Edición original: Mugensha.
Edición nacional/ España: Ediciones La Cúpula.
Guión: Yôji Fukuyama.
Dibujo: Yôji Fukuyama.
Formato: Tomo C5, rústica con solapas, 238 páginas en B/N.
Precio: 10’95 €.
Una luna llena alumbrando de noche un espeso bosque. En mitad del bosque, una adolescente disfrutando del baño de luz en una sesión introspectiva que liga con su parte más animal. Al final, conecta con un sentimiento profundo que la transforma en un tanuki (perro mapache). ¿Os esperabais que acabara convertida en lobo? Esta revisión del mito del hombre lobo, trae consigo dos grandes novedades. La primera, que el autor orientaliza el mito para incluir dentro de él, rasgos de una mitología o bestiario japonés que enriquece la leyenda y la dota de una profundidad cultural al incluir elementos como el tanuki o el kitsune (zorro), en sustitución al concepto tradicional de hombre lobo. La segunda novedad, es que los protagonistas, son mujeres, y son ellas mismas las licántropas (aunque exactamente no se transformen en lobas). Un cambio de roles y un cambio de enfoque de la cultura popular, que siempre nos ha mostrado que el monstruo, es varón.
Esta obra, que anda a caballo entre el thriller y el humor, nos cuenta la historia de dos hermanas, Kanoko y Natsuko, que se transforman en tanuki y kitsune respectivamente, y las futuras consecuencias de dichos cambios. Por un lado está Taihei, el novio de Natsuko, que buscará a esta tras haber desaparecido. También está la policía, que investigará una serie de asesinatos y seguirá las pistas que la gente del pueblo les ha proporcionado sobre una supuesta mujer-loba. Y por último, una pareja de asesinos con unos fines muy claros, obtener venganza. Todos estos elementos, se mezclarán para resolver un misterio a contrarreloj, donde algunas vidas estarán en juego, hasta que no salga la verdad a relucir.
Respecto al dibujo de Yôji Fukuyama decir que es de trazo fino, sencillo, sin grandes detalles, por momentos plano pero con un gran trabajo de expresividad facial (aunque se repitan muy a menudo las mismas expresiones), en general, correcto. El punto fuerte de la obra, reside sobre todo en la narrativa y en la construcción de las viñetas. La obra pasa de un ritmo lento, con altibajos, en los que se nos muestra la mayor parte del argumento y de los personajes, para apretar el acelerador e ir incrementando la tensión narrativa, hasta acabar en un final algo abrupto no lo suficientemente bien planteado a lo largo de la obra, aunque la construcción del juego del gato y del ratón, está muy bien propuesta. La creación de las viñetas es de lo mejor. Parece estar muy influenciada por el cine de suspense, debido a las perspectivas de los dibujos y a los hilos narrativos en paralelo, que van desde la violencia hasta las persecuciones, cambiando de clímax de una manera muy acertada. También hay que recalcar, que uno de los grandes fallos, que contribuyen a ese final tan descafeinado, es el mal planteamiento de las motivaciones de la pareja de asesinos.
Aunque el marco de la obra sea más bien la trama criminal y no enfoque o profundice apenas en la transformación de las chicas, nunca está de más algo de información al respecto. Tanto el kitsune como el tanuki, pertenecen al folclore japonés y son entidades bastante conocidas. El primero, representa a un espíritu del bosque cuya función es proteger el mismo. Entre sus poderes, cuenta con la capacidad de adoptar forma humana, sobre todo como mujer joven. Existen dos clases comunes de kitsune, los zenko, que son zorros benevolentes y celestiales asociados al dios Inari, y los yako que son salvajes y pueden llegar a ser malvados. En el caso de este manga, Natsuko, que es la hermana que se transforma en kitsune, representaría a la clase de los zenkos, desempeñando la función de amante o esposa. Respecto a los tanuki, tienen fama de ser pícaros y traviesos, pero algo ingénuos y distraídos, al igual que suelen ser representados con unos testículos cómicamente grandes. Esto también puede casar con la personalidad de Kanoko, la hermana adolescente, que está viviendo su despertar sexual y su pubertad, lo que la hace inestable cual tanuki.
Sobre el autor sabemos que nació el 20 de mayo de 1950, en la prefectura de Shizuoka. Que en 1967, mientras estudiaba segundo de Secundaria, participó en el fanzine Kîrokku. Al mismo tiempo realizó una serie de pinturas al óleo para la clase de expresión artística. En 1970 debutaría en la revista Shûkan Manga Action con Dentro del almacén, que marcaría el comienzo de una prolífica carrera como mangaka. Entre sus obras se cuentan: Shisetsu maesen (1976-79), Cambio al dios de la muerte (1980-82), Sonata en si menor (1982), Árbol verde, flor blanca (1984-86), Nightwalker (1986), Mademoiselle Mozart (1989-90), Pánico de buena mañana (1991) y Kamurakan (1993).
A cerca de la edición hay varios errores que comentar. Primero, que el manga viene encuadernado con las cubiertas en el sentido occidental, cuando la lectura del manga es en sentido oriental. Segundo, que en la sinopsis del tomo, se confundieran y cambiaran de nombre a las hermanas.
Desde luego, un manga bien planteado, pero con una historia poco profunda y atractiva, que puede llegar a aburrir. Todo una novedad lo de incluir elementos nuevos al mito del hombre lobo, aunque quede una historia sosa al no profundizar en ello.
Guión - 6.5
Dibujo - 6
Interés - 5.5
6
Una obra que no es imprescindible, pero que viene bien para ver como se crea un buen suspense, tanto en la narrativa como en el apartado gráfico.
Pues es una pena que el desarrollo de la obra no sea nada del otro mundo porque las variaciones del mito del hombre lobo suelen ser interesantes, sobre todo cuando se apuesta por las implicaciones del mito en lugar de la sangre fácil. Un buen ejemplo es El beso de la mujer pantera (Cat people) donde también la que se transforma es una mujer y el animal elegido tampoco es un lobo