Diario del Miedo III: El Legado del Miedo

Tras hablaros largo y tendido sobre el prólogo y el primer número de Fear Itself, ahora toca hacer lo propio con el resto de comics conectados con el evento. Recuperando la tradición de los grandes macroeventos que en el pasado han cambiado por completo la imagen de la editorial, la llegada del Dios Asgardiano del Miedo dejará su huella sobre las principales franquicias de la editorial en forma de miniseries y cruces con numerosas colecciones. A continuación os ofrecemos un repaso a los principales sucesos de los comics relacionados con el inicio del evento.

Aunque de momento solo han aparecido un puñado de tie-ins, especiales y arcos argumentales ligados al mismo estos ya comienza a definir la dirección que seguirán varios personajes durante el curso del mismo.

Frente Civil

Dejando de lado colecciones como Capitán América, Iron Man o Thor, cuyo devenir durante la Edad Heroica asienta las bases de lo que acontece en el primer número de Fear Itself, hasta la fecha es el primer número de la miniserie Homefront el más estrechamente ligado con el mismo. Siguiendo los pasos de las miniseries similares publicadas durante el transcurso de Civil War, World War Hulk, Invasión Secreta o Asedio, se aproxima al evento desde una perspectiva más cercana al hombre de a pie.

Retomando una estructura más parecida al primer Front Line, se desmarca de las anteriores dejando descansar a Ben Urich para dividir el número en varias historias a cargo de equipos creativos de renombre. En Voyeur, Christos Gage prosigue con el proceso de redención de Speedball desarrollado a través de páginas de Vengadores Iniciativa y la sucesora de ésta Vengadores Academia. Tratando de compensar de alguna forma a los damnificados de la tragedia de Stamford (ver Civil War), Robbie Baldwin se traslada de incógnito a la ciudad para prestar su ayuda a las organizaciones que asisten a las víctimas del incidente. Sin embargo, el azar querrá que se cruce en su camino con Miriam Sharpe, cabeza principal del movimiento de las Madres de Stamford y una de las principales defensoras a favor de la cruzada por la instauración del Acta de Registro Superhumano. Dando pie a una situación incómoda para el antiguo miembro de los Nuevos Guerreros, a través de un destacado papel de los más actuales medios de comunicación la historia nos refleja el sentimiento del pueblo americano ante la cadena de acontecimientos que tuvieron lugar tras el derrocamiento de Norman Osborn manteniendo las andanzas de Speedball como eje central. En un evento que toma como base la sensación de miedo y desamparo de la sociedad actual este primer hilo de la miniserie se erige como un interesante complemento tanto para Fear Itself como Vengadores Academia. Los lápices de artista todoterreno Mike Mayhew hacen mucho al respecto.

El segundo relato, La Era de la Ansiedad corre a cargo de Peter Milligan y Elia Bonetti, quienes recuperan al líder de los Agentes de Atlas Woo Jen Yet (Agente Jimmy Woo para los amigos) narrándonos una historia con la que pone en evidencia los paralelismos entre el temor actual ante la situación global con la paranoia antisoviética de los años cincuenta. Mostrando a su protagonista como un hombre (literalmente) fuera de su tiempo anclado a una época pasada, este y sus compañeros seguirán la pista de un complejo entramado de sociedades de ultraderecha con proliferación creciente a nivel mundial y que conectan directamente con la Sociedad Thule. Aunque vistas las previews de los próximos números parece ser un tema con un nexo importante con lo que acontecerá en la miniserie central, aun es pronto para saberlo.

Siendo ambos la primera entrega de dos historias que se desarrollaran a lo largo de la miniserie, tienen como compañeras de recopilación a Un Momento con J. Jonah Jameson (escrita y dibujada por Howard Chaykin) y No hay lugar como el Sin-hogar (escrita por Jim McCann y dibujada Pepe Larraz). En la primera podemos ver los pensamientos del actual alcalde de Nueva York hacia los altercados producidos al arranque de la miniserie central, mientras que en la que le sigue podemos reencontrarnos con algunos de los habitantes de Broxton presentados durante la etapa de Straczynski en Thor. Ahondando en los cambios padecidos por los vecinos de la ciudad desde que esta paso de ser una tranquila población de Oklahoma a convertirse en una atracción turistica en torno a las ruinas de Asgard, pone remate al debut de una miniserie marcadamente centrada en el lado humano del evento.

