La tragedia bélica situada en las postrimerías del régimen nazi urdida por Yann y Alain Henriet alcanza el clímax en este álbum que cierra el segundo ciclo de la serie Diente de oso. El último plan de los nazis para asestar un golpe demoledor a los Estado Unidos y el conflicto personal entre Hanna y Werner llegan a su trágico final.
Diente de Oso concluye tras seis álbumes en los que Yann nos ha presentado la trágica historia de tres amigos, Max, Hanna y Werner, criados en la Silesia polaca cuyo destino se ve marcado por el auge del nazismo y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. La condición de judío de Max chocará con la filiación a las juventudes hitlerianas de sus compañeros y desembocará en un drama que rebrotará en los últimos días de la guerra. Tras un primer ciclo dedicado a explorar el drama de los tres protagonistas, el guionista nos presentó un segundo ciclo en el tomaba especial protagonismo la trama sobre el último intento desesperado de las últimas fuerzas nazis de infligir un último golpe a las fuerzas aliadas. La intriga y la acción tomaban el protagonismo en una trama que concluye en este álbum.
Los últimos días de los nazis se están acabando y todos los esfuerzos se centran en preparar al Silbervogel para su misión de bombardear New York. A medida que se acerca el momento del despegue las dudas de Hanna, la piloto designada para la misión, van creciendo a le vez que su fe en el régimen se va diluyendo. A su vez, Werner sigue dividido entre salvar a su amiga o matarla antes de que pueda llevar a acabo el último ataque. Mientras tanto los americanos y los rusos se encuentran enfrascados en una carrera sin tregua por hacerse con el máximo número de recursos y científicos de los nazis.
Cómo se menciona en la página de créditos: «Esta historia es una obra de ficción, pero sus fuentes son auténticas«. Este principio, que durante toda la obra ha servido para establecer un marco de verosimilitud en el cual desarrollar la trama principal acaba pesando como una losa en el desenlace de la historia. Yann ha jugado durante los cinco álbumes previos con la posibilidad de estar contando una historia alternativa en la que los nazis tuvieron una última oportunidad para causar más daño, una especie de final ficticio para la gran contienda pero a la hora de la verdad el relato ficticio se diluye en la realidad y los hechos se acaban imponiendo en un final que se podría calificar de anticlimático.
Llama la atención como Yann devuelve la atención a una trama que aparentemente había quedado cerrada en el tercer álbum de la serie y que se convierte en el eje central de los últimos pasajes de la obra. Esta recuperación resulta torpe, muy forzada y casi se diría que innecesaria ya que aporta poco y desvirtúa buena parte de los logros de la obra. Para quien esto escribe, este desenlace ha resultado decepcionante teniendo en cuanta todos los elementos que se habían presentado en los álbumes anteriores y lo desaprovechados que están en esta conclusión.
Quien mantiene el excelente nivel mostrado durante toda la obra es Alain Henriet quien una vez más se revela como un distinguido exponente del dibujo de línea clara, narrativa precisa y magnífica ambientación histórica. Su labor acaba siendo lo más destacado de la obra junto con el brillante color de Usagi, pseudónimo de la artista Patricia Tilkin.
La edición de Norma mantiene los estándares de buena calidad a la que nos tiene acostumbrados la editorial e incluye un dossier con pequeñas notas biográficas de los abundantes personajes reales que aparecen en la obra. Un complemento muy interesante que permite ver hasta que punto ha jugado Yann a mezclar realidad y ficción.
La conclusión de Diente de Oso desmerece el trabajo previo realizado en la serie con un final donde se pierde buena parte de la tensión acumulada por la historia y cuyo foco se diluye en un innecesario último acto. Una pena ya que el trabajo de estos excelentes artistas nos había brindado una de las historias bélicas más llamativas de los últimos años.
Valoración
Guión - 6
Dibujo - 8
Interés - 6.5
6.8
Conclusión
Último capitulo de laserie en el que Yann ofrece una conclusión que sabe a poco y en la que el dibujo de Alain Henriet vuelve a ser lo más destacado
