Guión: China Miéville
Dibujo: Mateus Santolouco, Riccardo Burchielli
Color: Richard Horie
Portada: Brian Bolland
Editorial: ECC, DC Comics
Contiene: Dial H for Hero núms. 0 y 1 a 6 USA
Formato: Rústica, 160 págs.
Precio: 14.95 €
Valoración:
Cuando uno empieza a leer Dial H: Dentro de ti enseguida se da cuenta de que no está ante un cómic cualquiera de superhéroes. Podríamos ponerle muchos adjetivos, pero el que creo que mejor se acerca a una definición que lo caracterice es el de atípico. El escritor China Miéville fue el elegido (La Cicatriz, La Ciudad y la Ciudad) para reinventar el concepto de Dial H for Hero y ofrecer una publicación con mucho humor, misterios históricos y toda una pléyade de protagonistas, superhéroes y villanos muy freaks.
El concepto original de Dial H for Hero (House of Mystery en 1966) se basaba en que el protagonista, Robert “Robbie” Reed, tenía que marcar en un dial de teléfono la palabra H-E-R-O para convertirse en un superhéroe al azar y combatir la amenaza de turno. Para esta nueva andadura Miéville ha querido darle una vuelta de tuerca (y tal vez pasarse) a la idea básica y crear un título muy diferente a lo que DC publicó en los 60 o los 80 bajo este mismo título y de paso a todo lo que publica actualmente. El dial sigue presente, pero los protagonistas que van a estar relacionados con este artilugio casi mágico van a ser de lo más variopinto. Por un lado tenemos a Nelson Jent, un tipo gordo y en horas bajas que no se cuida mucho y al que podríamos catalogar como un perdedor nato. Pero el encuentro casual entre Nelson y el dial y un suceso importante en su vida lo harán recapacitar y a actuar con más responsabilidad. De hecho es increíble el contraste y la evolución de este personaje al comienzo del tomo y al final. La otra protagonista es Roxie Hodder, una señora ya entrada en años que conoce perfectamente el funcionamiento del dial y que va a hacer de tutora para Nelson y al mismo tiempo para el lector, que conocerá a través de ella los entresijos de los diales.
Aunque en la edición USA el lector fue descubriendo número a número algo más del origen y funcionamiento de los diales, en la edición española contamos desde el inicio con el número 0 (En USA este cómic apareció cuatro meses después de iniciada la serie), que aclara algo más los orígenes de tan peculiar mecanismo.
Sinceramente, en mi caso ha sido disfrutar la variedad de superhéroes que puede producir el dial. Hay que agradecer a Mieville la capacidad creativa que tiene para que número tras número presente a Nelson encarnando a un superhéroe más estrafalario que el anterior. Y es que con nombres de guerra como Chico Chimenea o Capitán Lacrimoso ¿Quién no dejaría escapar una sonrisa? Pero el humor no sólo se queda en las pintas de Nelson o Roxie sino que también hay situaciones que son puro desternille, y si no recordad a cierto caballo volador que resuelve una crisis de forma escatológica.
Por otro lado, también es interesante ver como el guionista es capaz de ofrecer un patrón de héroe que se sale del molde habitual. Acostumbrados a ver a los tìpicos Efebos o amazonas musculados, en Dial H tenemos a protagonistas que podrían ser cualquiera de nosotros, un ciudadano de a pie que no necesita de un físico o una edad determinados para dar un paso adelante y convertirse en el héroe del día. Lo raro y poco habitual del cómic de superhéroes tiene cabida en Dial H y en ello radica lo atractivo de este título.
Pocas cosas podrían ensombrecer un título como Dial H: Dentro de ti. Tal vez el hecho de que esta serie que forma parte de las Nuevas 52, no vemos en ningún momento que tenga interacción o interferencia alguna con otros personajes o títulos de la editorial. Esto podemos verlo como un punto a favor o en contra, según lo considere el lector, si es que está buscando unos personajes integrados completamente en el Universo DC.
Tal como ocurrió con todas las series que cumplieron un año tras el relanzamiento editorial de DC, Dial H también tuvo un número 0 (aunque como ya indiqué más arriba, se publicó tras la cuarta entrega porque la serie formó parte de la segunda oleada de nuevos títulos). Y tal y como ocurrió con la mayoría de esos cómics tampoco es que sea un cómic especial o que cuente algo realmente novedoso. Sí, contribuye a aclarar algo el origen de los diales, pero no es una historia que tenga continuidad ni es la más original, ni divertida de todas las incluidas en este tomo. Si obviamos este número 0, el resto de cómics ofrecen un resultado en su conjunto más que satisfactorio.