Los Nuevos Dioses

Bajo el amparo de Fear Itself, dos nueva series regulares han visto la luz para adentrarse en el legado mitológico del Universo Marvel. Ligadas tangencialmente al evento, tienen como protagonistas a dos de los figuras más relevantes de las mitologías nórdica y asgardiana. Hablamos de Herc y Journey Into Mystery, series protagonizadas por el León del Olimpo y el Dios de las Mentiras que tomando como base los recientes y radicales cambios en sus atribuladas vidas debutan codo a codo junto a Fear Itself nutriéndose de los sucesos que acontecen en ella mientras definen su dirección de futuro.

Con serie propia hasta hace cuatro días, lidiar con la actualidad del Universo Marvel no es nada nuevo para el Hércules. Siendo nuevamente Greg Pak y Fred Van Lente los responsables de esta nueva cabecera, ambos han demostrado con creces su habilidad para nutrirse de los sucesos más importantes de la editorial en beneficio de la colección, algo de lo que ya dieron buena muestra tanto Invasión Sagrada como el cruce de la antigua colección con Reinado Oscuro. En su relanzamiento como simple mortal, el Príncipe del Poder tendrá que lidiar con la ola de miedo y locura que se instaurará en el Universo Marvel a raíz del evento. Sustituyendo las tierras Egeo por el barrio de Brooklyn, Hércules vuelve a su esencia como aventurero itinerante en lucha contra «monstruos y villanos» mientras disfruta de los placeres que la vida pone en su camino.

Los reyes y los trabajos legendarios dejan paso a los restauradores de origen griego y los empleos temporales sin que, pese a la perdida de su divinidad, Hércules muestre interés alguno en abandonar sus correrías. Aunque ya no dispone de inmortalidad, superfuerza ni a sus antiguos asociados para asistirle, el antiguo dios dispone de su habilidad para el combate y su pericia así como un arsenal mitológico con los siguientes artefactos:

• La Espada de Peleo: Forjada por el centauro Quirón para el padre de Aquiles, esta imbatible hoja fue usada por Peleo para desmebrar a los defensores de Yolco antes de que sus hombres pudieran acceder a la ciudad a través de una pila de miembros cercenados.
• El Escudo de Perseo: A parte de ser impenetrable, el clípeo tiene su superficie adornada con el rostro de la gorgona Medusa, lo que le permite convertir en piedra a todo aquel que mire sus ojos.
• Las Flechas de Hércules: Consumado arquero (suerte tuvo Ojo de Halcón de que se contentara con hacer gala de su fuerza) Hércules las construiría con las plumas de las mortíferas aves Estinfálidas. Capaces de atravesar cualquier protección creada por el hombre, el arco y las flechas ya aparecerían en uno de los flashbacks de su anterior colección.
• El Casco de Hades: Propiedad de su tío Plutón, el casco otorgaba invisibilidad a todo aquel que lo utilizase, permitiéndose adentrarse entre el enemigo sin ser visto.

Experto en el Pankatrion, estilo de lucha creado por él mismo y Teseo en tiempos de la Grecia clásica, Hércules hace frente ahora a la ascenso de los Halcones de Guerra (culto en torno a su hermano Ares que se dedica a extender el caos y la violencia por la ciudad) o los problemas de los ciudadanos corrientes con el crimen organizado. Zona controlada por Kingpin, este no ha tardado en enviar a su más letal sicario, el nuevo Duende, contra él. Con un arsenal tecnológico capaz de hacer frente al suyo propio, el enemigo de Spider-Man será el primer gran reto al que deba hacer frente antes de buscar la verdad tras los hijos de Ares. Con Neil Edward a los dibujos, todo el buen hacer y la gracia de la anterior colección se mantienen vivos en este nuevo enfoque que nos devuelven al Hércules de sus primeros tiempos (los mitológicos, los de sus 12 trabajos y otras odiseas) en el corazón del Universo Marvel.

