Destructor

 

Guión: Robert Kirkman y John Arcudi
Dibujo: Cory Walker y Steve Ellis
Edición España: Panini Cómics
Contiene: Destroyer Nº 1-5 USA y USA Comics 70th Anniversary Special
Formato: Tomo rústica con solapas 144 páginas
Colección: 100 % Marvel
Precio: 13,00€
Valoración:

 

En los años cuarenta muchos superhéroes cogieron el fusil, personajes como el Superman de Jerry Siegel y Joe Schuster o el Capitán América de Joe Simon y Jack Kirby, cuyo legado heredarían Marvel Comics y DC Comics, u otros menos conocidos como el The Shield creado por Harry Shorten y Irv Novick para MLJ Magazines -hoy en día Archie Comics– o el Uncle Sam del gran Will Eisner y Quality Comics, enarbolaron la bandera de la libertad y abanderaron la lucha contra el horror desatado por las tropas nazis. Muchos de ellos se hicieron un nombre en la guerra, combatieron durante años y se convirtieron en un símbolo, incluso la primera superheroina de la historia, la Wonder Woman de William Moulton Marston, tuvo su momento y oportunidad. Muchos sobrevivieron al conflicto pero sólo para acabar cayendo en el olvido, dejados de lado por su propio país y, más terrible aún, por la caída de las ventas del cómic superheroico en una industria caprichosa que en tiempos de paz ya no necesitaba héroes y renegaba de las fantasías escapistas. Pero también hubo personajes que no vivieron esta decadencia, simplemente se quedaron en la guerra, desaparecidos en combate o abandonados por sus tropas, un caso que bien podría ser el de Destructor, pese a sus posteriores y escasas apariciones en el Universo Marvel. Hablamos de la primeriza creación de Stan Lee en 1941, siendo incierta la identidad de su co-creador aún hoy en día, Jack Binder sería el encargado del dibujo y las tintas del número debut del personaje pero el primero en dibujar al superhéroe sería el artista de origen puertorriqueño Alex Schomburg.

Este superhéroe patriota de amenazador nombre, uno entre muchos, suponía el intento personal por parte de un novato Stan Lee de replicar al mencionado Capitán América de Joe Simon y Jack Kirby. La primera aparición del mismo se produciría en Mystic Comics #6, una publicación de la editorial Timely Comics de Martin Goodman, la empresa germén de la que habría de ser la posterior y revolucionaria Marvel Comics. Las similitudes entre El Centinela de la Libertad y Destructor se dejan ya entrever en el origen de este último, la historia original seguía a Keen Marlowe, un periodista estadounidense acusado de espionaje por las tropas nazis y recluido en un campo de concentración donde gracias al profesor y científico alemán Eric Schmitt conseguiría desarrollar asombrosos poderes después de serle inoculado una especie de equivalente al suero de supersoldado. Desde ese mismo momento, Keen Marlowe, cubierto con una máscara azul, medias a rayas rojas y negras y una calavera blanca en el pecho, dedicaría todos sus esfuerzos a la lucha contra el poderoso aparato militar nazi adoptando el nombre de Destructor. Esta identidad ha sido asumida por otros personajes en el pasado, en los marvelitas años setenta Roy Thomas y Frank Robbins legarían la máscara a Brian Falsworth, miembro de Los Invasores, hermano de Spitfire e hijo del Unión Jack original que combatió en la Primera Guerra Mundial. Posteriormente, Brian Falsworth tomaría el relevo como Unión Jack y su compañero Roger Aubrey, conocido previamente como Dyna-Mite en The Crusaders, se convertiría en el tercer y último hombre conocido hasta la fecha en apropiarse de la máscara de Destructor.

En tiempos más recientes, en 2009, cuando se cumplía el 70º Aniversario del legado de Timely Comics, Ed Brubaker y Steve Epting volverían a contar la historia del Destructor encarnado por Brian Falsworth en la miniserie El Proyecto Marvels. Mientras, por otro lado, la pareja formada por Robert Kirkman y Cory Walker, los popularmente conocidos creadores del Invencible de Image Comics, se harían cargo de una serie limitada de cinco números recuperando y actualizando al veterano y original Keen Marlowe a los tiempos presentes. Este superhéroe, el cual nunca llegó en La Edad de Oro a tener la popularidad de sus belicosos compañeros, La Antorcha Humana, Namor o el Capitán América, volvía a ser el protagonista de su propia serie desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, la actualización de Robert Kirkman y Cory Walker no es una simple traslación del concepto, sino más bien una continuación de sus aventuras, como si partiésemos, como comenta el mismo guionista de Los Muertos Vivientes, de «la suposición de que él [Destructor] ha tenido una serie en curso desde los años cuarenta». Por lo tanto, en esta historia encontramos a un Destructor envejecido, para Keen Marlowe han pasados ya sus años de gloria pero continúa permanentemente en activo librando las batallas de su gobierno y país, rehuyendo una vida tranquila y pacífica junto a sus seres queridos. Pero, con una salud deteriorada, con un par de ataques al corazón a sus espaldas, Keen Marlowe empieza a replantearse el futuro, la decisión parece clara: antes de jubilarse deberá eliminar a todos sus antiguos enemigos para dejar un mundo más seguro para su familia.

