Dennis O´Neil (1939-2020) DEP

Hoy es uno de esos días en los que tener que teclear se convierte en un ejercicio muy duro. Y es duro, aunque no se haya conocido en persona a Dennis O´Neil, porque de alguna forma a través de su trabajo, de sus historias, de su labor de editor, como profesional del medio, si se acercaba a los lectores para ser mucho más un nombre a pie de página. Y es que hoy se ha notificado el fallecimiento de uno de los grandes del cómic USA, cuyo trabajo ha marcado a varias generaciones de lectores dejando un vacío enorme en todos aquellos que crecimos leyendo algunos de sus innumerables trabajos.

No es ahora el momento para hacer un análisis de su vida, de sus obras, de su carrera dentro de la industria, sino es momento para el recuerdo a través precisamente de sus trabajos, tanto delante del teclado, como detrás, entre las paredes de las editoriales para las que trabajó en algún momento de su vida.

Y es que, si recordamos, si somos capaces de recordar, O´Neil nunca se irá, siempre estará acompañando a los nuevos lectores que se acercaran a sus obras motivados por las sensaciones que sepamos transmitir todos lo que pudimos disfrutar de su talento a lo largo de los años.

En la memoria colectiva quedan sus trabajos en Marvel, con Daredevil, X-Men, Iron Man, Doctor Extraño y Spiderman, entre otros. Llegó a DC desde Charlton Comics de la mano de Dick Giordano, para recalar en la editorial en al que pronto comenzaría a dejar constancia de su estilo en series como Wonder Woman, y La Liga de la Justicia de América y volcó todas sus inquietudes políticas y sociales en una obra que hoy en día continúa considerándose todo un clásico entre los clásicos, Green Lantern/Green Arrow, en la que Neal Adams y O´Neil redefinieron la forma de hacer comics.

Y le llegó la hora con Batman, de nuevo con Adams, para redefinir al Caballero Oscuro por completo y despojarlo de la costra edulcorada que arrastraba de los años 60. Pero su trabajo en DC también afectaría a Superman, cuando simplificó al héroe de la capa roja eliminando la kryptonita de su mitología. Por aquellos días también escribió el resurgir del Capitán Marvel y relanzó al héroe Pulp por excelencia, The Shadow, con Mike Kaluta, relanzó la franquicia de los Green Lanterns, con Mike Grell y coescribió uno de los cruces más alocados e imposibles jamás realizados, el titulado, Superman vs. Muhammad Ali, con los lápices de Neal Adams.

Hombre incansable, en los ochenta se haría cargo de una de las etapas más relevantes del personaje Question, así como de Green Arrow y los primeros cinco números de la nueva serie de Batman titulada Leyendas del Caballero Oscuro que fue lanzada bajo el paraguas de la batmania desatada por el film de Burton de 1989. Con Joe Quesada creó el personaje de Azrael y escribió su primera miniserie, para luego hacerse cargo de la serie regular de tan particular vengador justiciero.

Ha escrito novelas, cuentos, artículos, críticas…

Y aún le quedaba tiempo para ser uno de los editores más relevantes del panorama, con etapas muy importantes en Marvel, siendo el que abrió la puerta a Miller en la serie de Daredevil, salvándola de la cancelación. En esta misma editorial también editó las series de Alpha Flight, Caballero Luna, Powerman y Puño de Hierro, así como G.I. Joe, entre 1980 y 1985. Y dicen que le puso nombre a Optimus Prime.

Y fue en 1986 cuando llegó a DC para encargarse de ser el editor de todas las series de Batman hasta su jubilación en el año 2000. Su visión, su dedicación, su arrolladora presencia cambiaron el devenir del hombre murciélago para siempre.

Hoy toca despedirse de un profesional que ha sabido brillar en todas las facetas de su vida profesional y al que el noveno arte va a añorar tanto como todos esos lectores que crecimos disfrutando de muchas de sus historias. Descanse en paz, maestro.