Por su parte, Journey Into Mystery devuelve a Kieron Gillen y Doug Braithwaite a la franquicia del Dios del Trueno para que puedan seguir deleitándonos con uno de los personajes más interesantes de su anterior etapa. Tomando como punto de partida los argumentos heredados de su predecesor Joseph Michael Straczynski, Gillen compondría un Loki enigmático y cautivador como pocos que hayamos podido disfrutar antes. Siempre ambiguo y con unos planes enfermizamente alamabicados, su Dios de las Mentiras distaba de ser un villano al uso aproximándose a modelos tan complejos como el Lucifer de Mike Carey. Ganándose a numerosos seguidores con su trabajo en el desarrollo de las tramas de Thor ligadas a Asedio, cuando con motivo de Fear Itself y la adaptación fílmica la editorial decidió abrir una segunda cabecera para sacarle partido al personaje y su entorno no tardaron en pensar en él.

Aprovechando al nuevo Loki presentado durante el arco debut de Matt Fraction en Thor y el misterio en torno a las acciones de su predecesor durante el cenit de Reinado Oscuro, el primer número de la nueva colección de Gillen es todo lo que podríamos esperar y más. Con el joven Dios de las Mentiras como protagonista, mientras me sumergía en sus páginas no pude evitar la sensación de que alguien me había enviado al año 1989 de una realidad paralela en la que Neil Gaiman guionizaba Thor. Desde la secuencia inicial de las urracas, Journey Into Mystery convierte su nombre en una declaración de intenciones sumergiéndonos en compañía del joven dios entre las ruinas de una Asgard repleta de enigmas y secretos. Bajo sus vencidas murallas y tambaleantes columnas conviven silvidos capaces de transmutar la carne, iPods de último modelo, interrogantes que abren puertas a otros mundos y una magia, tan antigua, que los dioses solo pueden acceder a ella en estado subconsciente.

Guiado por la curiosidad intrínseca de su ser, Loki busca la verdad de su nueva existencia enfrentándose a un yo anterior que pretende trascender a la predestinación y su propio ser. Adentrándonos en un juego de susurros y medias verdades que escapan a la comprensión humana, Gillen nos muestra a un Loki revindicándose como llama que aviva el caos y que en su nueva persona pretende abrir un nuevo capítulo de su existencia ofreciéndole incontables vidas de enigmas y su consejo para orientarlo. Reclamando su derecho a elegir su propio camino, el joven Loki convierte a al eco de su yo anterior en Ikol, urraca-mascota y contrario al que mantiene sobre su hombro para que le responda a todo lo que le solicite y nada más. Esa misma noche tiene lugar la reunión entre dioses nórdicos y vengadores para celebrar su nueva alianza y Thor y Odin se enfrentan derivando en el traslado de Asgard a su antiguo dominio. Bajo la protección de los Tres Guerreros, el joven Loki marcha con ellos con la certeza de que una nueva mano guiará a partir de ahora sus destinos.

Y con esto terminamos el repaso de los primeros tie-ins y comics relacionados que han surgido en sincronía con el primer número del evento. Poca cantidad y una destacable calidad de momento. En los meses que siguen la cosa cambiara ostensiblemente en lo primero, solo esperemos que más o menos se mantenga o que, como mucho, vaya a mejor en lo segundo. Por si a alguno le queda la duda, no hemos incluido el número 503 debido a que aunque aparece con el logo del evento, su relación con el mismo es como parte de la trama de la reconstrucción de Asgard por parte de Stark Resilient de la que ya os hablamos en el anterior post. Dicho esto, cerramos el tercer capítulo del Libro del Miedo para comenzar con el siguiente.