Diario de un ingenuo

Spirou año uno

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Edición original:Le Spirou de Émile Bravo Le journal d’un ingénu FRA, Duipuis
Edición nacional/ España:Dibbuks
Guión:Émile Bravo
Dibujo:Émile Bravo
Color:Rémi Chaurand y Delphine Chédru
Formato:Cartoné, 80 páginas
Precio:20€

 

¡Viviremos aventuras extraordinarias y emocionantes que estremecerán a nuestros lectores! ¡Seremos unos personajes! ¡Y tendremos clase!

Émile Bravo es un genio. Algo que ha demostrado en su larga, aunque no particularmente prolífica carrera, en la que ha probado su capacidad para conseguir obras remarcables en diferentes géneros y registros. En nuestro país su salto a la fama se dio con este Diario de un ingenuo, el cuarto número de la serie Spirou por… Fue editado por primera vez en nuestro país en el año 2009 por Planeta, ahora Dibbuks lo reedita con una calidad que supera en cada aspecto a la de Planeta y en septiembre publicarán La esperanza pese a todo, la primera de las cuatro partes en las que constará la continuación de este álbum, en las que Bravo nos contará cómo se vivió la guerra en Bélgica y cómo Spirou se transforma en héroe. La segunda parte verá la luz en 2019 y las dos últimas en 2020 en el país vecino, aquí seguro que no se hacen esperar dada la enorme labor que Dibbuks está haciendo con el personaje. Este cómic ha sido galardonado con el Prix des libraires de bande dessinée en 2008, el Prix Saint-Michel al mejor álbum de 2008 además de formar parte de los esenciales del festival de Angoulême del 2009. Se trata de uno de los mejores álbumes producidos en Francia en lo que va de siglo, que todo el mundo debería leer y disfrutar.

Émile Bravo es un historietista francés de orígenes españoles nacido en 1964. Forma parte de la generación de autores cercana a L’Association, ya que formaría parte de Atelier Nawak un grupo de autores que trabajaban en un mismo estudio en Paris, entre los que estaban Emmanuel Guibert, Lewis Trondheim, Christophe Blain, David B., Joann Sfar o Fabrice Tarrin. Posteriormente, algunos de ellos fundaron Atelier des Vosges donde se les unieron otros autores como Frédéric Boilet, Marjane Satrapi y Marc Boutavant. Estos dos grupos fueron el germen de la Nouvelle Bande Dessinée que revolucionó la BDa finales del s.XX. Pero pese a ser parte de esos grupos, su trabajo no se parece al de ninguno de ellos, ya que él decidió enfocar su carrera hacia el cómic juvenil y de aventuras en series como Jules (Ponent Mon) o Aleksis Strongonov con guion de Jean Regnaud (Ponent Mon), en las que actualiza el género desde el respeto a los clásicos. Otra de sus grandes obras es la deliciosa Mi mamá está en América y ha conocido a Buffalo Bill, con guion de Regnaud. Ojala pronto veamos por aquí sus trabajos ineditos Ivoire, Fighters : Objectif Peenemündey y Le jardin d’Emile Bravo. También tiene una amplia carrera como ilustrador infantil, entre sus trabajos en ese campo hemos podido ver en España Los siete osos enanos (SM) y Lección de Pesca (Dibbuks).

1939, Bruselas, Hotel Moustique. En los días previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial en el hotel se reúnen varias figuras claves para negociar un acuerdo que podría evitar la catástrofe. Mientras, un joven botones verá como todo su mundo cambia con su paso de la infancia a la adolescencia, el descubrimiento del primer amor y la pérdida de inocencia. Por suerte ganará un fiel amigo, aunque alocado y patoso, con el que vivirá aventuras inimaginables.

Diario de un ingenuo se podría considerar como un Año Uno de Spirou, en él se responden a todas las preguntas que siempre nos habíamos hecho sobre su origen: ¿Es Spirou su verdadero nombre? ¿Cómo se conocieron Fantasio y él? ¿Cuándo adoptó a Spip como mascota y por qué piensa? ¿Por qué viste su traje de botones si hace tiempo que dejó de trabajar en el hotel? ¿Por qué no hay ninguna chica? Bravo las responde a todas con coherencia y adaptándolas, argumental y gráficamente, al tiempo en que se creó el personaje. En el proceso, nos regala una historia divertida y fiel a lo que conocíamos. Una historia más cercana a los trabajos de Rob-Vel, Jijé y a las primeras historias corta de Franquin, que a las posteriores que le darían fama a la serie, pero tan personal como sus trabajos en Jules.

Cronológicamente se podría situar como el primer álbum de la serie, pero no es la historia que convierte a Spirou en héroe, es la historia que primero lo convierte en adulto y le dota de alma para luego transformarlo de persona a personaje. Su paso a héroe se dará en los nuevos álbumes que prepara Bravo. En el prólogo, inédito hasta este momento en nuestro país, nos encontramos con un niño que ni siquiera se llama Spirou. En la historia principal podemos reconocer al Spirou mascota de los tiempos de Rob-Vel, pero todavía está lejos de ser un héroe. Es en este momento cuando Bravo lo recoge y nos va contando cómo pasa de adolescente a adulto, en un estudio que va más allá del personaje y se convierte en una crónica de los problemas que hay que afrontar cuando se deja la inocencia propia de la adolescencia y niñez y se empieza a comprender el mundo que os rodea alejados de cualquier protección. En este sentido es una obra que continúa directamente con Jules y Mi mamá está en América y ha conocido a Buffalo Bill, que nos narraban el paso de la niñez a la adolescencia. Así vemos a un Spirou que debe madurar en todos los aspectos, debe trabajar, se enamorará y conocerá el amargor de la pérdida de ese primer amor y el fracaso al intentar solucionar el problema diplomático.

