Edición nacional / España: Doctor Extraño de Roger Stern. Colección Marvel Héroes número 75, 2016, Panini Comics.
Guión: Roger Stern, Carl Potts, Ann Nocenti, J.M. DeMatteis, Joe Edkin.
Formato: 784 páginas a color editadas en tomo cartoné.
Precio: 45 €.
Ay, el Doctor, el buen Doctor. Estaría bien escribir entre todos los redactores de Zona un gran artículo sobre qué fue lo que nos enganchó primero del universo Marvel. Yo debo reconocer que empecé por Spider-Man, como una buena cantidad de lectores. Pero la zarpa de la adicción al mundo ideado por Stan Lee me agarró, y creo que ya lo he contado por aquí alguna vez, cuando un amigo de mi hermano me regaló un Pocket de Ases de Los Defensores. Había allí una historia que me fascinó, que me dejó con la boca abierta, y aún hoy lo hace. Luego sabría que sus autores eran Roger Stern y Michael Golden. En aquella época, con siete u ocho años, ya estaba interesándome por los tipos que hacían los tebeos, y ya era un niño repelente que si bien era capaz de reconocer a Alex Raymond y Hal Foster, apenas distinguía a uno u otro autor de la Marvel. Byrne sabía quien era. Y alguno más, pero no muchos más. Máxime cuando los tebeos que me llegaban de Marvel solían estar realizados por un batiburrillo de gente. Aunque no tardé en ir reconociéndolos.
El tema de los guionistas, claro está, fue distinto. Hasta Alan Moore y Chris Claremont, no fui capaz de empezar a seguir los cómics por quién los escribía, de modo que tardé mucho tiempo en percatarme que el mismo tipo que había escrito esos fascinantes tebeos del Doctor Extraño me había encandilado también con sus historias para el del pijama de red. La verdad es que lo primero que llamó mi atención, era inevitable, fue semejante dibujante. Un pletórico Michael Golden, uno de los mejores de su generación, uno que apenas se prodigó, pero que dejó viñetas memorables. La historia que aquí nos ocupa y que, claro, está contenida en este extenso volumen, representa todo lo mejor del personaje: psicodelia, intensidad dramática, épica, introspección al estilo Lee –esto es, a la Marvel-, dimensiones alternativas y una pizca de terror y paranoia. Porque si en algo triunfaba el capítulo era en plasmar la desesperación que vivía su protagonista. Su batalla con, claro, D´Spayre, no era moco de pavo, ni tan siquiera una excusa para demostrar el sentido de la maravilla de los espectaculares poderes del personaje. El buen doctor las pasaba canutas y nosotros con él. La gama de expresiones de Golden, junto con su barroco sentido de la puesta en escena lograban que aquellas viñetas fueran antológicas, que sufriéramos a la par que Stephen y que su gesta fuera una de verdad, de la que uno sale tocado, o cuando menos habiendo aprendido algo. Hace unas semanas leía en el twitter de Chris Weston –magnífico dibujante, otro que merecería mayores aplausos- una reflexión peregrina pero certera sobre lo que le gustaba realmente de las etapas de Alan Moore en Miracleman y Capitán Britania: sus héroes pasaban miedo, terror, que parecía real, ante las amenazas que enfrentaban. Y eso no solo los humaniza y acerca al lector, sino que los hace verdaderamente interesantes. Stern logró precisamente eso con este número en concreto y con sus guiones para el volumen 2 de Doctor Strange, centrarse en el lado humano del personaje, en fobias, preocupaciones y sentimientos, acercándolo al lector, pero sin olvidar los fascinantes mundos de la hechicería que caracterizan al título. Además, la magia estaba presente sin los artificios de un prestidigitador. La magia era cruel, dañina, peligrosa; abría una puerta a mundos inexplicables que hacían necesaria la existencia de un tipo recto como Extraño, un guardián ante amenazas inexplicables, del todo inhumanas. De modo que si nuestro paladín estaba a punto de perder la cordura, ¿qué sería de nosotros? Y todo eso contenido en unas veinte páginas que, como a mí, cautivaron a una buena parte de fieles seguidores del personaje. Todo en unas pocas viñetas, que fueron tanto puerta de presentación para un personaje –en mi caso concreto- y como golpe en la mesa para un Stern pletórico, que, con dibujantes de renombre, podía llevar a lo más alto un título que parecía condenado a la cancelación. Pero esto, claro, lo supe más tarde. Para mí, desde aquel momento, el Doctor Extraño no podía parecerme un personaje más vivo e interesante, un bastión de la Marvel, a la altura de los grandes. Pero claro, siempre he tenido olfato para los perdedores, y cual fue mi sorpresa al ver que, más tarde, Forum apenas publicaba nada de mi adorado personaje. Si hasta me emocionaba cuando aparecía en otros títulos y corría a comprarlo.