Dial H formó parte de la segunda oleada de las Nuevas 52 y tenía toda la pinta de convertirse en uno de los títulos más fugaces en lo que a vida editorial se refería. Una cabecera de poco renombre, junto con un guionista novato en esto del cómic y unos artistas como Mateus Santolouco y Riccardo Burchielli que no son unos primeras espadas, se antojaba una combinación con pocas probabilidades de llegar al año de vida. Sin embargo, el talento y la originalidad también tienen su peso y a pesar de que el título ya ha sido cancelado en USA, alcanzó las 16 entregas y se ganó buenas críticas (de hecho el primer artista ha dejado buenos guisos en esta serie). Pero lo que no obtuvo fue el refrendo del lector, que en esto de la industria del cómic es un juez inexorable, y debido a las bajas ventas el título terminó cancelándose. Pero que esto no sea un impedimento para disfrutar de unos de los títulos más originales y refrescantes de los últimos años en DC. Por 15 euros obteneis siete cómics muy entretenidos con unos extras y unas portadas de Brian Bollard que hacen en su conjunto un tomo más que apetecible.
A mi, inicialmente, fue una serie que me desorientó y dejé de leerla; luego, la retomé, pillé el tono lúdico y me divirtió bastante.
Por cierto, enmarcado un tanto absurdamente en el mes de los villanos se ha publicado otro número especial de Dial H… ¿Veremos una resurrección?
O que le den a Mieville la Doom Patrol para que siga haciendo de las suyas.
De todas formas, si ECC recoge el resto de la colección en un sólo tomo con buen precio, puede que la termine para ver cómo evoluciona y tener una historia cerrada.
¡Venga ya, Samano! Eso es como decir «Si ECC edita todos los números de la Detective Comics clásica en grapas me la compro».
Sabes perfectamente que ésta es una serie minoritaria, que no tiene ningún autor top, personaje top ni nada por el estilo, y que tenemos que arrodillarnos y dar gracias a ECC por haberse dignado a publicarla. Jamás vas a ver esta serie reeditada por ECC en un tomo conjunto. Hasta me atrevería a decir que esta serie jamás será reeditada por ninguna otra editorial que posea los derechos de DC en el futuro. ¿Por qué? Porque no es comercialmente viable y mucha gente no le ha prestado atención.
Por mi parte, yo nunca me voy a olvidar de esta serie y es algo que he constatado al leer el tomo de ECC. Esperaba leerlo y sentir que, bueh, no está mal y a la estantería, pero he redescubierto el amor y la atracción que me produjo esta serie. Por otro lado, releyéndola me he encontrado con la explicación de algún detalle que se me había pasado y que Mieville arrastró hasta el final. El concepto de estos héroes como «cables cruzados» llevado hasta el último episodio, titulado precisamente «Crossed Wires», y la mayor presencia del misterioso «O».
Así que volviendo a tu comentario, si yo tuviera un único tomo en tapa dura recopilando toda esta etapa lo pondría al lado de mi tomo de Flex Mentallo y sería feliz, miniserie a la que me ha recordado en más de una ocasión (teniendo la vista en la serie completa, claro, no sólo en estos números).
En resumen: si no te ha convencido, Samano, no esperes a un megatomo que jamás llegará; si dudas, aunque sea léela «digitalmente» ahora que ha terminado y a lo mejor te convence más. Y si te la suda, déjala 😛
P.D. A los que os haya gustado, esperad a manchar el pantalón en el futuro con el número dedicado al mundo-pizarra.
P.D.2. El número de DIAL E del mes de los villanos que citas, Mr. X, ha sido ligeramente basuriento. A priori la iniciativa de que cada página fuera dibujada por un artista diferente me parecía genial y apropiada para la locura de Mieville… pero Mieville ha escrito en modo automático ese no-epílogo y empiezo a pensar que la única razón por parte de DC para pedirle que lo hiciera era probar nuevos talentos y a-ver-si-suena-la-campana para descubrir a su próximo dibujante top (al menos había un buen puñado de mujeres), igual que con el concurso de Harley Queen.
