Sabor al mejor cómic clásico.
«Sí echas un vistazo a este lugar, solo verás rocas y polvo… así que, o te haces duro como una roca o terminas convirtiéndote en polvo.»
Cuando pensamos en los mejores tebeos de aventuras francobelgas en seguida nos viene a la mente Jean-Michel Charlier, el guionista que sentó las bases del género en obras como Barbarroja, Tanguy y Laverdure y, sobre todo, Blueberry. Una forma de hacer que, con ciertas modificaciones que han ido adaptando los cómics a la mentalidad de su tiempo, ha seguido autores posteriores entre los que hay que citar al guipuzcoano
Dragones de frontera nos traslada al año 1779 durante el periodo de Juan Bautista de Anza como gobernador de Nuevo México. Un territorio que se encontraba en una situación muy delicada puesto que atravesaba una larga sequía y tenían que defenderse de las terribles incursiones comanches en su vasto territorio. Los encargados de defender las extensísimas fronteras de los territorios españoles en América del Norte eran un cuerpo de caballería llamado los dragones de cuera, tarea que realizaron desde finales del siglo XVI hasta principios del XIX. Una misión que vemos como desarrollan a lo largo de los dos álbumes francobelgas que recogen el integral editado por Harriet Ediciones centrado sobre todo en la misión que emprendieron para llevar alimentos a algunos indios aliados y en su lucha contra los comanches liderados por Tavivo Narigant, “Cuerno Verde”.
Estamos ante una obra a medio camino entre el western, ya que contiene muchos de los elementos canónicos del género como cargas, tiroteos, duelos o persecuciones por áridos paisajes desérticos, y el folletín de aventuras, con esa sucesión frenética de acontecimientos que no otorga ningún respiro ni a los protagonistas, ni a los lectores. Una mezcla que está presente en la mejor BD de aventuras de corte clásico, aunque por suerte los autores no caen ni en las representaciones maniqueas de antaño, ni en la tentación de reescribir la historia, así que tenemos una obra en la que vemos las partes grises de la historia, que nunca es en blanco y negro.
Como ya sucedía en Vergüenza y olvido, estamos ante una obra en la que se mezclan sucesos y personajes reales con otros creados para la ocasión, aunque tratando siempre que la obra sea verosímil, pero sobre todo amena, así que no hay ningún problema en modificar fechas en busca de una mayor intensidad dramática. La obra alterna los momentos de acción y ritmo trepidante con otros más pausados donde nos presentan el contexto histórico o la vida cotidiana, organización social y costumbres tanto de las diferentes tribus de nativos como de los militares hispanos. En las páginas de la obra podemos observar el minucioso trabajo de documentación que hay detrás con numerosos detalles de todo tipo, algo que puede hacer que la obra se convierta en algo densa por momentos. También hay abundantes elipsis (el recurso más importante del cómic) con algunos saltos temporales que exigen al lector una lectura atenta, ya que no hay espacio para la narración descompresiva tan habitual actualmente, puesto que como ya hemos indicado estamos ante un trabajo muy clásico.
La historia no tiene un protagonismo claro ya que es bastante coral, aunque los autores usan al cadete Sasoeta como punto de entrada en la obra del lector. El resto de personajes son muy interesantes y entre todos brillan con luz propia el sargento Beitia y la hermana Madeleine, una de las pocas mujeres que aparecen, algo normal en el entorno bélico de la época, pero que es un claro ejemplo de una mujer fuerte y decidida. Hay que destacar que todos están muy bien escritos y dibujados comportándose como correspondía a la época y resultado cada uno muy reconocible, por muy arquetípico que pueda parecer.
En el apartado grafico encontramos la misma atención al detalle que en el guion, con un trabajo realmente minucioso con el estilo realista que caracteriza Iván Gil, que reconoce entre sus influencias a Harold Foster, pero también a Hermann, que en esté trabajo resulta más evidente. Todos los elementos están tan bien retratados y con tanto realismo que casi nos permiten saborear el polvo del desierto. El mismo clasicismo del guion lo encontramos en la narrativa y la composición de páginas que nos remiten a esos grandes referentes del cómic de aventuras donde la lectura resultaba realmente fluida. Iván Gil firma su mejor trabajo hasta la fecha, en parte gracias al gran color que aplica Garluk, que, en lugar de tapar sus dibujos, los potencia gracias a una paleta de colores muy adecuada, algo que no sucedía en sus dos trabajos anteriores.
