Detective Comics #10

¡La caída de los Hombres Murciélago!

1
2010
 

Edición original: Detective Comics núms. 970-973 USA, Detective Comics Annual núm. 1 USA (one-shot).
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión:James Tynion IV.
Dibujo: Eddy Barrows, Jesús Merino, Joe Bennett, Miguel Mendoça.
Entintado: Salvador Regla, Ricardo Jaime, Diana Egea, Marcio Loercer, Eber Ferreira.
Color:Jason Wright, Adriano Lucas.
Formato: Rústica, 136 págs. A color.
Precio: 13,50 euros.

 

Escribir comics es como construir un castillo. Cada número está plagado de piedras que van conformando un muro, una torre, un dintel, una columna, una ventana, un tejado. Es una labor metódica, planificada, muy estudiada, si lo que se pretende es lograr contar algo que de verdad merezca la pena. Tynion IV es un guionista de tipo constructor, centrado en buscar la mejor piedra, tallarla a golpe de martillo y cincel, con esmero, con cariño, con delicadeza, incluso con violencia, si es necesario, con el loable objetivo de moldear la esencia pétrea del material del que están hechas las historias. Tynion IV lleva nueve números construyendo su particular fortaleza, un todo en el que Batman y su particular ejército se han enfrentado en equipo a infinidad de situaciones y han logrado salir airosos. Nueve entregas en las que hemos sentido la épica sobre nosotros, experimentado furia, miedo, alegría y toneladas de heroicidades, pues cada piedra que ha usado Tynion IV está sólidamente fijada al muro mediante una poderosa amalgama de sentimientos y emociones. Sin embargo, como todo buen escritor sabe, llega un momento en el que es necesario derrumbar todo lo que se ha construido para empezar a plantear nuevas situaciones que permitan llegar más lejos a los personajes. No se trata de hundir y destruir para empezar de cero, se trata de derruir de forma controlada, eliminando anomalías que, inevitablemente, siempre se presentan en toda historia. Se trata de eliminar lo superfluo para centrarse en la esencia, pues al final en toda historia es necesario encarar los retos que ella misma plantea a nivel narrativo.

Con la décima entrega de la colección de Detective Comics, llegamos a ese punto en el que se precisa hacer limpieza, deconstruir lo hecho, para mutarlo en algo nuevo y necesario. La historia se acomoda y antes de entrar en un punto muerto inercial, Tynion IV ataca a la base de su estructura para poner cargas explosivas que remuevan su sólido castillo.

En este número la acción se centra en uno de los miembros del equipo que hasta ahora no había podido gozar de su particular momento de gloria en la serie. Su inclusión en el equipo resultó muy polémica, pero Tynion IV ha demostrado que se podía hacer y que además tenía un sentido incluir a Clayface en esta heterogénea alienación. Clayface, el villano, el héroe, el hombre encerrado en barro, Basil Karlo, el actor, la estrella caída en desgracia, que lucha consigo mismo por cambiar su destino, cae en la desesperación dejando suelto a su yo más destructivo y sus acciones obligan a su grupo a tomar duras decisiones al respecto.

Esa es en resumidas cuentas la trama central de este número, pero Tynion IV continúa jugando con Red Robin al que sigue llevándolo por un camino que parece estar destinado al fracaso, mientras adereza el conjunto con la intervención de la Primera Víctima, Anarkia y el coronel Kane, que sirven de coagulante para que todo acabe relacionado.

Estamos, por tanto, ante una historia de tránsito, pero importante en su concepto, determinante a la hora de dar paso a una nueva etapa en la que puede pasar cualquier cosa. No es justo ver, o catalogar, a este trabajo como un mero trámite que permita llegar a un nuevo punto argumental, pues eso sería degradar el valor real de la historia. Tynion IV no baja el nivel de su trabajo ni se relaja dejando que la historia fluya por si misma, sino que la fuerza a llevar un ritmo, un camino muy marcado, que hace que todo el conjunto funcione como un engranaje de precisión.