A mí también me decepcionó un poco. Las expectativas y tal, supongo. Y que creo que, como una de las cosas que más se resaltaban al hablar de esta serie era el humor, esperaba algo más en la onda de Factor X.
Pero sólo un poco; la verdad es que está bastante bien. Es diferente, cuando menos, lo cual ya es de agradecer. Lo que menos me ha gustado ha sido el dibujo. Igual es cosa mía pero, como que no le pega demasiado a la historia, a pesar de los toques tenebrosos que esta tiene. Santolouco se lo curra en los alocados diseños de los superhéroes salidos del dial (algunos son tronchantemente geniales) y se esfuerza en dotar de expresividad a los rostros pero, no sé, no acabo de cogerle el gusto. Quizá sea porque su trazo me recordaba constantemente al de Graham «Gastly» Ingels; y, claro, me pasaba el rato pensando «este tío debería estar dibujando algo de terror»… Bah, tonterías mías. Y Burchielli me gustó menos que Santolouco; me parece de menor nivel y personalidad que Santolouco.
Y es un poco lo de siempre. Supongo que se envía a dibujantes de menor entidad o de «segunda fila» a estas colecciones minoritarias porque ya se da por hecho que no van a vender; pero es que, precisamente, este tipo de propuestas más originales, rompedoras, innovadoras y con una personalidad más marcada y menos genérica que las colecciones que suelen ser los buques insignia de las grandes son las que necesitan de buenos dibujantes y que sean, además, apropiados al tono de la historia; que puedan sacar todo el jugo y desarrollar la propuesta y, por supuesto, atraer lectores. ¿Qué coño esperan, si no? Batman, Lobezno, Spiderman, Superman… seguirán siendo unos superventas aunque no siempre estén dibujados por los mejores, pero cosas como Dial H no podrán escapar jamás de la cancelación si el apartado gráfico corre a cargo de dibujantes a medio hacer, aunque el guión esté muy bien.
Eso sí; las portadas de Bolland son estupendas.
Pd: Ahmm… Igual me he pasado un poco con la pataleta, pero bueno, me apetecía soltarlo y me ha dado por ahí, oye.
«pero Mieville ha escrito en modo automático»
pues a mi me ha hecho gracia, hoyga 😉 De hecho, espero que lo incluyan en el segundo tomo.
Lo que dice del dibujo Mr Retranqueiro, pues cierto es. Y funciona así para todas las editoriales, hace poco escribí algo parecido diciendo que le había echado un ojo a los Thunderbolts ahora que la lleva Soule, pero que el dibujante nuevo (que es estilo cartoon, pero cartoon malo) me sacaba todo el rato de la historia, así que pasaré totalmente. Pero no es ninguna novedad, con algunas excepciones, como las colaboraciones de Quitelý y Morrison o las Fábulas o 100 balas, los dibujantes de las colecciones de Vertigo –y Dial H es cuna colección de vértigo encubierta por oscuros y didiotescos motivos- nunca se han caracterizado por estar asignadas a la plana mayor de los dibujantes. Recordemos animal man o la propia doom patrol o tantas otras. Supongo que para las preclaras mentes editoriales son colecciones que se venden por el guionista y no les vale la pena invertir mucho en el dibujante. Supongo.
Ah, güeno, que me he levantado en modo retarded, no pasa ná. Yo si se dejan el número de los villanos fuera y lo enchufan en uno de sus inventos tipo «La Oscuridad: Año Cero» o así, mejor. No porque no me haya gustado, que ya he dado mi opinión, sino porque incluirlo como epílogo me parece que mancharía la colección, dado el final que le dio Mieville a la serie.
Pero sí, no creo que vayan a dividir lo que queda de serie en dos tomos de 5 números teniendo éste 7.
Por otro lado, quería corregir un par de cosas a Marcos:
1) No sé si es que en vez de reseñar el tomo, lo has hecho de memoria con la edición americana, pero vamos, que el tomo no empieza con el número #0. Está al final del tomo y, por tanto, incluso más tarde de lo que lo «disfrutaron» los lectores americanos, pues aquí va después del #6 (¡bien por ECC!).
y 2) A pesar de haber sido cancelada, la serie contó toda la historia que quería contar Mieville, o al menos sí una historia cerrada que cierra tramas planteadas desde los primeros números. Eso sí, al menos deja abierta la posibilidad de una Season Two, en caso de que a DC se le «cruzaran los cables» (guiño-guiño).
