Down de Warren Ellis, Tony Harris y Cully Hamner

Poco a poco van llegando esas pequeñas obras sueltas de Warren Ellis a nuestro país. El inglés, que tiene una retahíla prácticamente indescriptible de comics en su haber, repite ciertas formulas a lo largo de todos estos años. El género negro, el policiaco, el futurista o el más puro camp. Conspiraciones gubernamentales varias. Un sinfín de tópicos que en según qué ocasiones toca con menor o mayor acierto. Estos últimos meses han llegado OCEAN, Desolation Jones (de la que hablaremos esta misma semana) y este Down que hoy nos ocupa.

Down no deja de estar relacionado con todos los tópicos antes mencionados. Englobado esta vez en un universo reconocible y nada futurista, nos lleva por los callejones de las corruptelas policiacas, trampas de agentes secretos y acción a raudales. Eso, y las frases “marca de la casa” de Ellis.

Deanna Ransome, una mujer de esas fuertes, que saben lo que se hacen, policía para más señas, resulta estar infiltrada en uno de los grupos mafiosos más radicales de la ciudad. Cualquier ciudad de hoy en día. Esta, la tuya. La de él. Cualquiera. Su misión es desarticular la banda desde dentro. Pero algo sale mal. Muy mal. Y Deanna pasa a estar suspendida del cargo de forma inmediata. Sin que le dé tiempo siquiera de arrepentirse recibe otro encargo. Infiltrase en otra organización mafiosa. Una en la que un policía corrupto es el máximo líder.

Como podéis observar, nada original. Tampoco es que para contar una historia de este tipo haya que serlo. Lo que hay que hacer es, sencillamente, contarlo de otra manera. Y Ellis se ayuda aquí de dos de los dibujantes más valorados del panorama actual para llevar su plan a cabo. En el primer número nos encontramos a Tony Harris, co-creador de Ex Machina y que aporta esa visión oscura, radical y violenta que necesita Ellis para contar lo que nos quiere contar Ellis. Un alarde de primeros planos, situaciones imposibles, algo cinematográficas si cabe y que nos avisan de que este Down se lee en un suspiro.

Cully Hamner (Blue Beetle) continua la labor de su predecesor siguiendo su línea pero añadiendo, no sé si a propósito, una sensación de ansiedad, de querer seguir leyendo, de velocidad visual, que hace que ni nos demos cuenta que nos estamos acercando vertiginosamente al final de una historia que puede que no queramos que termine.

Precisamente este es uno de los fallos que podríamos achacarle a Down. No se para ni un momento. No te da tiempo a digerirlo. Es tan endiabladamente rápido que cuando llegas a la última página te queda una sensación de “deja vú” que se repite a menudo en las obras de Ellis. Esa sensación de querer más. Quizás, digo, eso sea un fallo. Hay quienes lo ven como algo a favor. Sea como fuere, no podemos dejar de asombrarnos con la capacidad de Ellis de crear y soltar sus neuras. Algunas han creado escuela. Otras son una buena muestra de que se puede llegar a ser el mejor sin ser siempre perfecto.