Diario del Miedo II: El Libro de la Calavera

Tras tanta sangre, sudor y lágrimas derramados en el camino, los Héroes del Universo Marvel pensaban que al fin lo habían logrado, que habían conseguido la victoria que tras el funesto Reinado Oscuro les devolvería al lugar que les correspondía en una nueva era llena de luz y esperanza. Sin embargo, nada dura eternamente y ahora, una ola de miedo y desconfianza como nunca se haya visto amenaza con derruir todo lo que tanto esfuerzo les ha llevado por levantar. Y aun peor, solo es el preludio de un cataclismo como la Tierra nunca haya vivido y que pondrá a prueba a esta supuesta Edad Heroica para probar si de verdad merece tal apelativo. Dioses más antiguos que el tiempo se levantan desde sus lechos para reclamar un mundo que antaño fuera suyo y dejar la marca sobre la realidad misma. Ante un mundo que se hace pedazos en todos sus frentes, los héroes del Universo Marvel no tendrán más remedio que resistir y poner todo su empeño si no quieren que su pueblo caiga víctima de su propio fracaso.

«Es duro oirlo, vieja escuela, pero no por ello menos cierto. La gente esta furiosa y rota. Han sido engañados y agraviados demasiadas veces y cuando la gente que está desesperada se ve asaltada por el miedo el infierno se desata»

Fear Itself, el macroevento que recupera la tradición de grandes sagas como Inferno, Onslaught o Civil War arranca para dejar su huella sobre el Universo Marvel. A cargo de Matt Fraction y Stuart Immonen, a continuación os ofrecemos un resumen de lo fundamental que ha tenido lugar en el primer número de la Miniserie Central.

Los Pecados del Padre

Unificando el legado de Thor y el Capitán América através de la fascinación que sentía la élite nacionalsocialista alemana del III Reich por la mitología escandinava, Fear Itself toma como elemento integral los tan recurrentes rituales ocultistas de la Sociedad Thule, grupo supremacista ario afincado en Baviera gracias al cual Adolf Hitler alcanzaría el poder al frente del Deutsche Arbeiterpartei (Partido Obrero Alemán). Implicado en el evento a pesar de que finalmente ha preferido ceder protagonismo a su buen amigo Fraction, Ed Brubaker lo integra como parte de unos pilares que nos remontan a la II Guerra Mundial.

Alemania. 1942. Al frente de dicha sociedad, Cráneo Rojo se dispone a invocar un poder más atiguo que el tiempo para inclinar la balanza del lado del III Reich. Tras rastrear las montañas durante meses, exterminar a una tribu gitana en busca del secreto de una lengua muerta y apresar a varios ciudanos atlantes para ofrecer su sangre en un siniestro ritual, el villano nazi descubre que los poderes que ansía están muy lejos de su control. Pese a que la ceremonia es un éxito, el artefacto místico que aguardaban surca el firmamento sin rumbo conocido obligándoles a emprender una costosa búsqueda a través del globo. Con los Invasores tras su pista y el Barón Wolfgang Von Strucker y sus hombres de su lado, Cráneo alcanza el corazón de la Antártida hallando el objetivo de sus pesquisas: Un martillo dorado caído desde los cielos en el epicentro de un cráter humeante. Encontrando una nueva contrariedad al verse incapaz de acceder a su poder, por suerte para él la irrupción de un gigante de las tormentas le permite desviar la atención del Capitán América y sus aliados abandonando el continente helado de regreso a su país. Atrás quedan los integrandes de la Sociedad Thule dispuestos a erigir un fortín en torno a tan preciado objeto. Sus ordenes son no abandonar aquella tierra yerma hasta descubrir el secreto del martillo.

Decadas más tarde, Pecado se interna en compañía del Barón Helmut Von Zemo en una de las bases secretas de su padre situada en lo profundo del desierto egipcio. En ella, un tomo labrado en piel atlante le aguarda con los secretos del gran fracaso de su padre en su interior. Poniendo fin de forma ruda a su afiliación con Zemo, Pecado se aleja de la Tierra de los faraones en busca del artefacto que le permitirá tener éxito allá donde su padre fracasó. Ambos primogénitos de dos de los más tenaces enemigos del Centinela de la Libertad durante la II Guerra Mundial, su alianza se forjaría a través de las páginas del Capitán América en los arcos ligados a la Edad Heroica. Ambos caracterizados por una personalidad complicada y por su determinación de escapar de la sombra de sus progenitores, mientras que Zemo ha evolucionado desde sus años al frente de los Amos del Mal a moverse a través de los ambiguos terrenos de los antihéroes Pecado solo ha sabido superar a su padre en cuanto a demencia siendo más cruel, caótica y desequilibrada de lo que el viejo Cráneo lo haya sido nunca. Heredando su rojiza tez a raíz del aparatoso accidente sufrido durante el asalto de Cráneo Rojo contra Washington en Reborn la joven villana tiene ahora en sus manos el objeto para dar rienda suelta a sus sueños nihilistas.