Esta premisa, muy deudora de Brit, el superhéroe cuarentón creado en 2003 por el mismo Robert Kirkman y Tony Moore en uno de sus primeros trabajos para Image Comics, resulta en una obra que conserva el perfil clásico y estilo de su autor, con una historia llena de fantasía superheroica, mucho humor y cantidades industriales de hemoglobina. El homenaje a este longevo personaje queda en un segundo plano, presentando esta miniserie una escasa relación con sus aventuras pasadas, más aún con su espíritu, aprovechando Robert Kirman y Cory Walker la oportunidad y la libertad ofrecida por la línea MAX marvelita para interpretar y llevar el proyecto a su propio terreno. De esta manera, Robert Kirkman logra trasladar su característica visión superheroica a Marvel Comics, después de sus anodinas y decepcionantes incursiones en series como Ultimate X-men o El Incorregible Hombre Hormiga, mediante una trama simple, vehículo directo para la una plástica y efectista acción, pero en la cual este guionista nos sigue demostrando su destacada habilidad a la hora de manejar y caracterizar a sus personajes. En Destructor estamos, pues, ante una superproducción que pese a jugar con las habituales directrices del género superheroico, con sus clichés y tópicos, sabe disfrazar su historia con una trama hasta cierto punto imprevisible y repleta de una ágil frescura narrativa y gráfica. Pero esto mismo puede ser un hándicap, para los seguidores de Robert Kirkman, o los conocedores de su obra, porque no encontrarán en esta propuesta nada original o fuera del «esquema Invincible« aunque sí, posiblemente, tengan una cierta y comprensible sensación de déjà vu.

En el apartado gráfico, el dibujante Cory Walker, escoltado por el color aplicado por Val Staples, aporta el trazo de la actual escuela Image Comics, un dibujo claro, limpio, expresivo y lleno de detalle en su simpleza. En este caso, al contrario que su compañero y alumno aventajado Ryan Ottley, el trabajo de Cory Walker destaca mejor en los planos cortos, en la narración secuencial, pero sus virtudes parecen perder fuerza cuando intenta alejarse de ella en viñetas más abiertas o en sus espectaculares splash pages concebidas por su compañero Robert Kirkman en las cuales la sencillez del trazo de este dibujante y la sensación de vacío formal juegan decididamente en su contra. No obstante, la química entre ambos autores, recuperada de trabajos precedentes como Invencible o Superpatriot, se sobrepone a cualquier imprevisto, ofreciéndonos un relato ameno y entretenido, el cual sólo adolece de un final anticlimático, tirando de la ya socorrida y fácil alegoría superheroica, para dejarnos un desenlace conservador y escasamente arriesgado. En otro orden de cosas, haciendo un apunte a la edición de Panini Cómics en el que se incluye los cinco números de esta miniserie, también encontraremos en ella una historia firmada por John Arcudi y Steve Ellis conmemoración al 70º Aniversario del personaje ambientada en la Segunda Guerra Mundial y con un tono más clásico y reflexivo, bien narrada, ligera y olvidable. Pero, a modo de complemento, nos sirve como contraste respecto a la historia central de Robert Kirkman y Cory Walker, un cómic parido por un par de autores llamados a renovar el género y preocupados en Destructor en limitarse simple y llanamente a hacer lo que mejor saben.

• Reseña de Brit de Robert Kirkman y Tony Moore por David Fernández
• Reseña de Superpatriot de Robert Kirkman y Cory Walker por David Fernández
• Reseña de Haunt de Robert Kirkman y Ryan Ottley por Jordi T. Pardo
• Reseña de El Asombroso Hombre-Lobo Vol. 1 de Robert Kirkman y Jason Howard por Carlos Martí
• Reseña de El Asombroso Hombre-Lobo Vol. 2 de Robert Kirkman y Jason Howard por Jordi T. Pardo
• Reseña de El Asombroso Hombre-Lobo Vol. 3 de Robert Kirkman y Jason Howard por Jordi T. Pardo
• Reseña de El Asombroso Hombre-Lobo Vol. 4 de Robert Kirkman y Jason Howard por Jordi T. Pardo
• Mundo Independiente: Descubriendo Los Muertos Vivientes por Enrique Ríos
• Reseña de The Walking Dead #1-106 de Robert Kirkman y Charlie Adlard por Enrique Ríos
• Reseñas de Los Muertos Vivientes de Robert Kirkman y Charlie Adlard en Zona Negativa
• Reseñas de Invencible de Robert Kirkman y Ryan Ottley en Zona Negativa