» Batman, Lobezno, Spiderman, Superman… seguirán siendo unos superventas aunque no siempre estén dibujados por los mejores»
Ya, pero la combinación de personaje de primera fila con dibujante hot supone unas ventas mucho mayores.
» pero cosas como Dial H no podrán escapar jamás de la cancelación si el apartado gráfico corre a cargo de dibujantes a medio hacer, aunque el guión esté muy bien.»
A ver cómo se toma un dibujante estrella el tener que dibujar una serie como Dial. A ver si van a asumir dibujar una serie con unas ventas mucho menores y renunciar a los royalties.
Si hasta en ZN, cuando un dibujante empieza a destacar en una serie «menor» se empieza a pedir que se le de una oportunidad en una serie de primera línea. Y lo mismo para los grandes dibujantes que están dibujando series de menor entidad. ¿Cuántas veces no hemos dicho por aquí que no entendemos por qué, por ejemplo, Alan Davis o Phil Jiménez no están dibujando la Patrulla-X o los Vengadores?
A mi también me ha decepcionado este tomo bastante, no he conectado con la historia y los personajes. Reconozco que tiene un buen sentido del humor y graficamente no me ha desagradado, pero la historia, el desarrollo, los diálogos no me han enganchado. Especialmente el nº 0 que sencillamente no me ha aportado casi nada.
Tal vez sea yo -o tal vez porque me lo leí en el hospital este verano mientras a mi padre le hacían unas pruebas- que encontré que el desarrollo de la trama y de las escenas eran un tanto caóticas y lentas. No sé, tal vez mis expectativas eran muy altas y cuando me lo leí no ví tanta originalidad como se había comentado por los foros de internet.
La verdad es que tengo serias dudas de si me voy a comprar el siguiente tomo de Dial H o no, porque después de leerlo no ha encendido apenas la llama de la curiosidad o de 1ue esto puede mejorar en la siguiente entrega.
Seguramente le echaré un ojo en mi tienda de cómics habitual cuando publíquen el siguiente tomo y decida sobre la marcha.
Al pensar en los momentos más altos de esta colección me ha venido a la mente el origen de Open-Windows Man (aquí va a ser «El hombre de la ventana abierta») y es que es sencillamente brillante. Es que, es que… ¡JODER! xD Tenéis que comprar el siguiente tomo.
Básicamente es un remedo de Bruce Wayne si aquella noche en lugar de entrar un murciélago por la ventana… no hubiera entrado nada y únicamente hubiera contemplado la VENTANA ABIERTA xD Aplaudid a Mieville con las orejas, ¡por favor!
Yo lo tengo en la pila de lectura, así que me he leído la reseña y los comentarios en diagonal para no comerme spoilers o estar condicionado…pero sólo por la premisa de un tipo gordo y una vieja siendo héroes ya me tienen ganado!
Yo estuve a punto de pasar porque estaba influido por las novelas de Miéville, que es de lo mejorcito de la ci-fi de las últimas décadas, y esperaba algo del estilo de lo que había leído suyo.
Pero no, te encuentras con un homenaje/parodia bastante descacharrante del cómic pijamero. Y leído de esa manera, pues me funcionó bastante bien y me divirtió. Eso si, no me parece ninguna maravilla, , ni otra maestra, ni nada de eso, sino una serie original, llena de idas de olla y elementos de lo más grotesco. Y con algunas ideasl realmente brillantes, como las que señala maese Reverend
No sé, tengo sensaciones contradictorias con este tomo, por un lado la trama me parece un tanto confusa y un tanto desaprovechada, sin embargo está llena de ideas geniales . En cuanto el dibujo, si me gustó bastante. Así qué pienso comprar el siguiente tomo y espero como Reve que seamos muchos los que le demos una oportunidad.
«A ver cómo se toma un dibujante estrella el tener que dibujar una serie como Dial. A ver si van a asumir dibujar una serie con unas ventas mucho menores y renunciar a los royalties.
