. Es leerlo y hartarme de reír… me hace gracia especialmente la forma que tiene de decir que si no crees en Dios eres un ser perdido y amargado, como con pena, compasión y afán evangelizador. Eso sí, lo mejor es verlo en su salsa, en el programa Lágrimas en la lluvia de Intereconomía. Yo lo puse una noche y fue esperpéntico… echaban Cinema Paradiso, que hacía tiempo que no veía y que casi ni recordaba, y cuando terminó la película empezaron un debate que era el prototipo de «quiero y no puedo ser Balbín en La Clave«. Entroncaron el filme con la necesidad que tiene España de regenerar sus valores tradicionales, y tenían de contertulios a un marqués despistado que hablaba de la caza y a un catedrático que afirmaba que «lo de Franco» fue prácticamente una democracia liberal (frase que enunció con una mueca condescendiente de «esto lo sabe todo el que haya leído un poco», para regocijo de los presentes). En fin, un figura.
No, Alex… decía que es un thriller del montón que tiene la virtud de enganchar y que se olvidaría fácilmente y no habría llegado a nada de no ser por sacarse de la manga un personaje muy carismático. Como cuando dices «esta película es pasable pero fulano la levanta haciendo un papelón» (ejemplo, Edward Norton en Las dos caras de la verdad). Y sí, se va a adaptar a álbum europeo.
Lo mejor de Juan Manuel es su bipolaridad, su afamado teocentrismo y adoración por dios conviviendo por su admiración por Luis Buñuel o insultar a todo aquel espectador que no ha visto La Pasión de Cristo de Mel Gibson porque es una película «sobre el hombre que nos dio la vida» o acusar a la juventud actual de lasciva cuando el nombre de su primer libro era «Coños» y tenía uno en la portada.
Sí, la verdad es que como cómico no tiene precio.
Pd: Sé que soy raro e impopular por ello, pero no me gusta nada Cinema Paradiso, me parece un cine tan de cartón piedra que haría pasar por modernista el de José Luis Garci, eso sí, la banda sonora de Morricone, inmensa.
>> […] pero no me gusta nada Cinema Paradiso, me parece un cine tan de cartón piedra que haría pasar por modernista el de José Luis Garci, eso sí, la banda sonora de Morricone, inmensa.
Yo la vi de pequeño y recordaba una película «bonita». Tras revisarla, es un pestiño. Si la ves varias veces te vuelves diabético seguro, y lo peor es que parece diseñada para que así sea. Se le nota el truco, que va a intentar sacarte la lágrima y a componer escenas entrañables™. Hasta la música de Morricone, que es preciosa, queda pervertida cuando acompaña a una película tan relamida con un efectismo tan chusco. Yo sólo salvo a Noiret.
Noiret está muy bien, pero el doblaje le quita fuerza a su papel y joder, noto a todos los actores secundarios forzadísimos, como caricaturescos y exagerados.
Puede que como bien comentas si la hubiera visto de niño hubiera idolatrado, pero la vi hace cosa de dos años por lo bien que hablaban de ella y a la mitad ya quería matar a Alfredo, a Totó y echar abajo el puto cine.
Yo también peco de leer al ínclito De Prada de vez en cuando (y a otros como Herrera, que van en el mismo pack, o a mi cada vez más detestado Pérez R.: en mi casa materna y política los domingos siempre están presentes en formato suplemento, y después de la comida siempre termino echándoles un vistazo), básicamente para reafirmarme en mis fobias. No he leído el artículo al que hace referencia Oci (o sí, y no lo recuerdo), pero con De Prada (no así con Carlos Herrera, a quien escupiría a la cara tras cada uno de sus clasistas artículos, incluso los de mera referencia grastronómica), pese a su cada vez más acentuado catolicismo retrógrado (recuerdo haber leído uno que era lo más, en el que defendía el concepto «reaccionario»), muy de vez en cuando me encuentro leyendo textos con los que coincido casi al 100%. Por ejemplo, hizo una crítica de Origen que la podía haber escrito yo mismo (con mejor prosa, por supuesto, pero para decir lo mismo). Y también recuerdo un artículo bastante lacrimoso sobre un niño con osteosarcoma admirador de Spiderman (por supuesto, atendido en la Clínica Universitaria de Pamplona, el verdadero templo del Opus Dei en España), titulado «La pierna de Peter Parker», en el que me pareció intuir a un antiguo (o no tanto) consumidor de super héroes. Cierto es que la gran mayoría de sus artículos, intervenciones y demás van claramente orientados a reforzar las actitudes del entorno que le da de comer. Curiosamente, juraría que buena parte de su posicionamiento es principalmente alimenticio: sólo he leído de él la mediocre (y de título de originalidad nula) «La tempestad» (creo que ganó el Planeta con él), y no percibí en el al carcamal que con los años (y el sueldo por parte del grupo Intereconomía) ha terminado siendo.
Así, cuando utiliza conceptos como la «parusía» para justificar la visión católica del mundo y la lógica conveniencia del seguimiento a pie juntillas de dicha religión, no puedo dejar de pensar que el tío, en el fondo, va de coña. Vamos, que no me puedo creer que lo diga realmente en serio.
Con Cinema Paradiso me pasa como a vosotros: la pillé en alguna entrega gratuita junto con algún diario porque me parecía imperdonable no haberla visto y, salvo su punto álgido del
remontaje de los besos precensurados
que, reconozcámoslo, es una escena muy conseguida, emotiva incluso para tíos duros como nosotros, es de un pastelón y un peñazismo casi insoportable (de la que salva, efectivamente, su banda sonora). Y a alguno que otro de los actores habría que haberlos mandado a su casita a la primera frase que soltaran.