Gregorio Muro Harriet es un guionista de cómics, cine y televisión nacido en San Sebastián en el año 1954. Comienza su carrera en el cómic a finales de los años setenta en la revista Ipurbeltz para luego pasar a Habe Komik, la calidad de sus trabajos hace que algunas series que realiza para ambas cabecera le abran las puertas del mercado francobelga donde aparecen La marca de la Bruja (Harriet Ediciones) dibujada por Daniel Redondo, Justin Hiriart (Harriet Ediciones) con dibujos de Francisco Fructuoso, Jon y Mirka (Harriet Ediciones) dibujada por Daniel Redondo, Sudor de sol dibujada por José Manuel Mata, (Ponent Mon) y Simon Besaluze con dibujos de Luis Astrain. Problemas editoriales en Francia y la crisis de las revistas en España provocaron su paso al mundo audiovisual. Sin embargo, el amor por el cómic no desaparece y le lleva a crear Harriet Ediciones en 2015 donde además de recuperar sus obras, además de publicar obras de otros autores tan interesantes como Bruno Duhamel, Jack Manini o Roger Seiter. Además, también retoma con fuerzas su faceta de guionista de cómic con obras como Vergüenza y olvido (Harriet Ediciones) junto al dibujante Alex Macho con el que repite en Féroce, de la que recientemente ha aparecido el primer álbum en el país vecino. Además, también ha realizado la obra que nos ocupa y está preparando un proyecto dibujado por Garluck.
Iván Gil es un dibujante, ilustrador y diseñador nacido en Getafe. Sus primeros trabajos profesionales estuvieron ligados al mundo del diseño de juguetes, hasta que en 2007 entrar en contacto con la editorial Dupuis en el festival de Angoulême. En esa editorial publica dos trilogías centradas en las guerras napoleónicas adaptando dos novelas de Patrick Rambaud: La batalla (Ponent) y Berézina (Ponent), una época en la que vuelve a situarse su nueva serie Buonaparte con guiones de Rudi Miel y Fabienne Pigière que ha compatibilizado con la realización de Dragones de frontera.
Garluk Aguirre es un director artístico, ilustrador y colorista guipuzcoano que ha trabajado sobre todo para el medio audiovisual. Ha comenzado una sólida carrera como colorista desde que debutar en 2019 con Vergüenza y olvido (Harriet Ediciones), su debut, Féroce, el segundo álbum de Ah, ça ira!, Elgeta (Elkar) y Dragones de frontera. Además de su labor como colorista ha dibujado el album Bayonne y está preparando un álbum con guion de Harriet.
Harriet Ediciones hace un buen trabajo como es habitual en este integral que recopila la historia completa. Además de los dos álbumes, el tomo se complemente con varios artículos en los que el guionista nos explica tanto el origen de la obra como el contexto histórico.
Dragones de frontera es un cómic que fascinara a los amantes del cómic de aventuras clásico y a aquellos que quieran conocer sucesos históricos poco conocidos, que además cuenta con apartado gráfico fantástico. Ojalá volvamos a ver nuevas aventuras de Los dragones de cuera en futuro próximo.
Lo mejor
• El ritmo de una historia en la que siempre están pasando cosas.
• La oportunidad de conocer una parte de la historia de España que es muy poco conocida.
• La perfecta combinación del dibujo y el color que potencia ambos.
Lo peor
• Por momentos puede resultar un poco densa por la sobreabundancia de datos y personajes.
Guión - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.7
Sabor a clásico.
Dragones de Frontera es una aventura fascinante que mezcla lo mejor de western con el folletín, además de enseñarnos una parte de la historia de España bastante desconocida.
Apuntados a la lista de compra tanto Dragones de frontera como Vergüenza y olvido.
De Harriet Ediciones solo tengo #nuevocontacto de Duhamel (y pendientes algunas de sus obras) pero tendré que estar más pendientes de su catálogo y novedades.