Sirva esta parrafada como alegato. Como alegato en favor del disfrute. Porque al escribir tendemos a analizar las cosas con cierta frialdad, adoptando poses académicas que nos hacen olvidar la razón real por la que leemos: para divertirnos. Pues bien, como resumen también, siento cátedra: estos tebeos son de lo más ameno que servidor recuerda de la Casa de las Ideas. Y es una alegría que la excusa de una película haya devuelto a las estanterías este material. Y que algún chaval, emocionado por la estupenda película de Derrickson, reúna los cuartos para hacerse con este volumen y decida que no hay personaje igual en todo el universo Marvel.
Pero centrémonos un poco más en contenido de este tomazo. La creación de Ditko y Lee siempre ha arrastrado una merecida fama de secundario de lujo. Sus apariciones en colecciones punteras aseguraban tramas enloquecidas y solían suponer un contrapunto extravagante en el devenir de series con tendencia a tener los pies en la tierra. Lo cual venía que ni pintado para crear ciertas expectativas y generar leyenda en torno a un personaje, sinceramente, castigado por las bajas ventas de sus propios títulos, así como el devenir de autores que quizá no estaban a la altura del personaje. Salvo contadas excepciones, que esperemos vuelvan a ver la luz en estos lares. Y todo pinta que sí. Pero como todo buen personaje, siempre hay hueco para sagas memorables y etapas de aplauso. Esta es una de ellas, sin duda. Y de las más sonadas, casi tan definitoria para el personaje como la etapa de Simonson con Thor o de Miller con Daredevil. Casi. Porque lo anterior son palabras algo mayores. Sea como sea, la calidad de los guiones de Stern junto al plantel de primeras espadas con las que lidió el título bien hacen merecer su fama. Y es que solo hay que echar una ojeada a los apellidos que aparecen en el cajetín de créditos que acompaña esta reseña: el citado Golden, Marshall Rogers, Steve Leialoha, Gene Colan y, claro, el gran Paul Smith. Paul Smith, un olvidado ahora, llenó de alegrías las tardes de muchos lectores de los ochenta, con sus X-Men y su Doctor Extraño. Era –es- un dibujante elegante, de trazo limpio, más europeo que casi cualquiera de los dibujantes de la época, con buen ojo para plasmar las emociones, lo que iba que ni pintado para las intenciones melodramáticas de Stern.
Roger Stern llegó al título después de una etapa más sobria de Jim Starlin, que no triunfó en el título como sí lo hiciera en otros de calado cósmico. Stern no acabó de cogerle el pulso al personaje hasta la llegada del citado Marshall Rogers, que había alcanzado los cielos del fandom tras su etapa con Batman en DC. Si bien estos números fueron ligero batiburrillo argumental, con homenajes a los 4F de Lee y Kirby, cameos del Sargento Furia y su Comando de Aulladores, Pesadilla como antagonista definitivo o la aparición de nuevos secundarios cruciales para esta etapa, no es hasta el fill-in de Golden que Stern empieza a brillar. Como ya he comentado arriba, el citado número 55 es un prodigio visual y argumental que debería estar en cualquier antología del personaje y abre el apetito frente a la llegada de un pletórico Paul Smith, con toda la ristra de virtudes comentadas también anteriormente. Su etapa, de aplauso, culmina en una saga acontecida en la Dimensión Oscura contando la gesta por derrocar a Umar, hermana de Dormammu.