Pero, volviendo a Juan Manuel de Prada, reconozcámoslo: es un facha del copón, sí, pero no me digáis que no tiene una pinta del copón de tener en casa a buen recaudo diez veces su peso en tebeos de superhéroes…
Yo de Prada sólo me he leído La tempestad y Coños, que no deja de ser una actualización (aún más) decadente del Senos de Gómez de la Serna. Greguerías picantonas, ampulosas y barrocas, escritas por un autor que pese a su «ranciocatolicismo» tiene una visión de lo carnal que se aleja de la funcionalidad reproductiva –en oposición a su pecaminoso uso cuando resulta meramente recreativo– que tradicionalmente le asocia al sexo la jerarquía eclesiástica. Prada tiene algo de voyer, de parafílico calenturiento y también de desprejuiciado sexual (mas siempre con amor) tanto en sus escritos como en su análisis de las grandes damas del cine. Pero, pese a esa curiosa faceta, no lo aguanto ni como narrador ni como articulista, porque de hecho sí que se cree –sin coñas– todo el tema de la Parusía, la salvación de las almas y bla bla bla bla. Es más, con frecuencia reparte severos palos a lo católicos que relajan sus costumbres y creencias, a quienes considera poco menos que herejes traidores sumados a la Iglesia por conveniencia o costumbre social (de hecho de la lectura de las Sagradas Escrituras surge su concepción de la sexualidad, porque El cantar de los cantares no es que sea precisamente un libro casto y puro). Si luego lee tebeos de superhéroes o tiene de las películas una opinión parecida a la mía me importa poco.
A Herrera como articulista lo soporto también muy poco… no por elitista sino por rancio. Aunque reconozco que de todos los espacios radiofónicos matinales, el suyo es el que más me convence por la alegría de vivir que le imprime. Uno escucha a Francino, Buruaga, Losantos o Del Olmo y tiene ganas de suicidarse de lo graves y apocalípticos que son (independientemente de sus opiniones políticas). Herrera en cambio aporta una joie de vivre similar a la de Gabilondo en su buena época, capaz de organizar una tertulia política, hablar de cine y poner un coro de villancicos rocieros en el mismo programa. Pero como decía, eso que aprecio en la radio me saca de quicio cuando lo leo porque me resulta no clasista sino por rancio, por desfasado. Y Pérez Reverte, sin embargo, me encanta. Literariamente me gusta más fuera de la saga Alatriste (demasiado alargada con respecto al plan original), con especial atención a novelas como El club Dumas, El maestro de esgrima o La tabla de Flandes… aunque tiene un tic como argumentista de intriga que a veces me saca de quicio: la resolución anticlimática como recurso conceptual que exprese los caprichos del universo –el asesino que sale tres o cuatro veces como secundario– o la divergencia de tramas –lo que parecía conectado, en realidad, no lo está en absoluto– con el mismo propósito. Y respecto a sus artículos, he visto a Reverte en persona y queda claro que lo quien redacta sus artículos es un personaje malhablado, malhumorado y muy radical que ha creado a tal fin. Reverte en persona es mucho más educado, aunque sí que tiene cierto fatalismo. Y su visión sobre los males endémicos de este país (el cainismo, el servilismo, el pesebrismo…), que los remonta básicamente a cuando tuvimos que haberle cortado la cabeza a Fernando VII y no lo hicimos, me descubren a un tipo amante de la historia española pero alejado del triunfalismo filosófico «millanastrayano» de tantísimo patriota de cabra en ristre, politono de móvil, pegatina de toro, y banderita futbolera de «la roja».
Yo me resumo.
De Prada cae simpático de vez en cuando hablando de cine o cultura pop (mítico cuando se puso capucha de luchador mejicano a lo El Santo para presentar un combate hace unos años aquí en España) pero leerlo o escucharlo hablando de otros temas me hace vomitar.
Carlos Herrera ha cambiado mucho con los años, antiguamente era tanto un presentador como un periodista muy interesante, pero se ha convertido en un arcaico, aunque coincido con Jose en lo de su programa.
Pérez Reverte, unas veces lo mataría a palos con uno de sus libros y otras me encanta leer sus opiniones, de su obra como escritor poco puedo decir, que la conozco más bien poco.
Pd: ¿Qué fue de aquella adaptación cinematográfica de La Tempestad de De Prada con Rutger Hauer (protagonista de su amada Blade Runner), Malcolm McDowell Natalia Verbeke y guión del mismo escritor? Creo que en España ni se estrenó. ¿Alguien sabe algo de ella o la ha visto?
«que, reconozcámoslo, es una escena muy conseguida, emotiva incluso para tíos duros como nosotros»
No es mala, pero tampoco la veo tan enorme como quieren ponerla, es más, me parace mucho más sincero y magnífico como homenaje al cine Willem Dafoe reflejando en su ojo el proyector cinematográfico para ver por primera vez el sol en La Sombra del Vampiro que esa escena de Cinema Paradiso.
Buf… esa adaptación ni sabía que existía. Y viendo el tráiler, ni me extraña no haber oído hablar de ella ni me ha entrado gana alguna de verla.
Bua, tío, es que esa escena es la hostia puta… Aunque siempre he sospechado que su director, para esta escena, tomó la idea prestada de Anne Rice…