Y su nombre, que recibió al nacer, cobró todo el sentido. Porque “Django” significa “el que hace despertar”.
Django. Mano de fuego, como ya hemos dicho, no es una biografía que nos relate en profundidad la vida del guitarrista ya que se centra únicamente en sus primeros años de vida, los menos conocidos y documentados. Como en todos los trabajos guionizados por Salva Rubio, salvo Max. Los años 20, la obra cuenta con gran trabajo de documentación, lo que no es óbice para que llene los huecos de la biografía de Django con escenas de ficción, pero resultan coherentes y realistas con los hechos documentados. La obra combina a la perfección las partes musicales con las personales, reflejando los sucesos que convirtieron a Django en una leyenda. Centrarse solo en sus primeros años es un acierto total, ya que de haber intentado relatar todo su vida, la extensión del álbum hubiera provocado que quedara todo demasiado condensado.
Gracias al trabajo de los autores podemos ver sus circunstancias familiares y como era la vida en la Zone, el campamento gitano a las afueras de Paris donde Django pasó sus primeros años antes de triunfar en la música. Allí descubrimos como comienza su obsesión por la música, en particular, por los instrumentos de cuerda, mientras va creciendo entre travesuras junto a Nin-Nin, su hermano pequeño, y hace pellas de las clases en las que le intentan enseñar a escribir. Gracias a su enorme talento con el banjo consigue que le contraten diversas orquestas, que cada vez son más grandes y le ofrecen un salario mejor. Un salario que le debía gestionar Négros, su madre, ya que su afición al juego le llevaba a dilapidarlo. En esos años vive sus primeros amores, con el egoismo propio de los genios. Sin embargo, su carrera parece quedar truncada tras el incendio de la caravana en la que dormía. Pero, su tesón y talento lo lleva a renacer de sus cenizas y conseguir convertirse en una leyenda de la guitarra pese a las secuelas del incendio. Escapando de una vida que parecía abocada a la miseria y a la delincuencia.
Ricard Efa hace un gran trabajo, mucho más “académico” que el que le pudimos ver en Monet, donde trataba de replicar en sus viñetas sus cuadros, lo que lo dotaba de un estilo más original que en este caso. Aún así, como siempre, sus páginas son bellísimas y están repletas de detalles que nos introducen en la vida en el campamento gitano y en el Paris de la década de los años veinte. Sus personajes son muy expresivos y dinámicos, además de tener un gran parecido con las personas reales. Como en todos sus trabajos, la narrativa es muy clara y limpia, como podemos comprobar en la maravillosa escena en la Django aprende a tocar de nuevo la guitarra con los dedos de mano ya paralizados. Aunque lo que más llama la atención es el maravilloso color que tiene la obra, que la llena de vida y refuerza el mensaje optimista de la obra.
Salva Rubio es un historiador y guionista nacido en Madrid en el año 1978. Su trabajo en el cómic siempre se ha desarrollado para el mercado francófono, con dibujantes españoles, desde que en 2017 debuto con Monet, Nómada de la luz (Norma) dibujada por Ricardo Efa y con El fotógrafo de Mauthausen (Norma) con dibujos de Pedro J. Colombo. Un año después aparece Max. Los años 20 (Planeta Cómic) el spin-off de la novela El tango de la guardia vieja de Arturo Pérez-Reverte dibujado por Rubén del Rincón y la fabulosa Miles en París (Norma) con dibujos de un Sagar en estado de gracia en la que nos contaba una historia de otras de las grandes figuras del jazz. En el mercado nacional ha colaborado en cómic colectivos como BCN Noire (Norma) y Primavera Graphic Sound (Norma). En la actualidad está trabajando en varios proyectos para el país vecino con dibujantes de la talla de Ricard Efa, Sagar, Danide o Rubén del Rincón que esperemos ver pronto en nuestro país.
Ricard Efa es un historietista nacido en Sabadell en el año 1976. Tras unos inicios en los fanzines en los noventa y algunos trabajos en el campo de la animación, muy pronto da el salto al mercado franco-belga, donde lleva desde 2001 publicando diversas series. Su debut se produce con la serie Les Icariades, con Toni Termens, a la que le siguen Rodriguez y L`Áme du vin, ambas como autor en solitario. En la serie Kia Ora dibuja guiones de Virginie Ollagnier y Olivier Jouvray. A ésta le sigue Yerzhan con guiones de Régis Hautière y varios números de la colección Alter Ego donde comienza su colaboración con Denis Lapière. Vuelve a colaborar con Olivier Jouvray en El soldado, su primera obra publicada en nuestro país de la mano de Norma, que también nos trajo la obra que le valió una nominación a los premios Eisner en la categoría de mejor pintor/artista multimedia: Monet. Nómada de luz con guion de Salva Rubio. En 2018 la editorial barcelonesa nos trajo Sola, una historia sobre la Guerra Civil de nuevo junto al guionista Lapière.
Norma hace una muy buena edición con buena reproducción y gran tamaño. Como extras acompañan al álbum un artículo de quince páginas de Rubio en el que explica la investigación que realizó para escribir el guion acompañado de bocetos de Efa y fotos de Django y su familia, además de la bibliografía que ha consultado para su realización.
Django. Mano de fuego es una historia de superación, música y emociones que nos cuenta los momentos transcendentales de la infancia del musico que sirven de punto de ruptura en su vida y destino. Un trabajo notable de Salva Rubio y Ricard Efa que confirman lo que habían apuntado con Monet.
Podéis ver el cómic-tráiler que ha preparado la editorial pulsando el play.
Guión - 7.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8
8
Superación
Una historia que nos narra los momentos que forjaron la leyenda de Django Reinhardt, dibujada con gran belleza por Ricard Efa.