Pero no se vayan, que todavía hay más. Panini ha tenido a bien completar el volumen con la novela gráfica que unió los caminos de Extraño con otro de los grandes hechiceros del universo Marvel: el Doctor Muerte. Semejante aventura contó con los lápices de un Mike Mignola rumbo a convertirse en el artista único que es en la actualidad. Volviendo a la nostalgia y al repaso desde una perspectiva de fan, este fue uno de los tebeos que más veces releí en mi adolescencia, en aquella primera edición en formato álbum en rústica de Forum. Y sigue siendo un placer.
Repito, en general, un disfrute completo. Pero nos hemos quedado con ganas de más. Así que, ahora, Panini, ¿qué tal un volumen con los números de Englehart y Brunner?
Guión - 8
Dibujo - 9
Interés - 9
8.7
Sin duda, una de las mejores etapas de la historia del Doctor Extraño.
Simplemente imprescindible si te gusta el Dr Extraño. Un muy buen antídoto para la versión de Aaron (si esa que come gusanos ectoplasmaticos)
Más razón que un santo Hammanu, lo de Aaron no se que nombre ponerle pero de desastre para arriba 🙁
Es la primera vez que leo esta etapa del tirón y Stern es tan bueno en el «cómic río» que se mi hizo cortísima. Tanto Rogers como Smith están increíbles, pero cada vez me maravilla más Gene Colan y se me quedó grabada una página de este tomo que me parece un prodigio:
http://2.bp.blogspot.com/WYLFjrr420U9TPrcz7XocM4Kp7Xzn45iWSX_tdgb6BIQUMThQPWdWRfDuhCUrN8FByFOdacdAUG0=s1600
Solo decirte que acabo de bucear en esta reseña y seguir el link a esa página, y me ha encantado. Este verano pillé unos cuantos originales del Batman y Detective de la época de Colan y Newton y diría que es mi estilo de dibujo favorito, al menos en Batman.
Suscribo palabra por palabra los dos primeros párrafos de tu reseña (aunque tu has sabido expresarlo mucho mejor de lo que yo podría haberlo hecho 😉 ). Yo también me quedé fascinado por esa historia dibujada por Michael Golden y me marcó para siempre.
Una valoración excelente para una de las grandes etapas de un personaje dentro del Universo Marvel a la altura de las mencionadas etapas de Miller y Simonson en Daredevil y Thor respectivamente.
Panini ha prometido seguir con la serie en formato Omnigold por lo que con un poco de suerte enlazará este tomo con el de Lee y Ditko
Yo también tengo ese tomo de Pocket de Ases. Me gustaron todas las historias: las de Los Defensores y por supuesto las de Dr Extraño. El número de Golden es antologico pero mi favorita es la saga con Rogers y Austin de viajes en el tiempo y Pesadilla.
A ver si es verdad que editan todo en omnigold, marvel heroes etc desde Lee / Ditko hasta Stern. Englehart y Brunner + Thomas y Colan nos esperan.
Recuerdo haber leído algunas de estas historias cuando aparecían como complemento de las ediciones en grapa de Nuevos Mutantes (o era Spiderman?, no lo tengo claro)… me encantaba… Leer este artículo me ha traído buenos recuerdos y haceis que ahora tenga ganas de ir a la librería y llevármelo a casa..
Buena reseña y pedazo de tomo, sí señor.
Muy buena reseña Raúl!! Una obra que debe ser reivindicada. Unos tebeos hechos desde el cariño a una tradición, conociendo los mimbres con los que se trabaja y añadiendo las necesarias actualizaciones.
Un servidor conoció a Extraño en los complementos de los Nuevos Mutantes, con aquella historia compartida con los hermanos Drumm. Me fascinó y de ahí para atrás…