Esta vez ya es la definitiva: la serie regular de Spider-Girl será cancelada en su número 100.
Sorprende que una serie tantas veces amenazada por la sombra de la cancelación haya alcanzado una numeración tan alta, una cifra centenaria muy poco común hoy en día, pero ello es gracias a las insistentes campañas anticierre que los fans de May Parker han organizado para evitar su desaparición en varias ocasiones.
De esta manera queda lapidado el último vestigio de aquél Universo Marvel Cómics 2 protagonizado por las descendientes de los héroes actuales, como J2 (Juggernaut 2), Avengers Next o esta joven May hija del otrora Peter ‘Spider-Man’ Parker.
Aunque nó ha gozado de ventas tan boyantes que la alejaran definitivamente del cierre, las recopilaciones en formato digest estaban teniendo cierto éxito que se contradice con esta repentina decisión de acabar con la cabecera escrita por Tom Defalco, al que han acompañado dibujantes como Pat Oliffe, Ron Frez o el mismísimo Sal Buscema. En el número 100 se reunirán todos a modo de tributo.
Hay que recordar que fue DeFalco junto al mencionado Ron Frenz quienes crearon a esta chica heredera de los poderes arácnidos de su padre en el ya clásico What If? Volumen 2 105, que inclusó agoto su tirada por aquél entonces, hace una década.
Ni que decir que con la nueva noticia de cancelación otra campaña de salvamento ha sido orquestada por los lectores, pero Joe Quesada Joe Quesada en calidad de editor en jefe de Marvel bromea diciendo que sólo puede parar la ejecución una llamada del Gobernador, en alusión a la única vía legal para conmutar la pena a los presos condenados a muerte en los USA.
Pero el futuro de la chica araña puede tener su luz al final de camino ya que se sugiere que veremos más sobre ella antes de lo que pensamos, como por ejemplo en la miniserie Last Planet Standing, que enfrenta al Universo MC2 contra Galactus.
A por supuesto ello le sumamos inminente la publicación en España del resto de números pendientes, en esos voluminosos tomos Monster que Panini introducirá en nuestro mercado. No es una mala solución para recuperar una serie de corte clásico que cumple con rotundidad una de las premisas básicas de los cómics de superhéroes: entretener.