Se le pueden sacar peros, pues costuras hay en todo trabajo literario, pero son pequeñas concesiones que se dejan pasar en una primera lectura pues la tensión y el ritmo narrativo lo acapara todo.

Si hubiera que hablar de un solo cómic de este tomo, sería el Anual de la colección que viene encartado al final y que sirve de cierre, para dignificar de forma excelente a Clayface. Tynion IV utiliza el anual para mostrarnos el origen del personaje, llevándonos a su infancia y esos días que compartía con su padre, técnico de efectos especiales, recibiendo crudas lecciones de vida que impregnarán su alma de por vida.

Tynion IV no nos cuenta nada nuevo, pues lo que narra es una historia típica, llena de tópicos, vistos una y mil veces, pero que funciona a la perfección para diseccionar a Basil Karlo y mostrarnos su lado humano y al monstruo que bulle en su interior. Una historia donde el éxito se da la mano con el fracaso, donde la desesperación lleva a tomar decisiones equivocadas… un principio y un fin que cierran un círculo alrededor del personaje y que lo devuelven transformado por completo para justificar todo cuanto hemos podido leer de Clayface en manos de Tynion IV.

Si hay también algo de lo que Detective Comics está disfrutando en cada número es de una regularidad artística en lo visual envidiable. Aun con los cambios de dibujantes, Bennet, Merino, Barrows, Martínez… el resultado es muy fluido, lo que no lastra a la serie, como sí ocurre en otras colecciones. Son estilos muy diferentes, pero que se complementan, se unifican, que no uniformizan, para cohesionarlo todo, logrando siempre transmitir el mismo tono a la colección. El trabajo de los dibujantes se muestra muy sólido tanto en las escenas de acción, como en las que es necesario hacer interactuar a los personajes, donde el diálogo es importante y es necesario trasmitir toda esa carga emocional que Tynion IV busca destilar con su trabajo. Un equilibrio entre un dibujo coral y guion envidiable.

Detective Comics ha de vivir bajo la sombra de la serie de Batman en solitario, pero es necesario prestarle atención y dejarse llevar por su tono más ligero, su carga emocional, sus historias llenas de consecuencias y la enorme pluralidad que tiene al poder leer a tantos personajes en cada número. Una serie a seguir descubriendo tras diez números publicados.

  Edición original: Detective Comics núms. 970-973 USA, Detective Comics Annual núm. 1 USA (one-shot). Edición nacional/ España: ECC Ediciones. Guión:James Tynion IV. Dibujo: Eddy Barrows, Jesús Merino, Joe Bennett, Miguel Mendoça. Entintado: Salvador Regla, Ricardo Jaime, Diana Egea, Marcio Loercer, Eber Ferreira. Color:Jason Wright, Adriano Lucas. Formato: Rústica, 136…

Decosntruyendo.

Guion - 7
Dibujo - 8
Interés - 8

7.7

Tynion IV remueve los cimientos de la serie con este arco en el que lo que se pensaba ya inalterable se va a ver puesto a prueba. Un arco cargado de movimientos internos que van a permitir a la trama avanzar en nuevas direcciones.

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Drury Walker
Drury Walker
Lector
28 julio, 2018 21:38

Hola!

Yo no tengo una impresión global tan entusiasta de la etapa Tynion pero en este tomo mantiene el buen nivel del tomo anterior y merece pasar por caja. En este tomo queda claro por qué escogió a Clayface para su alineación y ha merecido la pena.

La guinda del pastel es el annual. No es el Clayface clásico (tambien es verdad que este es un personaje demasiado anacrónico) pero firma una historia eficaz, sugerente, rebosante de referencias a las distintas iteraciones e influencias del personaje, pasando de los origenes de Snyder y hurwitz (peores frente a lo previo) y optando por algo más próximo a Batman TAS, posiblemente aún hoy el más icónico. No creo que sea exagerar decir que Tynion y Barrows han servido una de las mejores historias del maltratado personaje. Ya sólo por eso merece la pena!