Panini Comics, comienza con el número 34 de su numeración inicial, una nueva etapa de El Hechicero Supremo, renumerando la colección con un nuevo número uno, al modo y manera de Marvel Comics. Si bien dichos números según la edición original, y de acuerdo a la numeración LEGACY, corresponden a Doctor Strange 1 al 5 (LGY 391 – 395).
El porqué de esta remuneración, al margen de motivos de marketing, responde a que al frente de esta colección nos encontramos a
La lectura de estas tres grapas, se hace en su conjunto entretenida, y, pese a que el primer número puede resultar ciertamente tedioso, supone un perfecto planteamiento de la trama con la que nos vamos a encontrar, pudiendo aquel lector que nunca ha leído nada del personaje, introducirse en el mundo de este personaje. Sin entrar en demasía en su argumento para no desvelar cuestiones que podrían ser consideradas spoiler, sí podemos decir que Mark Waid coloca al personaje en una situación no explorada hasta la fecha, lanzando a Stephen Strange a una odisea espacial, en busca de la magia que parece ser que ha perdido. La saga en cuestión se titula “Hechicero Supremo de la Galaxia”. Dicho viaje, nos recuerda a su peregrinaje inicial, cuándo perdió el correcto uso de sus manos, al sufrir un accidente, camino que le llevó a ser quien es hoy. En este nuevo camino, descubrirá una nueva fuente de obtención de poderes siendo ayudado por un nuevo personaje: Kanna. Estos 5 numeros que bien podrían ser la introducción a esta etapa, nos mostrarán a un Stephen Strange, orgulloso y que a cualquier precio desea recuperar su poder, y sutilmente Mark Waid irá dejando semillas de lo que está por venir. Dentro de este arco argumental encontramos un tie in (en concreto Doctor Strange 3 – LGY 393 –). Si bien dichos números suelen descompasar el ritmo narrativo de cualquier comic, el guionista lo inserta a la perfección dentro de lo que nos quiere contar, demostrándonos que conoce a la perfección al personaje en la manera que resuelve la traición que perpetra nuestro héroe, en aras de un bien mayor, recordándonos su rol de Illuminati en tiempos de Jonathan Hickman. El fin de este arco deja al lector con ganas de seguir adelante en esta magnífica ópera, con un cliffhanger en toda regla.
Siguiendo con el análisis de los números que se incluyen en estas tres grapas, debemos elogiar la labor del dibujante, puesto que, si el trabajo de Mark Waid es correcto, muy posiblemente no sería de tal agrado sin la labor de nuestro autor español. La trayectoria de Jesús Saiz es del todo conocida por nuestros lectores, y su trazo cercano a obras como Vicente Segrelles, nos recuerda en estos números a obras de Comic Europeo como “La Casta de los Metabarones”. Jesús Saiz se encuentra cómodo creando parajes, escenarios, y mundos alejados de la tierra; así como en el diseño de criaturas y monstruos, donde brilla con maestría. Su trazo a modo de lienzo, de ángulos y encaje suaves, hacen que la lectura del comic, sea más placentera.
En definitiva, nos encontramos ante un inicio prometedor, sin grandes aspiraciones pero con este cambio de status quo, nuestro Hechicero Supremo ha ganado en cuanto a interés y diversión en su lectura. En manos de Mark Waid podemos estar tranquilos, siendo una clara garantía de calidad. Deseamos con fervor que, durante su estancia, El Doctor Extraño sea una suerte de su Capitán América, o Daredevil, entre otros, que cambiando su status quo, originaron obras dignas de recordar.
Guión - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 7.5
7.7
Mark Waid y Jesús Saiz nos llevan de viaje por el universo junto con el Hechicero Supremo. Inicio de una nuevo ciclo de la mano de dos grandes del mundo del comic.