Introducidos en el Universo Marvel por Steve Gerber durante su breve etapa en Capa y Puñal (1990), la Sociedad Thule ha sido reimaginada en multitud de obras de ficción, desde obras literarias como el Péndulo de Foucault o La Lanza hasta la saga de videojuegos Wolfenstein pasando por Hellboy o el manga Full Metal Alchemist. Dentro de la Casa de las Ideas, el tema de la fijación nazi por los mitos nórdicos esta más viva que nunca, ya sea por la serie de animación Avengers: The Mighty Heroes o la muy recomendable Ultimate Thor de Jonathan Hickman.

Crisis en la Gran Manzana

Las primeras páginas de Fear Itself nos trasladan a la Zona Cero de Nueva York, donde Fraction se vale de un suceso real como marco con el que ofrecernos esa imagen de conflicto social que quiere transmitir la historia. Nos referimos a las protestas que tuvieron lugar el verano pasado en Nueva York por el proyecto de construcción de una mezquita en la Zona Cero. Trasladándonos al corazón del conflicto con una secuencia que nos lleva desde el frío espacio al centro de Manhattan, Fraction se vale de los medios de comunicación como ya hiciera en Utopía o El Más Buscado del Mundo para meternos de lleno en la febril situación en la que se ven atrapados Steve Rogers y la Agente 13. Religión, miedo, sensación de desampario, fractura social y conflictos de masas. Cinco elementos fundamenteales dentro de la propuesta de Fear Itself que se dan la mano en tan emblemática localización en las primeras páginas del comic dando como fruto un irracional estallido de violencia amparado por las diferencias de pensamientos. Una situación por desgracia demasiado cercana y que entre la recesión economica, falta de estabilidad, desconfianza en los organismos y miedo al futuro se ha asentado en nuestra sociedad.

Durante la revuelta tiene lugar el regreso de uan temible némesis con un fuerte lazo con este tipo de historias y a la que Fraction ya ha utilizado en anteriores ocasiones. Nos referimos, como no, a

«Aquel que sea Digno…»

Más de medio siglo después de que Cráneo Rojo se adentráse en uno de los más inexpugnables páramos de la Antártida, Pecado sigue su camino aproximándose junto a sus hombres a la fortaleza que ahora se alza sobre el lugar en el que se estrellase el misterioso martillo. Construida y velada por los descendientes de la Sociedad Thule, estos aguardan el regreso del führer para entregarle el preciado objeto. Poco dada a la diplomacia, la hija del archienemigo del Capitán América irrumpe en el fortín por la fuerza derramando la sangre de todo aquel que se interponga en el camino que la separa de su objetivo.

Con el diario de su padre bajo el brazo y un sueño de adoración y muerte en la cabeza, Pecado alcanza la cámara acorazada viéndose transformada al entrar en contacto con el mazo dorado. Al igual que Donald Blake y otros lo hicieran con el Dios del Trueno hace años, la villana se convierte en la encarnación viviente de la Diosa Skadi. Hija de Þjazi, Skadi era la diosa nórdica del invierno y de la caza así como una de los Jotuns, gigantes quienes tras su derrota a manos de los Æsir tuvieron que aceptar la hegemonía de los asgardianos. Temida por el mismísimo Odín, este aplacaría su ira ofreciéndole en matrimonio al dios de los oceános Njörd, con quien llevaría una tormentosa relación hasta que finalmente se separaron.

Para encontrar la única mención destacable a esta figura mitológica dentro del Universo Marvel tenemos que remontarnos al anual de Cable y X-Force de 1997. Tras la desaparición de Thor y los dioses de nórdicas como resultado de la crisis de Onslaught, los antiguos Nuevos Mutantes viajaban a Asgard para encontrarla bajo la tiranía de Malekith el Condenado. Adentrándose en los Nueve Mundos en busca de ayuda para hacerle frente, en su senda se encontrarían con una gigante que se autoproclamaba señora de la casa de las montañas presentándose con el nombre de Skadi. Si ambas son las mismas o dos personajes diferentes con el mismo nombre (al igual que hemos visto a varios Thor, Venus o Hércules) es algo que desconocemos.

De Dioses y Hombres

En las siguientes páginas, Fraction retrata el distanciamiento progresivo de hombre de a pie y los superhéroes que los protegen a merced de una situación anómala creciente de imposible solución. Un desencanto generalizado en sincronía con la situación actual en la falta de estabilidad y la desconfianza hacia unos gobernantes con evidentes faltas a la hora de sintonizar con su pueblo han terminado propiciando el miedo al mañana.

