¡Soy… Devilman!
Resulta difícil de creer que, tras la enorme cantidad de manga que se publica en nuestro país cada mes, tan diferente y variado tanto en formatos como en géneros, nunca nadie se le hubiese ocurrido publicar
Gracias a Panini Cómics por traernos al fin la que es una de las obras más clásicas e importantes de Nagai, editada en un formato más grande de lo habitual, similar a la línea Maximum que tienen para otras obras, bajo el título
Akira Fudo es un estudiante de instituto normal y corriente algo cobarde e inocente que disfruta de su vida de forma tranquila y sin sobresaltos. Hasta que su misterioso amigo de la infancia, Ryo Asuka, se aparece ante él pidiéndole ayuda de manera desesperada. Así pues, le explica que su padre, un famoso arqueólogo y científico, ha fallecido en mitad de una investigación crucial para el futuro de la especie humana. Al parecer, ha descubierto la existencia de unos seres que estaban latentes en la Tierra y que están despertando y planeando hacerse con el planeta: los demonios. Y no solo hay que detenerlos, si no que para hacerlo, a Ryo no se le ocurre mejor manera que transformarse en uno de ellos, en un Devilman, mediante el cual puedan de alguna forma plantarles cara con sus propias armas, y evitar el apocalipsis en la Tierra. Akira se convertirá entonces, de manera inesperada para él y para el lector, en el héroe valiente que tenga que salvar al mundo de su destrucción.
Esto es grosso modo lo que se puede contar de un argumento que no tiene demasiada complejidad, y que puede parecer a priori poco original, pero que tiene su punto fuerte no tanto en el qué si no en el cómo, es decir, en la peculiar forma de narrar la historia que tiene Go Nagai. La obra, además, contiene unos personajes absolutamente extremos, desde la inocencia de Akira, hasta la ambiciosa y oscura tenacidad de Ryo, pasando por la impulsividad y bravuconería de Miki Makimura, la mejor amiga de Akira, y unos demonios absolutamente malvados y maniqueos que, a pesar de su extraño aspecto, son un enemigo bestial difícil de batir. Todos los elementos característicos de Nagai se encuentran presentes en Devilman: violencia extrema, erotismo y un sentido del humor bastante negro y un poco absurdo, tres aspectos esenciales en la obra del autor japonés, que encuentran aquí su máxima expresión, y que se repetirán en Violence Jack y las diferentes secuelas de Devilman, y que funcionan de maravilla creando una bruta, cruda y extraña armonía.
Poco más podemos ver en este primer tomo, que es más introductorio que otra cosa, y que solo puedo decir que nos aguardan aún más sorpresas en una historia que va de menos a más y que sumerge al lector en un apocalipsis de sexo, sangre y demonios grotescos que no te deja respirar ni un solo minuto.
El apartado artístico como hemos dicho también corre a cargo de Go Nagai, artista completo que, al igual que hemos dicho en la parte argumental, también destaca artísticamente por la crudeza con la que expresa la violencia y el sexo, sin ningún miramiento, y con un estilo y un trazo que transmite una inocencia, por otra parte habitual por aquel entonces, que despierta una sensación de naturalidad inaudita. Nagai se mueve entre lo original u hortera, según para cual, con un derroche de imaginación para los diseños de los demonios que raya lo grotesco, pero que es imposible que no te sorprenda, puesto que cada uno de ellos es diferente al resto, y a la vez están cortados por el mismo y extraño patrón.
De este primer tomo es especialmente destacable la escena de la fiesta, que supone un evento crucial para Akira Fudo y para la trama en general, y que es en todos los sentidos una orgía de violencia, sexo y demonios en el que Go Nagai da rienda suelta a todo su potencial artístico en una escena que resulta hasta extenuante por momentos, de lo aleatoria e impactante que es. Y esto solo acaba de empezar, puesto que en los dos siguientes tomos de los que se corresponde esta edición de Panini, el maestro Nagai seguirá brindándonos momentos tan brillantes como éste en una historia que solo se puede definir como una locura apocalíptica de principio a fin.
Imprescindible
Guión - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 9
8.2
Una excelente obra que es de obligada lectura para todo aquel amante del cómic japonés y para todos aquellos que quieran iniciarse en el peculiar universo de Go Nagai.
Una serie que sin duda había que editar en España. Ya era hora de que todos estos grandes clásicos estuvieran disponibles aquí (Hokuto no Ken, Jojos, Berserk, Capitan Harlock…). La llegada de todas estas series en formatos de calidad (porque la anterior edición de Hokuto… Ayayay) denota un crecimiento del mercado del manga en nuestro país.
PD: no hay algo raro en la redacción de este artículo? Es muuuuy reiterativo. En por lo menos 3-4 párrafos consecutivos habla de «violencia y sexo» o «violencia y sangre» o añade «violencia, sexo y demonios». Que si, que de eso va la obra, pero me parece que es muy machacón y repetitivo remarcarlo con frases casi idénticas párrafo tras párrafo.
Son dos elementos absolutamente fundamentales en la obra de Nagai, junto a su peculiar sentido del humor, como comento en el artículo, de ahí el remarcarlo. Está indicado en total cuatro veces durante el texto, pero en contextos bien distintos ya que en unos hablo de la temática y en otros del apartado artístico. No se puede decir además mucho más de la trama que, insisto, en este primer tomo es bastante sencilla, y de ahí que la nota del guión sea inferior también.