Si hasta en ZN, cuando un dibujante empieza a destacar en una serie “menor” se empieza a pedir que se le de una oportunidad en una serie de primera línea. Y lo mismo para los grandes dibujantes que están dibujando series de menor entidad. ¿Cuántas veces no hemos dicho por aquí que no entendemos por qué, por ejemplo, Alan Davis o Phil Jiménez no están dibujando la Patrulla-X o los Vengadores?»
No te falta razón, SAL; pero no deja de ser una pena que propuestas como esta misma Dial H queden (hasta cierto punto) deslucidas o sin capacidad para atraer a más lectores porque su apartado gráfico sea más bien pobre, por expresarlo así. Y seguro que hay autores de nivel que ahora no se encargan de series punteras que podrían encargarse de estas minoritarias. No se me ocurren muchos nombres ahora mismo, pero imagina… no sé… esta historia (sin querer menospreciar a sus dibujantes), con sus elementos humorísticos, la intriga, el aspecto cotidiano de sus protagonistas, la acción alocada por momentos… dibujada por Chris Sprouse, por ejemplo. ¿No ganaría lectores?
Lo que comentas de los royalties seguro que es una razón de peso, aparte de que no se tiene la misma notoriedad dibujando Dial H que Batman, pero, no sé, supongo que ahí deberían ser los editores y directivos los encargados de conseguir que dibujar estas series fuese un caramelo apetecible para los autores. Digo yo, vamos, que en realidad no tengo ni idea de estas cosas.
Me pillé este tomo por las buenas críticas y sin decepcionarme tanto como a Samano sí me dejó con una sensación de confusión narrativa (posiblemente Miéville busque el caos intencionadamente) un tanto farragosa que me dejó un poco fuera de juego a pesar de los momentos divertidos de la historia. Ya veré si me animó con el segundo tomo.
Aunque es de un estilo similar, en el siguiente tomo ya no os encontraréis a Mateus Santolocuo, si no a Alberto Ponticelli (salvo el #7, que va a cargo de David Lapham). Quizás algunos les mole más el cambio (muchos de aquí lo conoceréis por sus dibujos en Frankenstein, Agent of S.H.A.D.E.), a mi me molaba más el trazo de Mateus. El cual creo que lo está haciendo muy bien en la serie regular actual de las Tortugas Ninja en IDW.
«dibujada por Chris Sprouse, por ejemplo. ¿No ganaría lectores?»
Seguro que alguno ganaría pero dibujantes como Sprouse a pesar de su calidad no tiene gran tirón comercial.
Dos dibujantes que me encantan son Sean Phillips y Michael Lark.
El primero está dibujando Fatale con guiones de Brubaker, un guionista que mientras estuvo en Marvel y DC, fue muy apreciado por los lectores. Una vez pasada la novedad, la serie está en el puesto 126 con poco más de 17.000 ejemplares.
Lark dibuja Lazarus, con guiones de Rucka, que en su número 3 está en puesto 82 con unas ventas de algo menos de 25.000. No me parece muy arriesgado decir que en unos meses sus cifras bajarán a los mismos niveles de Fatale.
Si fuera con calidad, dibujantes como Mike Mignola, Duncan Fegredo, Richard Corben, Eduardo Risso deberían multiplicar las ventas de las series que dibujan pero no es así a pesar de las buenas críticas y los premios. Si hasta el mismo Alan Davis, quizá el mejor dibujante de superhéroes de Marvel, tiene unas ventas discretas dibujando a Lobezno.
«supongo que ahí deberían ser los editores y directivos los encargados de conseguir que dibujar estas series fuese un caramelo apetecible para los autores».
Eso es muy complicado. A un dibujante con tirón o le puedes igualar -o acercar mucho- su remuneración con la que tendría en una serie más comercial o muy posiblemente se niegue. Primero porque son profesionales que trabajan por dinero y segundo porque, excepto excepciones, no es muy sensato estar apartado de las series más comerciales no sea que los aficionados dejen de pensar en él como dibujante «hot» y luego tenga problemas para recibir encargos con los personajes de primer nivel.
No me ha gustado nada.
Quizá esperaba algo más cercano al tono empleado por Pfeifer y Kano en la anterior encarnación, historias autoconclusivas de personas corrientes que se encontraban con el dial y que actuaban con él según sus convicciones.
Este tomo es muy absurdo-chorra-gilipolla o como se quiera denominar.
Seguramente si se va con una idea ya preconcebida sobre lo que se va a encontrar, se disfrute. Pero no fue mi caso.