De vuelta en la Torre Stark, Steve Rogers es incapaz de entender el irracional y violento comportamiento de las gentes de Nueva York. En busca de algún rastro de manipulación mental o encantamiento detrás de los altercados no puede sino sentir decepción al saber que no es sino el producto de la sempiterna y febril humanidad de unos ciudadanos instigados por el miedo y sus prejuicios. El máximo exponente del idealismo americano en el Universo Marvel, tenaz defensor de los derechos civiles durante la Guerra Civil, vuelve a darse de bruces con la realidad viéndose a si mismo incapaz de sintonizar con el hombre de a pie. A falta de un Paul Jenkins que le pregunte cuando fue la última vez que entró en el Youtube, se hizo una cuenta de Twitter o fue a la cola del INEM es Tony Stark quien le hace ver que lo de «Capitán América» no tiene el mismo caché que antaño y que actualmente ni siquiera ejerce bajo dicha identidad.

El comentario de Iron Man puede ser tanto una referencia a la desmitificación de la figura del Capitán América a raíz de los sucesivos usurpadores que han ocupado su lugar y los escándalos en los que se han visto envueltos. Ya sea el demente Gran Director, Bucky Barnes y su juicio tras descubrirse su implicación con el asesino internacional Soldado de Invierno o el malogrado David Rickford, uno tras otro han conseguido deslucir la imagen del Centinela de la Libertad. Que tras el regreso triunfal de Steve Rogers las cosas no hayan mejorado bajo toda la pompa e idealismo con el que fue recibido tampoco ayudan demasiado. Rogers ha seguido una senda similar a la del actual presidente de los Estados Unidos Barack Obama quien, tras un histórico recibimiento como símbolo de cambio, ha visto caer su popularidad en picado tras el fracaso de varios de sus proyectos. Con las esperanzas de sus conciudadanos sobre sus hombros, Rogers se enfrenta de igual forma a las secuelas del hype viéndose impotente ante una situación que no se soluciona con buenas intenciones ni golpeando al supervillano de turno.

Siempre al acecho de cualquier ocasión que le permita tomar las riendas, Stark propone seguir los pasos de sus coetáneos en los años 30 y levantar la nación construyendo. Casualmente él tiene un proyecto en marcha desde páginas de Invencible Iron Man y que supone potenciar la unidad entre dioses y humanos por medio de la reconstrucción de Asgard. Destruida tras el asalto de Norman Osborn en el cenit del Reinado Oscuro, Stark Resilient se dispone a levantarla desde sus cinimientos con la consiguiente creación de 5000 empleos. Tony les propone apoyarle en su propuesta y así convertirlo en una victoria contra la imparable recesión.

Camino a Broxton, la pequeña ciudad de Oklahoma continúa desbordada por los turistas mientras numerosos residentes se han visto privados empleo y hogar. Entre ellos están Bill, Marlene y sus hijos, quienes, tras perder su casa a manos del banco, se disponen a partir rumbo a Wichita para alojarse con la hermana de ella. Pese a que uno de los vecinos les propone probar suerte con el proyecto de reconstrucción, Bill le responde reprochando que mientras él ha perdido su hogar, el Vengador Dorado corra a la ciudad para asistir a los autoproclamados dioses. De nuevo otra muestra de la tensión latente bajo una sociedad fracturada por miedos y rencores demasiado hondos como para ser estirpados.

El Crepúsculo de los Dioses

Mientras Tony Stark presenta ante los medios su proyecto auspiciado por Vengadores y Asgardianos a la par, Thor echa en falta la presencia de su retornado padre. Desde la cima de la ciudad en ruinas, Odin contempla la escena poseido por una rabia fruto del temor y la impotencia ante el augurio de los funestos tiempos que se aproximan. Sabiéndose vigilado por Uatu, el patriarca arrancado de su descanso eterno carga su frustración contra el silencioso gigante acusándole de su inutilidad y de juzgarle por su gran fracaso ahora que la profecía final está apunto de hacerse realidad rasgando mundos a su paso.

Mientras Uatu se aleja sin más respuesta que un gesto de resignación, Odín habla del despertar de Skadi y la muerte de un dios proclamándose Padre Celestial de todas las cosas a la par que maldice al Vigilante por su condescendencia. Es entonces cuando Thor irrumpe en escena preguntándole por su ausencia durante la presentación de los Vengadores. Odín carga su ira contra su hijo acusándole de haberles rebajado al nivel de los meros mortales instándole a abandonar sus charadas para que los nórdicos puedan regresar a la verdadera Asgard y reconstruir su reino por si mismos. Thor desafía a su padre recordándole su importancia en la vida de los humanos como de los humanos en las suyas propias y este se avalanza sobre él acusándole de haberse ablandado.