Este proceso de maduración del personaje es paralelo a la situación que vivía Europa, cómo despertaba de una época de felicidad, los años veinte, con el avance del fascismo que haría madurar entre horrores a varias generaciones. Pero Bravo no solo critica al fascismo, lo hace con todas las corrientes políticas, en un álbum que es un alegato contra todas las estupideces que el hombre hace en defensa de una bandera o una religión, ignorando que Dios y patria solo sirven para hacer mundos más pequeños y pobres.

Vemos cómo madura un personaje, cómo madura un mundo y también cómo madura la serie Spirou. En Diario de un ingenuo asistimos al comienzo de la amistad entre Spirou, Spip y Fantasio. Además, sirve de tránsito entre las historias cortas humorísticas de los primeros tiempos a las aventuras increíbles que caracterizarán la época de Franquin. Es un álbum donde el humor está plagado de gags sencillos, de persecuciones y humor físico, en homenaje a las primeras historias del personaje, algo que contrasta mucho con la seriedad de la trama principal. La obra de Bravo se caracteriza porque siempre aparecen toques de un sentido del humor muy adulto y bastante negro impropio de unos cómics pensados para un público juvenil. Jules está plagado de ellos (hay uno con su mascota Chisme y cinta adhesiva tan sutil como cafre) y aquí, aunque el público es más adulto, también está presente tanto en el prólogo como en el epílogo. Que es una de las escenas más geniales que recuerde, una broma que si la aceptamos transforma toda la historia, digna del Franquin de las Ideas Negras.

A pesar de ser una serie que competía con Tintín, por todo el álbum hay infinidad de guiños a la serie de Hergé, al que podemos ver entre sus páginas, ya que están plagadas de varios homenajes a su serie. No hay que olvidar que sin Tintín no existiría Spirou. Además, Bravo establece una serie de paralelismos entre la ingenuidad de Spirou y algunos de los planteamientos de los álbumes de Hergé, que pueden, desde la injusta óptica de hoy en día, ser tratados como racistas, y que tantos problemas le causaron en la postguerra.

En el apartado gráfico, Bravo opta por una estructura de página similar a la de los años treinta en los que apareció el personaje. Un formato con cuatro tiras de viñetas por página que dan como resultado que en cada página tengamos entre doce y quince viñetas. Su estilo de línea clara recuerda más al usado por Rob-vel, Jijé y Hergé, que al del Franquin de los años gloriosos de la serie. Un cómic que se lee con facilidad, alejado de algunos planteamientos más confusos de propuestas modernas. Algo que siempre ha caracterizado la obra de Bravo. Aunque es cierto que en otros su estilo está menos encorsetado. Sus personajes son expresivos y muy dinámicos, demostrando sus grandes cualidades para los gags visuales. El estilo de entintado, los escenarios y el trabajo de color, consiguen transportarnos a la época donde se desarrolla el cómic. El resultado global es un cómic de aparente clasicismo y simplicidad en lo visual que contrasta con lo moderno y complejo de sus planteamientos.

Como ya hemos dicho la edición de Dibbuks es sensiblemente superior a la de Planeta, además de incluir la historia de cinco páginas que servía de prólogo al álbum, cuenta con un papel de mayor gramaje, mayor tamaño, nueva rotulación más acorde al dibujo, una portada nueva, un mejor diseño, en definitiva, es mejor en todo. Yo he pagado gustoso los 20€, a pesar de tener la anterior edición dedicada, y no me arrepiento. Que Dibbuks adquiriera los derechos de Spirou es una bendición para los amantes de la BD, ya que el cariño que ponen en cada álbum es un ejemplo que deberían seguir otras editoriales.

Diario de un ingenuo es todo lo que se puede esperar de un álbum perteneciente a la serie Spirou por…, original, brillante, divertido, reflexivo, clásico y moderno a la vez, llevando a los personajes por territorios inexplorados, pero a su vez tremendamente respetuoso con los trabajos previos con el personaje. Solo por este álbum está plenamente justificada la existencia de la colección, si además hemos podido disfrutar de otros de la talla de El botones de verde Caqui, La mujer leopardo o Atrapados en el pasado, se convierte en la mejor noticia para el personaje desde que Franquin tomó las riendas de la colección. Ahora solo nos queda releerlo mientras esperamos que llegue septiembre para gozar de La esperanza pese a todo. Aquí podréis ver un tráiler:

  Edición original:Le Spirou de Émile Bravo Le journal d’un ingénu FRA, Duipuis Edición nacional/ España:Dibbuks Guión:Émile Bravo Dibujo:Émile Bravo Color:Rémi Chaurand y Delphine Chédru Formato:Cartoné, 80 páginas Precio:20€   ¡Viviremos aventuras extraordinarias y emocionantes que estremecerán a nuestros lectores! ¡Seremos unos personajes! ¡Y tendremos clase! Émile Bravo es un…
Guión - 9.5
Dibujo - 9.5
Interés - 10

9.7

Genial

Émile Bravo, nos relata en origen de Spirou con una obra tan original como respetuosa con la rica historia del personaje. El mejor Spirou tras el del maestro Franquin.

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Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
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Alejandro Ugartondo
Autor
9 febrero, 2019 16:40

Totalmente de acuerdo con la reseña. Lo leí ayer mismo y es una auténtica joya en todos los sentidos. Una obra imprescindible para cualquier amante de los cómics

Raku
Raku
Lector
12 febrero, 2019 6:54

Un cómic maravilloso. Lo leí hace un par de años en francés, pero muy probablemente acabe cayendo también esta edición en castellano.