TRUCO FINAL
«El mundo aún te necesita, Stephen»
La etapa de Jed Mackay en la cabecera de Doctor Extraño llega a su fin y ponemos en tela de juicio sus últimos números al tiempo que valoramos los méritos de la era como conjunto. El grueso de este final, publicado en España en formato tomito por parte de panini cómics, está dedicado a los cruces de la serie con el evento Caza Sangrienta, también escrito por Mackay. El canadiense se despide del doctor después de 18 números en su serie regular, una miniserie de 5 números y una serie de 10 números, un total de 33 números en unos 4 años en los que el autor ha intentado afianzar la idea de que el personaje es un pilar del universo Marvel más allá de su frecuente papel secundario.
La trama se enlaza perfectamente con la historia troncal de Caza Sangrienta y con semillas que Mackay ha ido dejando por el camino en números pasados. Stephen es traicionado por Blade y transformado en un vampiro que sigue su voluntad, lo que obliga a Clea a separar el cuerpo y alma de su marido. Su historia continúa en la miniserie del evento, mientras que en la cabecera que nos ocupa el foco se sitúa sobre Wong, guardián del cuerpo infectado de Extraño, y en Víctor Extraño, hermano perdido del doctor que Mackay recuperó del olvido unos números atrás y que, apropiadamente, resulta ser un vampiro.
El guion de Mackay, a pesar de recorrer un camino menos recto que otros, cae en la fórmula que ya conoceréis si habéis estado atentos a las reseñas de otros cruces con Caza Sangrienta. El modus operandi consiste en recuperar un villano del universo que sea un vampiro y que vea el levantamiento vampiresco como una oportunidad de sacar tajada. Aquí el guionista no solo repite fórmula, sino que casi podríamos decir que repite el villano del cruce de la cabecera de Los Vengadores, ya que Víctor Extraño, que desempeña ese papel de villano recuperado, llegó en su día a tomar el manto de Barón Sangre. Alargando la comparación con la serie de los héroes más poderosos de la Tierra, la ejecución en este caso es mucho más interesante, nace de desarrollos que habían tenido lugar en la cabecera y se centra en personajes que tienen papeles principales en la misma. Aún así, estas entregas no se sacuden la sensación de estar leyendo algo relativamente intrascendente y desconectado del evento global.
En el arte tenemos una vez más al español Pasqual Ferry que se ha encargado de 14 de los 18 números de la serie y que aquí nos regala algunas de sus mejores entregas en la cabecera. Su estilo de trazo fino con un dominio de líneas y formas curvas produce composiciones de página únicas y se ve favorecido cada vez que aparecen criaturas fantásticas, hechizos y escenarios esotéricos. Su trabajo sin embargo, a veces echa en falta algo de textura, un aspecto que se soluciona en estas páginas con un uso inteligente de los trazos del artista y en especial por una buena compenetración con los colores. La colorista Heather Moore ha sido la responsable de dar vida a todos los números del artista barcelonés y lo ha hecho de una forma inconsistente. Aunque en estas páginas encontramos su mejor trabajo en la serie, su estrategia de usar tonos claros y semi-transparentes no siempre ha funcionado en favor del dibujo y en varias ocasiones se la ha visto superada ante la dificultad de colorear el arte de Ferry con el resultado de que, en dichos casos, el color parezca restar importancia a los trazos en lugar de lo opuesto.
Como conclusión de la etapa, a uno le deja frío. Aquellos primeros números eran muy prometedores y parecía que Mackay por fin había colocado todas las piezas donde él quería. Sin embargo, poco a poco la premisa se ha ido deshaciendo y finalmente ha quedado claro que ha terminado por naufragar. Clea y Extraño y su relación eran los pilares de la serie y esa primera historia con General Extraño parecía confirmar que los dos iban a actuar como protagonistas, pero esa intención se ha perdido en la serie. Después de la conclusión de aquella primera saga hemos tenido un número dedicado a la hermana menor de Clea, otra idea de Mackay que no alcanza ningún destino y que además ha tenido muy poco recorrido; uno centrado en Bats el perro fantasma, dos dedicados a una reunión de personajes que han sido escritos por el canadiense y en los que Clea tiene un papel entre secundario y nulo, el cruce con Caza Sangrienta en el que los dos gozan de poco protagonismo en favor de la miniserie del evento y el número final. El último número, a modo de despedida, sí contiene buenas escenas entre los dos pero para entonces la tendencia ya hace tiempo que ha cambiado. A todo esto hay que añadirle la desaparición de D.A.M.N., que en los primeros números parecía que iba a ser un aspecto importante de la serie y que ha quedado en nada. En su carta de despedida, Mackay comenta que su intención era demostrar que el personaje es más que ese secundario de lujo, una tarea en la que ya se han embarcado otros autores con niveles variados de éxito, y que además ocupa un puesto central en una constelación de personajes. Podemos contar con que este último es un objetivo alcanzado, desde aquella primera miniserie nos ha mostrado la reacción del entorno de Stephen a su ausencia y a su presencia con un trabajo sólido y constante en lo que se refiere al plantel de secundarios, pero que se ha resentido precisamente cuando Stephen había regresado. Con todo, la etapa llega a su final sin fuerzas, como si se hubiera quedado sin gasolina y no pudiera seguir y en esa situación, lo lógico es parar.
Lo mejor
• Haber tenido a Mackay escribiendo a estos personajes.
Lo peor
• Autor y obra parecen quedarse sin fuerzas.
Despedida
Guión - 6
Dibujo - 7
Interés - 7
6.7
La etapa llega a su final sin fuerzas, como si se hubiera quedado sin gasolina y no pudiera seguir.
Muy de acuerdo con tu valoración de estos números y del final de la serie. Lo que parecía que iba a ser una etapa larga cargada de épica, se ha visto reducida a un par de arcos interesante y después un final deslucido que pierde fuelle a pasos agigantados. No sé si habrá sido por el exceso de trabajo de Mackay en otras cabeceras más vistosas, pero resulta evidente que el autor perdió el interés por la serie después del arco del General Extraño.
Y el futuro no pinta muy bien para el personaje, teniendo en cuenta su estatus después del evento de Caza Sangrienta y el anuncio de la siguiente serie en la que se convertirá en el Hechicero Supremo de Asgard. Algo me dice que el personaje irá dando tumbos editoriales hasta que toque relanzamiento coincidiendo con la próxima película (si la hay)