La aparición de Uatu en el transcurso de los grandes eventos es ya un clásico desde que Galactus llegase a la Tierra a mediados de los 60. En los últimos años hemos podido verlo asomar su oronda cabeza en Hulk, la Invasión Secreta, los Cuatro Fantásticos, la Edad Heroica o Vengadores entre otras muchas series y sagas. En lo que respecta a los desentendimientos entre Thor y Odín ha sido otro de los temas recurrentes en la cabecera del Dios del Trueno desde que este trajera de vuelta a su padre desde el más allá. Decepcionado por el estado de Asgard a raíz de las gestiones de su hijo, el patriarca de los Dioses Nórdicos no se ha privado a la hora de cuestionarle o echarle en cara su actitud. Tras una serie de choques dialécticos en la primera saga de Matt Fraction al frente de Thor, esta tensión se hace física en las páginas del evento.

En el Nombre del Padre

Tras abandonar el fortín de la Sociedad Thule en la Antártida, Pecado/Skadi se adentra en las profundidades del Océano Pacífico en torno a las fosas de las Marianas en busca de una cripta enterrada en su fondo. Tras enfrentarse a varios dragones marinos alcanza finalmente su objetivo atravesando un sello con el símbolo que encabeza el evento. En el interior de la cripta, no le aguarda otro que su desaparecido padre. No nos referimos a Cráneo Rojo sino a La Serpiente, dios asgardiano del miedo y según sus palabras patriarca de las divinidades nórdicas hasta que Odin y sus hermanos lo derrocasen.

De aspecto decrépito y envejecido, tanto su relación paternofilial con Skadi como su derrocamiento a manos de los Aesir podrían indicar que se tratase de Þjazi, temible gigante citado en varios poemas nórdicos y que fuera responsables del rapto de Idunn. Dentro del Universo Marvel, Odin asumiría su lugar como alto señor de los Aesir tras la desaparición de su padre Bör. Suceso relatado en el Thor de Joseph Michael Straczynski, como encaja este arcano predecesor del Señor de Asgard en este legado es algo todavía por determinar.

En lo que respecta a los guardianes de su cripta, los dragones o serpientes marinas son criaturas bastante comunes dentro de la mitología nórdica y el Universo Marvel, donde hay incluso una villana de Namor creada por DeMatteis (Dragonrider) cuyo rasgo distintivo es su habilidad para controlar estas criaturas.

Padres e Hijos

La noche cae sobre Broxton mientras Vengadores y Asgardianos celebran su unión y los primeros signos de crisis se atisban en el horizonte. Tras saber de la liberación de La Serpiente a través de los dones de Heimdall, Odín da orden a sus vasallos para que se preparen a abandonar la Tierra rumbo a los antiguos dominios de Asgard. Thor se opone fervientemente a la decisión de su padre y este le retira el control de Mjolnir derribándole antes de ordenar a los guardias que lo tomen preso y lo lleven junto a ellos. Steve Rogers trata de intercedir pero Fandral le recomienda no entrometerse en la discusión fraticida. Él es Odín, padre de todos y deben acatar sus designios.

Con estas palabras, el asgardiano se despide de Steve y los Vengadores poniendo rumbo al Árbol Mundo para adentrarse junto a sus congéneres en el Puente Arcoiris rumbo a los antiguos dominios de Asgard. A miles de kilometros de allí, La Serpiente surca las aguas junto a su hija Skadi sabedor de que Odín es consciente de su regreso. Decidido a cobrarse su venganza, antes La Serpiente dejará su marca sobre la Tierra invocando a Los Dignos. Desde las profundidades del espacio siete objetos surcan la galaxia impactando en diversas localizaciones del planeta azul. El océano Pacífico, Brasil, China, Manhattan y Oklahoma son cinco de los puntos de impacto. Mientras los misteriosos artefactos surcan los cielos, los ciudadanos de Broxton se dirigen como cada día a sus camas y los Vengadores se saben abandonados por los dioses ante la llegada de una amenaza incierta.

En su discurso de despedida, Odin habla de la llegada de la Edad del Lobo, una referencia directa al preludio del fin del mundo recogido en los Edda. Según estos, durante tres años de invierno la humanidad se verá condenada al desasosiego y la desesperanza volviéndonos unos contra otros a la par que cualquier rastro de ética o moral es desterrado de nuestro mundo. Predicho por algunos seguidores de las predicciones de Nostradamus para 2013, de nuevo la mitología y la angustia por el mañana vuelven a darse de la mano en una historia en el que los héroes parecen ser el último remanente de esperanza en un mundo ajado por fisuras demasiado sutiles como para ser vistas.

Y con esto terminamos todo lo que respecta al primer número en cuestión. Próximamente continuaremos con los tie ins relativos al evento.